En la porción de esta semana, Parashá Veshalaj, la Torá nos cuenta acerca del gran milagro, el clímax del Éxodo, que es la división del Mar Rojo. La frase dice vaivakú hamaaim, “y se dividieron las aguas” más no dice “y se dividió el mar”, vaivaká haiam, sino “ vaivaku hamaaim”. Debido a esta expresión en particular, los sabios aprendieron kol hamaim shevaolam, que todas las aguas del mundo se dividieron, no sólo el Mar Rojo per se .
Vamos a tratar de meditar sobre este fenómeno tan sorprendente, cuando en el momento en que ocurrió este gran milagro, La División del Mar Rojo, todas las aguas de la tierra simultáneamente, y tal vez hasta los reinos más altos, se dividieron. Y como todas las aguas se separaron, tratemos de examinar los diferentes símbolos en la Torá que son cosas diferentes, metáforas que son comparadas con el agua.
Lo más común que se compara con el agua es la Torá, ein maim ela Torá , “no hay agua sino la Torá”, el agua se refiere a la Torá. Hay otro servicio fundamental y muy importante de la Torá que se compara con el agua: la teshuvá , el retorno y arrepentimiento. El segundo verso de la Torá concluye: veruaj Elokim merajefet al pnei hamaim , “… El espíritu de Dios sobrevolaba sobre la superficie de las aguas”. El espíritu de Dios es el alma del Mashíaj, dicen los sabios, y el hecho de que el alma del Mashíaj “sobrevuele sobre las aguas” significa que él depende y sobrevuela sobre las aguas de la teshuvá , que cuando el pueblo judío retorne a Dios, para hacer teshuvá shleimá , retorno completo, será el momento en que el Mesías llegue. Entonces el agua puede hacer referencia tanto a la Torá, y en ciertos lugares se dice que el agua es un símbolo de teshuvá, “ retorno a Dios”.
Hay un tercer símbolo que se utiliza. Encontramos en las enseñanzas de los sabios que a veces el agua se refiere a Dios mismo, Ein maim ela Hakadosh Baruj Hu, “no hay agua sino el Sagrado Bendito Sea”. Y esto se deriva del verso en los Profetas que dice que Hashem es makor maiam jaim, “la fuente de las aguas vivientes”.
Del hecho de que Hashem sea la fuente de las aguas vivas se deriva que: e in maim ela Hakadosh Baruj Hu. Aveces se dice ein maim ela teshuvá: maim , el agua, es tehuvá, retornar a Dios y m ás a menudo encontramos la expresión e in maim ela Torá, el agua se refiere a la Torá. Entonces, por el hecho de que en este punto culminante del Éxodo todas las aguas del mundo se separaron, vamos a tratar de entender que significa esto en referencia a la Torá, en referencia a la tehuvá e incluso en referencia a Hakadosh Baruj Hu m ismo.
En referencia a la Torá, hay dos interpretaciones diferentes sobre el significado de la división de las aguas. La Torá tiene dos dimensiones básicas, la dimensión externa que es la dimensión jurídica de la Torá o el cuerpo de la Torá, y la dimensión interior que es el alma de la Torá. Y al igual que en la creación inicialmente el agua era un sólo cuerpo, una sola esencia, luego en el segundo día de la creación Dios creó el firmamento para separar las aguas superiores de las aguas inferiores. También hay un caso de división de las aguas en el segundo día de la creación mismo.
En la Torá, “las aguas superiores” son el alma interior de la Torá, el misterio de la Torá, Cabalá, Jasidut. “Las aguas inferiores” son la dimensión revelada de la Torá. A veces estudiamos que las aguas superiores son la Torá en general, y las aguas inferiores son todo el conocimiento secular científico. Todas las ciencias son las aguas inferiores, que también en última instancia se convertirán en uno, como explicaremos, con la sabiduría de la Torá. En la Torá propiamente dicha, si decimos que el agua se refiere a la Torá, “la división de las aguas” es la revelación de sus dos dimensiones, que primero deben ser reveladas individualmente, y luego deben ser unidas.
Otro significado de la división de las aguas en referencia a la Torá, es que encontramos que en la Torá oral especialmente, diferentes sabios tienen opiniones diferentes, y elu veelu divrei Elokim jaim , “ ambos son la palabra del Dios viviente“, a pesar de que pueden ser diferentes opiniones contradictorias, que uno dice ‘blanco’ y el otro dice ‘negro,’ no obstante, ambos están en lo cierto simultáneamente, los dos son las palabras del Dios vivo. Esto, obviamente, es una paradoja, sin embargo, es uno de los secretos de la división de las aguas, que hay sólo un agua. Incluso en hebreo la palabra “agua” en sí es singular, pero está en su forma plural, por lo que “un agua” tiene diferentes apariencias, diferentes manifestaciones. Pero en esencia la división de las aguas puede referirse a las dos dimensiones de la Torá, o puede hacer referencia al hecho de que muy a menudo nos encontramos con un concepto, una idea, del cual hay dos opiniones, pero ambas son ciertas simultáneamente, ein emet ela Torá, “La verdad es la Torá .”
¿Qué sucede con la teshuvá ? Ahora vamos al segundo símbolo. La segunda imagen simbolizada por el agua, que es el teshuvá , el regreso a Hashem. En referencia a la te s huvá está la que se llama teshuvá ilaá , el retorno superior y la teshuvá tataá , el “retorno inferior”. El teshuvá superior es retornar a Hashem con la gran alegría de la experiencia de acercarse y convertirse en uno con Dios. El teshuvá inferior es la teshuvá que tiene una sensación de amargura debido a experimentar cuán separado de Dios estoy hasta el presente. Que todavía estoy lejos de Dios, a causa de mis actos, que no son apropiados, no son correctos, por lo que estoy muy alejado separado de Dios, de Hashem.
A veces, los sabios dicen que los dos niveles de teshuvá son las por amor y por temor, que también están relacionadas. La teshuvá por temor es el miedo a estar alejado, distante y retirado de Hakadosh Baruj Hu, de Hashem. La teshuvá por amor es el amor de ser atraído y apegado, de convertirse en uno con mi amado, que es Hakadosh Baruj Hu [Dios].
Una vez más, las dos dimensiones de las aguas de la teshuvá son “la teshuvá con gran alegría” vs. “ la teshuvá con amargura ”, que significa la “ teshuvá del sentirse cercano, de llegar, de que ahora que me estoy acercando a Hashem ” y la “ teshuvá de dónde vengo y qué lejos estaba de Hashem ”, que se les conoce como “ teshuvá por amor” y “ teshuvá por temor .”
¿Qué pasa con Hakadosh Baruj Hu [Dios]? ¿Cómo podemos decir que hay dos, que podemos dividir las aguas de la Divinidad misma de Hakadosh Baruj Hu? Ein maim ela HaKadosh Barj Hu? Así, aquí se nos enseña en jasidut –aquí necesitamos el Zohar y el jasidut para explicar- que aunque Hashem es absolutamente Uno, Ejad Iajid Umeiujad , no obstante tiene dos formas de manifestarse, de revelarse a nosotros. Una de ellas es Su trascendencia, que se conoce como Or Ein Sof Hazovev Kol Haolamim, “ La luz infinita que rodea o abarca todos los mundos” toda la realidad, y la otra es Su inmanencia. Su inmanencia es Or Ein Sof hamemalé kol haolamim, “la luz infinita que llena toda la realidad ”.
Así que una vez más, La División de las Aguas es la revelación de que al mismo tiempo Hashem es total y absolutamente trascendente. Y junto con ser trascendente, no obstante, Él es un Dios “personal”. “ Un Dios personal ” quiere decir un Dios que podemos experimentar, con quien podemos relacionarnos, a quien podemos rezar, y a quien sentimos que está siempre con nosotros, dirigiéndonos, ayudándonos y guiándonos en nuestro camino de vida.
Ahora, está dicho: Vaiavó Benei Israel Betoj Haiam Baiavashá, que “los hijos de Israel vinieron, entraron al mar en tierra seca”. Es decir que cuando se dividió el mar, cuando las aguas se dividieron, se apartaron, algo debió entrar en medio de las aguas, para que no sólo se dividan sino que permanezcan divididas. Al igual que en el segundo día de la creación el firmamento entró entre las dos aguas, entre las dos dimensiones de las aguas, y en última instancia el firmamento no sólo separó, sino que en realidad su objetivo es unir.
Lo mismo es cierto para con los hijos de Israel, “ los hijos de Israel ” es un poder, es un poder espiritual, Divino que entra entre las dos dimensiones del agua que se separaron, y en última instancia, los hijos de Israel son el poder de unir las dos dimensiones de las aguas. Esa frase que en realidad se repite dos veces en la Torá: Vaiavó Benei Israel Betoj Haiam Baiavashá, que “ los hijos de Israel entraron en las aguas en tierra seca ”, equivale a un número muy importante en guematria: 1,430, que es 55 veces 26, 55 es la guematria de haiam , “el mar”, una de las palabras que aparecen en este verso, pero también es el valor del la palabra hacol , “todo”, mientras que 26 es Tetragrámaton, el Nombre esencial de Hashem iud kei vav kei [ י-הוה ] . Significa que esta frase, Vaiavó Benei Israel Betoj Haiam Baiavashá, que “ los hijos de Israel entraron en el mar en tierra seca”, revela que debido el hecho o gracias a que el agua se dividió y los hijos de Israel entraron en medio del agua, tenemos que tratar de pensar que cada gota de agua de todo el universo se dividió, y la alma de Israel entró en medio de las dos dimensiones del agua. Primero tiene que haber una revelación de las dos dimensiones, que el agua se separó, y después, a través de que los hijos de Israel entraron entre las aguas, todo se convierte en un Hakol Havaiá , “todo es Dios”. Dios es todo, todo es Dios.