con el rabino Jaim Frim
Incluso si nos parece que los milagros ocurren como resultado de los secretos desconocidos de la Torá, el factor principal que afecta el milagro es adherirse al Amo Divino de las Maravillas, Quien controla la naturaleza. Los maestros de la dimensión oculta de la Torá se adhieren a Dios por medio de sus pensamientos e intenciones. Los maestros de la porción revelada de la Torá, como el Avnei Nezer, se adhieren a la Torá de Dios en sí misma. Restaura el alma – incluso de manera milagrosa- porque la Torá y el Santo, Bendito Es, son uno.
El Santo, Bendito Es, “miró en la Torá y creó el mundo”. La Torá también tiene el poder de re-crear la realidad de nuevo y cambiar la forma en que funciona el mundo desde la Creación. En hebreo, la palabra para “creación” es “Briá”, que comparte raíz con briut (salud). El poder de la Torá cura a los enfermos y las parejas infértiles se vuelven fértiles. No obstante, hay una diferencia entre un maestro de la porción oculta de la Torá y un maestro de la porción revelada de la Torá. El maestro de la porción oculta de la Torá genera las maravillas con el atributo de bondad y amor, mientras que el maestro de la porción revelada de la Torá está más involucrado en el aspecto del rigor. Por ejemplo, el Rebe de Rogotchov, Rabi Iosef Rozin, realizó la mayoría de sus maravillas por medio de las Elucidaciones de Maimónides, la raíz de la línea izquierda en la Torá.