Un día como hoy, 15 de Iyar del año 2448, hace exactamente 3333 años, cayó el MAN por primera vez.
El pueblo de Israel salió de Egipto liderado por Moshé de acuerdo a las instrucciones de Dios, tomando el camino de cierto desierto desierto, donde no había agua, comida ni vivienda, para dirigirse a recibir la Torá como preparación para la entrada a la Tierra de Israel, la patria eterna del pueblo de Israel.
Salieron por la mano de Hashem y vivieron por la mano abierta del Creador comiendo el pan del Cielo, el Man, en mérito a Moshé, bebiendo el agua del Beer Miriam, el Manantial de Miriam, y protegidos por las Ananei Hakavod, las Nubes de Gloria en mérito de Aharón.
Es una segulá para el sustento decir la porción de la Torá donde se cuenta cómo Hashem alimentó al pueblo de Israel en el desierto con “man”, (maná) ¡Y especialmente hoy, martes de esta semana en que se lee la parashat hamán! ¡¡¡Hoy!!!
Y el Marán Iosef Caro autor del Shulján Aruj, el libro de leyes, shulján Aruj “para que todos crean que todo su sustento proviene por Providencia DIvina”, y en Talmud Ierushalmi: “quien dice la parashá de mán cada día, se le asegura que no carecerá de sustento.”
También en el nombre del rabí Menajem Mendel de Riminov, está escrito que es una segulá especial recitar la Parshat Hamán (dos veces en hebreo y una vez de la traducción al arameo) el martes de la semana en que se lee la Parshat Beshalaj.
Hay que leerlo de tal manera de entender lo que sucede: Hashem le dio el Man al pueblo de Israel como alimento del Cielo, porque cada día se repartía la cantidad exacta para ese día, y si alguien guardaba algo no duraba para el día siguiente. De esta manera, cada uno fortalecía su fe al irse a dormir sin nada y saber que al día siguiente Hashem le iba a volver a dar.
Este es el secreto del Pueblo de Israel, Hashem es el que provee, y siempre nos da exactamente lo que necesitamos para hacer Su tarea. Al entrar en la Tierra de Israel, el pueblo tuvo fe en que lo que ellos obtenían del producto de la Tierra, y todo lo que poseían viene de Hashem y así fue transmitido por todas las generaciones. Estudiar Torá, rezar y realizar buenas acciones y nuestro esfuerzo por conseguir sustento, son los recipientes que aportamos para que Hashem los llene de abundancia, salud, larga vida y felicidad.
Antes se recita el Iehí Ratzón
Sea Tu voluntad ante ti, Dios nuestro, y Dios de nuestros padres, que le proveas sustento a todo tu pueblo Israel y sustento para mí y todos en mi hogar. Con tranquilidad y no con sufrimiento, con honor y no con deshonra, de manera permitida y no prohibida, para que podamos realizar tu trabajo y estudiar tu Torá como alimentaste a nuestros padres en el desierto en una tierra seca y desértica.
La lectura está es español y hebreo está aquí:
Shemot Éxodo Capítulo 16:4 hasta 16:36
(porciones del día 4 y 5 de la semana Beshalaj)
https://es.chabad.org/parshah/torahreading.asp?aid=868185&jewish=&p=5