Siempre hay una Segunda Oportunidad
Nada está Perdido
“Es iz nita kein farfalen”
Pesaj Sheini – El Segundo Pesaj
Este domingo es el 14 de Iyar, que es Pesaj Sheni, “el segundo Pesaj”. En los tiempos del Tabernáculo y del Templo Sagrado, este día era la segunda oportunidad para aquellos judíos que no podían traer la Ofrenda de Pesaj en la fecha original. Aprendemos de Pesaj Sheni que nunca se pierde nada, siempre podemos rectificar la situación. No importa en qué condición se encuentre una persona, siempre puede levantarse y rehabilitarse.
Matzá
Recordamos este día comiendo un trozo de matzá aunque comamos jametz.
Una historia de Pesaj Sheini
https://new.galeinai.org/judaismo/festividades/pesaj-sheini/
RABI MEIR BAR HANÉS
Pesaj Sheini es también el día del fallecimiento del ilustre Tana, Rabi Meir Baal Hanés. Es una práctica aceptada que si una persona está en problemas, puede dar algo de caridad y decir: “Eloka de Meir Haneni”, “Dios de Meir, respóndeme”. No decimos: “El Dios de Moshé Rabeinu, o el Dios de Abraham, o de Rabí Akiva, sino por alguna razón, “el Dios de Meir, respóndeme”.
Rabi Meir Baal Hanés tiene un mérito especial para salvar a la gente de problemas, tanto personales como generales. Con respecto a los problemas personales y emocionales, el tzadik que más puede ayudar es Rabi Meir. Y su día es Pesaj Sheni.
Prende una vela en recuerdo de Rabi Meir Baal Hanés,
pon tzedaká,
https://new.galeinai.org/donations/143245
y pide a Hashem:
Eloka de Meir Haneni
“Dios de Meir respóndeme”
que por el mérito de Rabi Meir Baal Hanés se cumpla un buen deseo de tu corazón, y así poder servirLo mejor.
Los sabios dijeron que cuando Israel no hace la voluntad de Dios, son llamados siervos de Dios, y cuando hacen Su voluntad, son llamados Sus hijos. Así, en Rosh Hashaná, por ejemplo, suplicamos continuamente misericordia a Dios, y nos referimos a las dos posibilidades: “Si somos como hijos o si somos como sirvientes”. Pidamos misericordia a Dios, porque si estamos en buen estado, de ser tus hijos, ciertamente nos responderás. Y nosotros también clamamos y le suplicamos, que si no merecimos estar en un estado de hijos, sino que estamos en un estado de siervos, de todas maneras tenga compasión de nosotros.
Rabi Meir no estuvo de acuerdo con los sabios, introduciendo un pensamiento nuevo y maravilloso: “Pase lo que pase, ustedes son llamados hijos”. No hay ninguna circunstancia en que el Pueblo de Israel se llamen siervos, siempre son hijos de Dios. En términos de nuestro servicio personal a Dios, debemos pensar en nosotros mismos como Sus siervos, y eso es una virtud. Pero si la pregunta es sirviente vs. hijo, lo cual sería despectivo, no deberíamos tener en cuenta la opción sirviente en absoluto.
El mensaje de Pesaj Sheni es que nada está perdido. No importa dónde caigas, siempre hay una sólida esperanza de que saldrás de tu atolladero, ya sea material o espiritual.
¿Quién puede estar seguro de que nada se pierde? Un sirviente no puede estar seguro, porque si se rebela contra su amo, hay muchas maneras en que el amo puede librarse del sirviente. Pero un hijo, incluso si se rebela contra su padre, incluso si el hijo es como Avshalom, que es el caso más extremo de rebelión en la Torá, su padre nunca se desvinculará de él. Por lo tanto, si ““Pase lo que pase, ustedes son llamados hijos”, eso significa que ninguna situación está perdida. Ya sea que sea completamente virtuoso o completamente injusto, soy un hijo de Dios y hay esperanza para mí.
Esta es la gran luz de Rabí Meir que brilla en Pesaj Sheni:
La luz de “Israel es amado porque fueron llamados hijos de Dios”.
Pase lo que pase, eres un hijo de Dios y siempre tienes una segunda oportunidad.
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LAG BAOMER
Este próximo 18 de Iyar, este año es miércoles por la noche y jueves, celebraremos Lag Baomer, el día 33 del Omer y el día de la hilula de Rabí Shimón Bar Iojai, cuando reveló los secretos más profundos de la dimensión interna de la Torá, dejó físicamente el mundo.
Dentro de los profundos secretos de la Torá que Rabi Shimón reveló se oculta la luz de la redención completa y el Mashíaj. Por lo tanto, nuestra alegría no conoce límites.
Lea más sobre Rabí Shimón Bar Iojai aquí:
https://new.galeinai.org/estudios/cabala/la-alegria-de-bar-iojai/
Nos cuenta la Torá, que al inaugurarse el santuario del desierto, Moshé tenía que iniciar a los sacerdotes y levitas en su tarea. Los hijos de Aharón, Nadav y Avihu se apresuraron a entrar el Kodesh Hakodashim, el lugar más sagrado del mundo, y por eso sus almas salieron de este mundo y murieron.
Las personas que los retiraron de allí se impurificaron y no pudieron cumplir con el precepto de Pesaj. Por eso le reclamaron a Moshé, y Dios le dijo que tenían razón. El Creador ordenó que todos los 14 de Iiar se establezca un segundo pesaj. Por supuesto en el Templo no había jametz, pero se pudo hacer la ofrenda de Pesaj un mes después del Pesaj normal. Porque siempre hay una segunda oportunidad, cuando queremos cumplir con la Voluntad de Dios, cuando hacemos teshuvá de verdad.
El domingo entonces hay que comer matzá, un poco y mientras se come revisamos qué hemos profanado, qué nos gustaría mejorar, y tomar una buena decisión para aumentar en mitzvot. Nada se opone frente a la teshuvá. Teshuvá es una espada de doble filo que rectifica el pasado y dulcifica el futuro:
1) arrepentirse y decidir no volver a caer en el mismo error
2) retornar a Dios y tomar buenas decisiones para el futuro