Hay dos tipos de impureza espiritual. Uno es el veneno de la Serpiente. De eso nadie se salva, excepto Janoj, Eliahu y algunos otros que entraron vivos al Gan Eden espiritual. Esa impureza es muy “delgada” y no daña el alma, más bien dificulta la separación del cuerpo y el alma, cada uno de acuerdo con sus fuerzas y méritos.
La segunda impureza, es del tipo que persigue a una persona después de la muerte. Es una impureza “espesa”, que anima a una persona a buscar el cumplimiento de sus deseos materialistas, incluso de una manera permisible.