Es costumbre contar una historia jasídica sobre el Baal Shem Tov al terminar Shabat
por la noche en una comida de Melavé Malká, acompañando a la Reina, el Shabat.
Una segulá para un buen sustento, para tener hijos y tener satisfacciones de los niños,
para una vida buena y larga y para salud.
En Mezhibuzh en Shabat Parshat Pinjás año 1716, durante la seudát shlishí, la tercera comida el santo Baal Shem Tov fue a hacer netilat iadaim, lavar sus manos para la comida y se demoró cerca de ese lugar por más tiempo de lo habitual.
Después de decir la bendición de amotzí, “…que hace salir el pan de la tierra”, y comió un kezait, la medida mínima para bendecir al comer la jalá, el pan de Shabat, dijo:
“Se apagó la vela occidental” y guardó silencio.
El santo Baal Shem Tov acostumbraba hablar poco en Shabat.
Sus discípulos esperaron hasta motzaei Shabat, la salida del Shabat para preguntarle, ¿cómo sabía eso?
El santo Baal Shem Tov les explicó:
“Rabí Jaim Ben Atar, autor del libro ‘Or Jaim‘, es la vela occidental de la menorá, el candelabro del Templo,
y durante la tercera comida supe que murió, esa era mi intención”.
Los discípulos le preguntaron, ¿cómo lo sabía?
Les contestó:
“Hay una cavaná, una intención cabalística en netilat iadaim para la comida que se revela en cada generación a una sola persona.
Toda mi vida traté de lograrla y no lo conseguí, porque esta intención estaba en poder de Rabi Jaim Ben Atar”.
Hoy cuando lavé mis manos para la tercera comida esta intención me fue revelada, así que supe que el sagrado ‘Or HaJaim’ ya no está entre los vivos.
Y efectivamente, después de dos semanas se descubrió que esto era cierto.
Firma del Or HaJaim Hakadosh
Lazos de amor ocultos y maravillosos había entre tres kedoshim, hombres sagrados:
El santo ‘Or HaJaim’, el santo Baal Shem Tov y su amado cuñado del santo Baal Shem Tov, Rabí Guershon de Kitov.
Antes de la tradición jasídica durante el año 1777 el santo Baal Shem Tov envió a su cuñado el rabino Guershon de Kitov a Eretz Israel, la Tierra de Israel, para planificar una reunión entre el Baal Shem Tov y el santo ‘Or HaJaim’.
El propósito de la reunión era acelerar la redención y traer al Mashíaj ben David.
Dijo el Baal Shem Tov hakadosh, cuya alma es del nefesh del rey David de Atzilut, el Mundo de Emanación…
y el alma de la ‘Or HaJaim’ hakadosh es del ruaj del rey David de Atzilut,
y el Baal Shem Tov hakadosh quiso que el nefesh y el ruaj se conecten, y así se revelarían el nivel de neshamá y jaiá de Atzilut, y así vendría la redención… (según el ‘Heijal Habrajá’, El Palacio de la Bendición, Deuteronomio 20:39)
Rabi Guershon de Kitov llegó a la Tierra de Israel y le preguntó esto al santo ‘Or HaJaim’ en nombre de su cuñado el santo Baal Shem Tov:
El Or HaJaim le contestó al cuñado del Santo Baal Shem Tov:
Si en el momento de la ascensión del Baal Shem Tov a los mundos superiores ve la imagen completa del Or HaJaim en los mundos superiores, que ascienda a la Tierra de Israel.
Y si no ve todos sus miembros y su retrato, que no suba.
El santo Baal Shem Tov comprobó y respondió que no veía las huellas del Or HaJaim.
Y le envío la respuesta en una carta.
Entonces el ‘Or HaJaim’ le indicó en una carta que no viajara porque su esfuerzo sería en vano.
La carta no llegó al santo Baal Shem Tov y él salió al camino e hizo su viaje con gran dedicación, y se sabe que finalmente regresó a Mezhibuzh, porque no logró llegar a destino.