Cuando nació Moisés su madre lo miró y dijo “él es bueno”. Así dice la Torá vateré otó ki tov hu . Dicen los sabios que ella no sólo vio que era bueno en apariencia, que todo el cuarto se llenó de luz, sino que realmente lo llamo Bueno, y ese fue su nombre original antes de ser llamado Moisés, nombre este que le fue dado por Batiah, la hija del Faraón.
Pero verdaderamente hay dos opiniones en la Guemará. Una de las opiniones, de Rabí Meir, una figura muy mesiánica, dice que su nombre era en sí mismo la palabra “bueno”, tov , ese es el nombre de Moshé Rabeinu. Otra opinión de los sabios dice que se agregaron las dos letras י y ה , iud y hei a su nombre tov, “bueno”, y así quedó Tuviá, que se transformó en un nombre hebreo.
Cuando hay dos opiniones de los sabios, debe haber una diferencia entre ellos, pero también se deben complementar. Obviamente se deben complementar porque ambos se basan en la palabra bueno. ¿Cuál la diferencia en el nombre bueno, y cómo se complementan entre ellos?
Un comentario explica que hay dos dimensiones de bondad. Así como en el tercer día de la creación la palabra bueno aparece 2 veces, los sabios dicen esto significa que la persona debe ser buena para el Cielo y buena para el hombre, para las personas. Y aquí también, si llamamos a Moshé Rabeinu bueno, este comentario dice que la palabra la palabra bueno simplemente significa bueno sólo para las personas. Pero si lo llamamos Tuviá, con el agregado de las dos letras del Nombre de Dios, esto significa que es bueno para Dios. Hay dos categorías de preceptos de la Torá, están aquellos que son entre el hombre y su compañero, sus amigos, y están aquellos que son entre el hombre y Dios.
Entonces Tov, se refiere a aquellos preceptos entre el hombre y sus compañeros. Y Tuviá se refiere a los preceptos entre el hombre y Dios. Y es bueno para ambos, para los Cielos y para las personas.
Otra explicación más profunda es que en cuanto a la conciencia propia en el servicio a Dios, hay un tzadik –justo- que es tan esencialmente bueno que su bondad fluye espontáneamente. Está en un estado que se llama en jasidut mudaut tivit , conciencia natural. Él está constantemente conectado con Dios, pero no necesita estar permanentemente meditando conscientemente acerca de la presencia de Dios, y que Dios le da en ese momento el poder para hacer el bien, para ser bueno, simplemente es bueno.
Hay otro tzadik, cuya conciencia es llamada “conciencia Divina”, mudaut Elokit. Él está siempre consciente del hecho que sin que Dios me esté ayudándome siempre, sin que Dios me dé todos mis talentos, toda mi habilidad para ser bueno, yo no podría ser bueno. Entonces, él es bueno, pero por su conocimiento conscientemente de la presencia y del regalo que Dios le da.
Esta es la diferencia profunda entre estas dos opiniones. Si decimos que Moshé es sólo la palabra bueno por sí mismo, significa que la Divinidad está tan permeada dentro de su ser, que es bueno en esencia y Dios está allí sin que esté permanentemente consciente de la presencia de Dios dentro suyo. Pero la otra opinión dice que para retener esa bondad que posee, debe estar siempre sabiendo conscientemente que Dios lo ayuda, y está con él dentro suyo.
Obviamente, estas dos interpretaciones también se complementan entre sí. No siempre, incluso un gran tzadik, está a un nivel de conciencia natural. A veces se vuelve autoconsciente, y para poder rectificar esa conciencia de sí mismo debe volverse consciente de la Divinidad. Que si Dios no estuviera aquí no podría de ser bueno, no sería capaz de hacer nada.
Y entonces, cuando se eleva a esa gran altura, a la altura mesiánica, que es llamada “Conciencia Natural Pura”, Dios es tan parte de sí mismo porque está anulado a a Dios, batel a Hashem , que ya es bueno en su misma esencia, sin la necesidad de agregar aquellas dos letras del Nombre de Dios.
Entonces estos dos nombres Tov y Tuvia se pueden complementar entre sí, y para poner este comentario junto con el primero, que la bondad esencial se expresa más en los preceptos entre un hombre y el otro, y la conciencia Divina se expresa más en aquellos preceptos que son entre el hombre y Dios.
Cuando los tenemos a ambos juntos, incluso hay una guematria que los complemente: Tov es 17, Tuvia es 32, juntos es 49, que es el cuadrado de 7, la inter-inclusión de las Sefirot como en Sefirat Haomer, la inter-inclusión de los 7 atributos del corazón.
Que podamos conectarnos con Moshé Rabeinu, y redimir la chispa de Moshé Rabeinu dentro del corazón de cada uno de nosotros. Y eso va a traer la manifestación del redentor de Israel para nosotros en nuestros días.