Original en hebreo escrito por Iosi Plai
Todo judío tiene una propiedad en la Tierra de Israel. Este es un principio fundamental en la Torá, según el cual uno debe actuar incluso hoy en la reforma del estado.
Propiedad General y Propiedad Privada
Toda la tierra de Israel pertenece a todo el pueblo de Israel ya que fue entregada a nuestro padre Abraham por el Todopoderoso como está escrito en la Torá “A tu descendencia he dado esta tierra”[1].
Además de la propiedad general cada judío tiene una propiedad especial en Israel.
“Y heredarás la tierra por sorteo”[2] .
וְהִתְנַחַלְתֶּם אֶת הָאָרֶץ בְּגוֹרָל
Cada uno de Israel tiene un “campo personal” que hereda de sus antepasados e incluso cuando se vende a otro vuelve a su dueño original en el año de Iobel, Jubileo.
“Y en tu pueblo son todos justos, heredarán por siempre la tierra”, [Ishaiahu 60:20]
וְעַמֵּךְ כֻּלָּם צַדִּיקִים לְעוֹלָם יִירְשׁוּ אָרֶץ
Cada judío tiene una parte de herencia en la tierra (tal como tiene una letra en el libro de la Torá), “חולקא בעמא ובארעא קדישא”. Esa parte determinada por el mazal por encima de razón y la comprensión pertenece a la esencia de su alma[3], “Cuán agradable es nuestra suerte”.
En los días del Mashíaj la tierra será repartida “y repartiréis esta tierra entre las tribus de Israel” [4] (incluyendo Guerei-Hatzedek [5], los justos conversos, y también habrá una porción especial para los sacerdotes y levitas,[6] de modo que cada judío recibirá una parte de la tierra), “וְתִטָּעֵנוּ בִּגְבוּלֵנוּ”.
Redistribución de Recursos
Hoy, de hecho, no hay división de bienes en la tierra según las tribus y el Jubileo tampoco se practica práctica (hasta la pronta venida del Mashíaj en nuestros días). Pero incluso en esta situación debemos actuar de acuerdo con el principio fundamental: ¡cuidar la propiedad en Israel para cada judío!
El primer paso para reformar el país es la herencia de la tierra y su asentamiento (según el atributo de bondad que abre y conduce los demás atributos del corazón). En este marco se debe asegurar que cada familia tenga un patrimonio en el país, una unidad inmobiliaria básica con plena propiedad (en tierra o vivienda). Por ejemplo, cada pareja joven y cada familia que inmigra a Israel recibirá tal propiedad, un privilegio especial otorgado a cada judío (que nació de una madre judía o se sometió a una conversión adecuada).
Por supuesto, tal política equilibrará el mercado de la vivienda extremadamente competitivo y reducirá las disparidades en la sociedad[7]. Un patrimonio da estabilidad a una persona, como está dicho “Toda persona que no tiene tierra no es una persona”[8], y especialmente en la Tierra de Israel que “tener una parte en ella es importante como una parte en el mundo por venir”[9]. El pueblo de Israel y la Tierra de Israel se asemejan a una novia y un novio, “Porque como desposa un joven a una virgen, así te desposará tu hijo”[10], cada lugar en la tierra que está habitado por judíos es un ‘punto de conexión’ entre la novia y el novio y el proceso de asentamiento es “su interior está pleno de amor”, “תּוֹכוֹ רָצוּף אַהֲבָה”.
Editado por Iosef Plai, según el libro Tikun haMediná (Rectificación del Estado de Israel)
[1] Génesis 15:18
[2] Bamidvar 33:54
[3] Véase לקו”ש ח”ב Parashat Pinjás. Maljut Israel ח”א מאמר ‘ארץ
[4] Iejezkel מז, כא. Veáse Rambám Leyes de Reyes פי”ב ה”ג
[5] Iejezkel מז כב-כ
[6] ראה יחזקאל פרקים מה, מח
[7] Veáse una propuesta sobre el tema en el documento “El objetivo del Jubileo” publicado por el movimiento Derej Jaim
[8] Ievamot סג, א
[9] Ibn Ezra a Génesis לג, יט
[10] Ishaiahu 62:5