En nuestras almas existe una batalla permanente entre las fuerzas del bien y las fuerzas del mal. Cuando triunfamos sobre la maldad, no sólo nos beneficiamos a nosotros sino también al mal, cuya misión Divina es ser derrotado por el bien. En esta audio meditación, Rabí Ginsburgh nos guía a través del simbolismo de la batalla de Iacov con el arcángel de Esav. Cuando comprendemos el significado profundo de esta batalla en nuestras almas, podemos rectificarnos a nosotros y a nuestro entorno y manifestar la luz Divina de Di-s en toda la realidad.
El Extraño en la Noche
A medida que Iacob se aproximaba a la Tierra de Israel con sus esposas e hijos, se preparó para el encuentro con su mal dispuesto hermano Esav. Solitario, a la orilla del río Iabok, en el medio de la noche, Iacov fue atacado por un ser misterioso con quien hubo de luchar hasta el amanecer. Explican nuestros sabios que ese ser era la raíz espiritual –el arcángel- de su hermano Esav.
Misión Cumplida
Al despuntar el amanecer Iacov lo venció, y su control sobre el enemigo fue tan completo que el ángel tuvo que suplicarle que lo deje ir. Explican nuestros sabios que este estaba apurado por ir a rezar a Di-s la plegaria del amanecer. Cada ángel tiene un día en que adora a Dios y significativamente el día en que fue derrotado en manos de Iacov era el que le correspondía él, día en que cumplió su misión Divina de llevar a Iacov a un estado en el cual debía concentrar todo su coraje y energía en derrotar a Eisav.
Toda persona está en un estado permanente de pugna con el ángel de nuestro enemigo físico y espiritual, Eisav. El propósito de este ángel, que simboliza la maldad dentro de nosotros y en lo que nos rodea, es motivarnos a sobreponernos a esa maldad y a triunfar en la bondad. A su vez, cuando el ángel completó su misión con Iacov alcanzó un estado en el cual pudo ahora alabar a su Creador por darle el obsequio de haber cumplido su propósito.
En nuestras vidas cumplimos muchas misiones Divinas: es cada mitzvá, mandato, que realizamos. Y si triunfamos en el cometido llegamos a un estado en el cual estamos listos y capacitados para rezar a Dios por el regalo de alcanzar nuestro propósito.
Los Tres Significados de Avak
La palabra más significativa y potente de la descripción del encuentro de Iacov con el ángel es “vaieavek” (Génesis 32:24), que significa “y luchó” o forcejeó. La raíz de esta palabra es alef-bet-kuf, que puede ser entendida de tres maneras.
Polvo
El primer significado de la raíz es avak, que significa “polvo”. Nuestros sabios explican que cuando Iakov y el ángel lucharon removieron polvo que se elevó y llegó hasta el trono Divino de Dios. Simbólicamente esta lucha representa la buena inclinación en el alma presentando batalla a la mala.
Abrazo
Explica Rashi que fonéticamente la alef y la jet son intercambiables. Entonces, podemos leer la raíz como javak, que significa “abrazo”. De esta manera ese abrazo puede tener una connotación positiva, como en el Cantar de los Cantares, pero también puede ser el abrazo del combate, en el cual los adversarios se abrazan con el propósito de derribar al otro al suelo.
Antorcha
El tercer significado de esta raíz la encontramos en el hebreo rabínico como avuká, que significa “antorcha” o “fuego”. Estas imágenes corresponden a la noche, cuando se necesita una antorcha para iluminar la oscuridad.
Mundos, Almas, Divinidad
Explica el Baal Shem Tov que en cada elemento de la realidad hay tres dimensiones: la dimensión exterior de “mundos”, que es la realidad creada; la dimensión interior de las almas, que son las almas judías dentro de los mundos y la tercera dimensión de la Divinidad pura, donde Dios es Uno y todo es Dios en toda la creación. Hemos sido creados con ambas inclinaciones del bien y el mal para perfeccionar las primeras dos dimensiones de la realidad y manifestarla en la tercera.
Los tres significados de alef-bet-kuf corresponden a las tres dimensiones de la realidad de la siguiente manera:
El Polvo de los Mundos
De acuerdo con el Baal Shem Tov la energía de rectificar la dimensión exterior de la realidad –mundos- está en el proceso psicológico de elevación, en el cual trabajamos para llevar a nuestra realidad a un nivel superior. La palabra “mundo”,olam, significa “ocultamiento”. Así, el mismo proceso en el cual trabajamos para revelar y elevar la dimensión mundana de la realidad ¡es su rectificación!
En el mundo físico creado todo es llamado simbólicamente polvo. Cuando el sol brilla en la ventana vemos las partículas de polvo en el rayo de luz. Al meditar en ese polvo, meditamos acerca de los mundos de cara al Creador. En la batalla triunfante de Iacob con el arcángel de Eisav, se esforzó en elevar y rectificar el mundo, levantando polvo que ascendió hasta el trono Divino.
El Abrazo de las Almas
Las almas no requieren rectificación sino más bien un abrazo, anhelando volverse una. El secreto de la lucha del hombre y el arcángel es el secreto del abrazo. A pesar de que eran enemigos, el origen de este abrazo está en el origen de sus almas que se unen y abrazan y son rectificadas.
La Antorcha Divina
Dios es simbolizado por el fuego en muchos lugares de la Torá. Este tercer nivel de antorcha es la Divinidad pura iluminando la noche, que simboliza los mundos. La Divinidad no requiere rectificación, sino más bien debe ser revelada, a través de la realidad, como una antorcha en la noche. A medida que la luminaria brilla más potentemente, la oscuridad de la noche desaparece y surge la experiencia pura, brillante y potente de Dios en el mundo.
En esta batalla, Iacob sobreponiéndose a su naturaleza no militante, lucha y vence al arcángel de su hermano revelando la antorcha de la luz Divina.
Este es el secreto de la elevación de los mundos, el abrazo de las almas y por fin la revelación de la antorcha Divina de la luz de Dios en la realidad.