“Bien hablan las hijas de Tzlafjad. Les darás posesión de una herencia entre los hermanos de su padre y les transferirás la herencia de su padre”.
[Bamidbar 27:7]
“כֵּן בְּנוֹת צְלָפְחָד דֹּבְרֹת נָתֹן תִּתֵּן לָהֶם אֲחֻזַּת נַחֲלָה בְּתוֹךְ אֲחֵי אֲבִיהֶם וְהַעֲבַרְתָּ אֶת נַחֲלַת אֲבִיהֶן לָהֶן”.
“Ken banot Tzlafjad dovrot, natón titén lahem ajuzat najalá betoj ajei avihem, vehavarta et najalat avien lahen.”
Las hijas de Tzlafjad reciben una mención honorífica y son un ejemplo positivo para las hijas de Israel. Ellas tienen el poder de hablar: “Bien hablan las hijas de Tzlafjaad”. Aman a la Tierra de Israel y merecen una herencia en la Tierra. Las hijas de Tzlafjad y aquellos que siguen sus pasos hasta el día de hoy tienen un talento especial para explicar la importancia de la integridad de la Tierra de Israel.
Las palabras de verdad que fluyen de la inteligencia del corazón de las mujeres justas pueden tener un gran impacto en todo asunto sagrado, particularmente en la integridad de la Tierra de Israel. Este poder se ha revelado particularmente en las últimas generaciones. La Cabalá y el Jasidut explican que en este mundo, solo se escucha la voz del hombre, pero en el futuro (que ya está aquí) se cumplirá el versículo de Irmiahu cap. 33
“se oirá en las ciudades de Iehudá… la voz del novio y la voz de la novia”.
ישמע בערי יהודה… קול חתן וקול כלה.
Ishmá bearei Iehudá… kol jatán vekol calá.
Y como explicó rabí Akiva:
“En el mérito de las mujeres justas Israel fue redimido y en su mérito serán redimidos en el futuro”.
“בזכות נשים צדקניות נגאלו ישראל ובזכותן עתידים להגאל”.
“Bizjut nashim tzidkaniot nigalú Israel, ubizjutan atidim lehigael.”