BS”D
Por la gracia de Dios, Motzei Simjat Torá 5784
Una carta abierta a nuestros hermanos, la Casa de Israel,
“Es un tiempo de calamidad para Iaacov, y de él será redimido”.
את צָרָה הִיא לְיַעֲקֹב וּמִמֶּנָה יִוָּשֵעַ
Oramos para que Dios proteja y salve a los hijos de Israel, sus amados, de todos los problemas y dificultades: los civiles y los soldados, dondequiera que estén. Que el Santo Bendito redima a los cautivos y los proteja de todo mal, envíe una completa recuperación a los heridos y consuele a las familias de los santos caídos, que Dios vengue su sangre.
“הוֹשַע נָא דָמְתָה לְתָמָר. הַהֲרוּגָה עָלֶּיךָ. וְנֶּחֱשֶּבֶּת כְצֹאן טִבְחָה… חֲבוּקָה וּדְבוּקָה בָךְ. טוֹעֶּנֶּת עֻלָךְ. יְחִידָה לְיַחֲדָךְ”
Como acabamos de decir en las oraciones de Hoshanot en Sucot que describen al pueblo judío: “Salva a la que es comparada con un árbol de dátiles, a la que es asesinada por ti, considerada como una oveja para el matadero… abrazada y unida a ti….” El autosacrificio ascenderá ante el Trono de Gloria de Dios y Dios decretará que ya hemos sufrido suficientes angustias y nos redimirá, una redención completa y pronta.
El Dios de los ejércitos nos dará sabiduría y comprensión, audacia y poder para luchar contra el enemigo y derrotarlo, como dijo el rey David:
“Perseguiré a mis enemigos y los alcanzaré y no regresaré hasta que sean eliminados”.
“אֶּרְדוֹף אוֹיְבַי וְאַשִיגֵם וְלֹא אָשוּב עַד כַלוֹתָם”
Nuestros sabios dicen: “Aquel que venga a mataros, levántate para matarlo primero”. Los Jefes de Estado y los funcionarios de seguridad deben restablecer nuestra seguridad y vengar la sangre de los asesinados, que Dios vengue su sangre. Debemos definir un objetivo claro: matar a todos los miembros de las organizaciones terroristas “hasta que sean eliminados”. Lo primero y más importante es eliminar a los líderes de los terroristas. Quienquiera que represente un obstáculo para el logro de este objetivo es peligroso para Israel y será responsable de su destino.
¡No debemos retrasar la necesaria respuesta militar! Quien duda a la hora de salvar vidas es como si hubiera derramado sangre (Shulján Aruj Oraj Jaim 328:2). El Primer Ministro y todos aquellos que ocupan posiciones de conducción deben demostrar liderazgo y actuar
sin temor ni demora para derrotar y eliminar al enemigo. No hay mitzvá mayor que la redención de los cautivos (Hiljot Matnot Aniyim 8:10). Sin embargo, no podemos rendirnos al chantaje del enemigo y renunciar a las medidas que debemos adoptar para la seguridad de Israel, por temor por el bienestar de los rehenes. ¡El bien de todo el público tiene prioridad!
Debemos señalar las suposiciones erróneas y las fallas de los servicios de inteligencia, similar al fiasco de la guerra de Iom Kipur hace 50 años. Debemos aprender la lección y rectificar la lógica retorcida con una nueva conciencia y una postura de seguridad agresiva. Debemos recordar que es Dios “Quien nos da la fuerza para triunfar” y con eso en mente, debemos aprovechar al máximo la fuerza que Dios nos da según la ética de nuestra sagrada Torá. Debemos tener cuidado de no caer en la ilusión de que “mi poder y la fuerza de mi mano me han dado todo este triunfo”.
Todos debemos redoblar nuestros esfuerzos en estos días para estudiar Torá, orar y realizar actos de bondad para sumar méritos a la Nación de Israel. Debemos fortalecernos especialmente en salvaguardar la santidad y la modestia, “Porque Havaiá tu Dios camina en tu campamento para salvarte y entregar a tu enemigo delante de ti y tu campamento debe ser santo”.
Que sea la voluntad de Dios que pronto se cumpla sobre nosotros la bendición de Moshé: “Feliz eres Israel, nación salvada por Dios, Él es el escudo de tu ayuda.
Harav Itzjak Ginsburgh
INSTITUTO GAL EINAI DE ISRAEL