Al principio de la parashat Devarim, la Torá relata cómo Moshé designó jueces para el pueblo de Israel. Y le dijo a los jueces “aquello que les resulta difícil de ustedes, acérquenlo a mí y yo lo oiré.” [Devarim 1:17] El Baal Shem Tov le da una dimensión muy interior a estas palabras.
Dice que “algo”, es el pregonero que aparece siempre y le dice a cada uno y una de nosotros “retornen, retornen hijos rebeldes”. Pero hay una dificultad, la dificultad es que no oímos en nuestros oídos, en nuestra conciencia, al pregonero. Es decir, aquello que les resulte difícil de ustedes, significa que hay algo que surge, pregona y viene a despertar en mí, en cada uno de nosotros el arrepentimiento, pero no lo escuchamos. ¿Cuál es el consejo? ¿Cuál es la solución para la dificultad? “Aquello que les resulte difícil de ustedes”.
Ante todo, hay que entender que lo dificultoso, es eso que no oyes es “de ustedes”. Es la grosería que hay dentro de ustedes mismos. Por eso el consejo es “acérquenlo a mí”. ¿Quién es Moshé Rabeinu? Al inicio de la profecía de Moshé Rabeinu Hashem le dijo “quita el calzado de tus pies”. El significado es que hay que despojarse de lo material, refinar nuestro cuerpo por completo.
Si cada no puede adoptar para sí mismo esa cualidad de Moshé Rabeinu, ese es el significado de “acérquenlo a mí y los oiré.” Así, también tú podrás oír con tus propios oídos al pregonero que surge del cielo y te despierta al arrepentimiento.