EN MEMORIA DE LOS ASESINADOS

En memoria de los asesinados y caídos en las últimas 24 horas (que D-os vengue su sangre), y por la salvación del pueblo de Israel.

Uno de los momentos más angustiantes de los últimos dos años es escuchar esta frase de algún alto funcionario del sistema de seguridad, ¿verdad?…
Si queremos saber cómo enfrentar los desafíos de seguridad, debemos liberarnos del orgullo y tener siempre presente que es muy probable que no sepamos cómo enfrentarlos.

👈 También en el alma –
Si queremos tener seguridad de que el próximo año será bueno para nosotros,
si queremos enfrentar lo que no pudimos enfrentar este año,
si queremos lograr hacer teshuvá (retorno espiritual),
debemos recordar que es razonable que no sepamos cómo enfrentar.

La cualidad de la humildad (שפלות, shiflut)
nos ayuda a no sorprendernos por una caída dolorosa, porque ya nos conocemos.
Y también nos inmuniza contra futuras caídas:
al temer que no podremos enfrentarlas, tomamos precauciones y cerramos brechas ante posibles riesgos.

☝️ ¿Recuerdan quién nos enseñó cómo se hace teshuvá?
David HaMelej (el Rey David), quien también le dijo a su esposa Mijal:
“Y seré humillado a mis propios ojos” (שמואל ב’, ו’, כ”ב).

David HaMelej no solo nos enseñó cómo lidiar con caídas,
sino el secreto mismo de la vida.

David fue definido por los Sabios como un nefel (nacido sin fuerza vital propia).
Nuestros Sabios enseñan que no tenía vida propia,
y que recibió sus años como un regalo de Adam HaRishón (el primer hombre).
Siempre sintió que su vida no le pertenecía verdaderamente.
La Sucá de David que “cae” (סוכת דוד הנופלת) – significa que por sí mismo, sin la misericordia de Hashem, cae y muere.

🎁 Él sentía que cada instante era un regalo, que nada era obvio ni garantizado.
Por eso no se consideraba a sí mismo con grandeza:
“Y yo soy un gusano y no un hombre” (תהילים כ”ב, ז’).
Eso lo hacía más alegre y más capaz de enfrentar los desafíos.

📖 Este es el secreto del versículo que decimos todos los días durante este mes (Elul):
“De David: Hashem es mi luz y mi salvación” (תהילים כ”ז).
No tengo otra luz que la luz de la misericordia de Hashem que se derrama sobre mí.
Y por eso: “¿A quién temeré?” – me siento mucho más seguro ahora.

💡 ¡No sabemos cómo enfrentar, Padre que estás en el cielo!
Y justamente por eso nuestros ojos están siempre puestos en Ti,
seguros de que nos darás las fuerzas para enfrentar, y que verdaderamente avanzaremos

¿Qué opinas tú? 🤔
¡Éxito en todo!

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