EL ALMA DE UN BAAL TESHUVÁ

(Extracto de Farbrenguen – Reunión Jasídica)

Quizá el cambio social más importante en el judaísmo en los últimos 50 años sea el auge del movimiento de teshuvá. Muchos (si no la mayoría) de los lectores de esta revista se identificarían como ba’alei teshuvá. El propio HaRav Ginsburgh se identifica como ba’al teshuvá a pesar de haber regresado a la observancia a los 16 años. Ser un ba’al teshuvá (o ba’alat teshuvá) tiene sus desafíos únicos.

Este extracto de un farbrenguen celebrado durante Sucot 5786 abre un camino interesante para encontrar la identidad propia como ba’al teshuvá, basado en las enseñanzas de Rabi Itzjak Luria (el Arizal) a su discípulo, Rabi Jaim Vital, sobre las encarnaciones anteriores de este último.

El farbrenguen completo se publicó en la edición No’aj 5786 de Nifla’ot. 

El comentario conocido como Maguid Mishné es el principal comentario sobre el Iad de Maimónides – su corpus legal. El Arizal afirma que esto se debe a que el alma del autor está unida en esencia al alma de Maimónides. El hecho de que alguien dedique su vida a interpretar un libro concreto revela que sus almas están unidas.

De todos los Rishonim – los eruditos de la Edad Media – parece que el Arizal dedica más de sus enseñanzas al Maguid Mishné que a cualquier otro. La mayor parte de esto iba dirigida a su discípulo, Rabi Jaim Vital, y tenía como objetivo revelarle el origen de su alma, es decir, quién es espiritualmente. El origen de Rabi Jaim Vital se encuentra en el Maguid Mishné. Por grande que fuera el Maguid Mishné – es contemporáneo de los Ran, Rabeinu Nisim – se sabe muy poco sobre él. Existen diferentes teorías sobre quién fue su maestro,[1] no sabemos cuándo nació, la mayoría de la gente ni siquiera sabe que se llamaba Vidal, o como algunos le conocían: Don Vidal. Esto es una de las cosas que el Arizal le dijo a Rabi Jaim Vital: tu nombre “Vital” deriva del nombre dado al Maguid Mishné, Vidal. Aunque se pronuncia “Vital”, cuando se escribe en español es fácil ver que tanto Vidal como Vital significan lo mismo: “vida”. Así lo dice el Arizal a Rabi Jaim Vital, tanto tu nombre, Jaim, como tu apellido, Vital, significan lo mismo – vida – y ambos derivan del nombredel Maguid Mishné.

En la explicación del Arizal sobre las reencarnaciones, muchas de ellas se entienden como un tikun, una rectificación de algún asunto que obliga al alma a reencarnar. ¿Cuál fue el asunto del Maguid Mishne? No usaríamos esta palabra si los Arizal no la hubieran empleado. En cualquier caso, su asunto fue el mismo que tuvo Maimónides; ninguno de los dos recibió la tradición oculta de la Torá. En su lugar, estudiaron filosofía. El Arizal escribe que incluso negaron la tradición oculta. Por eso, el Arizal le dice a su discípulo, Rabi Jaim Vital: tú eres la principal reencarnacióndel Maguid Mishné. En tu vida pasada ya aprendiste lo suficientemente en profundidad sobre la tradición revelada de la Torá, por eso no te involucras tanto en ella en esta vida. En cambio, estás completamente inmerso en la tradición oculta, porque ahí es donde reside tu rectificación. Como está dicho, “… la Torá de Havaia es su deseo, y en su Torá se sumergirá día y noche.”[2] El deseo interior de un erudito de la Torá, es decir, las materias que su corazón desea, constituyen la parte de la Torá que se le asigna para aprender para su rectificación en su vida presente. Así, a lo largo de su vida, el Maguid Mishné no estudió la tradición oculta de la Torá ni siquiera creyó en su veracidad; en su encarnación actual, Rabi Jaim Vital llegó a sumergirse en la tradición oculta.

Cuando un alma emerge de las profundidades

El mensaje interior que el Arizal enseñó a Rabi Jaim Vital involucra al rey David. ¿Cómo es eso? El alma del rey David era muy elevada. Pero con la Rotura de los Recipientes en el Mundo del Caos y luego con el pecado de Adán,[3] su alma cayó en el reino más profundo de la kelipot: las cáscaras de impureza. Estaba tan fuertemente atrapado allí que no había forma normal de redimir su alma. Sin embargo, llegó su momento, su mazal fue grandioso y su alma pudo escapar de las kelipot, pero una inclinación maligna muy poderosa se aferró a su alma. Esta es la explicación de sus fracasos en la vida,[4] el más importante de los cuales es su pecado con Batsheva. Aunque los sabios dicen que “quienquiera que diga que David pecó está equivocado”,[5] la interpretación literal es que pecó, fue severamente castigado y luego hizo teshuvá desde lo más profundo de su corazón. Los sabios afirman que la razón de los errores de David fue “instruir sobre la teshuvá para el individuo”, lo que significa que cada individuo puede hacer teshuvá independientemente de su situación.

¿Qué ocurre cuando un gran alma emerge desde las profundidades de las kelipot? Todos los que escuchan pueden pensar en sí mismos en este contexto…. Cuando el Arizal utiliza la terminología “las profundidades de las kelipot” lo hace en un sentido espiritual, no todavía en referencia a un alma encarnada en nuestra realidad física. Pero esto se refiere a un ba’al teshuvá que en este mundo se encuentra sumido profundamente en las kelipot, en la impureza. Nuestra generación es una generación de ba’alei teshuvá, de muchas personas que han encontrado su camino de vuelta al judaísmo y a la observancia. Hemos dicho muchas veces en el pasado que la rectificación del Estado de Israel depende de que los ba’alei teshuvá asuman el liderazgo.[6] De hecho, el propio Mashíaj es un ba’al teshuvá.[7]

Tres encarnaciones antes de la encarnación

El Arizal explica que una vez que emerge por primera vez una gran alma atrapada en las kelipot, no puede recibir un cuerpo de inmediato. Primero debe pasar por tres encarnaciones en las que sirve como fuerza circundante para algún individuo que pertenece a la misma raíz del alma. Solo entonces puede recibir su propio cuerpo. Obviamente, se trata de una idea muy profunda, que se describe como “esquiva y profunda, muy profunda; ¿quién puede aprehenderla?”[8]

Lo que sí podemos decir sobre la aplicación de esta idea es que antes de que un ba’al teshuvá pueda entrar en su propio cuerpo – es decir, antes de que pueda apreciar quién es, saber de lo que es capaz y recibir su verdadera misión en la vida – necesita actuar como una fuerza circundante para tres judíos. Esto significa que deben mostrar abnegación por ellos, dedicarse sinceramente a otras tres personas. Desde el cielo, serán guiados para encontrar a estas personas, tres personas que provienen de su propia raíz espiritual. Después de completar esta tarea, la cual puede llevar mucho tiempo – a veces pueden pasar años de dedicación a una persona y el ba’al teshuvá aún no se ha integrado plenamente en sí mismo – tienen garantizado que apreciarán quiénes son y encontrarán su misión en la vida.

Esto es lo que se requiere de un verdadero ba’al teshuvá. En reconocimiento de su sacrificio personal durante años hacia otras tres personas, merecerán reconocer plenamente quiénes son.


[1] Algunas opiniones sostienen que estudió bajo la tutela del Rashba. El Arizal afirma que fue discípulo del Ra’ah, el autor del Sefer HaJinuj. Erúditos modernos consideran que fue alumno de Rabi Peretz HaCohen, quien fue discípulo tanto del Rashba como del Ra’ah.

[2] Salmos 1:2.

[3] Todas las almas fueron y siguen siendo afectadas por el pecado de Adán de comer del Árbol del Conocimiento, pero David es considerado su reencarnación principal hasta ahora en la historia y el Mashíaj será su reencarnación final, como se alude en la palabra “Adán” (אָדָם), cuyas letras son las iniciales de “Adán, David, Mashíaj” (אָדָם דָּוִד מָשִׁיחַ).

[4] Ioma 22b. Véase la clase del Rav del 14 de Iyar, 5775.

[5] Shabat 56a.

[6] Comenzando con la clase de 3 Elul 5773 (cap. 3).

[7] Consulta las clases del 12 Tamuz 5773 y del 1 Elul 5779.

[8] Eclesiastés 7:24.

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