La Compasión en la Torá

Partzuf: PERMUTACIONES Y LA COMPASIÓN DE DIOS

Dos de los ángeles que Dios envió para encontrarse con Abraham continuaron hacia Sodoma, donde a uno se le encomendó la tarea de destruir las cinco ciudades de la llanura y al otro se le confió la supervivencia de Lot y su familia. Cuando salían de la ciudad, la Torá nos dice que Lot,

 “y se demoraba y, por compasión de Dios hacia él, los hombres le tomaron de la mano, a su esposa y a sus dos hijas, las sacaron y las dejaron en las afueras de la ciudad”[1]

וַיִּתְמַהְמָהּ  וַיַּחֲזִקוּ הָאֲנָשִׁים בְּיָדוֹ וּבְיַד אִשְׁתּוֹ וּבְיַד שְׁתֵּי בְנֹתָיו בְּחֶמְלַת

יהוה עָלָיו וַיֹּצִאֻהוּ וַיַּנִּחֻהוּ מִחוּץ לָעִיר

Aunque traducido como “compasión”, el adjetivo que describe la manera de Dios con Lot no es la palabra hebrea usual rajamim רחמים. Más bien, es la palabra jemlá חמלה, una raíz muy rara en el Pentateuco. De hecho, esta raíz aparece solo dos veces más en toda la Torá. Para entender en qué se diferencia de la compasión, citemos los otros dos casos en los que aparece. La primera aparece cuando Bitia, la hija del faraón, ve a Moisés en su cesta en el Nilo, “Al abrirla, vio al niño llorando, así que se compadeció de él…”[2]

וַתִּפְתַּח וַתִּרְאֵהוּ אֶת הַיֶּלֶד וְהִנֵּה נַעַר בֹּכֶה וַתַּחְמֹל עָלָיו

La segunda está en el tratamiento de la Torá de un judío que incita a otros a adorar a una deidad falsa. La Torá nos advierte:

 ” no debes amarlo ni prestarle atención; tus ojos no deben apiadarse de él, ni debes compadecerlo; no debes encubrirlo” [3]

לֹא תֹאבֶה לוֹ וְלֹא תִשְׁמַע אֵלָיו וְלֹא תָחוֹס עֵֽינְךָ עָלָיו וְלֹא תַחְמֹל וְלֹא תְכַסֶּה עָלָיו

En qué se diferencia la lástima de la compasión

¿Cuál es entonces la diferencia entre misericordia, rajamim (רַחֲמִים) y las palabras que hemos traducido como “compasión”, jemlá (חֶמְלָה)? La misericordia es considerada el aspecto interno de la sefirá de belleza (tiferet). Como tal, se encuentra en el eje medio entre el amor y el poder (o juicio). De hecho, la misericordia es considerada la fuente tanto del amor como del juicio – el par opuesto de facultades emotivas que se encuentran en los ejes derecho e izquierdo de las sefirot, justo por encima de belleza. Por lo tanto, aunque sería una simplificación excesiva decir que la misericordia es un combinado de bondad y poder, incluye ambos. Una de las formas en que se describe la misericordia en los escritos jasídicos es que representa la voluntad de un juez de actuar con indulgencia debido a la compasión. En cierto sentido, cuando un individuo actúa con misericordia, está tratando de incluir tanto el juicio como el amor simultáneamente en su enfoque.

La compasión (חֶמְלָה) es diferente porque tiende a cambiar el veredicto por completo – toma el juicio y lo transforma completamente en bondad. Por ejemplo, en el caso de Batia, cuando encontró al bebé Moisés, él estaba bajo el decreto formulado por el Faraón de que todos los niños varones debían ser ahogados en el Nilo. Sin embargo, su compasión revirtió completamente el juicio y no solo salvó a Moisés, sino que ella le crio en el palacio del faraón. Del mismo modo, la Torá nos advierte que no dejemos que nuestras emociones y consideración hacia un instigador nos domine y nos convenzan de simplemente encubrir sus artimañas. Del mismo modo, Lot era culpable de conspirar y favorecer al pueblo de Sodoma[4]. La compasión que Dios tuvo con él transformó su veredicto de ser culpable a ser salvo.

Lo que nos gustaría hacer ahora es colocar la palabra “compasión” en el contexto del modelo de las diez sefirot. Para ello, vamos a presentar ahora uno de los métodos más importantes para analizar palabras utilizando las sefirot.

Permutaciones y combinatoria

Al construir partzufim, modelos basados en la dimensión interior de la Torá, una de las técnicas que utilizamos a menudo son las permutaciones. El tema de las permutaciones comienza con la simple pregunta de cuántas combinaciones de n cosas se pueden hacer. Esto se conoce como el estudio de la Combinatoria en matemáticas, y su primera instancia en la Torá se puede encontrar en el Sefer Ietzirá (el Libro de la Formación) cuyo contenido se atribuye a Abraham:

Dos piedras construyen dos casas, tres construyen seis, cuatro construyen veinticuatro, cinco construyen ciento veinte, seis construyen setecientas veinte, siete construyen cinco mil cuarenta, y más allá de esto, su número aumenta de tal manera que la boca apenas puede pronunciarlas, ni el oído escuchar el número de ellas.[5]

La forma de calcular el número de combinaciones posibles de n objetos viene dada por la función factorial, que se escribe como: n! (léase: factorial de n). La función factorial se define como el producto de todos los enteros hasta n inclusive. Traduciendo el contenido del texto del Sefer Ietzirá anterior, las piedras se refieren a las letras y las casas a las palabras y así:

2 letras pueden formar 2 palabras porque 2! = 1 ∙ 2 = 2

3 letras pueden formar 6 palabras porque 3! = 1 ∙ 2 ∙ 3 = 6

Y, 7 letras pueden formar 5040 palabras porque,

7! = 1 ∙ 2 ∙ 3 ∙ 4 ∙ 5 ∙ 6 ∙ 7 = 5040

Nuestro segundo paso para entender las permutaciones se basa en el hecho bien conocido de que la mayoría de las palabras en hebreo provienen de una raíz de tres letras (hay excepciones). De ello se deduce que una raíz de tres letras se puede permutar de 6 maneras diferentes, siempre que las tres letras sean diferentes. Si dos letras son idénticas, solo habrá 3 permutaciones significativas. 

Las raíces de tres letras y las Sefirot

Para ilustrar cómo todo esto se conecta con la construcción de un partzuf/modelo basado en una raíz de tres letras, consideremos las tres letras raíz del Nombre esencial de Dios, Havaia, el Tetragrámaton. Estas son iud-hei-vav (יהו). Las 6 permutaciones posibles son: iud-hei-vav, iud-vav-hei, hei-iud-vav, hei-vav-iud, vav-iud-hei y vav-hei-iud. Puesto que son seis, naturalmente nos gustaría corresponderlas con las seis facultades emotivas que van desde bondad hasta fundamento. ¿Cómo hacerlo? Recurrimos a nuestras fuentes. Encontramos que tanto en el Zohar como en los escritos del Arizal, el orden de las permutaciones aparece en varios contextos. El modelo predominante utilizado [6] es:

Poder-Guevurá גְּבוּרָה הויbondad-jésed חֶֶסֶד יהו
Belleza-tiferet תִּפְאֶֶרֶת ויה
reconocimiento-hod   הוֹד היוvictoria-netzaj   נֶצַח יוה
fundamento-iesod יְסוֹד והי

¿Cuál es la lógica detrás de este modelo? En realidad, es bastante simple. En Havaia, la letra iud secorresponde con la sefirá de sabiduría, la letra hei con la sefirá de entendimiento, y la letra vav con la sefirá de conocimiento, de la siguiente manera:

Entendimiento – Biná בִּינָה  הSabiduría – Jojmá חָכְמָה י
Conocimiento – Daat דַַּעַת ו

Las permutaciones debajo de cada letra son las dos que comienzan con esa letra. Hay ligeras variaciones en el orden de las dos permutaciones bajo la hei (ה) y bajo la vav (ו), pero como se ha señalado, presentamos el orden que es más omnipresente en la Cábala y los escritos jasídicos. 

El siguiente paso es identificar qué letra de la raíz de tres letras de “compasión”, que es חמל, corresponde a qué letra de יהו. Esto requiere cierto conocimiento y experiencia. En nuestro caso, la letra correspondiente a sabiduría es la מ, la letra correspondiente a entendimiento es la ל, y la ח corresponde a conocimiento.

Entendimiento – Biná בִּינָה  לSabiduría – Jojmá חָכְמָה מ
Conocimiento – Daat דַַּעַת ח

Todo lo que queda ahora es sustituir las letras de nuestra raíz חמל, de acuerdo con las correspondencias que hemos encontrado en el partzuf de permutaciones, y obtenemos:

Poder-Guevurá גְּבוּרָה לחמbondad-jésed חֶֶסֶד מלח
Belleza-tiferet תִּפְאֶֶרֶת חמל
reconocimiento-hod   הוֹד למחvictoria-netzaj   נֶצַח מחל
fundamento-iesod יְסוֹד חלמ

Lo que notamos de inmediato es que nuestra raíz, חמל, la raíz de tres letras de “compasión”, aparece en la ubicación de la sefirá de belleza (tiferet). ¡Cada una de las sefirot tiene una experiencia interior y la de la belleza es ¡la misericordia, rajamim (רַחֲמִים)! Exploremos el resto de las raíces en este partzuf brevemente: מלח, melaj, significa sal y representa el poder dentro de bondad, aludiendo a las aguas inferiores (separadas de las aguas superiores por el firmamento en el segundo día de la Creación), que aman y por lo tanto anhelan volver a unirse a las aguas superiores.[7] לחמ, significa pan y guerra, aludiendo al versículo: “Ve y haz guerra con mi pan [es decir, con la Torá]”.[8] La siguiente permutación, מחל, significa perdonar y corresponde con victoria o eternidad, la fuente emotiva del perdón. La permutación que se corresponde con reconocimiento למח, no tiene un significado (no todas las permutaciones lo tienen; solo hay 7 raíces de tres letras en hebreo, todas las cuales 6 permutaciones tienen significado). Esto está en consonancia con la afirmación de que: “Mi vigor [es decir, el reconocimiento] se ha vuelto contra mí”.[9] Finalmente, la permutación correspondiente con fundamento, חלמ, significa un sueño, que está claramente relacionado con Iosef el tzadik, el alma arquetípica de fundamento – quien era un experto intérprete de sueños.

Este es un ejemplo muy poderoso de cómo el significado de las palabras en hebreo se corresponde perfectamente con las sefirot.

(de Amudeha Shivá, Vaieira, págs. 95-96 y Sod HaShem LiIerei’av, págs. 102-103)


[1] Génesis 19:16

[2] Éxodo 2:6

[3] Deuteronomio 13:9

[4] Véase Rashi en Génesis 19:17: “Ustedes pecaron con ellos, pero están siendo salvados por el mérito de Abraham. No es apropiado que seas testigo de su perdición mientras tú mismo estás escapando” (basado en Bereshit Rabá 50:11).

[5] Sefer Ietzirá 4:12

[6] Zohar 3:243b y 3:17a (con una ligera variación). Pri Eitz Jaim, Sha’ar HaLulav, cap. 3. Keter Shem Tov §2.

[7] Véase Likutei Torá Vaikrá 3d y ss.

[8] Proverbios 9:5

[9] Daniel 10:8

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