JUDAÍSMO PARA TODOS
MATERIAL DE ESTUDIO
*📖 Invitación Especial:*
*Charla sobre la Parashá Devarim y Shabat Jazón*
🕯️¡Un momento de luz antes del 9 de Av!
Te invitamos a una charla profunda y transformadora:
🔹Exploraremos juntos la Parashá Devarim — las palabras finales de Moshé a Israel.
🔹Descubriremos el significado interior del Shabat Jazón: el Shabat de la “visión del Tercer Beit HaMikdash”.
🔹 Aprenderemos por qué “Tzión será redimida con juicio, y sus retornantes con tzedaká”, y cómo esta enseñanza es relevante hoy.
🔹 Con enseñanzas del Rebe de Lubavitch, el rabino Ginsburgh, Midrash y Jasidut.
🧠 Para todos los que desean mirar con nuevos ojos su misión personal y la redención colectiva.
*🌍 En vivo desde Israel*
🗓 *HOY DOMINGO 2 MENAJEM AV 5785 – 27 Julio 2025*
🕘*21:00 HORAS DE ISRAEL*
*📖 Con el Rabino Jaim Frim*
*💻Modalidad:*
*📌 POR ZOOM*
🔗 Únete aquí: https://us06web.zoom.us/j/5839538733
📌* POR YOUTUBE*
🔗 Síguenos aquí: https://www.youtube.com/galeinaienespañol

_______
NIGÚN – MELODÍA JASÍDICA
Compuesta por el rabino Ginsburgh para su nieta “22” Jaia Mushka
https://drive.google.com/file/d/1inswPFTnt_yXM6mDDKZaQpmFi6qrTmHE/view
Este Shabat es Rosh Jodesh Av, el comienzo de los Nueve Días de Luto por el Templo en Jerusalén y por nuestros dos milenios de exilio.
En cierto modo, el exilio no ha disminuido. Al ver el inmenso odio y antisemitismo en todo el mundo desde el 7 de octubre, creo que todos nos damos cuenta de que ya no podemos esperar pasivamente a que el mundo cambie, tenemos que cambiarlo nosotros mismos. Creo que esto se logra, ante todo, cambiando la conciencia y la comprensión de la gente sobre qué es el judaísmo, la Torá y Dios.
El propio HaRav Ginsburgh, como saben, estuvo en diálisis durante algunos años y luego, gracias a la generosidad de un donante, recibió un trasplante de riñón hace poco más de un año. Gracias a Dios, ha recuperado la buena salud y seguimos siendo bendecidos con su Torá y su guía únicas.
Me pondré en contacto con ustedes la próxima semana para pedirles que contribuyan y nos ayuden a hacer más en los próximos cinco años.
Este miércoles será el 5 de Av, el día del fallecimiento del Santo Arizal. El Arizal sabía cómo comunicarse con todo lo que existe. Rabí Jaim Vital relató que vio con sus propios ojos que el Arizal incluso se comunicaba con objetos inanimados, como las piedras. Cuando veía la llama de una vela, también podía comunicarse con ella, porque una llama tiene su propia historia que contar. Asegúrense de ver la clase del Rabino Ginsburgh a continuación, sobre el secreto de la contracción del Arizal y cuán relevante es para nuestra vida diaria.
*UNETE A LA COMUNIDAD GAL EINAI EN WHATSAPP*
🔗 https://chat.whatsapp.com/CrWuAEvhojQE1taZuDMhRp
*DIFUNDE LUZ AL MUNDO*
*IGRA DETAANITA*
TZEDAKÁ PARA EL AYUNO
https://galeinai.org/donations/143245
HILULA DEL ARIZAL 5 DE MEMAJEM AV
El Ari HaKadosh falleció el quinto día del mes de Menajem Av del año 5332 (1572) a la edad de 38 años y fue enterrado en Zfat. Su mérito y su enseñanza han sido adoptados por todo el pueblo judío y siguen siendo estudiados hasta nuestros días.
RELATO EN SU JUVENTUD

Cuando el Ari HaKadosh era joven, antes de profundizar seriamente en la sabiduría cabalística, se encontraba un día rezando en la sinagoga, sentado junto a otro hombre. El Ari volteó y vio que ese hombre tenía en sus manos un libro, y al observarlo, notó que contenía secretos elevados.
Después de la oración, el Ari le preguntó:
“Dime, ¿qué está escrito en este libro?”
El hombre respondió:
“¿Qué puedo decir? Dios me ha privado de este honor, porque soy de los forzados (anusim), y como vi a todos rezando con libros, por vergüenza tomé este libro, pero no sé lo que dice”.
Entonces el Ari le dijo:
“Si es así, véndeme este libro y también te daré un sidur (libro de rezos)”.
El hombre respondió:
“¿Acaso soy tan necesitado que deba venderte el libro por dinero? Pero tengo otra petición: pídele a tu suegro que me exima del impuesto de aduanas, y a cambio te daré el libro”.
Como el Ari deseaba mucho el libro, pidió a su suegro que aceptara y eximiera al hombre del impuesto.
A cambio, el Ari recibió el libro, y a partir de entonces lo estudió con gran esfuerzo, junto con el Zóhar, sometiéndose a ayunos y penitencias. Así logró que, cada noche, se le revelara en sueños si había entendido correctamente los textos del Zóhar. A veces le decían que había comprendido correctamente aunque esa no fuera la intención profunda de Rabí Shimón Bar Yojai; en otras ocasiones, le señalaban que para comprender un pasaje debía hacer aún más penitencias, y así lo hacía.
Viendo esto, se aisló seis años en la antigua ciudad de Egipto, estudiando día y noche con santidad y pureza. Así mereció que cada noche elevaran su alma al Cielo y le preguntaran en qué academia celestial quería aprender y de quién. Lo llevaban al lugar que escogía y le transmitían secretos extraordinarios, los cuales no olvidaba al despertar y compartía con sus discípulos. Así también tuvo acceso a la “ruaj hakodesh” (inspiración divina), y en ocasiones Elías el Profeta se le revelaba para enseñarle los secretos de la Torá.
Contó su alumno, el rabino Abraham Haleví de bendita memoria, que una vez, en Shabat de la parashá de Balak, entró a la habitación del Ari (Rabí Itzjak Luria) y lo encontró durmiendo la siesta. Observó que, mientras dormía, el Ari murmuraba con sus labios. Rabí Abraham se acercó y puso su oído junto a la boca del Ari para escuchar lo que decía. En ese momento, el Ari se despertó y lo vio parado a su lado. Le preguntó: “¿Qué deseas aquí?”
Le respondió: “Que me perdone el señor, vi que vuestra honorable persona murmuraba con sus labios, y acerqué mi oído para escuchar lo que el rabino estaba diciendo”.
Le dijo el Ari: “Siempre, cuando duermo, mi alma asciende por caminos y senderos que conozco, y los ángeles vienen conmigo y reciben mi alma, y me llevan ante Metatrón, el gran ministro. Él me pregunta a qué academia (yeshivá) celestial deseo ir, y en esas academias me revelan secretos de la Torá que no se escucharon ni siquiera en la época de los tanaítas (sabios de la Mishná)”.
Le preguntó Rabí Abraham: “¿Y no me revelará el rabino lo que le enseñaron esta vez?”
El Ari empezó a reír y le dijo: “Doy testimonio, cielos y tierra, que si predicara durante ochenta años seguidos no podría terminar de contar lo que aprendí esta vez sobre la parashá de Bilam y la asna”.
[De “Shivjei HaAri” – Los elogios del Ari]
Más sobre el Arizal
¡VER EL BEIT HAMIKDASH!
Punto de una charla sagrada
El Shabat previo a Tishá BeAv se llama Shabat Jazón, llamado así por la haftará que se lee en este Shabat — “La visión (Jazón) de Yeshayahu ben Amotz”, que habla sobre la destrucción.
El Rebe de Berditchev, Rabí Levi Itzjak, explicó el nombre “Shabat Jazón” de forma innovadora:
El término Jazón significa visión — el Rebe dijo que en este Shabat, a cada judío se le muestra el Beit HaMikdash (el Templo Sagrado) ¡en su forma futura y reconstruida!
Es como un padre que hizo una túnica hermosa para su hijo, y el hijo la rompió. El padre volvió a hacerle otra, y también la rompió. Entonces el padre hizo una tercera túnica, pero esta vez no se la dio inmediatamente, sino que se la mostraba ocasionalmente, y le decía: “Cuando te comportes adecuadamente, te daré esta túnica.”
De manera similar, explica el Rebe, en cada Shabat Jazón se nos muestra, aunque de forma espiritual e interna, el Templo reconstruido — ¡el Tercer Beit HaMikdash!
Y eso mismo es lo que da fuerza y energía para superar el duelo por la destrucción, y para transformar este Shabat (a pesar de que es previo a Tishá BeAv y los días más tristes del calendario) en un día de visión positiva, preparándonos para la Redención completa — ¡que sea pronto y en nuestros días!
En general, ¿por qué Hashem hizo que la subida (la geulá, la redención) sea algo que requiere preparación? ¿Por qué no es posible solo ser salvado y ya está? ¿Por qué es necesario que el Beit HaMikdash venga como recompensa por la preparación para el Tercer Beit HaMikdash?
Porque si fuera solo un regalo, no sentiríamos que es nuestro; no lo valoraríamos ni lo conservaríamos. Así está escrito: “Tú lo leíste, tú lo estudiaste, tú te esforzaste… si es así, el Templo es tuyo.”
Y cuando ya vemos el Templo con nuestros propios ojos — como ocurre en Shabat Jazón, en el cual se nos muestra espiritualmente el Tercer Beit HaMikdash — debemos saber que ya está preparado, y que solo falta un pequeño empuje para que se revele.
El Midrash explica el versículo: “¡Una apertura de luz!”
La guematria de “petijá” (apertura) es exactamente 830. Ese es el número exacto de años que duraron el Primer Beit HaMikdash (410 años) y el Segundo Beit HaMikdash (420 años) juntos.
¿Qué significa esta “apertura” entonces? Que por medio de la suma de ambos templos — nos abrimos a la revelación del Tercer Beit HaMikdash:
“Y se abrirá Hashem ante ti”.
HAFTARÁ DEL SHABAT DE LA VISIÓN
SIJÁ DEL REBE
Con la ayuda del Cielo. En mérito del tzadik, Rabí Levi Itzjak de Berdichev (z”ya), cuyo principal enfoque fue el amor al prójimo y el juicio favorable.
Es conocido el dicho del tzadik Rabí Levi Itzjak de Berdichev, cuya esencia principal fue el amor por cada judío y buscar siempre su mérito. Dijo que en Shabat Jazón —“Jazón” significa “visión”— se le muestra a cada judío una visión del Tercer Beit HaMikdash (Templo), como mérito y promesa futura.
Este concepto se explica con una parábola:
Un padre tenía un hijo querido. Le confeccionó una prenda hermosa y valiosa para vestirla, pero el hijo, al no cuidarla, la rasgó en varios pedazos. El padre le hizo otra prenda, y también la rompió. Entonces, el padre hizo una tercera prenda, pero no se la dio. La guardó cuidadosamente, y en momentos especiales se la mostraba al hijo, diciéndole:
“Mira: si actúas correctamente, esta prenda te será entregada”.
Así ocurre con el Beit HaMikdash: Desde tiempos de la destrucción, de tanto en tanto se le muestra al Pueblo de Israel una visión del Tercer Templo, y ese momento especial es precisamente en Shabat Jazón.
Este concepto de que “Shabat Jazón” se llama así por la visión del Tercer Templo no contradice el significado simple del nombre, que proviene de la haftará (lectura profética) que comienza con “La visión de Isaías (Jazón Ieshaiahu)” — ya que ambos significados están conectados. También la visión del profeta Isaías, en su sentido literal, tiene relación con la visión del Tercer Beit HaMikdash.
🟦 Una aclaración esencial:
La palabra “Jazón” implica profecía, que es una forma de visión espiritual.
Esto no es simplemente entendimiento intelectual, sino visión desde lo alto, por encima de la razón.
Aunque está dicho que “desde la destrucción del Templo cesó la profecía”, y también que “el sabio es superior al profeta”, existe una ventaja única en este tiempo (de la galut, el exilio):
Hoy se ha intensificado la revelación de la sabiduría (Jojmá) en un nivel superior incluso a los días del Templo.
MAAMAR DEL REBE
Con la ayuda de Di-s. Shabat Jazón, Parashat Devarim
(víspera del 9 de Av), 5744 [1984]
El versículo Isaías 1:1 en hebreo es:
חֲזוֹן יְשַׁעְיָהוּ בֶן־אָמוֹץ אֲשֶׁר חָזָה עַל־יְהוּדָה וִירוּשָׁלִַם בִּימֵי עֻזִּיָּהוּ יוֹתָם אָחָז יְחִזְקִיָּה מַלְכֵי יְהוּדָה׃
Traducción al español:
“Visión de Isaías hijo de Amotz, que tuvo sobre Judá y Jerusalén en los días de Uzías, Yotam, Ajaz y Jizkiyah, reyes de Judá.”
Este versículo abre el libro de Isaías y también la haftará de Shabat Jazón (el Shabat antes del 9 de Av), y marca el tono de advertencia profética con una profunda esperanza de redención.
Isaías 1:27 en hebreo:
צִיּוֹן בְּמִשְׁפָּט תִּפָּדֶה וְשָׁבֶיהָ בִּצְדָקָה׃
Traducción al español:
“Sion será redimida con justicia, y sus retornados con rectitud (caridad).”
Este versículo expresa un principio fundamental en la tradición judía: la redención espiritual y nacional de Sion (Jerusalén) vendrá a través de la justicia (משפט, mishpat) y la caridad o rectitud (tzedaká, צדקה), enfatizando el papel de la conducta ética en la redención.
Tzión será redimida con juicio y sus retornantes con justicia-caridad. (Se dice en la profecía de Isaías — y es el versículo que concluye la haftará de este Shabat, llamado Shabat Jazón🙂
Se cita en Likutei Torá, basado en un maamar (discurso jasídico) del Midrash, sobre el versículo:
“Porque Yo lo he amado (a Abraham), porque instruirá a sus hijos y a su casa después de él para que guarden el camino de Hashem, haciendo justicia y juicio.” Libro de Bereshit (Génesis) 18:19:
Abraham entregó a sus hijos dos cualidades, como está escrito: “porque instruirá a sus hijos y su casa tras de él para guardar el camino de Hashem, hacer justicia (tzedaká) y juicio (mishpat).”
También el Santo, bendito sea, le entregó a Israel dos cualidades correspondientes: bondad (jesed) y misericordia (rajamim).
Luego, cuando Israel se corrigió a sí mismo, como está escrito: “Tzión será redimida con juicio, y sus retornantes con caridad,”
también el Santo, bendito sea, entregó lo Suyo, como está escrito:
“Aunque se aparten los montes y tiemblen las colinas, Mi bondad no se apartará de ti, ni Mi pacto de paz será removido — dice el que tiene misericordia de ti, Hashem.” [nota 1]
Y se explica que las cualidades de compasión y bondad que se extienden a través del juicio y la caridad son niveles sumamente elevados.
La compasión que proviene a través del atributo de juicio representa una revelación de las 13 cualidades de misericordia, que se revelan en Yom Kipur,
[ya que el juicio pertenece en general a los Diez Días de Teshuvá, razón por la cual se dice en esos días “el Rey del juicio”].
Pero el aspecto más profundo de la misericordia que se extiende a través del juicio es la revelación de las Trece Cualidades de Misericordia que se manifiestan — por eso en esos días decimos: “El Rey del juicio”.
Sin embargo, la esencia de la misericordia que se prolonga a través del atributo de juicio es en Yom Kipur,
que representa la plenitud de los Diez Días de Teshuvá (retorno espiritual).
Y la cualidad de Jesed (bondad) que se prolonga a través de la tzedaká (caridad)
está incluso por encima de las Trece Cualidades de Misericordia mencionadas anteriormente.
Es decir, se trata de una extensión desde un nivel interior de Jesed supremo, desde el aspecto de Ein Sof (la Infinitud divina) propiamente.
Y la revelación principal de este Jesed supremo ocurre en la festividad de Sucot, que viene después de los Diez Días de Teshuvá, como se explica en Likutei Torá citando Pri Etz Jaim,
que Sucot corresponde a la dimensión espiritual de la caridad (tzedaká).
(a) También podemos añadir a esto — según lo que se explica allí respecto al juicio (mishpat) a través del cual se extiende la dimensión de la misericordia — que además de lo que concierne a la Torá, que es llamada mishpat (juicio), también se refiere al tipo de juicio que la persona realiza sobre sí misma.
(Tal como se explica en relación con el “quebrantamiento” y “machacamiento” que el ser humano se hace a sí mismo, y a través de lo cual logra revelar las Trece Cualidades de Misericordia).
Y con esto también se puede entender la conexión con el versículo:
“Tzión será redimida con juicio, y sus retornantes con caridad”, que alude al descenso del exilio, al estado en que es necesario redención (tifdé) y retorno (v’shavehá) del cautiverio.
En especial, según la explicación de que “v’shavehá” (sus retornantes) viene de la raíz “shvuyim” (cautivos), lo que indica que hay una elevación aún mayor en la prolongación de misericordia y bondad
a través del juicio y la caridad precisamente en el tiempo del exilio (la época de Bein HaMetzarim),
porque es justamente por medio del descenso del exilio que se alcanza una elevación aún más grande.
(b) Esta idea — que es precisamente a través del descenso que se llega a una elevación más grande —
también se destaca en el versículo de Eijá (Lamentaciones):
“¿Cómo podría descargar Su enojo…?”
Y para entender esto, introducimos lo que es conocido del Tzemaj Tzedek en sus notas sobre Eijá,
que todas las maldiciones se transformarán en bendiciones.
Y si es así, también podemos decir que “Eijá” (Lamentaciones) se refiere a las elevaciones.
Y continúa explicando…
FINAL:
(Sección ה)
📖 “Y no recordará el estrado de Sus pies en el día de Su ira” (Isaías 63:3).
🔹 En el Midrash se explica que “el estrado de Sus piernas” alude a la señal del brit milá de Abraham, ubicada entre sus piernas, y espiritualmente representa el nivel del sefirá de Yesod de Zeir Anpin (la pequeña faz).
🔹 El texto interpreta que en el futuro, la influencia divina hacia la sefirá de Maljut (realeza, representación de la presencia divina en el mundo) no pasará por Zeir Anpin, como suele suceder, sino directamente desde Jojmá (sabiduría).
🔹 Esto ya se insinúa en Rosh Jodesh (novilunio), cuando Maljut recibe desde Jojmá y no desde Zeir Anpin. A diferencia de Shabat, donde Maljut se eleva, en Rosh Jodesh Maljut permanece en su lugar, y por eso está permitido realizar trabajo físico (aunque tradicionalmente se recomienda que las mujeres se abstengan).
🔹 Supera incluso al Shabat: Rosh Jodesh tiene una cualidad especial: Maljut no es secundaria a Zeir Anpin, sino que recibe directamente de Jojmá — una forma superior de conexión.
🔹 En el futuro, dice el texto, esta conexión directa será total: “Y no recordará el estrado de Sus pies” — es decir, la conexión a través de Zeir Anpin ya no será necesaria, y se revelará un vínculo más elevado.
🔹 Incluso en el día de Su ira (como en la galut, el exilio), esta dinámica es significativa, porque Maljut (la presencia divina) permanece en su lugar, pero se prepara para una conexión más elevada.
🔹 Así también se alude a un futuro estado en el que el Kav (la “línea” que conecta lo infinito con lo finito) estará unido incluso con el punto más bajo del círculo — indicando una unión perfecta entre lo alto y lo bajo, lo espiritual y lo físico.
(Sección ו)
🔸 Basado en la enseñanza jasídica de que el estudio de la Torá tiene poder práctico, como estudiar las leyes de los sacrificios es considerado espiritualmente equivalente a ofrecerlos:
🕯 “Y cumpliremos con los toros de nuestros labios” (Hoshea 14:3) — es decir, que el estudio actúa como el sacrificio real.
🕊 Por ello, al estudiar estos conceptos elevados —sobre Maljut, Yesod, el futuro vínculo directo con Jojmá, etc.— se acelera su realización concreta en el mundo.
✨ Que el estudio de estos temas lleve a la pronta transformación de estos días de duelo (los de Bein HaMetzarim) en días de alegría y regocijo, como promete el profeta Zacarías.
NOTA 1
[1] “Porque los montes se moverán y las colinas temblarán, pero Mi bondad hacia ti no se moverá, y Mi pacto de paz no vacilará, dice el que te tiene compasión, Hashem” (Isaías 54:10).
Y este es el lenguaje del Midrash sobre el versículo: “Y el Eterno, tu Dios, guardará para ti el pacto y la bondad” (Devarim 7:12):
Dijo Rabí Shimón ben Jalfatá: ¿A qué se asemeja esto? A un rey que se casó con una matrona (una mujer noble), y ella le trajo dos arrendadores (sirvientes que trabajan la tierra). Entonces el rey le asignó también, por su parte, dos arrendadores.
La matrona perdió los suyos, por lo tanto el rey retiró también los suyos.
Después de un tiempo, la matrona se recompuso, se corrigió a sí misma, y trajo nuevamente a sus dos arrendadores. Entonces el rey también devolvió los suyos.
Dijo el rey: “Que estos y aquellos hagan una corona y la coloquen sobre la cabeza de la matrona.”
Así encontramos que Abraham entregó a sus hijos dos cualidades, como está dicho:
“Porque Yo lo he conocido para que ordene a sus hijos y a su casa después de él, y guarden el camino de Hashem para hacer justicia y juicio.”
Y también el Santo, bendito sea, les asignó dos cualidades: bondad y misericordia, como está dicho:
“Y el Eterno, tu Dios, guardará para ti el pacto y la bondad.”
Y también dice: “Y Él te dará misericordia, y te tendrá misericordia, y te multiplicará.”
Israel perdió las suyas, como está dicho:
“Transformaron el juicio en veneno, y el fruto de la justicia en ajenjo (amargura).”
Por lo tanto, también el Santo, bendito sea, retiró las suyas, como está dicho:
“Porque he retirado Mi paz, Mi bondad y Mi misericordia.”
Cuando Israel se recompuso a sí mismo y trajo de vuelta sus dos cualidades, ¿de dónde lo sabemos? Porque está escrito:
“Tzión será redimida con juicio, y sus retornantes con justicia.”
También el Santo, bendito sea, trajo las Suyas de vuelta, como está dicho:
“Porque los montes se moverán y las colinas temblarán, pero Mi bondad hacia ti no se moverá, y Mi pacto de paz no vacilará, dice el que te tiene compasión, Hashem.”
Y cuando Israel trae lo suyo y el Santo, bendito sea, entrega lo Suyo, dice el Santo, bendito sea:
“Que estos y aquellos hagan una corona y la coloquen sobre la cabeza de Israel.”
Como está dicho:
“Y te desposaré para siempre; y te desposaré con justicia, con juicio, con bondad y con misericordia; y te desposaré con fidelidad, y conocerás a Hashem.”
(Oseas 2:21-22)
______
PARASHÁ DEVARIM
Resumen de la Parashá Devarim (דְּבָרִים)
📖 Libro de Devarim / Deuteronomio, capítulo 1:1 – 3:22
La Parashá Devarim abre el quinto y último libro de la Torá, con las palabras finales que Moshé Rabeinu dirige al pueblo de Israel antes de su entrada a la Tierra Prometida. Esta sección se conoce como el “Discurso de despedida” de Moshé.
🔹 Repaso del viaje: Moshé recuerda los acontecimientos clave desde la salida de Egipto, haciendo énfasis en los errores del pueblo, como el envío de los espías y el castigo por la falta de confianza en Hashem, lo que llevó a vagar por el desierto durante 40 años.
🔹 Nombramiento de líderes: Relata cómo delegó la responsabilidad judicial a jueces y líderes, enseñando la importancia de la justicia y la organización comunitaria.
🔹 Lecciones del pasado: Moshé menciona las guerras contra Sijón y Og, reyes amorreos, cuyas tierras fueron conquistadas, y cómo parte del pueblo ya se estableció en el este del Jordán.
🔹 Preparación espiritual: A través de su repaso, Moshé busca fortalecer la fe del pueblo en Hashem y prepararlos moral y espiritualmente para heredar la Tierra de Israel.
🕯️ Parashat Devarim siempre se lee en el Shabat previo a Tishá BeAv (Shabat Jazón), recordándonos que la destrucción del Templo se debió al pecado de la generación, y que la redención vendrá al corregir nuestras acciones y confiar plenamente en Hashem.
Debarim 1:3
Puntos de las charlas sagradas
El decreto de retribución correspondiente a la época de Eijá
“Y fue en el año cuarenta, en el mes undécimo, el día primero del mes, habló Moshé a los hijos de Israel…”
(Devarim 1:3)
Nuestros sabios dijeron (Sifri, Rashi) que Moshé reprendió al pueblo de Israel justo antes de su fallecimiento, como lo hizo Yaakov con sus hijos y David con su hijo Shelomó, para no avergonzarlos durante su vida.
Y se pregunta: ¿Por qué eligió específicamente reprenderlos ahora?
La respuesta es que esta reprensión fue también una preparación para la entrada a la Tierra de Israel. Dado que la entrada a la Tierra requiere un estado de pureza, la amonestación era necesaria para despertar al pueblo al arrepentimiento, para que entren a la Tierra purificados.
Y por eso, aunque esta reprimenda es fuerte, está cargada de ternura, y por eso está escrita “como insinuaciones”, sin mencionar explícitamente las transgresiones — porque el objetivo no era reprochar, sino preparar al pueblo con sensibilidad y conexión.
Y de aquí se entiende también el sentido de las reprimendas de la época de Eijá: aunque parecen duros decretos, en realidad son una preparación para la redención, y están acompañadas de ternura. Y por eso, en medio de la lectura de Eijá, leemos versículos de esperanza.
Debarim 1:5
Puntos de las charlas sagradas
El esfuerzo por explicar la Torá en setenta lenguas
“Y fue en el año cuarenta… Moshé empezó a explicar esta Torá, diciendo:”
Sobre la expresión: “explicó a ellos” (Devarim 1:5 y Rashi), nuestros Sabios enseñan que Moshé explicó la Torá en setenta lenguas. Se pregunta: ¿por qué era necesario explicar la Torá en setenta idiomas?
Una de las respuestas: para que no pueda haber excusa para no aprender Torá por no comprenderla en el idioma original. Al enseñarla en todos los idiomas del mundo, quedó claro que la Torá está destinada a todos los judíos, sin importar la lengua que hablen.
Y hay que decir, que en realidad el hecho de que se explicara en otros idiomas también refleja la santidad de la Torá, incluso cuando se traduce. Y esto mismo lo vemos en la halajá (ley judía): hay palabras que aunque se digan en otro idioma, tienen efecto sagrado.
Por lo tanto, explicar la Torá en setenta lenguas no fue una “traducción común”, sino que fue parte de la transmisión sagrada de la Torá. La traducción también forma parte de la Torá que Moshé nos enseñó.
Esto enfatiza la responsabilidad de enseñar Torá incluso a quienes no entienden hebreo, y especialmente en nuestros tiempos, cuando hay tantos judíos que no dominan la lengua sagrada. Enseñar Torá en su idioma los conecta con la Torá verdadera, tal como Moshé lo hizo en su generación.
(Basado en Likutei Sijot, vol. 38, pág. 38 – Parashat Devarim)
Debarim 3:5
Puntos de charlas sagradas
“Gigantes habitaban allí antes, como los emitaim…” (Devarim 2:10) – La Torá relata sobre las antiguas naciones fuertes que habitaban en las tierras que luego heredaron los hijos de Esav y Lot.
La intención de la Torá aquí es enseñar una lección espiritual para el servicio del pueblo de Israel: incluso si hay “gigantes espirituales” —fuertes obstáculos— en el camino hacia conquistar la Tierra Santa (la espiritualidad, la santidad), no se debe temerles.
Cada judío debe conquistar su porción espiritual en este mundo, superar los desafíos que se le presentan, tal como los descendientes de Esav y Lot conquistaron tierras habitadas por gigantes.
Y aunque parezca que no hay en el mundo alguien que pueda enfrentar ese nivel de dificultad, la Torá nos enseña: sí se puede.
“Y los oficiales dijeron al pueblo: todo hombre debe armarse para la conquista…” – Nuestros Sabios explican (Rashi) que todo judío tiene que ocuparse en conquistar la tierra — incluso el leví (la tribu de servicio espiritual), porque todos deben participar.
Y cuando se trata de conquistar la propia tierra, el propio interior, cada uno debe enfrentarse también a sus propias debilidades y rectificarlas.
Y también los sabios de la generación, la “cabeza”, deben descender y acompañar al “talón”, al nivel más bajo del pueblo judío, y ocuparse de su elevación espiritual.
Porque no hay orden jerárquico en el servicio espiritual — todos deben estar unidos en una misma misión. Y lo que uno tiene de más, debe usarlo para fortalecer al otro.
Esto también enseña que no hay lugar en el judaísmo para la arrogancia espiritual, sino que hay que actuar con humildad y compasión, “Jésed veRajamim”, bondad y misericordia.
(Basado en Sijá de Parashat Devarim 5748 – Hitvaaduyot 5748, vol. 4, pág. 2321)
TEMAS DE REDENCIÓN Y MASHÍAJ
עקבתא דמשיחא – הקדמת הרפואה
Los pasos del Mashíaj – El preludio de la curación
Respecto a la revelación del aspecto interior de la Torá que ocurre en las generaciones del final del exilio — este fenómeno es denominado y explicado desde el lado de la carencia y oscuridad de nuestra generación: “Cuanto más oscura es la generación — mayor debe ser la luz”.
Es conocido lo que dijo el Rebe Rayatz (el sexto Rebe de Lubavitch) que en generaciones anteriores ocultaban el aspecto interior de la Torá y prohibían su revelación, incluso a quienes se destacaban en el estudio del “Pardés” (los niveles más elevados de interpretación), y ahora se ha permitido su revelación incluso a aquellos que no tienen la preparación adecuada para ello. Y esta es la razón:
Las generaciones están más debilitadas y el exilio se ha hecho más profundo y más fuerte. Por tanto, es indispensable el “aceite puro” de la Torá (el alma de la Torá) que ilumine y que transforme la oscuridad misma en luz.
Y así también se enseña en el Zohar (Vol. 3, pág. 124b) que en los últimos días antes de la llegada del Mashíaj, se abrirán los portales de la sabiduría superior (la sabiduría de la Torá) junto con los portales de la sabiduría inferior (la ciencia del mundo) — y como consecuencia de ello el mundo será preparado para la redención.
Y si bien vemos que se cumple también lo que se predijo sobre el tiempo del “Talón del Mashíaj” — que habrá una caída espiritual profunda en muchas áreas — sin embargo, justamente por esa oscuridad se permite revelar hoy en día las luces más sublimes de la Torá, incluso a través de ropas groseras, para iluminar esa oscuridad desde dentro.
Fuente: “Likutei Sijot”, vol. 6, pág. 163 (sobre la parashá Vaetjanán). ¿Te gustaría que lo diseñe como imagen o material gráfico?
El judío no es “digno” — ¡es una señal de la redención cercana!
La queja de que “no somos dignos y demás” — proviene del cuerpo y del instinto, ya que en realidad ahora es el tiempo de la revelación de la redención. Y como está dicho por nuestros sabios: el Mashíaj vendrá en un momento de distracción (cuando no se piense en ello), es decir, en un momento de ocultamiento y oscuridad.
Cuando nos encontramos en una situación así, en la que no se percibe el resplandor de la redención ni siquiera en un lugar lejano, y no se ve el comienzo de la redención — el “fin del conocimiento” (ketz haDa’at) — esta es una señal clara de la inminente redención.
Porque no se requiere el “fin del conocimiento” (ketz haDa’at) — es decir, un cálculo y estimación lógica del momento de la paz y la redención — sino el “fin del tiempo” (ketz haZman), que viene por iniciativa de lo Alto. Y por eso se expresa en una gran oscuridad, como en el versículo: “Una nación que camina en la oscuridad vio una gran luz.” Pues precisamente esta oscuridad es la que indica que estamos en la antesala de la luz de la redención.
Y como está dicho: “A pesar de que tarda, espéralo, porque vendrá sin duda, no demorará”. “No demorará” — incluso un instante más allá del momento exacto que fue determinado — ¡vendrá realmente muy pronto!
(Likutéi Sijot, vol. 6, pág. 172, de la charla de “Vaetjanán-Shabat Najamú”)
¿Quizás esta es la última acción?
Es evidente y también sencillo que incluso en los momentos de los últimos exilios, debe existir el trabajo de enviar la esencia de la Torá y sus manantiales hacia fuera, en cada lugar lejano y apartado. Y en especial, en el periodo de la “última acción” de la diáspora, aunque parezca que ya no es posible hacer mucho y cumplir con la aceptación del yugo del exilio en perfección, porque ya ha finalizado todo lo necesario en el trabajo del exilio, y únicamente resta cumplir una última acción…
La pregunta: ¿¡Acaso hay algo esencial en esta última acción!?
¡Claro que sí! Por esta acción depende todo…
Tal como escribió mi maestro y maestro de mi padre, el Rebe de Lubavitch (el Rebe anterior), que debemos saber que, a veces, una persona empieza una acción, la desarrolla, se esfuerza mucho, y todo puede depender no de su esfuerzo principal sino precisamente de esa última acción sencilla…
Por lo tanto, cada uno debe esforzarse en llevar la difusión de la Torá y sus manantiales, incluso un paso más allá, y puede ser que esta acción, la más sencilla de todas, sea la que incline la balanza y traiga la redención verdadera y completa muy pronto en nuestros días.
(adaptado de las charlas del Rebe, 5711, tomo 1, pág. 543, de “Likutei Sijot Shabat”)
“A veces el corazón se parte”
Al final de su vida, firmó y concluyó su libro con agradecimientos y describiendo el estado de ocultamiento. Escribió el versículo: “No estará el conocimiento de Hashem asunto de todo el mundo, sino únicamente para los solitarios…” y añadió el versículo: “Porque se llenará la tierra del conocimiento de Hashem… y ‘a veces el corazón se parte’”.
Además, junto a estas líneas de arrepentimiento escribe el Rebe de Lubavitch — con una oración intensa y estremecedora — que si solo existiera un mérito, aunque sea ínfimo, entre los judíos, y aunque esté oculto en lo más profundo de su interior — aun así, está seguro de que Hashem los redimirá. Y concluye su libro con esperanza y fe.
La explicación de esta adición final del versículo “a veces el corazón se parte”:
Este versículo es parte del pasaje “¿Acaso no lo sabes? ¿No lo has oído?… El que da fuerzas al cansado…”, y también aquí aparece esta expresión: “a veces el corazón se parte”. Y a pesar de que puede parecer una señal de debilidad, en realidad es lo que permite recibir nuevas fuerzas, como sigue el versículo: “Y aumentará fuerzas al que no tiene vigor.”
Esto significa que a veces es necesario que el corazón se parta, no como algo negativo, sino como una preparación para una revelación aún mayor de fuerza interior — una sensibilidad y apertura que permiten conectar con una luz Divina superior.
(Likutéi Sijot, vol. 22, pág. 202, de la charla de “Vaetjanán-Shabat Najamú”)




