TANIA: SOY POLVO Y CENIZA

PARTE 5 KUNTRES AJARÓN

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Además, de hecho, la virtud de las mitzvot prácticas, así como su estudio, trascienden verdaderamente por mucho la virtud del intelecto, es decir, el temor y amor generados intelectualmente. Pese a que está escrito “y para unirse a El” —o sea, por medio de Sus atributos (midot)—, con todo, [la persona] no se une a la esencia (mahut) de los atributos Supremos sino sólo a su [externa] existencia (metziut), como está escrito: “Yo, [comparado con mi fuente,] soy polvo y ceniza”.

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KUNTRES AJARON 4 CLASE 3

 MAASÉ MERKAVÁ

Una clase sobre Maasé Merkavá es sumergirse en uno de los temas más profundos y fascinantes del misticismo judío.

El Misterio del Carruaje Divino (Maasé Merkavá)

El Misterio del Carruaje Divino: Un Viaje al Corazón del Misticismo Judío

1. Introducción: ¿Qué es “Maasé Merkavá”?

  • Traducción Literal: La frase hebrea Maasé Merkavá (מַעֲשֵׂה מֶרְכָּבָה) se traduce como la “Obra del Carruaje” o el “Relato de la Carroza”.
  • Definición: Es la tradición mística más antigua y fundamental dentro del judaísmo. Se refiere al estudio, la meditación y la comprensión de la visión profética del Carruaje Divino.
  • Fuente Principal: Su origen es la visión increíblemente detallada y compleja que tuvo el profeta Ezequiel (Yejezkel) en el primer capítulo de su libro, mientras estaba exiliado junto al río Kébar en Babilonia.
  • El Gran Secreto: Junto con Maasé Bereshit (la “Obra de la Creación”, el secreto de la Creación), Maasé Merkavá es considerado uno de los dos grandes misterios esotéricos de la Torá.

2. La Visión de Ezequiel: El Corazón del Misterio (Ezequiel, Capítulo 1)

Para entender la Merkavá, debemos visualizar lo que el profeta vio. No es una imagen simple, sino un torbellino de movimiento, luz y seres celestiales. Podemos dividirla en sus componentes principales:

  1. Las Criaturas Vivientes (Jaiot): En el centro de la visión hay cuatro seres angélicos.
    • Cuatro Rostros: Cada uno tiene cuatro caras (hombre, león, buey y águila), que simbolizan el dominio sobre todas las formas de vida en la creación.
    • Alas y Manos: Tienen alas para moverse a velocidades inconcebibles y manos humanas bajo ellas, simbolizando su capacidad para actuar en el mundo.
    • Movimiento Unificado: Se mueven como un solo ser, en cualquier dirección, sin necesidad de girar. Representan las fuerzas fundamentales que “sostienen” la presencia de Dios en el mundo.
  2. Las Ruedas (Ofanim): Junto a cada criatura hay una rueda.
    • “Rueda dentro de una rueda”: Su estructura es compleja y se mueven en perfecta sincronía con las criaturas.
    • Llenas de Ojos: Las llantas de las ruedas están cubiertas de ojos, simbolizando la omnisciencia y la providencia divina, que lo ve todo y está en todas partes.
  3. El Trono y la “Semejanza de un Hombre”:
    • Por encima de las criaturas y las ruedas, hay una plataforma (un “firmamento”) de un brillo sobrecogedor.
    • Sobre esa plataforma, hay un trono que parece de zafiro.
    • Y sentado en el trono, hay una figura luminosa con la “semejanza de la apariencia de un hombre”. Es crucial entender que el profeta insiste en que no es un hombre, sino una semejanza envuelta en fuego y resplandor. Esto representa la forma en que la Esencia infinita de Dios se manifiesta de una manera que la mente humana pueda, apenas, captar.

3. ¿Por Qué es un Secreto? El Peligro y la Santidad del Estudio

La Mishná (Tratado de Jaguigá 2:1) prohíbe enseñar Maasé Merkavá en público. Solo se puede insinuar a un único estudiante sabio que ya es capaz de comprenderlo por sí mismo. ¿Por qué tanto secreto?

  • Peligro Espiritual: La visión es tan intensa y abrumadora que una mente no preparada podría desequilibrarse. Una interpretación errónea podría llevar a la locura o, peor aún, a la herejía.
  • Riesgo de Antropomorfismo: El mayor peligro es empezar a imaginar a Dios con una forma física. La Torá prohíbe esto terminantemente. La Merkavá usa metáforas humanas, pero entenderlas literalmente es un grave error.
  • Requiere Preparación Total: No es un estudio académico, sino una experiencia transformadora. Requiere una vida de pureza ética, un profundo conocimiento de toda la Torá y una gran madurez emocional y espiritual.

4. El Significado Profundo: ¿Qué nos enseña la Merkavá?

Entonces, ¿cuál es el propósito de esta visión?

  • La Interfaz Divina: La Merkavá no es Dios Mismo. Es el “vehículo” o la “interfaz” a través de la cual el Creador, que es infinito e incomprensible, interactúa, gobierna y se manifiesta en Su creación finita. Es la estructura de la Providencia Divina en acción.
  • Trascendencia e Inmanencia: Resuelve una paradoja teológica fundamental. ¿Cómo puede Dios estar totalmente más allá del universo (trascendente) y al mismo tiempo presente en cada detalle (inmanente)? La Merkavá es la respuesta: es el sistema que conecta lo infinito con lo finito.
  • El Modelo del Alma (Interpretación Jasídica): El Jasidut enseña que la Merkavá es también un mapa del alma humana. Cada persona tiene la tarea de convertir su propia vida en una “carroza” para la Divinidad, unificando todas sus facultades y poderes (sus “Jayot” y “Ofanim” internos) para servir a un propósito superior.

5. Conclusión

Maasé Merkavá no es una descripción de cómo “se ve” Dios en el cielo. Es una profunda meditación sobre cómo Dios actúa en el mundo. Nos enseña sobre la majestuosidad, la complejidad y el control absoluto de la Providencia Divina. Nos invita a reflexionar sobre nuestro propio lugar en el universo y sobre cómo podemos alinear nuestras vidas para convertirnos, a nuestra pequeña escala, en un vehículo que manifieste la santidad y el propósito Divino en la Tierra.

MEKOROT

Es fundamental conocer las Mekorot (מְקוֹרוֹת), es decir, las fuentes primarias de donde se desarrolla el concepto de Maasé Merkavá.

Aquí tienes una lista organizada de las fuentes esenciales para estudiar este tema:

Mekorot (Fuentes Primarias) para el Estudio de Maasé Merkavá

1. Biblia Hebrea (Tanaj) – La Visión Original

  • Ezequiel, Capítulo 1: Este es el texto fundacional y la fuente principal. Describe con detalle la visión completa del Carruaje Divino que tuvo el profeta junto al río Kébar.
  • Ezequiel, Capítulo 10: El profeta vuelve a tener una visión del Carruaje, esta vez dentro del Templo de Jerusalén. El texto añade detalles y confirma elementos de la primera visión.
  • Isaías, Capítulo 6: La visión de Isaías del Trono de Dios rodeado por los serafines. Aunque no es la Merkavá de Ezequiel, es un texto central en la tradición del “misticismo del Trono”.
  • I Reyes, Capítulo 22: La visión del profeta Micaías del Trono celestial.

2. Literatura Rabínica (Mishná y Talmud) – La Codificación del Secreto

  • Mishná, Tratado de Jaguigá, Capítulo 2, Mishná 1: Aquí se establecen las famosas restricciones sobre la enseñanza de Maasé Merkavá: “No se debe exponer… el relato de la Merkavá [ni siquiera] a una sola persona, a menos que sea un sabio que entienda por su propio conocimiento”.
  • Talmud, Tratado de Jaguigá, páginas 11b-16a: Esta es la discusión talmúdica principal sobre el tema. Expande las reglas de la Mishná y contiene la famosa historia de los “Cuatro que entraron al Pardés (Huerto Místico)”: Ben Azái, Ben Zomá, Elisha ben Abuyá (“Ajer”) y Rabí Akiva. Esta historia sirve como la principal advertencia sobre los peligros espirituales de este estudio.

3. Literatura de las Hejalot – El Misticismo Práctico

Estos son textos místicos post-talmúdicos (aprox. siglos III-VIII d.C.) que describen los viajes extáticos de los místicos a través de los palacios celestiales (Hejalot) para llegar ante el Trono Divino. Son los primeros manuales de la práctica de la mística de la Merkavá.

  • Hejalot Rabati (“Los Grandes Palacios”).
  • Hejalot Zutarti (“Los Pequeños Palacios”).
  • Séfer Hejalot (conocido como “3 Henoc”).

4. Filosofía Judía Medieval – La Interpretación Racionalista

  • Maimónides (Rambam), “Guía de los Perplejos”, Parte 3: Maimónides realiza un giro radical y reinterpreta toda la visión de Ezequiel de manera alegórica y filosófica. Para él, Maasé Merkavá representa la Metafísica (el estudio del ser, de Dios, de los ángeles), mientras que Maasé Bereshit representa la Física (el estudio del mundo natural). Es la cumbre del conocimiento racional, no una experiencia mística.

5. Cábala (Zohar y Luria) – La Reinterpretación Sefirótica

  • El Zohar: La obra cumbre de la Cábala reinterpreta la visión de la Merkavá en el lenguaje de las Sefirot. Las Jayot (criaturas), los Ofanim (ruedas) y las demás partes del Carruaje ya no son solo ángeles, sino manifestaciones de las diferentes emanaciones divinas (Sefirot) y las dinámicas que existen entre ellas.
  • Los Escritos del Arizal (Rabí Isaac Luria): La Cábala Luriánica integra la Merkavá dentro de sus complejos sistemas de los “Mundos” (Olamot) y el proceso cósmico de rectificación (Tikún).

6. Jasidut – La Interiorización Psicológica

  • El Tania (Rabí Shneur Zalman de Liadi) y otros textos jasídicos: El Jasidut toma el concepto cósmico de la Merkavá y lo aplica al interior de la persona. Enseña que el alma humana es en sí misma una Merkavá en miniatura. El objetivo del servicio a Dios es que la persona unifique todas sus facultades (intelecto, emociones, acciones) para que se conviertan en un “carruaje” que manifieste la presencia de Dios en el mundo.

Esta progresión de fuentes muestra cómo un texto profético (Ezequiel) se transformó a lo largo de la historia judía, pasando de ser un secreto místico a un concepto filosófico, luego a un pilar del sistema cabalístico y finalmente a un modelo para el crecimiento espiritual personal.

ZOHAR

Profundicemos en cómo el Zóhar, la obra cumbre de la Cábala, reinterpreta y revela el significado interior de la visión de la Maasé Merkavá.

Para el Zóhar, la visión de Ezequiel no es simplemente una descripción de ángeles y un trono celestial. Es una transformación radical: la visión se convierte en un mapa dinámico de la anatomía de lo Divino, una representación simbólica de las Sefirot en acción.

Aquí tienes una explicación detallada, ideal para una clase.

El Zóhar y el Carruaje Divino: El Alma de la Creación

1. La Gran Transformación: De Visión Profética a Mapa Cósmico

Mientras que el texto bíblico describe una visión profética, el Zóhar declara que la Merkavá es la estructura misma de la manifestación de Dios en el mundo. No es un vehículo externo que Dios utiliza; es el sistema a través del cual la Luz Infinita (Ein Sof) emana, se estructura y gobierna la realidad. Cada elemento de la visión de Ezequiel corresponde a una o varias de las diez Sefirot (las emanaciones divinas).

2. Descifrando los Símbolos: La Merkavá como el Cuerpo de las Sefirot

El Zóhar decodifica los símbolos de la visión y los asigna a las Sefirot, revelando una estructura coherente:

  • La “Semejanza de un Hombre” en el Trono:
    • Para el Zóhar, esta figura no es una simple semejanza, sino la representación del partzuf (semblante divino) de Zeir Anpín (“El Semblante Menor”). Este es el conjunto de las seis Sefirot emocionales: Jésed (Bondad), Guevurá (Rigor), Tiféret (Belleza), Nétzaj (Victoria), Hod (Esplendor) y Yesod (Fundamento). Zeir Anpín es la configuración Divina que interactúa directamente con el mundo, representando el aspecto “masculino” y emanador de Dios.
  • El Trono (Kisē):
    • El trono sobre el cual se sienta la figura es la Sefirá de Biná (Entendimiento). Biná es considerada la “Madre Celestial”, el gran palacio o útero del cual emanan las seis Sefirot de Zeir Anpín. Es la fuente del intelecto y la estructura primordial que sostiene la manifestación emocional de Dios.
  • Las Cuatro Criaturas Vivientes (Jayot):
    • Las cuatro criaturas que sostienen el trono son las fuerzas fundamentales que expresan las emociones divinas. El Zóhar las asocia directamente con las Sefirot principales de Zeir Anpín:
      • El León (derecha) representa Jésed (amor, grandeza, expansión).
      • El Buey (izquierda) representa Guevurá (rigor, juicio, contención).
      • El Águila (centro) representa Tiféret (belleza, armonía, el equilibrio entre Jésed y Guevurá).
      • El Hombre (abajo) representa Maljut (Reino), la Sefirá final. Es el punto de contacto con nuestro mundo y el receptor de toda la energía de las Sefirot superiores.
  • Las Ruedas (Ofanim):
    • Las ruedas, con su movimiento y sus “ojos”, están asociadas con la Sefirá de Maljut, también conocida como la Shejiná (la Presencia Divina). Representan la acción y el movimiento de la Providencia Divina en el mundo físico. Son los “pies” del Carruaje, los que tocan la realidad material.

3. Un Sistema Vivo y Dinámico

El Zóhar no presenta una imagen estática, sino un sistema vivo en constante flujo de energía divina (shefa).

  • El Flujo de la Creación: La energía fluye desde Biná (el Trono), se estructura a través de Zeir Anpín (la Figura del Hombre y las tres criaturas superiores) y finalmente se manifiesta en nuestro mundo a través de Maljut/Shejiná (el rostro de Hombre y las Ruedas).
  • La Unificación (ijud): El propósito de la Creación y del trabajo espiritual del hombre es lograr la unificación (yijud) entre Zeir Anpín (simbolizado como el Novio) y la Shejiná/Maljut (la Novia). La Merkavá es, en esencia, el lecho nupcial cósmico donde esta unión sagrada tiene lugar.
  • El Exilio de la Shejiná: Cuando hay pecado o falta de conciencia espiritual en el mundo, esta unión se rompe. El Zóhar describe esto como el “exilio de la Shejiná”, un estado en el que la Merkavá está “dañada” o incompleta. Las mitzvot (preceptos) realizadas por el hombre tienen el poder cósmico de “reparar” (tikún) la Merkavá y restaurar la unidad.

4. El Hombre como Microcosmo: Construyendo el Carruaje Interior

Esta es la aplicación práctica y personal. El Zóhar enseña que, dado que el hombre fue creado “a imagen de Dios”, la estructura de las Sefirot y la Merkavá existe en miniatura dentro del alma humana.

  • Cada persona tiene sus propias “criaturas” (sus emociones de amor, temor, compasión) y sus “ruedas” (su capacidad de acción en el mundo).
  • El objetivo de la vida espiritual es alinear y purificar nuestros atributos internos para que dejen de estar en conflicto y se conviertan en una Merkavá personal, un vehículo unificado y armonioso.
  • Cuando una persona logra esto, se convierte en un “Tzadik” (un justo), que es literalmente un “fundamento del mundo”. Su propia alma se convierte en un trono para la Shejiná, permitiendo que la santidad de Dios se manifieste en la Tierra a través de su vida.

Conclusión

Para el Zóhar, la Maasé Merkavá deja de ser una visión lejana y se convierte en el plano maestro de la realidad y del alma. Es el sistema dinámico que explica cómo un Dios infinito crea y se relaciona con un mundo finito, y nos proporciona el mapa para nuestro propio viaje espiritual: transformar nuestra vida en un carruaje sagrado que traiga la Presencia Divina al mundo.

ARIZAL

¨Profundicemos ahora en la enseñanza del Arizal (Rabí Isaac Luria, 1534-1572), la figura más influyente de la Cábala después del Zóhar. Su sistema, conocido como Cábala Luriánica, no contradice al Zóhar, sino que le añade una dimensión de drama, proceso y urgencia cósmica.

Para el Arizal, la Merkavá no es solo un mapa estático, sino el objetivo final de un proceso cósmico de ruptura y reparación.

 La Cábala del Arizal y la Merkavá: La Reconstrucción del Carruaje Cósmico

 1. Introducción: Más Allá del Zóhar – La Merkavá como Proceso

Si el Zóhar nos presenta la Merkavá como la anatomía de la manifestación Divina, el Arizal nos revela su biografía: su historia, su “trauma” y su proceso de sanación. La innovación clave del Arizal es que la visión perfecta que tuvo Ezequiel no es el estado original de la creación, sino el resultado final del proceso de rectificación (*Tikún*).

Para entender esto, debemos conocer los tres pilares del drama cósmico Luriánico:

1.  Tzimtzúm (Contracción): La auto-limitación inicial de la Luz Infinita de Dios para crear un “espacio” para la existencia.

2.  Shevirát HaKelím (La Ruptura de las Vasijas): Una catástrofe cósmica en una etapa temprana de la emanación, donde las “vasijas” (las Sefirot) no pudieron contener la intensidad de la Luz Divina y se hicieron añicos.

3.  Tikún (Rectificación): El proceso continuo de reparar las vasijas rotas y restaurar el orden y la armonía en la creación.

 2. La Tragedia Cósmica: La Ruptura de la Merkavá Primordial

Según el Arizal, antes de nuestro mundo (el Mundo del Tikún), existió el Mundo de Tohu (Caos). Este mundo también tenía una estructura de Sefirot, una especie de Merkavá primordial, pero sus componentes estaban aislados y no interconectados. Cada Sefirá operaba en su máximo potencial sin considerar a las demás.

* La Ruptura: Esta falta de armonía provocó que la intensa Luz Divina hiciera estallar las “vasijas” de las Sefirot inferiores. Este evento es la Shevirát HaKelím.

* Las Chispas Caídas (Nitzotzot): Como resultado de la ruptura, fragmentos de Luz Divina (chispas sagradas o *nitzotzot*) cayeron y quedaron atrapados en los estratos más bajos de la realidad, mezclados con la materia y dentro de las “cáscaras” de impureza (*klipot*).

* La Merkavá Rota: En esencia, la “Ruptura de las Vasijas” fue la desintegración de la Merkavá primordial. Sus partes se dispersaron por toda la creación.

 3. La Misión Humana: Reconstruyendo el Carruaje, Chispa por Chispa

Aquí es donde el Arizal otorga al ser humano un papel central y cósmico. El propósito de la existencia humana y, en particular, del cumplimiento de las mitzvot (preceptos), es el Tikún: la reparación del cosmos.

* Cada Mitzvá es un Acto de Reparación: Cuando un judío realiza una mitzvá con la intención correcta (*kavaná*), no está simplemente cumpliendo una ley. Está localizando una chispa sagrada atrapada en un objeto físico (la lana de los tzitzit, el cuero de los tefilín, la comida kósher), la eleva y la devuelve a su fuente.

* Constructores del Carruaje: Cada chispa elevada es un “ladrillo” que se utiliza para reconstruir las Sefirot y los *Partzufim* (los “Semblantes” o configuraciones Divinas). Al hacerlo, literalmente estamos participando en la reconstrucción de la Merkavá Divina. La visión de Ezequiel no es solo para contemplar; es el plano arquitectónico de la estructura que estamos encargados de reparar.

 4. La Merkavá Rectificada: Los Partzufim

El Arizal desarrolla el concepto de los *partzufim* (semblantes) del Zóhar. En el Mundo del Tikún, las Sefirot se reconfiguran en “personalidades” divinas interconectadas y armoniosas. La Merkavá rectificada es el sistema de estos *partzufim* funcionando en perfecta armonía.

* Zeir Anpín y Nukvá: El “novio” y la “novia” del Zóhar se convierten en los *partzufim* centrales, cuya unión armoniosa permite que la bendición y la vitalidad fluyan hacia el mundo.

* El Rol Humano: Nuestras acciones de *Tikún* son las que facilitan y construyen esta unión. Somos, en cierto sentido, los que preparamos la “boda cósmica”.

 5. El Exilio y la Redención en Términos de la Merkavá

El sistema del Arizal da un significado profundo y cósmico al exilio y la redención de Israel:

* El Exilio (Galut): El exilio físico del pueblo judío por el mundo es un reflejo y una consecuencia del exilio cósmico de las chispas divinas. Estamos dispersos porque las chispas que debemos rescatar están dispersas. Nuestra misión en el exilio es encontrar estas chispas en cada rincón de la Tierra.

* La Redención (Geulá): La Redención final y la llegada del Mesías ocurrirán cuando el proceso de *Tikún* se complete, es decir, cuando la última chispa haya sido elevada y la Merkavá cósmica haya sido totalmente reconstruida. La era mesiánica será el tiempo en que este Carruaje Divino funcione a la perfección, permitiendo un flujo sin precedentes de conciencia y bendición divinas en el mundo.

 Conclusión

El Arizal transforma la Merkavá de ser un mapa estático (como en el Zóhar) a ser el protagonista del gran drama de la historia cósmica. Su enseñanza es increíblemente empoderadora: no somos meros espectadores de la grandeza divina, sino actores centrales e indispensables en el proceso de reparación cósmica. Cada una de nuestras acciones, por pequeña que parezca, tiene una resonancia infinita, contribuyendo a la reconstrucción del Carruaje Divino y, en última instancia, a la llegada de la Redención.

ADMUR HAZAKÉN

Ahora profundicemos en la enseñanza del Admur HaZakén (Rabí Shneur Zalman de Liadi, 1745-1812), el fundador del jasidismo de Jabad y autor del libro del Tania.

La contribución del Admur HaZakén es revolucionaria: él toma la cosmología dramática y abstracta del Arizal y la interioriza, transformándola en un mapa preciso de la psique humana y un manual práctico para el crecimiento espiritual de cada individuo.

La Merkavá Interior: La Psicología Espiritual del Tania

1. Introducción: De la Cosmología a la Psicología

Si el Zóhar nos dio la anatomía de la Merkavá y el Arizal nos contó su historia cósmica, el Admur HaZakén nos entrega el manual del conductor. Él enseña que la Maasé Merkavá no es un drama que ocurre “allá arriba”, sino una batalla y un proceso de construcción que tiene lugar dentro del alma de cada persona, todos los días.

El Tania “baja a la tierra” los conceptos más esotéricos de la Cábala y los traduce en términos de psicología y servicio a Dios personal.

2. El Campo de Batalla Interior: Las Dos Almas

Para el Admur HaZakén, el “carruaje” (es decir, el cuerpo y sus facultades: pensamiento, habla y acción) es el campo de batalla de dos fuerzas opuestas:

  1. El Alma Divina (Néfesh Elokit): Una “parte de Dios Mismo”, cuya única voluntad es anularse y unirse a su Fuente a través de la Torá y las mitzvot. Ella es la aspirante a ser la conductora del carruaje de la santidad.
  2. El Alma Animal (Néfesh HaBehamit): Una fuerza vital natural y egocéntrica. No es inherentemente “mala”, pero su enfoque es la autopreservación y la autogratificación. Ella también quiere conducir el carruaje, pero hacia sus propios fines.

La vida de una persona es una lucha constante por determinar cuál de estas dos almas controlará el “carruaje”.

3. El Carruaje del Alma: Descifrando la Merkavá Interior

El Admur HaZakén reinterpreta cada componente de la visión de Ezequiel como una facultad del alma:

  • La “Semejanza de un Hombre” (El Auriga): Esta es el Alma Divina, el “yo” esencial que busca dirigir la vida hacia la santidad.
  • Las Cuatro Criaturas (Jayot): Ya no son ángeles o Sefirot cósmicas, sino las emociones fundamentales e innatas del corazón del Alma Animal.
    • El León (Jésed) es el anhelo natural por el placer y la pasión expansiva.
    • El Buey (Guevurá) es la terquedad y la resistencia a someterse.
    • El Águila (Tiféret) es la búsqueda de la autoglorificación.
    • El “Rostro de Hombre” que las lidera es la clave: representa la inteligencia y la astucia del Alma Animal.
  • Las Ruedas (Ofanim): Son las “vestimentas” del alma o las herramientas de expresión en el mundo: el pensamiento, el habla y la acción.

4. El Secreto de Jabad: “El Intelecto debe Gobernar el Corazón”

¿Cómo logra el Alma Divina (el auriga) tomar control de las poderosas “bestias” (las emociones del corazón) y las “ruedas” (las acciones)? La respuesta es la esencia del método de Jabad: el intelecto debe gobernar el corazón.

  • Hitbonenut (Meditación): El trabajo espiritual no consiste en reprimir las emociones, sino en transformarlas. Esto se logra a través de la meditación profunda (hitbonenut) en la grandeza de Dios, como se explica en el Jasidut.
  • Generar Emociones Santas: Cuando la mente (el intelecto del Alma Divina) contempla la infinitud y la bondad del Creador, genera naturalmente en el corazón emociones santas: un amor profundo (Ahavá) y un temor reverencial (Yirá).
  • “Domar a las Bestias”: Este amor y temor divinos “doman” y reorientan las emociones naturales del Alma Animal. La pasión por el placer se convierte en amor a Dios; la terquedad se convierte en una firme aceptación del yugo del Cielo. Las “bestias” no son eliminadas, sino sublimadas y puestas al servicio de la santidad.

5. Bitul: Convertirse en un Carruaje

El estado ideal y el objetivo final de este proceso es el Bitul, la anulación del yo.

  • La Naturaleza del Carruaje: Un carruaje no tiene voluntad propia. Su única razón de ser es servir y transportar a su conductor. No va a donde quiere, sino a donde el conductor lo dirige.
  • Anulación del Ego: De manera similar, el objetivo del servicio a Dios es alcanzar un estado en el que el ego personal y los deseos del Alma Animal se anulan completamente ante la Voluntad Divina. La persona se convierte en un vehículo perfecto, un canal transparente para la luz de Dios en el mundo.
  • La Definición de un Tzadik: Para el Admur HaZakén, un Tzadik (un justo) es una persona que ha logrado este nivel de bitul de manera tan completa que su Alma Animal ha sido totalmente transformada y ya no desea nada contrario a la santidad. Su ser entero es una Merkavá perfecta para Dios.

Conclusión

El Admur HaZakén democratiza la Merkavá. La saca de los reinos de la visión profética y la cosmología abstracta y la coloca directamente en las manos —y en la mente y el corazón— de cada persona.

Ya no es un misterio para ser contemplado por unos pocos elegidos, sino un proyecto de vida para ser construido activamente por todos. El servicio a Dios se convierte en el arte y la ciencia de transformar la propia psique en un Carruaje Divino, haciendo que nuestra vida sea el lugar donde Dios elige morar.

“Verás Mi parte posterior” [—y la mirada penetra hasta la esencia de una cuestión—], es sólo a modo de profecía (que implica despojarse de la fisicalidad, como se explica en Raaiá Mehemná, Parshat Mishpatím).

El texto es una explicación profunda de uno de los momentos más místicos de la Torá. Aquí te lo explico en detalle, como para una clase:

Análisis y Contexto del Texto

La frase es una exégesis (una interpretación profunda) de la respuesta que Dios le da a Moshé (Moisés) en el Monte Sinaí.

1. La Fuente Principal: “Verás Mi parte posterior”

  • Origen: Esta es una cita directa del libro del Éxodo (Shemot) 33:23.
  • Contexto: Moshé le hace a Dios la petición más elevada posible: “Por favor, muéstrame Tu Gloria” (Éxodo 33:18). Quiere una percepción directa y sin filtros de la Esencia Divina.
  • La Respuesta Divina: Dios le responde que eso es imposible: “No podrás ver Mi rostro, porque ningún hombre Me verá y vivirá” (33:20). Sin embargo, le concede el máximo nivel de percepción humanamente posible. Lo coloca en la hendidura de una roca, lo cubre con Su “mano” mientras Su Gloria pasa, y luego retira la mano para que Moshé pueda ver Su “parte posterior” (Ajoraim), pero no Su “rostro” (Panim).

2. La Interpretación Mística (Como se explica en tu texto)

El judaísmo, y en especial la Cábala y el Jasidut, explican que esta interacción no debe entenderse de forma física o literal. Es una metáfora para dos niveles de percepción de la Divinidad:

  • El “Rostro” (פָּנִים – Panim): Representa la Esencia misma de Dios, Su realidad interior, Su “porqué”. Es la causa, la fuente, la dimensión que está completamente más allá de la comprensión de cualquier ser creado. Ver el “Rostro” sería fusionarse con lo Infinito, algo que un ser finito no puede hacer y “seguir viviendo”.
  • La “Parte Posterior” (אֲחוֹרַיִם – Ajoraim): Representa los efectos, consecuencias y la estructura externa de la Voluntad Divina. Es ver el “cómo” y el “qué” de Dios en la Creación, pero no el “quién”. Es la máxima percepción posible: entender la lógica, el orden y el propósito de la Creación desde la perspectiva de su Creador, pero sin poder captar la Esencia del Creador Mismo.

Tu texto lo expresa de una manera muy bella: “[Y la mirada penetra hasta la esencia de una cuestión]”. Esto significa que “ver la parte posterior” no es una visión superficial. Es una comprensión profundísima que llega hasta la raíz de cómo funciona algo, su estructura interna y su propósito, aunque la fuente última de ese propósito (el “Rostro”) permanezca oculta.

3. El Estado Profético: “Despojarse de la Fisicalidad”

  • ¿Cómo se logra esta visión? Tu texto aclara que esta percepción no es un acto intelectual normal. Ocurre “a modo de profecía”.
  • Abstracción de lo Físico (הִתְפַּשְׁטוּת הַגַּשְׁמִיוּת – Hitpashtut HaGashmiut): La profecía, en este contexto, requiere que el alma se “despoje” o se abstraiga de las limitaciones del cuerpo y los cinco sentidos. El alma debe trascender su estado físico para poder captar una realidad puramente espiritual.
  • La Fuente de la Explicación: El texto cita correctamente la fuente de esta idea: la sección del Zóhar llamada Raaiá Mehemná (“El Pastor Fiel”), en su comentario a la porción de la Torá de Mishpatím.

En Resumen para la Clase:

El texto explica que la visión de Moshé de la “parte posterior” de Dios es una metáfora del más alto nivel de comprensión que un ser humano puede alcanzar. No es una visión física, sino una percepción profética que se logra al trascender las limitaciones del cuerpo.

Esta percepción permite entender la estructura interna y el propósito de la Creación (“la esencia de una cuestión”), pero no la Esencia de Dios Mismo. Es como poder entender perfectamente cómo funciona un programa de computadora increíblemente complejo (ver su “parte posterior”), pero sin poder conocer directamente la mente del programador (el “Rostro”).

Exodus Capítulo 33

17Dios le dijo a Moshé: “Puesto que Me has sido grato y te conozco por nombre, también cumpliré este pedido tuyo”.
18“Por favor permíteme tener una visión de Tu gloria”, suplicó [Moshé].
19[Dios] replicó: “Haré que todo Mi bien pase ante ti, y revelaré el Nombre Divino en tu presencia. [Pero con todo,] tendré misericordia y mostraré benevolencia a quienquiera que Yo desee”.
20[Entonces Dios] explicó: “No puedes tener una visión de Mi Presencia. Un hombre no puede tener una visión de Mí y todavía existir”.
21Entonces Dios dijo: “Tengo un lugar especial donde puedes pararte en la montaña rocosa.
22Cuando pase Mi gloria, te pondré en una grieta en la montaña, protegiéndote con Mi poder hasta pasar.
23 Y cuando Yo aparte Mi mano, verás Mi espalda; mas Mi rostro no será visto

Éxodo (Shemot) 33:23

וַהֲסִרֹתִי֙ אֶת־כַּפִּ֔י וְרָאִ֖יתָ אֶת־אֲחֹרָ֑י וּפָנַ֖י לֹ֥א יֵרָאֽוּ׃

“Y cuando Yo aparte Mi mano, verás Mi espalda; mas Mi rostro no será visto.”


Comentario de Rashi

Texto de Rashi (en Hebreo):

.וראית את אחורי: הֶרְאָהוּ קֶשֶׁר שֶׁל תְּפִלִּין מֵאֲחוֹרָיו

“Verás Mi espalda”: Le mostró el nudo de los Tefilín por detrás.

Explicación del Comentario de Rashi:

El comentario de Rashi es extremadamente conciso y se basa en una famosa enseñanza del Talmud (Tratado de Berajot 7a). Para entenderlo, es necesario conocer el simbolismo:

  1. ¿Qué son los Tefilín? Son las filacterias que contienen pergaminos con porciones de la Torá y que se colocan en el brazo y en la cabeza durante el rezo matutino. Los Tefilín de la cabeza se atan con una correa que forma un nudo especial (kesher) en la parte posterior del cuello, a la altura de la nuca.
  2. El Significado Simbólico: Rashi no está sugiriendo que Dios “usa” Tefilín de forma física. La enseñanza es una profunda metáfora:
    • El “Rostro” de Dios representa Su Esencia, Su “pensamiento”, algo que es imposible de captar para un ser humano.
    • Los Tefilín de la cabeza se colocan sobre el cerebro, simbolizando la subyugación del intelecto a Dios.
    • El nudo de los Tefilín, que se encuentra en la parte posterior del cuello, representa la manifestación externa y el efecto de ese “pensamiento” divino en el mundo.

Por lo tanto, cuando Rashi dice que Dios le mostró a Moshé “el nudo de los Tefilín por detrás”, está explicando que a Moshé se le concedió el más alto nivel de percepción posible: no pudo ver el “Rostro” (la Esencia o el “pensamiento” de Dios), pero sí pudo ver la “Espalda” (el “nudo”), que es entender cómo la Voluntad y la Sabiduría de Dios se atan y se manifiestan en la realidad física.

En resumen, la visión no fue física, sino una profunda comprensión profética de la relación entre Dios y Su Creación.

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