RESPUESTAS SOBRE TESHUVÁ

LA GRADUALIDAD EN EL PROCESO DE TESHUVÁ

Con la ayuda de Dios he tenido el mérito de ocuparme en acercar a las personas a la Torá y las mitzvot. Es sabido que cada persona que retorna en teshuvá tiene su propio ‘ritmo’, y cuando está casado también depende del ‘ritmo’ de su esposa y su familia. En este contexto surgen preguntas prácticas:

En el caso en que la persona duda si cumplir las mitzvot, y parte de sus consideraciones son que su esposa o su familia se oponen, ¿hasta qué punto se le debe presionar para que lo acepte todo de inmediato, y hasta qué punto decirle que lo haga con paciencia y gradualmente?

¿Qué se puede decir en un caso aún más difícil, cuando el esposo ya ha aceptado completamente sobre sí mismo el yugo de la Torá y las mitzvot, pero su esposa no está dispuesta a aceptar nada, incluso no la pureza familiar? ¿Está permitido decirle lo mismo, cuando él ya decidió guardar la Torá y las mitzvot?

Respuesta:

Ante todo, ciertamente no se puede ni se debe decir a un judío que desea retornar en teshuvá que transgreda una prohibición de karet con su esposa nidá.

En general, respecto a aceptar el yugo de la Torá y las mitzvot, siempre se debe alentar a avanzar, pero sin presionar. En todo caso, es recomendable sugerir a la pareja que tengan una conversación con un guía jasídico y esforzarse por apoyar al cónyuge que está en el proceso de teshuvá, explicando que incluso desde la lógica humana simple hay más lugar a considerar al que tiene sensibilidad y compromiso moral, en comparación con quien solo tiene sentimientos. Y, por supuesto, todo debe hacerse con amor y con el deseo de mantener el hogar juntos en paz y alegría.

Últimamente estoy abrumado por pensamientos y sensaciones negativas: siento vacío y desconexión emocional de todo lo que me rodea, y también desconexión de mi alma divina. Además, siento que todos los que están relacionados conmigo, en algún nivel, resultan perjudicados. ¿Es posible que mi alma pertenezca al ‘Erev Rav’? En general, ¿qué significa tener un alma de Erev Rav, cómo se puede saber si lo soy y, sobre todo, cómo se puede rectificar esto?

RESPUESTA:

Esos pensamientos provienen únicamente del instinto del mal. Debes apartar tu mente de ellos por completo, esforzándote intensamente (invirtiendo todas las fuerzas de tu alma) en hacer el bien al prójimo, tanto material como espiritualmente. En cuanto a la sensación de vacío, parece que tu raíz está en la luna de la santidad, en la dimensión de Iehoshúa ben Nun y David, de quienes se dijo: ‘no tienen nada propio’.

Debes reflexionar que todo proviene de Dios, que es bondadoso, y Él te ama mucho, desea tu bien y quiere otorgarte el mérito de brindar bondad al prójimo.

Últimamente he notado que tengo talento para dedicarme a la comunicación, y me he sentido muy atraído por ese campo. Por otro lado, temo que ese deseo tenga su raíz en el instinto del mal. ¿Cómo se puede saber si este deseo es verdadero y bueno?

RESPUESTA:

Ya hemos explicado anteriormente que en nuestra generación no hay tanto énfasis en los conceptos de instinto del bien e instinto del mal, y lo principal es la actividad práctica hacia un objetivo, en el área que más te conviene. Por lo tanto, es bueno que te ocupes en mejorar los mensajes en la comunicación e incluso en la propaganda en la Knéset si allí ‘te desenvuelves’ bien (y sientes, por experiencia, que realmente es útil).

Debes aclarar en tu pensamiento cada mañana cuál es la meta a la que aspiras, verte a ti mismo como un emisario, y cumplir con las tareas durante el día. ¡Bendición de mucho éxito!

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