11
VAIGASH
וַיִּגַּשׁ
Génesis 44:18 – 47:27 Haftara: Ezekiel 37:15-28
PARASHÁ VAIGASH
Hay varios tipos de llanto, la forma más profunda resulta de revelar un misterio 4
Lágrimas Alojadas en el Corazón 8
EL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO Y EL SERVICIO A DIOS. 10
LA LUCHA, ESCAPE Y CONGELAMIENTO EN EL SERVICIO DE DIOS 11
Fecundidad y multiplicación en Egipto 14
El primer número de la serie Lucas 16
“Todo está previsto y el permiso está dado”. 18
¿Cómo van estas dos cosas juntas? 18
Los llorones del Libro de Bereshit 29
El llanto atrapado en el corazón 31
El llanto de la revelación del secreto 31
Anexo: Pregunta sobre el cuello 34
Videos Rabino Itzjak Guinsburgh 40
“YO DUERMO Y MI CORAZÓN ESTA DESPIERTO” 43
Partzuf de “Y se le presentó Iehudá” – Desde Keter hasta Biná 44
Voluntad-Ratzón, como “Correr hacia Dios” y Voluntad como recibir el Yugo en esencia 45
Una parada en la estación de “recibir el yugo” antes de llegar al “placer Divino” 45
La Raíz del Esclavo en Arij, “El esclavo del rey, es rey” 46
Iosef: “amor con placeres”; Iehudá: “enferma de amor” 46
Iosef: un judío en la redención. Iehudá: un judío en el exilio 47
Iehuda duerme y Iosef está despierto 47
Un mundo unificado o un mundo dividido 48
El sufrimiento del iehudí es el estado de sueño 49
El Sistema Nervioso Autónomo a Servicio de Hashem 53
EL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO Y EL SERVICIO A DIOS. 54
LA LUCHA, ESCAPE Y CONGELAMIENTO EN EL SERVICIO DE DIOS 55
Cuando se bendice a un malvado (extracto) 58
El judio y su unión con Dios a traves de los preceptos – Zohar, Arizal y Jasidut 59
- CÓMO ENFRENTAR LAS INJUSTICIAS DE LA VIDA 59
- Lectura de la Torá para Rosh Jodesh Tevet y la Séptima vela de Jánuca 61
- VIVIR CON JASIDUT 5775 62
LA CURA PARA LAS ADICCIONES 63
Shabat Y Se Presentó Iehudá – Ayuno del 10 de Tevet 64
Meditaciones jasídicas
Año 5783
PARASHÁ DE LA SEMANA
Vaigash – Se Presentó
El secreto de las lágrimas
Hay varios tipos de llanto, la forma más profunda resulta de revelar un misterio
La historia de Iosef y sus hermanos alcanza su clímax en la porción de la Torá de Vaigash. Iehudá se acercó a Iosef y se entregó como siervo en lugar de Biniamín para que este pudiera regresar ileso a su padre Iaacov. Al ver la dedicación de Iehudá por proteger a Biniamín y su remordimiento por desear dañar a Iosef hacía tantos años, Iosef se llenó de emoción e incapaz de contener las lágrimas lloró ante sus hermanos diciendo: “¡Soy Iosef! ¿Mi padre sigue vivo aun?[1] La revelación de Iosef a sus hermanos estuvo acompañada de llanto.
Esta no es la primera ni la última vez que leemos acerca de Iosef llorando. Unos versículos más adelante leemos cómo Iosef “…se echó sobre el cuello de Biniamín y lloró y Biniamín lloró sobre su cuello. Y besó a todos sus hermanos y lloró con ellos”.[2] En total el verbo “y lloró” (וַיֵּבְךְּ) aparece siete veces en la Torá con referencia a Iosef, más que con cualquier otro personaje bíblico.
En Egipto Iosef fue famoso por su gran sabiduría.[3] Gobernó el país y su gente con la misma moderación con que controlaba sus propias inclinaciones. Uno podría imaginar que un hombre tan sabio e influyente sería severo y antipático, pero aquí queda claro que Iosef podía ser profundamente emocional. En general, controlaba sus emociones, dirigiéndolas con moderación, pero de ninguna manera era frío o distante.
¿El llanto es simplemente una liberación de la emoción reprimida o significa algo más?
Los Primeros Llorones
Como con cualquier concepto que meditemos en profundidad, para descubrir el verdadero significado de las lágrimas necesitamos analizar cada aparición del fenómeno del llanto en la Torá comenzando por la primera instancia.
Agar la sierva de Sará fue la primera en llorar en la Torá. Expulsada de la casa de Abraham vagó por el desierto con su hijo Ismael. Después de que se agotó el suministro de agua dejó al niño debajo de un arbusto y se alejó para evitar ver su inevitable muerte. A medida que se acercaba el trágico momento “alzó la voz y lloró”.[4] El llanto de Agar fue una expresión de su desesperación.
La dimensión interior de la Torá explica que las cáscaras impuras prosperan en la depresión y las lágrimas, mientras que la santidad tiene afinidad con aquellos que sirven a Dios con alegría.[5] La primera aparición de muchos fenómenos en la Torá suele ser negativa y sin refinar, y esto también es cierto en el caso del llanto de Agar.
El siguiente en llorar en la Torá fue Abraham. Él lloró cuando Sará murió, “Abraham vino y despidió a Sará y lloró por ella”.[6] Llorar por la muerte de su esposa es una reacción adecuada, la ley judía alienta a derramar lágrimas al enterarse de que una persona virtuosa ha fallecido.[7] Las lágrimas de los dolientes expresan respeto por el difunto y estimulan su curación emocional. Cuando fallece un ser querido no es especialmente el momento de reprimir deliberadamente las lágrimas. Si las normas sociales tienden a fomentar tal moderación deberíamos reconsiderarlas.
La tercera persona en llorar en la Torá fue Eisav cuando supo que Iaacov había recibido la bendición de Itzjak en su lugar, “Eisav alzó su voz y lloró”.[8] Al igual que la primera aparición de la palabra llanto esta primera aparición de la palabra “y lloró” (וַיֵּבְךְּ) es también una expresión de profunda desesperación.
En su próxima aparición el llanto vuelve al lado de la santidad, cuando Iaacov se encontró con Rajel “alzó su voz y lloró”.[9] Esta es una nueva forma de llanto. En cada uno de los tres ejemplos anteriores, el llanto estaba relacionado con algún tipo de pérdida, pero el llanto de Iaacov era una expresión de una conexión íntima. Al huir de la amenaza de muerte de Eisav, Iaacov de repente se encontró con su alma gemela, un miembro de su propia familia. Como alguien que acaba de conocer a un hermano perdido hace mucho tiempo se echó a llorar.
Los dos hermanos Iaacov y Eisav finalmente se encuentran en una reunión cargada de emociones después de años de separación y lloran juntos. “Eisav corrió hacia él [Iaacov] y lo abrazó y se echó sobre su cuello y lo besó, y lloraron”.[10] Sin embargo, en este caso no está claro si los besos y las lágrimas de Eisav eran realmente de todo corazón, como sugiere Rashi citando el midrash: “Él no lo besó con todo su corazón”.[11]
A partir de este momento el llanto permanece en la familia de Iaacov como si hubiera encontrado su morada natural. Iaacov lloró cuando creyó que Iosef había sido devorado por un animal salvaje, como dice el versículo “Su padre lloró por él”.[12] Alternativamente, según Rashi fue Itzjak el padre de Iaacov (que aún vivía cuando Iosef fue vendido como esclavo) quien lloró en simpatía por el dolor de Iaacov. Aunque Itzjak sabía que Iosef estaba vivo no se le permitió revelar el secreto a Iaacov. Esto indica otro tipo de llanto: en simpatía por el dolor de otra persona.
Iosef se parecía en muchos aspectos a su padre Iaacov, incluidas sus lágrimas características. Cada uno de los encuentros de Iosef con sus hermanos en Egipto va acompañado de llanto. Al principio, Iosef oculta sus lágrimas y se aparta para llorar (dos veces en la parashá anterior).[13] Ahora, mientras Iehudá le ruega se permite llorar en voz alta, besando a sus hermanos y llorando como Iaacov cuando conoció a Rajel por primera vez.
Lágrimas influyentes
Hasta ahora hemos identificado cuatro tipos de llanto:
• el llanto negativo de la desesperación;
• el llanto positivo del duelo;
• el llanto como expresión de conexión íntima;
• llorar en simpatía por el dolor de otra persona.
El llanto de Iosef no encaja en ninguna de estas categorías, porque es una expresión de profunda compasión. La segunda vez que Iosef llora la Torá dice explícitamente: “José se apresuró porque lo abrumaba la compasión por sus hermanos y sintió la necesidad de llorar y entró en la habitación y lloró allí”.[14] La conexión entre la compasión y el llanto es clara: una persona sensible se emociona hasta las lágrimas cuando se despierta su misericordia.
Hay una delgada línea entre la autocompasión y la verdadera compasión. Las lágrimas de autocompasión son pasivas e inertes; solo sirven para inflar el ego del individuo con pensamientos egocéntricos sobre lo desfavorecido y desafortunado que es. Esta tendencia egoísta puede volverse tan poderosa que incluso hace que el individuo se vuelva contra los demás culpándolos de su desgracia. En última instancia la autocompasión puede degradarse más y volverse contra el Todopoderoso mismo.
La verdadera compasión motiva al individuo a influir activamente en la situación de alguna manera para que mejore, ya sea ofreciendo ayuda, orando, etc.
En Cabalá, Iosef representa la sefirá masculina de iesod (la sefirá de fundamento), que transmite todo lo que recibe a la sefirá de maljut femenina (la sefirá del reinado), su destinataria. Desde esta perspectiva las lágrimas de Iosef son una forma de influencia. Tales lágrimas son una emanación positiva del interior que transmite un inmenso potencial a quien las recibe. Iosef es el conducto final de tal influencia positiva, como vemos por su capacidad para alimentar a la multitud egipcia y proveerles en su momento de necesidad.
Leá la esposa de Iaacov también lloró, tanto que sus ojos estaban “ablandados” por el llanto.[15] Desde una perspectiva literal lloró por su propio destino pensando que estaba destinada a casarse con Eisav.[16] La Cabalá nos enseña que las lágrimas de Leá representan el mundo oculto de los pensamientos, a diferencia de Rajel que por lo general era un alma feliz y adoptó el atributo del llanto positivo, “Rajel llora por sus hijos”.[17] Así, Iosef heredó su tendencia a llorar tanto de su padre Iaacov como de su madre Rajel.
Rajel y sus dos hijos Iosef y Biniamín representan el mundo revelado. Su tarea es darse cuenta de la abundancia oculta en la realidad mundana.
Sin embargo, el paso entre el mundo oculto y el mundo revelado a veces está bloqueado, y el hecho de derramar lágrimas sinceras libera el bloqueo para permitirnos navegar por el estrecho canal y darnos cuenta de la presencia de esa abundancia en el mundo físico. Como se mencionó anteriormente, Iosef y Biniamín lloraron uno sobre el cuello del otro. El cuello se relaciona con el estrecho canal de abundancia que conecta la mente (los pensamientos ocultos) con el corazón (las emociones reveladas).
Lágrimas Alojadas en el Corazón
Hasta ahora hemos relacionado las lágrimas de pena y tristeza como algo negativo siguiendo la directriz de que debemos “servir a Dios con alegría”,[18] sin embargo, la tristeza a veces puede ser constructiva. Hay muchas referencias positivas al llanto en la Biblia y en las enseñanzas de los sabios, incluso cuando se relacionan con las circunstancias desafortunadas de un individuo. En el libro de los Salmos, por ejemplo, el rey David a menudo se refiere a sus lágrimas.
Refinar nuestros sentimientos de tristeza es uno de los temas principales que trata en el Tania el Rebe Shneur Zalman de Liadi, el Alter Rebe.[19] Distingue entre la tristeza negativa en el sentido de una depresión mórbida y la tristeza positiva a la que se refiere como “amargura”. La tristeza positiva refleja nuestro corazón quebrantado a causa de darnos cuenta de cuán distantes estamos de Dios. El llanto con el corazón quebrantado de este tipo no es una señal de abatimiento y desesperación, en cambio purifica el corazón y conduce al refinamiento constante a través del arrepentimiento.
Paradójicamente, este tipo de tristeza amarga no contradice nuestra sensación de alegría, como se afirma en el Zohar[20] (y está citado en Tania[21]): “El llanto se aloja en un lado de mi corazón y la alegría se aloja en el otro”. El corazón puede soportar estas dos emociones contradictorias a la vez, y como resultado el individuo rectificado puede llorar por su lamentable estado, mientras que al mismo tiempo se regocija de que Dios está siempre con él.
Lágrimas de Revelación
Darnos cuenta de que las lágrimas y la alegría residen juntas en nuestros corazones nos lleva a una comprensión nueva y más profunda de nuestras emociones. ¿Alguna vez has visto a los padres acompañar a sus hijos a la jupá (el palio nupcial)? En esos momentos de alegría a veces sentimos que se nos llenan los ojos de lágrimas. En tales ocasiones, surge algo que está más allá de nuestra comprensión y nuestro corazón se desborda de emoción, tanto que las lágrimas se derraman de nuestros ojos. Junto con una sensación de alegría y anhelo la revelación enfatiza mi propia distancia de la belleza y la pureza de este nuevo nivel.
Este tipo paradójico de lágrimas brota del nivel supra consciente más elevado del alma, Iejidá (“singular”), donde se unen todos los opuestos. A esto se alude en el valor numérico de Iejidá (יְחִידָה), 37, que también es el valor numérico de “llanto” (בְּכִיָה). De manera similar, el valor numérico de “el viviente” (חַיָה), el segundo nivel supra consciente del alma, es 23, que es el valor numérico de “gozo” (חֶדְוָה). En el alma, la Iejidá, la raíz del llanto es más alta que Jaiá la raíz de la alegría.
Llorar se relaciona con revelar un secreto escondido en el futuro. Esto se hace evidente en el Zohar[22] que explica que cuando Iosef besó a todos sus hermanos y lloró, lloraba por la destrucción y el exilio de las diez tribus que luego serían dispersadas por todos los confines de la tierra. De manera similar, cuando Iosef y Biniamín lloraron sobre el cuello del otro, Iosef lloró por los dos Templos que estaban destinados a ser construidos y luego destruidos en la herencia de la tierra de Biniamín, como interpreta Rashi.[23] Biniamín también lloró por el Mishkán (Tabernáculo) que estaba destinado a ser construido en la herencia de la tierra de Iosef y también sería destruido.[24] Su llanto era una expresión de un profundo dolor.
Sin embargo, continúa el Zohar,[25] aunque Iosef y Biniamín lloraron sus hermanos no lo hicieron. Iosef y Biniamín fueron bendecidos con “una chispa de inspiración Divina” que sus hermanos no merecieron. De manera similar el Zohar relata que cuando Rabí Akiva escuchó los secretos ocultos del Cantar de los Cantares de boca de su maestro, Rabí Eliezer el Grande, “sus ojos se llenaron de agua”.[26] Tal llanto resulta de la revelación de la raíz de la propia alma, el nivel “singular” del alma donde se esconden los secretos más profundos de la Torá. Este es el tipo de llanto que anunciará la redención rápidamente en nuestros días, como profetiza Irmiahu (en la misma profecía en la que describe el llanto de Rajel por sus hijos y su regreso final a sus fronteras):[27]
He aquí yo los traigo de la tierra del norte y los recojo de los lomos de la tierra; entre ellos están los ciegos y los cojos, la [mujer] encinta junto con la [mujer] que da a luz; una gran compañía, juntos regresarán aquí. Vendrán llorando, y con súplicas los guiaré, los conduciré por ríos de aguas, por camino recto en el cual no tropezarán, porque he llegado a ser un Padre para Israel, y Efraím es mi primogénito.
Las lágrimas de la redención futura son las lágrimas del reencuentro entre el Pueblo Judío y su Padre en el Cielo, lágrimas de intimidad y despertar de una gran compasión, lágrimas influyentes, lágrimas de la revelación de los secretos más íntimos. Los sabios enseñan:[28] “Así como Iosef apaciguó a sus hermanos solo llorando, así también el Todopoderoso redimirá al Pueblo Judío llorando, como dice el versículo, ‘Llegarán llorando, y con súplicas los guiaré’”.[29]
UNIVERSIDAD DE LA TORÁ
BIOLOGÍA, PSICOLOGÍA Y TORÁ
https://new.galeinai.org/universidad-de-la-tora/ciencia/paralisis-en-caliente-huir-o-luchar/
PARÁLISIS EN CALIENTE
EL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO Y EL SERVICIO A DIOS.
En las siguientes líneas intentaremos trazar líneas paralelas entre la actividad fisiológica del sistema nervioso autónomo, y los diferentes estados de despertar y estancamiento en el alma humana y en el servicio a Dios. Y especialmente sobre los engañosos estados intermedios de estasis llenos de actividad interior en el cuerpo y el alma y en el servicio al Creador. Estas cosas están escritas con el propósito de observar el tema y aún no han pasado por la Torá o la revisión científica.
En el estudio y aprendizaje de cómo hacer frente a una emergencia, un tema básico es el FFF (fight, flight, freeze, luchar, huir, congelar (el mecanismo de luchar o huir. El mecanismo es el resultado de la activación del sistema simpático en el sistema nervioso autónomo, que en realidad es una especie de sistema de respuesta de emergencia que gestiona la toma de decisiones en momentos de angustia o estrés.
Para comprender mejor el mecanismo FFF primero expliquemos el sistema nervioso autónomo: el sistema nervioso autónomo (SNA) es responsable de la regulación fisiológica de la actividad de los órganos internos incluido el sistema respiratorio, el sistema digestivo y el sistema cardiovascular (el sistema cardiovascular). Se compone de dos subsistemas que operan constantemente a través de la retroalimentación repetida de la influencia del entorno con el fin de mantener un equilibrio de los procesos físicos y mentales.
Uno es el sistema nervioso simpático (SNS) que tiene un papel estimulante y es responsable de movilizar los recursos del cuerpo en la respuesta de “lucha o huida” a situaciones estresantes. El segundo es el sistema nervioso parasimpático (SNP), que tiene un papel inhibidor y es responsable de la relajación y la disminución de la excitación.
Como ejemplo a la hora de comer el sistema dominante es el sistema nervioso parasimpático que dedica sus recursos a la actividad tranquila del sistema digestivo. Pero tan pronto como el cuerpo detecta una situación estresante el sistema simpático tomará el relevo deteniendo la actividad digestiva a favor de una actividad acelerada del corazón y otros sistemas. Esta es la respuesta fisiológica del sistema autónomo. La reacción externa del sistema simpático se mueve en el eje entre luchar ‘furiosamente’ contra la amenaza, o huir.
Hay una tercera situación que es la parálisis o el estancamiento que en realidad es una situación intermedia. Por ejemplo, un piloto de caza atacado tiene que tomar una decisión en una fracción de segundo entre abandonar el avión por el asiento eyectable (escape) o seguir luchando contra la amenaza (lucha), porque está en juego un avión que vale una gran suma de dinero y por supuesto su propia vida. La reacción natural es la parálisis o estancamiento que resulta de la incapacidad de decidir entre luchar o huir. Es por eso que un piloto pasa por muchos entrenamientos destinados a prepararlo para tomar decisiones fatídicas en cuestión de segundos y bajo presión.
LA LUCHA, ESCAPE Y CONGELAMIENTO EN EL SERVICIO DE DIOS
Incluso en la observancia de la Torá y las Mitzvot hay situaciones en que se pueden hacer por costumbre o sin tener un despertar interior, hay situaciones de estancamiento real y también hay situaciones de ‘lucha’. Solo que no se trata de una guerra ofensiva contra una amenaza sino de una atracción interna hacia algo superior que también se percibe muy bien en el sistema fisiológico del cuerpo. Aunque esta situación no es accesible con el ‘clic de un botón’ para la persona promedio, ciertamente existe. Un judío llega a sentir un momento único y especial durante un encuentro personal de ‘iejidut’ con el Rebe, otra persona sentirá un sentimiento único rezando con gran despertar durante la oración de neilá, el cierre de Iom Kipur ‘una vez al año’, y hay quienes sentirán esto cuando se circuncidan o cuando se coloquen los primeros tefilín: el caso es que hay momentos en que la persona se activa fisiológicamente por el sistema simpático, aunque no es en una emergencia sino en momentos de hitpaalut y avodá pnimi, trascendencia y trabajo interior.
De hecho, el mecanismo de lucha y huida existe en un animal de manera instintiva como en un ser humano, pero en un ser humano el equilibrio entre el cuerpo y la mente es más rico y requiere una expansión interna correspondiente. Si es así, ¿cuál es el mecanismo que puede describir lo que pasa por la mente durante la excitación del despertar en el servicio a Dios?
En el libro del Tania se explica acerca de las ‘alas’ del alma Divina, que son el amor por un lado y el temor por el otro. Sin ellas es imposible ‘volar’ hacia arriba y el servicio a Dios queda atrapado abajo. Es decir, así como el pasajero sentado al lado del conductor puede permanecer en paz y calma incluso cuando el conductor a su lado pierde la tranquilidad debido a un peligro repentino en el camino, así también en la oración y el servicio a Dios. Una persona puede orar correctamente en el sentido de decir las palabras, pero sin ninguna movilización emotiva, mientras que su amigo que está a su lado está extasiado en una travesía interior frente a su Dios, un viaje que cambia toda su experiencia de la existencia de punta a punta. La diferencia entre el servicio de la oración de estas dos personas es que la primera hace lo estrictamente necesario, pero aun así no llega a elevarse porque le faltan las ‘alas’ que son el temor y el amor interior en sus diversos grados. Es decir, así como la forma del sistema autónomo de equilibrar los recursos necesarios en cualquier momento es que los subsistemas (simpático y parasimpático) trabajen en diferentes proporciones, así el alma Divina encuentra su manera de aferrarse al Creador profundizando el temor y el amor en él.
Todos estos, el servicio con temor y amor frente a un estado de indiferencia, y la actividad de los sistemas simpáticos frente al parasimpático, son un componente super significativo de la experiencia de nuestro tiempo. Como ejemplo: media hora antes del encendido de las velas de Shabat es posible lograr lo que no sucedió en las horas anteriores. ¿Cómo sucede esto? Cuando una persona se da cuenta de que el tiempo es corto y hay mucho trabajo por hacer el sistema simpático entra en mayor actividad y cada fracción de segundo se vuelve significativa, y por otro lado, el hambre o diferentes tareas que ocupaban la atención ceden el paso y se ponen a un lado. Este es en realidad el secreto de los virtuosos que viven por encima de la naturaleza y como si no estuvieran hechos del mismo material que necesita dormir y comer como los humanos. Más que eso, la multitud de jasidim que acuden al Rebe también se elevan un poco sobre el terreno material y sienten el valor de cada minuto del ‘tiempo de calidad’ que pueden aprovechar en la presencia del Rebe.
¿Y qué pasa todos los días, en los momentos simplemente grises, el sistema simpático se queda esperando aburrido? Y con el amor y el temor a Dios, ¿está reservado solo para las festividades? Lo cierto es que nuestra agenda se corresponde mucho más de lo que pensamos con el deseo de una experiencia significativa, es decir, incluso una persona común y corriente que no sabe cómo darle significado a cada momento de su vida, y por el contrario pasa de un estímulo a otro, de una golosina a la pantalla parpadeante y de ahí a las distracciones ocasionales y vuelta a empezar. Una persona así está constantemente tratando de encontrar una manera fácil de tener un momento donde experimente algo de mayor calidad. Al igual que el paquete de papas fritas es un sustituto simulado del almuerzo, solo que sin una respuesta real a la necesidad nutricional y, por supuesto, tampoco proporciona una respuesta a largo plazo para el hambre, sino que proporciona un aplazamiento engañoso hasta la próxima comida o merienda, de la misma manera la pantalla del teléfono celular da una sensación de ‘wow’ a los receptores de la experiencia y brinda un alivio instantáneo del dolor por el anhelo del alma de una experiencia plena de temor o amor por Dios.
Entonces, ¿qué se puede hacer para responder a esa búsqueda interior? ¿Y acaso es posible?
En la Guemará se trae la historia de Rabi Elazar ben Dordaia, que recorría el mundo para satisfacer el deseo de sus instintos. No había vuelos en ese entonces… y aparentemente estaba dispuesto a hacer todo lo posible para conseguir lo que quería. “Una vez escuchó que había cierta prostituta en uno de los pueblos junto al mar que aceptaba una bolsa de monedas como salario. Tomó una bolsa de monedas y cruzó siete ríos por llegar a ella. Mientras estaba con ella, ella suspiró y dijo: ‘Así como este aliento no volverá de donde salió, así Eleazar ben Dordaia nunca será recibido en arrepentimiento.’”
“Entonces fue, se sentó entre dos colinas y montañas y exclamó: ‘¡Oh, colinas y montañas, rogad misericordia para mí!’ Ellos respondieron: ‘¿Cómo oraremos por ti? Nosotros mismos la necesitamos, porque está dicho: “¡Porque los montes se apartarán y los collados se moverán!” Así que exclamó: ‘¡Cielos y tierra, pedid misericordia para mí!’ Ellos también respondieron: ¿Cómo oraremos por ti? Nosotros mismos la necesitamos, porque está dicho: “Porque los cielos se desvanecerán como humo, y la tierra se envejecerá como un vestido”. Luego exclamó: ‘¡Sol y luna, suplicad misericordia para mí!’ Pero ellos también respondieron: ‘¿Cómo oraremos por ti? Nosotros mismos la necesitamos, porque está dicho: “Entonces la luna se avergonzará y el sol se avergonzará”. Exclamó: ¡Estrellas y constelaciones, suplicad misericordia para mí! Dijeron: ‘¿Cómo oraremos por ti? Nosotros mismos lo necesitamos, porque está dicho: “Y todo el ejército de los cielos se desmoronará”.
Entonces dijo: ¡El asunto entonces depende solo de mí! Puso su cabeza entre sus rodillas, lloró clamando en alta voz hasta que su alma partió de este mundo. Entonces se escuchó una bat-kol, una voz del Cielo proclamando: ‘Rabí Eleazar ben Dordaia está destinado a la vida del mundo venidero! Rabi [al escucharlo] lloró y dijo: ¡Uno puede adquirir la vida eterna después de muchos años, otro en una sola hora! Rabi dijo de él: ¡No solo se acepta a los penitentes, sino que incluso se les llama ‘Rabí’! [ Avoda Zara 17a ]
Es lo mismo con nosotros: aunque se desperdician innumerables momentos sin propósito, pero una vez que una persona está harta de la pérdida de tiempo y los sustitutos vacíos de contenido, la mera tentación de lo malo puede dar el ímpetu para aferrarse al contenido positivo. La buena noticia es que, a diferencia del paquete de papas fritas que acallan el apetito, pero no sacian el cuerpo, los deseos latentes del hombre de una cercanía significativa con Dios no se pierden. Cuanto más frustrante es el proceso de alejarse del mal, más significativo es el impulso de volver a Dios. Los sentimientos congelados se derriten y se convierten en un río correntoso por estar de pie ante Dios sin dar lugar a ninguna dilación y o distracción. La piedra que fue desechada por los constructores será precisamente la piedra basal…
Año 5782
MATEMÁTICAS EN LA TORÁ
Vaigash – Y Se Enfrentó
Fecundidad, Amor y la serie Lucas y las Sefirot
Parashat Vaigash es un punto de inflexión. Marca el cambio desde la vida de los patriarcas en la tierra de Canaán a su descenso a un exilio semipermanente en Egipto. Muchos hallazgos numéricos interesantes están asociados con este punto de inflexión. Entre ellos encontramos la explicación de la discrepancia entre las palabras de Dios a Abraham, “Seguramente sabrás que tu descendencia será extranjera en una tierra que no es de ellos durante cuatrocientos años” y el hecho de que los Hijos de Israel pasaron solo 210 años en Egipto, un cálculo realizado en fuentes rabínicas.[30]
Los sabios encontraron una alusión a este número en un verso de la parashá anterior, Miketz, “Ahora escucho”, continuó él [Iaacov], “que hay alimento en Egipto. Bajemos y consíganos allí alimentos, para que vivamos y no muramos.”[31] El valor de la palabra “descender [a Egipto]” (רְדוּ) es igual a 210. Y en cuanto a la discrepancia, se sabía que los sabios decían,[32] “El Todopoderoso calculó [la fecha] del fin [de la servidumbre en Egipto]” (שֶׁהַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּאּ חִשַּב אֶת הַקֵּץ), donde la palabra “fin” (קֵּץ) es igual a 190, los años que faltan. Es como si el Todopoderoso, mediante alguna manipulación matemática, pudiera restar 190 años, “el fin”, del tiempo decretado para el exilio egipcio. De hecho, esta enseñanza se menciona en el versículo: “Aconteció que, al cabo de 430 años, al mediodía de este día, todas las huestes de Dios partieron de la tierra de Egipto”[33] (וַיְהִי מִקֵּץ שְְלֹשִׁים שָָׁנָה וְאַרְבַּע מֵאוֹת שָָנָה וַיְהִי בְּעֶֶצֶם הַיוֹם הַזֶה יָצְאוּ כָּל צִבְאוֹת הוי’ מֵאֶרֶץ מִצְרָיִם), ya que este verso comienza con la palabra, “al final” (מִקֵּץ). Este es el mismo “final” que Dios calculó, por así decirlo, para “acortar” el número de años pasados en Egipto.[34]
Fecundidad y multiplicación en Egipto
A pesar de las duras e inhumanas condiciones en Egipto, los Hijos de Israel fueron fructíferos y multiplicaron allí muchas veces el número original de individuos. Iaacov y sus hijos y sus familias estaban formados por 70 personas al bajar a Egipto, y el número que salió está citado por la Torá como 600.000 ¡más de 8571 veces más! Como veremos ahora, el comienzo de este aumento ocurrió con el enfrentamiento entre Iehudá y Iosef en los primeros versos de la parashá Vaigash. Comencemos nuestra exploración de este enfrentamiento señalando que la palabra elegida para “multiplicación” por los filósofos judíos medievales significa literalmente un “choque-golpe”, hacaá, (הַכָָּאָה). Esta reunión inició el proceso de sumar o multiplicar el número de descendientes de Iaacov.
Ser fructífero y multiplicarse está intrínsecamente relacionado con uno de los más importantes temas matemáticos, las series aditivas, que se reconocen más fácilmente por el nombre de su miembro más famoso, la serie Fibonacci:
1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233,…
Los números de Fibonacci se relacionan con la fertilidad de generación en generación y, según se cuenta, son el problema original que el propio Fibonacci trató de resolver y en el proceso “descubrió” esta serie. Supongamos que se coloca en un campo una pareja de conejos recién nacidos, un macho y una hembra. Los conejos pueden aparearse a la edad de un mes, de modo que al final de su segundo mes una hembra puede producir otro par de conejos. Supongamos que nuestros conejos nunca mueren y que la hembra siempre produce una nueva pareja (un macho, una hembra) cada mes a partir del segundo mes. El acertijo que planteó Fibonacci fue ¿Cuántas parejas habrá en un año? La respuesta es 1 en el primer mes, 1 en el segundo mes (la pareja tenía que llegar a la madurez), 3 en el tercero, 5 en el cuarto y así sucesivamente, hasta que al final de un año habrá 233 parejas. Todos estos números son los números de Fibonacci.
Por varias razones, en las que no entraremos aquí, designamos esta serie, la serie de números “Amor” (אַהֲבָה, ahavá). Como su nombre lo indica, las series aditivas no se derivan a través de una función, como lo son las series cuadráticas que hemos visto en capítulos anteriores, sino a través de un mecanismo de suma. La suma de cada dos números consecutivos se convierte en el siguiente número de la serie y la suma vuelve a repetir nuevamente. Por lo tanto, no es difícil darse cuenta de que las series aditivas pueden distinguirse exhaustivamente entre sí simplemente indicando los dos primeros números de la serie.
Aparte de la serie de Fibonacci, la serie aditiva más estudiada es la serie de números de Lucas, que comienza con 1, 3. La serie de Lucas comienza:
1, 3, 4, 7, 11, 18, 29, 47, 76, 123, 199, 322,…
Las series aditivas como las de Fibonacci y Lucas son una conexión importante entre las matemáticas de la Torá, que en su mayoría son discretas (es decir, utiliza números naturales o enteros) y las matemáticas utilizadas para modelar la naturaleza, que es en su mayoría continua. Como tales, crean un medio entre las matemáticas de la experiencia humana y las matemáticas de la naturaleza. En otra parte, tratamos este tema en profundidad.
Ahora, la conexión de los números de Lucas con nuestra parashá se puede ver sumando los primeros 10 números de esta serie:
1 ┴ 3 ┴ 4 ┴ 7 ┴ 11 ┴ 18 ┴ 29 ┴ 47 ┴ 76 ┴ 123 = 319
Donde 319 es el valor de “Vaigash” (וַיִגַּּשׁ). Pero, 319 no es solo la suma de los números de Lucas del 1 al 10, también es el producto de los números de Lucas 5 y 7, ¡que son el 11 y el 29!
Dado que parece haber una conexión entre nuestra parashá y los números de Lucas, veamos algunas propiedades más de esta serie. Primero, ten en cuenta que los primeros cuatro números de Lucas son 1, 3, 4 y 7. Su suma es 15, el valor de las dos primeras letras, iud–hei (י -ה) del Nombre esencial de Dios, Havaiá (י-הוה ). ¡Pero, el siguiente número en la serie de Lucas es el 11, ¡que es la suma de las dos letras finales, vav–hei (וה), de Havaiá!
El siguiente número de Lucas es 18 y es la parte del relleno[35] del más pequeño relleno posible de Havaiá (יוד הא וו הא). La suma de los primeros 6 números es 44, que es el valor del relleno más pequeño posible de Havaiá (יוד הא וו הא), o alternativamente 4 veces el quinto número de Lucas.
Sumando el siguiente número de Lucas, 29, la suma de los primeros siete números es 73, el valor de “sabiduría”, jojmá (חָכְמָה). El siguiente número de Lucas es el 47, el valor de la “auto-anulación”, bitul (בִּטּוּל), la experiencia interior de sabiduría. La suma de los primeros ocho números de Lucas es 120, los años de la vida de Moshé.[36]
El primer número de la serie Lucas
El par de números enteros que comienzan en la serie aditiva de Fibonacci o Amor es en realidad 1, 2. Sin embargo, por convenio, se suele decir que esta serie comienza con 1, 1, 2. El 1 que precede a 1, 2, es de hecho el número previo en la serie, ya que la serie aditiva se puede extender hacia atrás. Al hacerlo, se muestra que la extensión inversa de la serie es muy similar a su continuación:
…, -21, 13, -8, 5, -3, 2, -1, 1, 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55,…
Si ampliamos la serie de Lucas hacia atrás obtenemos,
…, 18, -11, 7, -4, 3, -1, 2, 1, 3, 4, 7, 11, 18, 29, 47, 76, 123, 199, 322,…
El número que precede a 1, 3 (el comienzo de la serie de Lucas) es 2, por lo que si siguiéramos el mismo convenio utilizado con respecto a la serie de Fibonacci-Amor, diríamos que la serie de Lucas comienza, 2, 1. Al hacerlo, vería que los primeros 4 números son 2, 1, 3, 4, que son el número de sefirot dividido por categorías (con la primera y segunda categorías en orden inverso):
• 1 super-racional (corona)
• 2 intelectual (sabiduría y comprensión)
• 3 emocionales (bondad-amorosa, poder y belleza)
• 4 conductuales (victoria, reconocimiento, fundamento y reino)
Dado que no puede haber otra serie aditiva con estos 4 números en secuencia, así como le dimos a la serie de Fibonacci un nombre que tiene significado en la Torá (la serie del Amor), así le daremos un nombre de la Torá de la serie de Lucas, la serie de números Sefirá. La palabra sefirá en hebreo (סְפִירָה), literalmente significa “contar”. Los siguientes dos números en la serie Sefirá son 7 y 11, los dos números que son inherentes al conteo de ciclo menstrual femenino en la Torá: 7 días y 11 días.[37] El siguiente número Sefirá es 18, que es la duración en días del ciclo menstrual para los cálculos de la Torá. El siguiente número de Sefirá, 29, representa la duración en días del ciclo menstrual natural, conocido como el “ciclo promedio”, ona beinonit (עוֹנָה בֵּינוֹנִית)[38].
Analizando más a fondo esta forma de comenzar los números de Lucas, encontramos que la suma de los primeros cuatro números es un producto del número 5: 2 por 5. La suma de los siguientes cuatro números es 65, también un producto de 5:13 por 5. La suma de los siguientes cuatro números es 445, que es 5 por 89. En cada suma, el producto es el quinto número de Amor (5) y otro número de Amor (3, 7 y 11, en nuestro breve ejemplo) omitiendo 4 número cada vez, ad infinitum.
Otra relación importante entre estas dos series aditivas se descubre cuando observamos que cada número en la serie de Lucas o Sefirá es la suma de dos números de Fibonacci-Amor con un espacio entre ellos. Por ejemplo, 1 es la suma de 0 y 1 (omitiendo 1). 3 es la suma de 1 y 2 (omitiendo 1). 4 es la suma de 1 y 3 (saltándose 2). 7 es la suma de 2 y 5 (omitiendo 3), y así sucesivamente.
En conclusión, un fenómeno un poco más complejo de entender. La suma de los productos de los primeros 11 pares de números, uno de cada serie, es:
(2 1) ┴ (1 1) ┴ (3 2) ┴ (4 3) ┴ (7 5) ┴ (11 8) ┴ (18 13) ┴ (29 21) ┴
(47 34) ┴ (76 55) ┴ (123 89) = 17712
17712 es en sí mismo el producto del número 12º de Amor, 144, y el número 11º de Sefirá, 123. Este resultado se puede generalizar algebraicamente.
¿Quién Dirige el Espectáculo?
Ideas para reflexionar #11: Vaigash
“Todo está previsto y el permiso está dado”.
Estas palabras contienen una de las paradojas más grandes de la religión, la de “conocimiento previo versus libre albedrío”. Esto suena como un tema académico y filosófico, pero las preguntas que plantea tocan el corazón de nuestras vidas de maneras muy profundas.
Dos niveles de realidad
En primer lugar, ¿qué significa exactamente la expresión? “Todo está previsto” significa que Dios sabe de antemano todo lo que sucederá. De hecho, Dios es quien hace que suceda. Todo viene de Él, todo es en realidad Él.
“El permiso está dado” significa que las personas están facultadas para actuar de acuerdo a su libre albedrío. En cualquier encrucijada, si una persona decide ir a la derecha o a la izquierda, elegir el bien o elegir el mal, depende de él o ella.
¿Cómo van estas dos cosas juntas?
La clave para descifrar este acertijo radica en el simple hecho de que para nosotros el futuro es inherentemente incognoscible. El futuro puede ser “previsto”, pero sólo desde la perspectiva de Dios, que, por así decirlo, mira hacia abajo sobre el laberinto del espacio-tiempo y lo ve en su totalidad, sub specie aeternitatis (desde el punto de vista de la eternidad). Para nosotros, que estamos caminando por el laberinto y no sabemos qué hay a la vuelta de la esquina, parece que hay varias opciones: podemos girar en la siguiente esquina, continuar recto o retroceder, mientras imaginamos cómo cada elección conducirá a un futuro completamente diferente. Al final, estamos obligados a elegir solo un camino: el que Dios previó; pero como aún no sabemos cuál es, no tenemos más remedio que pasar por el proceso de ponderación, decisión y finalmente acción. Es en este proceso que concretamos nuestro poder de elección dado por Dios, a pesar de que terminamos haciendo exactamente lo que Él había planeado y previsto de antemano.
El resultado de todo esto es que debemos considerar que todo lo que sucede tiene lugar en dos niveles independientes: el nivel de la elección humana y el nivel de la providencia divina. Esto es especialmente desafiante cuando suceden cosas malas, y es un desafío tanto para la parte que sufre como para la persona que inflige el sufrimiento.
Examinemos con qué tiene que lidiar cada lado.
El Perdón de Iosef
Una persona que ha sido agraviada está perfectamente preparada para caer en lo que yo llamo “el pozo de la victimización y la culpa”, un lugar estrecho y oscuro en el que sentimos lástima por nosotros mismos, estamos enojados con los demás y, en consecuencia, somos incapaces de seguir adelante con nuestras vidas de ninguna manera.
Aunque esta es una experiencia principalmente emocional, tiene sus raíces en una cierta perspectiva cognitiva de la realidad, específicamente la que reconoce solo la existencia de la elección humana, no la de la Providencia Divina. En ese caso todo parece muy simple: alguien nos lastimó y todo lo que está mal en nuestra vida es su culpa. No tiene sentido hacer un examen de conciencia, buscar el significado de lo que sucedió o hacer un balance ético de nuestras vidas. Somos la víctima inocente y el otro es el victimario malvado, punto y aparte.
Esta experiencia cambia por completo cuando agregamos el concepto de Providencia Divina. Entonces resulta que la persona que nos hizo daño era, inconscientemente, un emisario de Dios. Dios quería que pasáramos por una cierta experiencia aparentemente negativa (para nuestro bien) y eligió a esa persona para que nos la haga pasar. Los Sabios llaman a esto “algo malo se produce a través de una persona culpable”: cuando los poderes celestiales quieren que algo malo le suceda a alguien, eligen a un perpetrador que, independientemente y por su propia voluntad, quiere realizar esa acción, y luego “enlaza” a los dos: Convierten al malhechor en el agente inconsciente que lleva a cabo una misión divina.
La persona que ejemplifica perfectamente este enfoque de la vida es Iosef. Desde el momento en que lo dejan en el pozo eleva los ojos solo a Dios. En cada lugar en el que se encuentra, ya sea la casa de Potifar, la prisión o el palacio del Faraón, intenta aprovechar al máximo sus circunstancias. Más tarde le da el nombre a su primer hijo según la idea de que “Dios me ha hecho olvidar toda mi dificultad y toda la casa de mi padre”, y a su segundo hijo por “Dios me ha hecho fecundo en la tierra de mi aflicción”. Todo lo que le ha sucedido lo atribuye solo a Dios.
El pináculo de este comportamiento se ve en el enfrentamiento entre Iosef y sus hermanos. Después de revelarles finalmente su identidad, Iosef enfatiza que, desde su perspectiva, no fueron ellos quienes lo enviaron a Egipto, sino Dios: [Bereshit 45:4-8]
Fue para sustento de vida que Dios me envió delante de ustedes…
Dios me envió delante de ustedes para proporcionarles supervivencia en la tierra…
Y ahora, ustedes no me enviaron aquí, sino Dios …
El cénit llega en la parashá siguiente, cuando dice:
De hecho, pretendieron el mal contra mí, pero Dios lo diseñó para bien …
Iosef ha aceptado por completo el concepto de que la realidad tiene dos niveles. Sus hermanos cometieron un pecado grave, pero también fueron agentes de Dios. Deben arrepentirse de sus obras, pero su cuenta personal no es con ellos, sino con Dios. Su trabajo es preguntarle a Dios ¿Cuál es el propósito Divino de esta nueva realidad en la que me han dejado las acciones de mis hermanos? Así, Iosef sale del pozo de la victimización y la culpa, y se transforma de víctima en triunfador, convirtiéndose en el gobernante y líder de su vida.
Ahora, ¿qué hay de los que cometieron el mal, en este caso, los hermanos de Iosef? ¿Deberían también decir: “¿No se nos puede responsabilizar, solo éramos agentes de Dios”? Por supuesto que no. Las expresiones “se da permiso” y “a través de una persona culpable” en las citas anteriores dejan en claro que una persona que ha pecado es responsable de sus acciones y debe arrepentirse por ellas. Y sin embargo la fe en la providencia Divina puede ofrecer algún consuelo al pecador: puede salvarlo de cierto tipo de culpa negativa y destructiva, cuyo único propósito es deprimirnos y enterrarnos vivos. El pecador también puede ser salvo, y parte de su salvación radica en el entendimiento de que, a pesar de lo malo que fue su pecado, también, de alguna manera insondable, fue parte del plan de Dios.
Esta idea se refleja en las hermosas palabras de Iosef a sus hermanos:
Pero ahora no estén tristes, y no se preocupen por haberme vendido aquí, porque fue para preservar la vida que Dios me envió delante de ustedes.
Traducido libremente, lo que dijo fue: Es verdad, han pecado; pero ahora que se han arrepentido sequen sus lágrimas: todo, incluido vuestro pecado, fue para bien.
Punto para reflexionar: Cuando alguien nos hiere, debemos hacer una distinción clara en nuestra cabeza: esa persona se comportó incorrectamente y tendrá que ser juzgado, ya sea ante la corte celestial o terrenal. Pero al lado de esta verdad hay otra: el cielo tenía la intención de que esto sucediera, y es por mi propio bien. Tenía el propósito de castigarme por algo, purificarme o ambas cosas; lo cierto es que mi proceso de rectificación frente a lo sucedido no tiene nada que ver con el autor de la infracción. Es entre Dios y yo, lo que significa que, en su raíz, y a largo plazo, lo que sucedió es completamente por mi propio bien.
Ojalá todos podamos mirar el mundo con los buenos ojos de Iosef, y por este mérito que se digan también de cada uno de nosotros las palabras que se han dicho de él:
El Señor estaba con él, y todo lo que hacía, el Señor lo hacía prosperar en su mano.
Nir Menusi
Rabino Itzjak Ginsburgh – Instituto Gal Einai – www.Galeinai.org
5781 y anteriores
Meditación Diaria Sobre el Jitas Día 1
Libro de Bereshit
29 de Kislev 5768 – 09 de diciembre 2007
Perashah Vaigash – “Y se presentó“
DIA 1
El primer verso de nuestra parashah dice: “Iehudah se le acercó y dijo: ‘ Por favor, mi señor… ‘ ”
Acerca de esto encontramos el siguiente Midrash:
“Porque los reyes han venido a conocerse, y anduvieron juntos. [Otros los vieron y quedaron pasmados, temieron y escaparon. El estremecimiento se apoderó de ellos allí.]” (1)
“Porque los reyes” –estos son Iehudah y Iosef:
“y anduvieron juntos” –estaban llenos de enojo uno contra el otro;
“Otros los vieron, y quedaron pasmados” –cada hombre miraba al otro con desconcierto”; (2)
“El estremecimiento se apoderó de ellos” –estos eran las tribus. Dijeron: “Los reyes están negociando entre ellos, qué queda para nosotros; es apropiado para un rey negociar con un rey.”
“Iehudah se le presentó” –“uno a [lit. “en”] uno se acercó” (3) – estos son Iehudah y Iosef.”
“No quedó aire entre ellos” (4) –estas eran las tribus. Dijeron: “Los reyes están negociado entre ellos, qué queda para nosotros”
Estos dos reyes entonces eran Iehudah, rey entre sus hermanos y Iosef como rey en Egipto. Así comienza la perashat Vaigash con este encuentro de tremenda importancia tanto para el desarrollo de los acontecimientos posteriores narrados en la Torah como por su significado para todas las generaciones futuras, ya que como es sabido todo lo que ocurrió en la vida de los patriarcas se repite en las nuestras.
Iehudah corresponde a la sefirah de reinado mientras que Iosef a la de fundamento. En el margen de la sefirah de fundamento se revela la corona, que es el origen de la sefirah de reinado de Zeir Anpín . Como está explicado en los escritos del Arizal , este aspecto de reinado dentro de fundamento está personificado por Efraim, el hijo de Iosef.
En nuestra realidad, el fundamento alimenta al reinado, pero en el futuro, durante el reinado del Mashíaj (el hijo de David, la personificación de la sefirah de reinado), el fundamento recibirá de maljut a través de su propio aspecto de reinado (el de Zeir Anpín ya mencionado). Entonces, en nuestra realidad actual Iosef provee a Iehudah (como sucede en nuestra parashah ), pero en el futuro, el Mashíaj alimentará a Iosef.
Este cambio de la relación entre estas sefirot se refleja también en las bendiciones que se dicen bajo el palio nupcial. En la sexta bendición (correspondiente a fundamento, Iosef) decimos: “…quien alegra al novio y a la novia”, indicando que la novia representante del reinado depende del novio que encarna al fundamento, y la alegría fluye del novio hacia la novia. Pero en la séptima bendición (correspondiente al reinado, Iehudah) decimos: “…quien alegra al novio con la novia”, indicando que el novio recibe alegría de la novia, dependiendo de ella.
La lectura de los profetas seleccionada por los sabios para esta parashah es una parte del capítulo 37 de las profecías de Ezequiel, que continúa el tema del encuentro de los dos reyes hermanos. Luego de una cuidadosa lectura veremos que también aquí se refleja la futura elevación de Iehudah sobre Iosef, el reinado sobre el fundamento.
Esta haftarah comienza con el verso:
Y tú, hijo del hombre, toma una rama y escribe en ella: “Para Iehudah y para los hijos de Israel, sus compañeros”; luego toma otra rama y escribe en ella: “Para Iosef, la rama de Efraim y toda la casa de Israel, sus compañeros”. Luego júntalas y haz de ellas una sola rama, que se vuelvan una en tu mano.
Estas últimas palabras se hacen eco del significado del verso de Iob traído en el midrash antes citado: “Uno se acerca al otro”. Unos pocos versos más adelante encontramos en los dichos del profeta:
Así dice Hashem el Señor: “Por cierto, tomaré la rama de Iosef, que está en la mano de Efraim y de las tribus de Israel, sus compañeros, y las reuniré y sobre ella la rama de Iehudah y haré de ellas una sola rama y serán una en Mi mano”.
Aquí, la rama de Iehudah está ubicada sobre la de Iosef. Y luego:
“Y mi siervo David será rey sobre ellos y tendrán un pastor y seguirán mis leyes y observarán mis mandamientos y los cumplirán”
Por cierto, en la actualidad vemos que Iosef trasciende a Iehudah, pero en la época del Mashíaj, Iehudah (David) se elevará sobre su hermano. Todo esto está explicado en extenso en las enseñanzas jasídicas.
Nos agradaría entender mejor la naturaleza de la unificación entre Iosef y Iehudah. Del midrash y de los versos citados de Iejezkel parecería que la palabra clave sobre la cual meditar es באחד, vaejad , “en uno”. En el midrash esta aparece en el verso de Iob “se reunirán uno en uno”, siendo la frase en hebreo אחד באחד יגשו , ejad beejad igashu . Si buscamos en la Biblia, encontramos que esta misma forma de la palabra “uno” aparece en otro verso de Iob que dice: “Y Él es [en] Uno y quién puede replicarLe; Él desea y Él actúa”. (5)
Expliquemos el trasfondo de esto para que podamos entender mejor a qué se está refiriendo. Después de que Iob fue probado con la trágica muerte de sus hijos y con la terrible aflicción de su carne, vienen a reconfortarlo sus tres amigos más cercanos. El punto crucial de sus argumentos fue que Iob debía haber pecado de alguna manera, pero este se rehúsa a aceptar esa teoría y sigue sosteniendo su inocencia ante Hashem. En uno de sus argumentos pronunció las palabras que hemos citado.
El Malbim , un importante comentarista del siglo XIX escribe sobre el significado de esta frase que Iob argumenta que no podía haber hecho nada diferente de lo que hizo, porque todo está determinado por Dios y cambiar algo significa un cambio en el Todopoderoso, que contradice Su naturaleza eterna e inalterable.
Pero Rabi Abraham Ibn Ezra, el gran sabio medieval, escribe lo siguiente:
“ והוא באחד , vehú beejad “Y Él es [en] Uno”. Están aquellos [comentarios] que dicen que la letra bet en “beejad” [la letra bet corresponde a la preposición “en”], es superflua. Pero, la verdad es que no es así, pero no puedo explicar esto pues contiene un gran secreto.”
A pesar de que Ibn Ezra tuvo cuidado en ocultar su conocimiento cabalístico, Rashi, en su comentario sobre este verso (basado en el Targum ) (6) revela algo de lo que quiso decir Ibn Ezra:
“Y Él”. Porque él es Singular en el mundo, y conoce el semblante y los pensamientos de los hombres, qué pueden decir ante Él. Por lo tanto todas las respuestas ya están ante Él.”
Adaptada a la terminología jasídica, las palabras de Rashi se pueden entender como que el aspecto Singular del Todopoderoso [Él es Singular”] se incluye dentro del aspecto de Su Unicidad y por eso la preposición be , “en” es necesaria ya que implica “inclusión”. Como veremos, este es también el secreto de la unión de Iosef y Iehudah, el secreto de las palabras “ se acercarán uno en uno y no quedó aire entre ellos” .
Notas:
1. Salmos 48:5:7
2. Génesis 43:33
3. Iob 41:8
4. Ibid.
5. Ibid. 23:13.
6. Que traduce la palabra “en uno” como iajid , “El Singular”. Ver también el comentario de Najmánides, quien escribe: “Y Él es en Uno”. Singular [iajid] en Su mindo…. Como en el verso: ‘Hashem está en el Sinaí en sacralizado‘. El significado literal de ambos versos es que el mundo no da lugar a Hashem, pero el significado profundo sugiere que Iob era un sabio y un cabalista que conoce los secretos de la Divinidad y la Unicidad de Hashem” Aunque Najmánides, basado en el Targum y en Rashi, utiliza la frase “El Singular”, iajid , no nos revela el significado interior del verso, así como Ibn Ezra no nos revela (en este lugar) el “gran secreto”.
Vaigash – Y Se Enfrentó
“UNA OFRENDA AL DIOS DE MI PADRE”
Iosef se revela a sus hermanos, y a continuación les envía de regreso a casa para traer a nuestro padre Iaakov a Egipto, a vivir en proximidad a Iosef, toda la familia junta. Siguen siendo tiempos de hambruna en la tierra de Canaán, y con el fin de poder proveer para su familia, Iosef pide a su padre venir con todos los miembros de la familia, (que juntos suman 70 almas) a Egipto para vivir en un lugar muy especial y bello, de gran abundancia, llamado Eretz Goshen. Según la tradición, ésta fue la porción de tierra que el faraón de dos generaciones atrás había otorgado a Saráh, (nuestra primera judía, nuestra primer matriarca) cuando estaba en Egipto junto con Abraham Avinu . En realidad, esta porción de tierra, la tierra de Goshen, pertenece al pueblo judío de cierta manera; y ahí es donde vivieron, en proximidad a Iosef hatzadik .
Antes que Iaakov estuviese listo para el descenso, hace una última parada en la tierra de Israel (“ antes de ser enviado a Egipto” significa “entrar en estado de exilio”) y sabe que debe ir a Egipto a entrar a un estado de exilio junto a su familia, creyendo firmemente en la promesa de Dios de sacarle a él y al pueblo judío de allí. Y debido al sufrimiento del exilio en Egipto, es que tenemos el honor de merecer la entrega de la Torá, y la bendición divina más grande que nos da el poder de cumplir con el propósito de Dios en la creación. No obstante, antes de descender a la tierra de Egipto, el exilio, nuestro padre Iaakov es presa del miedo.
Su última parada en Israel es en la ciudad de Beer Sheva, y la Torá nos dice en Vaigash , la Parashá de la semana, que ofrendó sacrificios al Dios de su padre Itzjak. Este es un fenómeno muy interesante en nuestras observaciones, pues muy a menudo, especialmente de acuerdo a la Cabalá, hay una gran resemblanza entre Iaakov, el tercer patriarca, y el primer patriarca, Abraham, (y en toda la Torá se le refiere junto con sus dos padres). Era más cercano a su abuelo, su padre espiritual, que a su padre. Sin embargo, en este caso particular, acaba de realizar sacrificios al Dios de su padre Itzjak, ¿A que se debe esto?
Se nos enseña (y esto es el centro de nuestra meditación) que Itzjak representa al temor, el temor de Dios, pero a la vez el epítome de transformar el miedo en risa, pues su nombre, Itzjak, significa reír. Y la razón por la cual sabemos que su servicio espiritual a Dios fue mediante el atributo del temor, es porque la Torá describe su servicio a Dios como “ pajat Itzjak ” (el temor de Itzjak), pero esa misma expresión “ pajat Itzjak ,” se lee además “el temor reirá”, puesto que eso es lo que el nombre Itzjak significa, “reirá.” Así, esa expresión “ pajat Itzjak ” en realidad significa que ese miedo se transformará en risa, en alegría.
Es así que ésta es la unión espiritual necesaria para que Iaakov se hiciera uno con el alma de su padre antes de descender al exilio. Se nos enseña en el Zohar, que al exilio se le compara siempre con la noche, a la redención se compara con la luz del día. Pero el exilio es el estado de la noche, es oscuridad. En la noche hay sueños, en la noche el poder de la imaginación del alma se apodera de nuestra consciencia, ya sea en estado de sueño o de vigilia. Más todo es como un sueño, puesto que es de noche. ¿Cuál es la continuación del versículo justo después de dónde dice: “cuando Iaakov vino a Beersheva él ofrendó sacrificios al Dios de su padre Itzjak”?
Allí el siguiente versículo nombra a Elokim (hay dos nombres primarios de Dios que utilizamos en la Torá); Havaiá es el Nombre esencial de Dios, siempre representa al principio del amor, la bondad y la misericordia, más Elokim es el nombre de Dios que representa al atributo del poder y el temor. Y ese es el nombre utilizado en “ vaiomer Elokim Israel ” Elokim habló a Israel, Israel es el nombre otorgado a Iaakov, y dice vaiomer Elokim Israel vemaarot halaila, “ en las visiones de la noche”, esto es antes de descender a Egipto, sin embargo, esta expresión sólo aparece aquí en la Biblia, “ las visiones de la noche” es una expresión muy singular e intensa, “ en las visiones de la noche Dios habló a Israel y dijo Iaakov, Iaakov.” Él lo llamó por su nombre dos veces, signo de afecto, de amor, “ vaiomer ”, a continuación Iaakov respondió con humildad y dijo “aquí estoy,” y entonces Dios le habla y le dice “ Anojí Kel Elokei Avija ” (Yo Soy el Dios de tu padre).
Así que una vez más, el sacrificio que Iaakov había ofrendado fue sólo para el Dios de su padre y esa es exactamente la forma en que Dios responde: “Yo Soy el Dios de tu padre” no es el Dios de “tus padres”, que incluiría tanto Abraham como a Itzjak, sino sólo “el Dios de tu padre”, el cual es Itzjak y luego dice: “No temas descender a Egipto, porque te haré allí en gran nación.” Y entonces el siguiente versículo dice: “Yo Mismo, Mi esencia,” “ Anojí .”
Esta es la primera palabra de los diez mandamientos, que es incluso más elevada que el nombre esencial de Havaiáh , puesto que representa al Ser mismo de Dios, que está por encima de cualquier nombre, y actúa tanto como ser, como el ser esencial. El nombre esencial es Havaiá, pero por encima del nombre está el propio ser, que sólo se puede representar con la palabra Anojí, “Yo”, “Yo soy el que soy.” Así que esta palabra “ Yo ” aparece varias veces en estos dos versos. Cuando fue entregada la Torá, esta es la primera palabra que se utiliza, la expresión de los sabios en la que hemos escuchado esta palabra, cuando escuchamos los diez mandamientos dichos de la boca del “poder,” que una vez más, es el atributo de Itzjak, por lo tanto, el atributo de Itzjak está hablando a través de esta palabra “ Anojí”.
La palabra Anojí se repite tres veces, y cada vez que vemos un fenómeno que se repite tres veces se le llama jazaká , que significa que está dejando una impresión interior, un sello en la realidad. Las tres veces que dice Anojí son dos veces Anojí y una a continuación veanoji (“y Yo”), y luego hay otra alusión hacia el final del relato cuando Dios está hablando a Iaakov, donde en forma de guematria la palabra Anojí se está aludiendo 2 veces más después de los tres explícitos Anojí, en “Yo soy el que soy” donde hay dos anoji implícitos.
Ahora lee una vez más los dos versículos en los que Dios habla a Iaakov antes de descender, al fin de aliviar su miedo al exilio, el miedo a la noche, dice: “Yo Soy el Dios de tu padre” el Dios de tu padre es el hecho de que Itzjak representa al temor, significa que él es la prueba de que puede controlar el temor, le nombran “el propietario, el poseedor del temor,” puesto que él sabe cuándo sentir temor y cuando no; y sabe cumplir lo que el padre del Baal Shem Tov le dijo a éste en su lecho de muerte, cuando el Baal Shem Tov era sólo un niño pequeño “No temas a absolutamente nada de este mundo, solamente a Dios;” ni al exilio, ni a la noche, ni a la muerte, ni a nada, sólo a Dios, eso significa que la persona está en posesión y control total del miedo.
Así que esto es lo que Dios, hablando de Iaakov, dijo: “Yo Soy el Dios de tu padre Itzjak; no temas ir a Egipto pues allí haré de ti una gran nación, “Yo” ( Anojí) iré contigo a Egipto,” (ve anoji) , y te levantaré y te sacaré; y te sacaré del exilio de Egipto. Y entonces la frase final es “Y Iosef colocará su mano sobre tus ojos”, es decir, cuando perezcas. Los sabios nos enseñan que Iaakov realmente no pereció como otro ser humano, sino en un cierto sentido interno, nuestro padre Iaakov, más que los otros dos padres, está siempre vivo, como está escrito: Iaakov lo met, Iaacov no murió”. Sin embargo se dice que en ese momento del aparente paso desde la fragmentada realidad de este mundo, “Iosef colocará su mano sobre tus ojos”, esa palabra “ y Iosef ” equivale a dos veces “ Anojí” en guematria. Así que estas son los dos apariciones implícitas de “ Anojí mishe Anojí” (Yo soy el que soy).
Como ya hemos mencionado, hay tres “ Anojí” explícitos y dos “ Anojí” implícitos en la palabra Iosef. Esto es todo lo que Dios dice cuando promete a Iaakov que estará con él y que irá con él y le sacará de Egipto; y estará allí incluso en el momento de su muerte, manifestado en la mano de Iosef al cubrir y cerrar sus ojos .Y todo comienza, como hemos dicho antes, con esta expresión -que Elokim se le aparece a Israel, (a Iaakov cuyo nombre también es Israel), “ vemarot halila” (en las visiones de la noche).
Para enriquecer y profundizar esta meditación, “ las visiones de la noche ” se refiere a las visiones que recibimos en el exilio. Y aun en el exilio, él también tuvo visiones, visiones correctas, visiones santas, aunque fuesen como un sueño, el poder del alma que prevalece en realidad es la imaginación, no la inteligencia clara como la inteligencia del día. Es de noche, y las visiones de la noche es lo que nos mantienen con vida en el exilio, mantienen viva la promesa en nuestra conciencia de que Dios estará con nosotros en el estado más bajo del exilio, para llevarnos desde el exilio hasta el nivel más alto.
Como sabemos, el principio de cada descenso es: “todo es en aras de un ascenso posterior”. Y el ascenso será mucho más alto que el estado original antes del descenso; y se nos enseña algo aún más profundo: si la persona es capaz de ver verdaderamente que este mundo es un mundo de vanidad, de falsedad, si es capaz de ver todo minuciosamente, entonces veremos que el descenso en sí es parte integral del ascenso por venir, que experimentamos como descenso. Es de noche, pero hay algo sobre la noche que es la luz de la luz, que es inclusive más luz que cuando es de día, en cierto sentido. Pero que al final se revelará con el día y el amanecer que viene al final del exilio.
Así que una vez más, la expresión más potente es “ maarot halaila ,” (las visiones de la noche) y que frase “ vemarot halaila ” (en las visiones de la noche), equivale a los dos nombres de Iaakov, la guematria es de 723, el nombre de Iaakov es 182, su otro nombre, que es un nivel aún más alto, Israel 541, los dos nombres combinados equivalen a 723, que es exactamente el valor de “ vemarot halaila, ” utilizado aquí. Hay algo tan profundo en estas visiones que sus dos aspectos de, Iaakov, su nombre normal, que representa (ya que los padres son los apelativos de cada alma judía) al estado normal de cada alma judía, cuando el judío vive su vida cotidiana, mundana, pero la vive como judío, con fe y cumple todas las mitzvot de la Torá, entonces se conoce como Iaakov. Más cuando un judío alcanza un nivel muy alto, que por lo general viene con el aprendizaje profundo de la Torá, que todo su mundo y su perspectiva de la realidad se vuelve a través de los ojos de la Torá, que ve el mundo tal y como el reflejo de la Torá, así como Dios miró en la Torá y creó al mundo, así es la forma en la que el judío ve al mundo y lo experimenta, que su nombre es Israel, estos son dos aspectos.
Podríamos pensar que durante el exilio no existe el nivel de “Israel” en absoluto, tal vez sólo bastaba con el nivel de “Iaakov.” Pero la verdad es que “en las visiones de la noche,” tiene en sí el potencial de unir los dos aspectos de cada alma judía, al ser Iaakov y también Israel al mismo tiempo.
Haremos una observación final: las tres primeras palabras que Dios le dice: “Yo Soy el Dios de tu padre,” ( Anojí Hakel Elokei avija) se nos enseña en Cabalá que las letras finales de estas tres primeras palabras: “Yo, ( Anojí ) Hakel(el Dios) Elokei” , en referencia a Itzjak, forman un Nombre Sagrado secreto de Dios; la Cabalá nos enseña que hay 72 Nombres Sagrados especiales de Dios. Cada uno de estos nombres tiene 3 letras, y el segundo de ellos es de un profundo poder, está continuamente activo en la creación y su mantenimiento, es llamado “ kium” porque sostiene la creación del mundo. Y cada uno de estos 72 Nombres tienen poderes muy especiales, , el segundo es ‘ ?? ? ‘ , iud lamed iud , que se deriva de las letras finales de las tres primeras palabras que Dios le dijo a Iaakov en la visión de la noche, justo antes de descender a la noche del exilio de Egipto.
El segundo nombre en Cabalá, corresponde al segundo de los patriarcas (los tres primeros de los 72 Nombres corresponden en ese orden a los tres patriarcas; Abraham es el primero de los 72 Nombres, a continuación, Itzjak es el segundo de los 72 Nombres, y Iaakov es el tercero) pero es este segundo nombre con el que ahora Dios le habla a Iaakov, que corresponde a Itzjak. Aquí se puede ver otro indicio de que todo el poder que se le otorga Iaakov al descender al exilio es el poder de su padre.
Itzjak nunca salió de la tierra de Israel, fue el único patriarca que pasó su toda vida allí. Nunca se le permitió abandonarla. Más Itzjak, su poder, iba junto a Iaakov para protegerlo, para fortalecerlo, para no temer a la noche, justo lo contrario, para entender que la mayor bendición vendrá “en las visiones de la noche.”
Una meditación final sobre este nombre, ¿Cuáles son las tres letras de Su nombre? “ Anojí Hakel Elokei” , ‘ ? ‘, la iudes la letra más pequeña, se suspende en el aire, es sólo un puntito y la lamed, la letra más grande de todas. Es exactamente la forma en que los sabios las describen, que la iud está en el aire, es la más pequeña de todas las letras, y la lamed es la “rav”, la más grande de todas las letras, “la torre”. La lamed es la torre y la iud es un pequeño punto. Así que este segundo nombre es el que corresponde al poder esencial de Itzjak, el de superar y transformar el miedo en risa, el de ser capaz de darse cuenta de la ventaja esencial del exilio, atravesar por el exilio, en la noche, tener visiones, tener verdaderas visiones sagradas en la noche. Su sagrado Nombre cabalístico es: el pequeño, el grande y el pequeño, en ese orden.
¿Qué es lo que nos enseñan en el servicio espiritual de HaShem? Hay una expresión en el Zohar que dice: “Aquel que es pequeño, es muy grande, más aquel que se considera muy grande, es el más pequeño de todos.” ¿Qué significa esto? Hay una enseñanza muy simple pero muy profunda y fundamental en nuestro servicio a Dios; se nos enseña que tenemos que disminuir nuestro honor y nuestro propio sentido del ego siempre, con la intención de que, al disminuir nuestro propio ego, estamos “sellando” la manifestación de Dios en la tierra.
La expresión se refiere a que si disminuimos nuestra propia gloria y honor con el fin de dar más gloria y honor a Dios, y después hacer eso, en cada mitzvá que realizamos, y después de eso, una vez más, cuando sentimos que hemos sido exitosos de cierta manera, cada uno de nosotros a nuestra propia pequeña manera, (pero para cada uno de nosotros, esa pequeña manera es muy grande) todo lo que sea podremos lograr para Dios. Luego, al final de hacer alguna mitzvá por el bien del Santo Bendito Sea, existe la posibilidad, llamada “en el talón.” “En el talón” significa que al final de la buena acción, puedes ser mordido y envenenado por la serpiente, por eso, al final del gran ensalzamiento de la gloria de Dios en la tierra, a través de lo que hagas, después de haberte disminuido ti mismo primero, tienes que disminuirte otra vez más al final para mantenerlo puro.
Éstas son tres etapas de proceso de la auto-disminución y de la ampliación de la conciencia de la presencia de Dios en la tierra, por medio de nuestras buenas obras, y después, al final, disminuirse a sí mismo una vez más a un punto, a la nada. Ese es el poder espiritual de Itzjak que debe acompañar a Iaakov al exilio. Y luego, ser capaz de revelar, incluso en lo más oscuro de la noche del exilio, las visiones sagradas de Dios que traen consigo la promesa de la redención, y la gran promesa de que cuando la redención llegue, la veremos en retrospectiva, que el exilio en sí era, en cierto modo, el milagro más grande de Dios: que mediante el temor potencial a la oscuridad de la noche, toda esa energía y poder se convertirán en risa infinita en el mundo por venir.
Parashat Vaigash – Y se Acercó
EL SECRETO DEL LLANTO
De un shiur del rabino Itzjak Ginsburgh, 30 de Kislev 5772
La historia de Iosef y sus hermanos llega a su clímax:
“Y Iosef no pudo resistirse… y comenzó a sollozar…
Y Iosef dijo a sus hermanos: Yo soy Iosef, acaso mi padre sigue vivo.”
“וְלֹא יָכֹל יוֹסֵף לְהִתְאַפֵּק… וַיִּתֵּן אֶת קֹלוֹ בִּבְכִי… וַיֹּאמֶר יוֹסֵף אֶל אֶחָיו אֲנִי יוֹסֵף הַעוֹד אָבִי חָי”
La revelación de Iosef acompañada por lágrimas. Esta no es la primera vez que Iosef llora, ni la última, ya que aparece inmediatamente a continuación “y se echó sobre el cuello de su hermano Benjamín y lloró, y también Benjamín lloró sobre su cuello. Y besó a todos sus hermanos, y lloró por ellos”. En total, la palabra “y lloró” se repite con Iosef siete veces – ¡más que cualquier otra figura en la Biblia!
A primera vista puede parecer sorprendente, después de todo sabemos que Iosef era maravillosamente inteligente como rey y director, como gobernante y dirigente de alma, y se podría pensar que tal persona no es alguien que llore a menudo. Pero resulta que Iosef no es un sabio carente de emociones. Él controla sus emociones, las guía y los dirige, aunque no es frío ni distante. Pero hay que profundizar en el significado del llanto, y no conformarse con una conclusión general de que el llanto es una expresión de las emociones.
Los llorones del Libro de Bereshit
Tal como con todo otro concepto, es correcto meditar en sus diferentes apariciones en la Torá, comenzando desde la primera de ellas. El primer personaje de la Torá que aparece llorando es la esclava de Sará, Hagar. A Hagar la encontramos vagando por el desierto con su hijo Ishmael, y cuando este agoniza se sienta a su lado “y elevó su voz y lloró”. No está claro si este llanto es bueno o malo, si en una situación como esta una madre puede bajar los brazos y simplemente sentarse a derramar lágrimas de desesperación e impotencia. Parece pues que como muchos conceptos en la Torá también el llanto se halla por primera vez en la Torá en un sentido negativo.
La segunda es la muerte de Sará “y Abraham vino a honrar a Sara y a llorarla.” Este es por seguro un grito positivo, está plenamente justificado llorar por la muerte de Sará. El llanto en el obituario y el luto por la muerte de alguien querido no es una debilidad sino una actitud correcta y adecuada, que incluso es alentada por la halajá, tanto para honra del fallecido como para la curación espiritual de los dolientes (y si existe una aceptación sociocultural tragarse las lágrimas y evitar el llanto ¡esto es un gran error!).
El tercer llorón es Eisav, después que descubre que Iaacov fue bendecido en su lugar, “y Eisav elevó su voz y lloró”. Esta es la primera aparición de la forma “y lloró” en masculino, y luego se repite muchas veces, pero esta vez está en un contexto negativo, donde Eisav el malvado rompe en un llanto de dolor y desesperanza. Así está explicado en Cabalá y Jasidut que “las klipot”, el lado impuro y el otro lado de lo sagrado, aman el llanto y la tristeza, mientras que del lado de lo sagrado se levanta la bandera del servicio a Dios con alegría.
Y nuevamente el péndulo se mueve hacia el otro lado: el que llora ahora es Iaacov, cuando se encuentra por primera vez con Rajel, “Y Iaacov besó a Raquel, y alzó su bastón y se echó a llorar.” Es un tipo diferente de lágrimas. En las tres apariciones anteriores, a pesar de sus diferencias, el llanto se asoció con una pérdida, pero el llanto de Iaacov, literalmente, es uno que expresa cercanía. Iaacov el perseguido encuentra de repente un “alma gemela” de su familia y llora como quien encuentra a un hermano amado después de una larga separación.
La siguiente vez lloran Iaacov y Eisav juntos, en el encuentro falso que tuvieron, “y corrió Eisav hacia él y se abrazaron y cayó sobre su cuello y se besaron y lloraron”, y nuevamente es un llanto no muy claro, si Eisav lo besa y llora de verdad y de todo corazón. También lo sabios discreparon entre ellos acerca de este asunto (como explica Rashi).
Pero de aquí en adelante, el llanto “queda en la familia” de Iaacov, como si hubiera encontrado su lugar correcto. El siguiente llanto conecta entre a Iaacov con Iosef, después de que Iaacov pensó que “Iosef fue destrozado por las fieras”, está dicho: “y lo lloró su padre”. Aunque de acuerdo a Rashi se refiere a que Itzjak el padre de Iaacov (que todavía estaba vivo) compartió también el duelo de Iaacov. Supuestamente volvemos a las lágrimas por una pérdida, pero Rashi agrega “Itzjak estaba llorando por el sufrimiento de Iaacov, pero no estaba de duelo, porque sabía que (Iosef) estaba vivo.” Entonces aquí el llanto no es por una pérdida sino justamente por compartir el sufrimiento.
Lágrimas de influencia
Y de nuevo llegamos a Iosef el justo, igual a su padre en todo y también en cuanto al llanto. Cada encuentro de Iosef con sus hermanos estaba acompañado de lágrimas, primero Iosef se esconde y se aparta a un lado para llorar (dos veces en la parashá anterior), y finalmente se permite llorar a viva voz hasta que besa a su hermano y llorar por ellos (¡tal cual como sucedió entre Iaacov su padre con su madre Rajel!).
Hasta ahora hemos visto el llanto negativo de la desesperación, y vimos el llanto positivo del luto, de compartir el sufrimiento. Pero, ¿qué es el llanto de Iosef? Parece un llanto que expresa compasión, como se dice expresamente en el segundo llanto de Iosef “y Iosef se apresuró porque se compadeció de sus hermanos y le vino el llanto y se fue a su cuarto y lloró allí.” Podemos asociar fácilmente entre la misericordia y el llanto, lo que despierta compasión puede llevar también a llorar a una persona sensible, y quien tiene dentro un corazón de piedra sin misericordia no llora nunca.
Pero aquí tenemos que distinguir la diferencia sutil e importante entre la auto compasión y la misericordia verdadera. El llanto de la autocompasión es completamente pasivo, fortalece el ego y se convierte en negativo. Pero la verdadera misericordia se dirige al prójimo con altruismo e influencia (de fluir). Así Iosef el Justo es el “mashpía beetzem”, “el dador por esencia”, como vemos que alimenta y provee a todos, y de acuerdo a la Cabalá Iosef representa a la sefirá de Iesod, “fundamento”, que hace fluir a las que están por encima hacia el receptor (como el fluir de la simiente de la verdad de macho a la hembra). En consecuencia, también el llanto de Iosef es una clase de influencia, que permite incluso asemejar las lágrimas que salen de los ojos como una suerte de brindar desde su interior.
Así como el llanto de Iosef proviene de su padre Iaacov, también proviene de su madre Rajel, “Rajel llora por sus hijos”. Rajel y sus hijos representan el mundo revelado, “alma deitgalia” (frente a Lea, “alma deitcasia”, el mundo de lo oculto, como explicamos en la parashá vaietzé). Por eso quieren brindar y revelar todas las cosas buenas que están escondidas, llevarlas desde lo oculto a lo revelado. Pero la transición de lo oculto a lo revelado está “atascada” a veces en el “meitzar”, la parte estrecha, y requiere un esfuerzo muy grande para pasar el estrecho y poder influenciar. Este esfuerzo es el llanto de Rajel y Iosef. El angosto estrecho del fluir es también el secreto del “tzavaar”, el cuello referido aquí (Iosef llora sobre el cuello de Biniamín y Biniamín llora sobre el cuello de Iosef), porque el cuello es el estrecho que conecta el cerebro (lo oculto) con el corazón (lo revelado).
El llanto atrapado en el corazón
Hasta ahora nos hemos referido a las lágrimas de dolor y tristeza en general como algo negativo, porque se nos manda “Servid al Señor con alegría”. Pero en realidad hay que diferenciar entre la tristeza misma en positiva y negativa, como se puede hallar en muchos lugares del Tanaj y de los sabios de bendita memoria donde se trata de una manera positiva al dolor y el llanto del hombre en relación a su condición inferior, por ejemplo en las palabras del rey David sobre sí mismo en el libro de Tehilim.
El refinamiento de la depresión es uno de los temas centrales de los que se ocupa el Admur Hazakén en el Libro de Tania. En pocas palabras, diferencia entre la tristeza negativa de la depresión que mata, y la tristeza positiva cuya definición exacta es la amargura, cuando el corazón se quiebra por la sensación de mi lejanía de Hashem. Un llanto como este, que surge de un corazón quebrado, no es una señal de duelo y desesperanza, sino que purifica el corazón y trae la teshuvá y la rectificación permanente.
Asombrosamente, la tristeza – amargura no contradice la alegría, las palabras del Zohar (citado por el Tania) “בכיה תקיעא בלבאי מסטרא דא וחדוה תקיעא בלבאי מסטרא דא“, “el llanto atascado en mi corazón de un lado y el contento atascado en mi corazón del otro lado”. El corazón puede soportar simultáneamente las dos tendencias psicológicas opuestas, llorar por mi tristeza y la alegría que Dios está conmigo en cualquier situación.
El llanto de la revelación del secreto
El llanto y la jovialidad que están juntos en el corazón, nos traen a una nueva dimensión más profunda todavía. Sabemos que en los momentos de gran alegría brotan de repente las lágrimas de nuestros ojos (y si no lo recuerdas, abre el primer álbum de bodas que llegue a tus manos y presta atención a los padres bajo el palio nupcial…). Ese es el llanto que surge cuando el corazón no puede contener la grandeza del momento, cuando sentimos que se ha revelado algo demasiado grande y sublime para nuestra capacidad, tan bueno y bello que simplemente queremos llorar. ¿Tal vez ese llanto es una combinación de alegría con nostalgia o tristeza escondida por la distancia a que me encuentro de esta belleza pura?
Realmente es difícil saber, porque este llanto proviene de lo más íntimo del alma, de la “iejidá shebanefesh”, el nivel de “Unidad del alma”, donde los opuestos ya no son opuestos, una alusión a esto: בכיה, bejiá, “llanto”, tiene la misma guematria que “יחידה, iejidá, “Unidad” (y para completar, חדוה, jedvá, “alborozo”, tiene la misma guematria de חיה, jaiá, “viviente”, también es un nivel superior del alma, pero Iejidá está por encima. La raíz del llanto es más elevada que la raíz del alborozo).
Ahora, los sabios explican que cuando Iosef estaba llorando en el cuello Benjamin, lloraba por los dos templos que se iban a construir en la tierra de Biniamín y se iban a destruir, y Biniamín lloraba por el Tabernáculo que en el futuro iba a estar en la tierra de Iosef e iba a ser destruido. Si es así, esto es un llanto por un gran sufrimiento, pero además de esto, el llanto está relacionado con el hecho mismo de la revelación del secreto oculto, del futuro lejano. Así surge en especial del libro del Zohar, donde está explicado además que cuando Iosef besa a todos sus hermanos y llora sobre ellos, llora por la destrucción y el exilio de las diez tribus desparramadas entre las naciones.
Sin embargo, está explicado en el Zohar, Iosef y Biniamín lloraron pero los otros hermanos no:
“ולא כתיב ויבכו, דהא איהו בכה דנצנצה ביה רוחא קדישא,
ואינון לא בכו דלא שרא עלייהו רוח קודשא”
“No está escrito “y lloraron”. El lloró porque tuvo un destello de Ruaj Hakodesh,
y ellos no lloraron porque se posó en ellos el Ruaj Hakodesh”.
El llanto es el resultado del “Destello del Espíritu Sagrado”, y los hermanos de Iosef todavía no lo habían merecido (tal vez porque no terminaron de reparar sus pecados).
Del mismo modo, se cuenta en el Zohar sobre Rabí Akiva que oyó de Rabi Eliezer los secretos ocultos en El Cantar de los Cantares, “y los ojos de Rabi Akiva derramaban agua”. Este es el llanto superior a todos, de la revelación de los secretos de la Torá y la revelación de la esencia del alma, la Iejidá del alma. Un llanto como este es el que anuncia la redención futura pronto en nuestros días, como la profecía del profeta Irmiahu en su profecía de mayor consuelo, esa predicción que también habla de Rajel que llora por sus hijos (y ciertamente se puede llorar cuando se la lee): [Irmiahu / Jeremías 31:7-8]
“הִנְנִי מֵבִיא אוֹתָם מֵאֶרֶץ צָפוֹן וְקִבַּצְתִּים מִיַּרְכְּתֵי אָרֶץ בָּם עִוֵּר וּפִסֵּחַ הָרָה וְיֹלֶדֶת יַחְדָּו קָהָל גָּדוֹל יָשׁוּבוּ הֵנָּה. בִּבְכִי יָבאוּ וּבְתַחֲנוּנִים אוֹבִילֵם אֶל נַחֲלֵי מַיִם בְּדֶרֶךְ יָשָׁר לֹא יִכָּשְׁלוּ בָּהּ כִּי הָיִיתִי לְיִשְׂרָאֵל לְאָב וְאֶפְרַיִם בְּכֹרִי הוּא”.
“He aquí, yo los traeré de la tierra del norte y los reuniré de los confines de la tierra. Entre ellos estarán el ciego y el cojo, la embarazada y la parturienta juntos. Una gran comunidad volverá aquí. Con llanto vendrán y con súplicas los guiaré a las corrientes de agua en un camino recto, no tropezarán. Porque he sido un padre para Israel, y Efraím es Mi primogénito”.
3. Rab Itzjak Ginsburgh
Vaigash – Y Se Acercó: Martes
Lloró en su Cuello
וַיִּפֹּל עַל צַוְּארֵי בִנְיָמִן אָחִיו וַיֵּבְךְּ וּבִנְיָמִן בָּכָה עַל צַוָּארָיו
“Vaipol al Tzavarei Biniamín Ajiv Vaievej uBiniamín Bajá al Tzavarav”
“Y cayó sobre el cuello (tzavarei) de su hermano Biniamín y lloró y Biniamín lloró sobre su cuello (tzavarav)”.
Este versículo enfatiza el cuello. Parece que el llanto y el cuello están conectados de alguna manera. ¿Cómo?
Gramaticalmente, la raíz de la palabra hebrea para ‘cuello’,tzavar, צַוְּארֵי, no es simple gramaticalmente. Tzavar podría estar relacionado con צר, tzar, ‘estrecho’, el estrecho canal entre la cabeza y el cuerpo. Podría estar relacionado con tzir, ציר, ‘eje’, el eje sobre el que gira la cabeza. Y podría estar conectado atzur, צור, ‘roca’.
En cualquier caso, hay algo único en la palabra tzavar que aparece en este verso en forma plural, tzavarei… tzavarav. ¡Porque después de todo solo tenemos una cabeza y un cuello! La explicación es que cuando miramos el cuello, vemos más de un lado de él. Esta es la belleza especial que se puede encontrar en la multiplicidad.
El cuello es el cordón que conecta la cabeza y el cuerpo. Es el “medio que conecta” los dos extremos. Si es así, podemos pensar que el cuello está en un nivel más bajo que la cabeza, pero en verdad, para que un intermediario conecte dos extremos tiene que tener algo más elevado que los extremos que está uniendo. No es nada simple conectar nuestro elevado lado intelectual, la cabeza, y nuestro lado emocional, el corazón. Para hacerlo necesitamos el cuello, que refleja lo que está sobre la cabeza, la parte oculta e inconsciente de nosotros que está por encima del intelecto y el pensamiento.
El llanto de Iosef y Biniamín es una expresión de un nivel muy elevado. El llanto profundo e interno está conectado al nivel más elevado del alma, ‘Iejidá’, ‘Singular’ del alma, que no puede ser percibido por nuestras herramientas intelectuales regulares, sino que estalla en llanto y lágrimas. La palabra hebrea para ‘llorar’, b’jiá, בכיה, tiene el mismo valor numérico que יחידה, ‘Iejidá’. Esta revelación se expresa específicamente en el cuello, por eso lloran uno en el cuello del otro.
Anexo: Pregunta sobre el cuello
More, podrías darnos una ampliación de la lección relativa al cuello de ser humano y su función de comunicación. Con relación Al Kotel y su función de comunicación con Hashem.
R.: El cuello es el concepto del intermediario que conecta dos extremos opuestos. La cabeza y el corazón, el cuello. la mente y las emociones el daat, la conciencia. Lo espiritual y lo material, los preceptos de la Torá. Dios y la Creación, Adam. La Voluntad Divina y los pueblos del Mundo, el pueblo de Israel. Dios y el pueblo de Israel, el líder o moshé de la generación. El principio y el final, el mashíaj y la redención.
Amen: ¿Entonces el Kotel es el intermediario que conecta al Ser Humano Con Hashem?
R.: El Kotel es el muro occidental que rodeaba al Templo, de ese lado está el lugar más sagrado el Kodesh Hakodashim donde entraba el Cohen Gadol en Iom Kipur para elevar todas las plegarias del pueblo y recibir la bendición del Creador. Hasta que se reconstruya no podemos entrar a ese lugar porque no podemos cumplir allí los preceptos como las ofrendas y demás. Lo que queda es esa pared que es llamada El Portal a los Cielos: Shaar Hashamaim. Por allí pasan las plegarias de todos los seres del mundo para elevarse al Creador y Él se deleita con esas palabras, que son el motivo por el cual Hashem creó durante los 7 días primeros y hasta hoy en día sigue haciendo que existamos a cada instante.
Cuando escucha nuestras plegarias y alabanzas, nuestros pedidos y súplicas, nuestras lágrimas y alegrías, nuestros agradecimientos y confesiones, todo eso que sale por nuestra boca y proviene del corazón, siempre el Creador escucha y responde.
Todavía Iosef Vive – Od Iosef Jai
Rab Itzjak Ginsburgh
Vaigash: Y se Acercó – Miércoles 3 de Tevet 5778 – 20-12-2017:
וַיַּגִּדוּ לוֹ לֵאמֹר עוֹד יוֹסֵף חַי… וַיֹּאמֶר יִשְׂרָאֵל רַב עוֹד יוֹסֵף בְּנִי חָי
Vaiaguidu lo lemor: od Iosef Jai… Vaiomer Israel rav Iosef bení jai
“Y le dirán [a Iaacov] así: ¡Iosef vive todavía!… E Israel dijo: ¡Es demasiado, todavía Iosef mi hijo vive!
Al comienzo de la parashá hay una expresión similar en las palabras de Iosef a sus hermanos:
הַעוֹד אָבִי חָי
¿Haod abi jai?
“¡Mi padre todavía vive!
¿Cuál es el significado de la palabra עוד, od, “todavía” que se repite una y otra vez? (nota del traductor: en español od tiene diferentes significados de acuerdo al contexto (como todo en la lengua sagrada), “todavía”, “más”, “otro”, entre otros.
En los salmos [146:2] está dicho: “Cantaré a Adonái con mi alma; entonaré alabanzas a mi Dios “con todo mi ser” [beodí, בְּעוֹדִי]” (y un verso similar [104:33] “Cantaré a Adonái con mi alma; entonaré alabanzas a mi Dios con [todo] mi ser.” El paralelo entre las partes del versículo nos enseña que está nuestra vida y además existe nuestro “od”, “más”. Explica el Alter Rebe, el primer Rebe de Jabad, que ese ‘od’ es el cuerpo, ya que od significa algo agregado y subordinado (por ejemplo, la frase de la guemará “como Iehudá y otros llaman”) y así implica que el cuerpo está subordinado al alma.
Entonces, las almas de Iaacov y Iosef están vivas y presentes, santas y puras, es algo simple y claro, están eternamente vivas. La novedad es que además su “otro” también existe, sus almas todavía brillan dentro de un cuerpo, están vivos físicamente. Con “Mi padre todavía está vivo”, Iosef está preguntando si Iaacov todavía está vivo dentro de su cuerpo. Y cuando Iaacov exclama “Od Iosef hai… Od Iosef bení jai”, “¡Iosef Aún Vive… todavía Iosef mi hijo vive!, a pesar de que se encuentra atrapado en Egipto, “lo más depravado de la tierra”, se refiere al alma pura de su hijo atestiguando que Iosef es un justo, un tzadik.
Od significa “agregado”, y esa es la ocupación de Iosef, la capacidad de agregar más y más, como dijo Rajel su madre al darlo a luz: “Dios me agregó [en hebreo iosef] otro hijo. Iosef corresponde al poder de la procreación, el atributo básico de engendrar más y más. De hecho, Iosef encarna el poder de procreación de Iaacov, como se insinúa en el versículo “Estas son las generaciones de Iaacov, Iosef”.
Vemos así que “od” representa el poder de aumentar y sumar, allí está la energía que une a Iaacov y Iosef y se transmite a todo el Pueblo de Israel, y por su intermedio a todas las naciones.
Setenta Almas
Rab Itzjak Ginsburgh
Vaigash: Y se Presentó – Jueves
וְאֵלֶּה שְׁמוֹת בְּנֵי יִשְׂרָאֵל הַבָּאִים מִצְרַיְמָה יַעֲקֹב וּבָנָיו… כָּל הַנֶּפֶשׁ לְבֵית יַעֲקֹב הַבָּאָה מִצְרַיְמָה שִׁבְעִים
“Veeile shemot bnei Israel habaim mitzraima Iaacov ubanav… col hanefesh libeit Iaacov habaá mitraima shibim”
“Y estos son los nombres de los hijos de Israel que vinieron a Egipto, Iaacov y sus hijos… todas las almas de la casa de Iaacov que llegaron a Egipto, setenta”.
Este es uno de los ejemplos de la conexión entre los números 1 y 70. Iaacov es uno y sus descendientes setenta. En realidad, no está claro si Iaacov está excluido de los setenta o si es uno de ellos. Los versículos mismos enumeran 69 nombres, por lo tanto algunos comentarios explican que el 70 es Iaacov.
La relación entre uno y setenta es el secreto de la conexión entre las letras alef y ain. Ambos tienen el mismo origen en la boca (letras guturales) y su pronunciación es muy similar. (Muchas personas no son capaces de pronunciar correctamente la ain y la pronuncian como una alef). La alef es la dimensión interna de la ain, la unidad que se oculta dentro de la multiplicidad.
Esta relación entre alef y ain es una regla básica en el idioma sagrado, el hebreo. Hay muchos ejemplos de esto, como en el verso, “Y Hashem Elokim hizo para Adám y su esposa vestidos de pieles, (‘or’, עור, escrito con ain) y los vistió,”. Dice el Midrash que en el rollo de la Torá de rabi Meir estaba escrito “prendas de luz”, (אור, ‘or’, con alef). (Esto, por supuesto es muy apropiado para Rabi Meir, cuyo nombre significa ‘ilumina’).
La piel es la capa externa que oculta la dimensión interior, mientras que la luz es la dimensión interior oculta. La palabra עִוֵּר, ‘ciego’, ‘iver’ también se escribe como ‘or’ con uns ain. Iver, ciego, es la dimensión exterior de ‘or’ con una alef, luz. Y la aspiración es que la dimensión externa no oculte la dimensión interior y que las ‘prendas de pieles’ sean ‘prendas de luz’.
El Encuentro
Rab Itzjak Ginsburgh
Vaigash: Y se Presentó – Viernes:
וְאֶת יְהוּדָה שָׁלַח לְפָנָיו אֶל יוֹסֵף לְהוֹרֹת לְפָנָיו גֹּשְׁנָה וַיָּבֹאוּ אַרְצָה גֹּשֶׁן. וַיֶּאְסֹר יוֹסֵף מֶרְכַּבְתּוֹ וַיַּעַל לִקְרַאת יִשְׂרָאֵל אָבִיו
“[Iaakov] envió a Iehudá delante de él para hacer preparaciones en Goshen. Entonces llegaron al distrito de Goshen. Iosef [personalmente] arreó su carro, y fue a recibir a Israel su padre en Goshen. Se presentó ante [su padre], y se echó sobre sus hombros, llorando sobre sus hombros durante un largo tiempo.”
La reunión de Iaacov y Iosef tuvo lugar en Goshen. Iehudá también está conectado a este encuentro, porque Iaacov lo envía “Goshena”, “a la tierra de Goshen” para preparar el terreno para el asentamiento de la familia, tal como dicen los sabios fundando ieshivot para el estudio de Torá. De esta manera aquí completamos el proceso que comenzó al principio de la parashá, “y Iehudá se presentó a él”, a Iosef. Aquí resalta la reunión de palabras similares: Vaigash, Goshena, Goshen, ויגש-גשנה-גשן, “Y se presentó, A Goshen, Goshen.”
Grandes maestros jasídicos dieron una alusión a las letras del juego del dreidel en Jánuca: ¡Sobre el dreidel está escrito (originalmente)! נ.ג.ה.ש, nun guimel hei shin, las letras de Goshena, y la guematria de Mashíaj! De hecho, גֹּשְׁנָה, “Goshena” marca en nuestros versos el encuentro doble y triple de Iaacov-Iosef-Iehudá. Iehudá aquí es el Mashíaj hijo de David, y Iosef es el Mashíaj hijo de Iosef, y cuando ambos se encuentran, llega la verdadera y completa redención.
IOSEF VIVE AÚN
En la porción de la Torá Vaigash que se lee durante el mes de Tevet, Iosef se revela a sus hermanos:
“Yo soy Iosef, ¿mi padre está vivo aún? (Génesis 45:3).
Iosef, el hermano que se pensaba asimilado entre los gentiles durante un periodo de 22 años desde la edad de 17 años, se revela ahora inesperadamente ante sus hermanos como un judío orgulloso, leal a las tradiciones de su padre, el patriarca Iacob.
Iosef simboliza la chispa que vive en el corazón de cada judío, incluso aquella que aparenta haberse asimilado a una cultura extraña y opuesta a las tradiciones de Israel. Aunque “duermo” en el exilio, “mi corazón está despierto” (El Cantar de los Cantares 5:2), esta es la chispa de Iosef. Pero “toda persona tiene su día”, llegará el tiempo en que la chispa de Iosef será revelada a todos para ver que: “Yo soy Iosef, ¿mi padre está vivo aún?”
Nuestra madre Rajel llamó a su primogénito Iosef, porque “Di-s añadirá (iosef en hebreo) para mi otro hijo” (Génesis 30:24). En los escritos jasídicos está explicado que la cualidad especial corporizada por Iosef es la habilidad de influenciar favorablemente a un judío, que se ha asociado con aquellos que están fuera del rebaño (y por lo tanto parece ser “otro”), para volver a ser un “hijo” de su Padre en los Cielos. Iosef es capaz de hacer esto de momento que su chispa ha ardido desde siempre en el corazón del que está distante y aparenta ser “otro”.
Por Providencia Divina, Iosef fue enviado a Egipto antes que sus hermanos para preparar el camino, o sea implantar en la tierra de Egipto el poder de supervivencia judío, que iba a volverse de suma importancia después del exilio en Egipto. El alma de Iosef está escondida en los recovecos de las almas de sus hermanos, los hijos de Israel, en el exilio, y los despierta a salir allí dándoles la clave para la redención: “por seguro Di-s los recordará” (Génesis 50:25).
Se afirma en el Zohar que la revelación de Iosef a sus hermanos alude a la revelación de Di-s al pueblo judío en el Monte Sinaí: “Yo soy el Señor tu Di-s que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud” (Exodo 20:2). El despertar para salir de Egipto, que es el secreto de la revelación de Iosef a sus hermanos, es realmente la manifestación de la esencia de Di-s en el pueblo judío. Cuando hay un despertar desde abajo (el deseo inicial del pueblo de ser redimido), es evocado desde Arriba un deseo complementario (desde Di-s para enviar a su pueblo). Estos dos son esencialmente uno y lo mismo: “Yo soy el Señor Tu Di-s”.
“Cantaré Alabanzas a Mi Di-s Mientras Yo Exista”
Cuando los hermanos regresaron a Canaan trajeron buenas noticias: “Iosef aún vive”. A su vez, Iacov declaró: “Es grandioso, Iosef mi hijo está vivo aún” (Génesis 45:28). Significativamente, en cada una de las tres fervorosas declaraciones – “Yo soy Iosef, ¿está mi padre vivo aún?”, “Iosef está vivo aún” y “Es grandioso, Iosef mi hijo está vivo aún“, resalta la palabra “aún”, en hebreo od.
Sobre el versículo de Salmos “(146:2): Alabaré a Di-s mientras viva, cantaré alabanzas a mi Di-s mientras aún viva” (en hebreo: beodi), explica en el Tania el primer rebe de Jabad, rabi Shneur Zalman de Liadi: “Cuando se afirma ‘Alabaré a Di-s [Havaiá] mientras viva, cantaré alabanzas a mi Di-s [Elokim] mientras aún viva’, se está indicando que la vida se trae aquí abajo desde el nombre de Di-s Havaiá y “od” [‘viva aún’] es el cuerpo – de secundaria importancia – que deriva del Nombre de Di-s Elokim“. Así vemos que od (“aún”) se refiere al cuerpo del judío que está subordinado su alma.
El alma Divina del judío es “verdaderamente parte de Di-s en el alto (Tania, Cap. 2). Por lo tanto no es sorprendente que el alma tenga existencia eterna. Sin embargo en cuanto al cuerpo del judío, aprendemos inesperadamente que en cualquier situación vive y prospera, incluso cuando desciende a Egipto “lo desnudo de la tierra”. Y esto es porque en su cuerpo hay una chispa esencial (además del alma pura que se encuentra en su interior) que le da vida y lo sostiene: esta no es otra que la chispa de Iosef, el secreto de “Di-s [Elokim] seguramente los recordará” (y en el secreto de: “…no soy yo, Di-s [Elokim] le dará una respuesta favorable al faraón” – [Génesis 41:16] – “Cantaré alabanzas a mi Di-s [Elokim] mientras aún yo exista (beodí, en mi cuerpo)”.
El Poder de Generación
La primera expresión de entusiasmo “¿Está mi padre vivo aún?”, cuando Iosef se hace conocer a sus hermanos, se refiere al cuerpo de Iacob, el último patriarca. A continuación, el entusiasmo se refiere al cuerpo de su hijo Iosef, quien también fue capaz de sobrevivir y prosperar: “Iosef vive aún”, “Es grandioso, Iosef, mi hijo, está vivo aún”.
De acuerdo con la cabalá, nuestro patriarca Iacob se compara a la sefirá de tiferet, “belleza”. En el esquema integral del Hombre Supremo, esta sefirá está asociada con “el cuerpo”, el torso de la figura Suprema (como también está discutido en la sección del Zohar “Introducción de Eliahu”).
Iosef “el Tzadik“, fundamento del mundo”, se compara a la sefirá de iesod “fundamento”, la “señal del pacto sagrado”, el sitio de la circuncisión (en las palabras de la introducción de Eliahu: “El final del cuerpo”). Encontramos así que tanto Iaacov como Iosef aluden al mismo cuerpo – la “parte principal del cuerpo” y “el final del cuerpo” (de acuerdo con el secreto de “el cuerpo y el sitio del pacto son considerados uno”).
Acerca del versículo “estas son las generaciones de Iaacov, Iosef” (Génesis 37:2), los escritos jasídicos explican que todas las generaciones de Iaacov nacieron via el poder de Iosef, incluyendo aquellos que nacieron antes que él y también las generaciones que nacieron desde entonces y hasta el final del tiempo.
El od viviente de Iosef se refiere al “miembro viviente” en el que está investido el poder de generación (que es el poder del Uno Infinito), en forma tanto material como espiritual, como explica el Baal Shem Tov. Esto refleja la vitalidad esencial de los cuerpos judíos: que cada forma es capaz de generar infinitas formas.
El versículo que cierra la parasha vaigash es: ” E Israel habitó en la tierra de Egipto en la sección de Goyen, y tomaron posesión de ella y crecieron y se multiplicaron sobremanera” (Génesis 47:27). El poder de ser fructífero y multiplicarse (en forma extraordinaria, más allá de toda medida y limitación) es el poder especial de Iosef, cuyo nombre viene de la palabra hebrea “adición” (tosefet, como en el dicho “el incremento de Di-s [tosefet] excede en gran medida la esencia”) – “Di-s me proveerá con un hijo adicional”. En las palabras del primer Rebe de Jabad: “Cada judío debe hacer otro judío”.
Dicen nuestros sabios que el mes de tevet es “el mes donde un cuerpo disfruta de otro”. En este mes, un od recibe placer de otro od: “Está mi padre vivo aún” de “Iosef vive aún”, el padre (“cuerpo, torso”) del hijo (“el final del cuerpo”), y el hijo del padre. Esto es facultar para la generación de una numerosa progenie judía – la Morada para Di-s – hasta que “todas las almas en el cuerpo serán completadas” en cuyo momento aparecerá el redentor.
El aniversario del fallecimiento del primer Rebe de Jabad, Rabi Shneur Zalman de Liadi, conocido como el Alter Rebe, autor del Tania y del Shuljan Aruj, es celebrado el 24 de tevet. El solía decir que en el mundo por venir “el alma será nutrida por el cuerpo”. Habrá una inversión de la naturaleza: lo esencial (el alma) se tornará circunstancial mientras que lo que era circunstancial (el cuerpo) se volverá esencial. Este es el verdadero secreto de “Iosef aún vive”: el od de Iosef (que está en cada judío) vivirá eternamente, mientras que el alma (el aspecto de “Alabaré a Di-s mientras viva”) recibirá su principal vitalidad del cuerpo que vivirá por siempre.
VIDEOS
Videos Rabino Itzjak Guinsburgh
“MI PADRE AUN VIVE”
“NO HACER SUFRIR AL PADRE”
4 de TEVET 5772 – Kfar Jabad – ISRAEL – 30 DE DICIEMBRE 2011
https://www.youtube.com/watch?v=X7l6aY7fjN8
En la parashat Vaigash, Iosef el justo se confiesa a sus hermanos. Está escrito así: “Bereshit 45:3”.
ויאמר יוסף אל אחיו, אני יוסף, העוד אבי חי? ולא יכלו אחיו לענות אותו כי נבהלו מפניו”.
“Vaiomer Iosef el ejav: ‘Ani Iosef, hod abí jai?’ Velo iajlú ejav laanot otó kinivalú mipanaiv”
“Y dijo Iosef a sus hermanos: ‘Yo soy Iosef, ¿mi padre vive aun?’ Y no pudieron sus hermanos contestarle, porque se asustaron frente a él”.
Sobre este verso dijeron los sabios: “’Y no pudieron…’. Rabí Eleazar cuando llegaba a este verso lloraba”. Estallaba en llanto al leer este verso. “Dijo: ‘Y si por el reproche de un hombre de carne y hueso, como está escrito “Y no pudieron sus hermanos contestarle, porque se asustaron frente a él”, ¡por el reproche de El Santo Bendito Es, cuánto más!
Si aquí, frente a un hombre de carne y hueso, cuando Iosef reprende a sus hermanos, no pudieron permanecer frente suyo porque se asustaron, ¿qué será el día del Gran Juicio, cuando El Santo bendito Es nos amoneste por lo que hicimos en este mundo?! ¿Cuánto más? Justamente por eso al llegar a este verso lloraba.
Hay un Midrash igual pero con otro estilo, con un lenguaje diferente. Está escrito así: “Pobre de nosotros el Día del Juicio, pobre de nosotros el día de la amonestación. Iosef era el más pequeño de entre las tribus, y no pudieron soportar su reprimenda, como está escrito: ‘Y no pudieron sus hermanos contestarle, porque se asustaron frente suyo’. Y cuando venga El Santo bendito Es, y amoneste a cada uno, cuánto más todavía.”
Preguntan los comentaristas ¿Exactamente dónde hay aquí una amonestación? Sólo veo que Iosef se revela y pregunta si “mi padre vive aun”. ¿Dónde los está amonestando? Porque está claro que los sabios ven aquí una amonestación, como la amonestación del Santo bendito Es, que nos amonestará al final de los días, en el mundo por venir. ¿Dónde está escrito que los amonestó?
Explican los comentaristas que las tres palabras od abí jai, “mi padre aun vive”, aparentemente son completamente innecesarias, porque le acaban de decir, como estudiamos la semana anterior, que “Paz a tu siervo nuestro padre, todavía vive”. Que todavía vive. Entonces ¿Qué es esta pregunta simple? ¿Acaso no sabe que vive?! Por eso los comentaristas dicen que esta pregunta es retórica: con todo el pesar que le ocasionaron a nuestro padre con la venta, es sorprendente que todavía viva. ¿Cómo es posible que papá todavía viva, después de todo el sufrimiento que se infringió aquí?! Entonces, verdaderamente no hay un reproche más grande que este.
Y entonces, frente a la reprimenda de Iosef, el más pequeño entre todas las tribus, no pudieron enfrentarlo porque por el susto que les produjo, cuánto más cuando El Todopoderoso nos reprocha.
Ahora, ante todo, lo primero que se puede aprender inmediatamente de esta analogía, entre el reproche de Iosef y el de El Santo Bendito Sea, es que parece como que Hashem también nos pregunta algo parecido “¿mi padre todavía vive?”. ¿Cómo puede ser que el Todopoderoso nos diga “mi padre todavía vive”? El Todopoderoso tiene varios apelativos, como es sabido entre nosotros. Dios es nuestro rey, es también nuestro amado, como en El Cantar de los Cantares, y también nuestro padre, אבינו מלכנו , Avinu Malkeinu, “Nuestro Padre, nuestro Rey”.
Entonces aparentemente surge de esto que lo principal del reproche, es que El Santo bendito Es nos está diciendo: “¿cómo ocasionaron semejante pesar a nuestro padre?” A tu Padre en el Cielo.
Entonces aquí todo tiene conexión, toda esta historia entre Iosef y sus hermanos, regresa al tema del honor del padre. Como también lo que estudiamos hace varias semanas, y lo veremos también la próxima semana, el pecado de Reubén, que en realidad no es un pecado, “quien dice que pecó se equivoca”, pero, de todas maneras, hay algo allí que mancilla el honor del padre. He aquí, Iaacov es el “elegido entre los patriarcas”, padre de 12 tribus, todos son queridos; todos son puros, valientes, sagrados, “su lecho es completo”. Y sin embargo vemos que Reubén hiere el honor del padre, y además todos lo hacen, porque vendieron a Iosef. ¿Qué es esto? ¿Hay alguna herida más grande que esta? “Acaso mi padre vive aun”. ¡Qué sufrimiento le dieron a papá!
Entonces hay que tomar conciencia de esto, que el reproche, y hasta el llanto, como Rabí Eleazar, que llora cuando llega a este verso, es el reproche de “Acaso mi padre todavía vive”. ¿Cómo vemos que hay una conexión, en forma de alusión, entre “Yo soy Iosef” y “Acaso mi padre vive aun”?
En אני יוסף , “ani Iosef”, “Yo soy Iosef”, hay 7 letras, de guematria 217, número que es divisible por 7. Entonces, el promedio de cada letra de Yo soy Iosef es 217/7 = 31,אבי חי , “abi jai”, “mi padre vive”!
Es decir, que en verdad Iosef dice que “mi padre vive”. Como así también, vimos en la parashá anterior que de manera sutil hiere el honor de su padre, que no rechaza que le digan “nuestro padre es tu siervo”. Y ellos hirieron, y en especial Reubén. Todos mancillan al padre. Pero de todas maneras, “mi padre vive” es “yo soy Iosef”, no es ni más ni menos que “mi padre vive”. Si “mi padre vive”, 7 veces, entonces “Yo soy Iosef, y si por desgracia no, entonces parece que yo no soy Iosef.
Así se confiesa a sus hermanos, “Yo soy Iosef, ¿acaso mi padre vive aun?”.
Entonces, nuevamente, hay que tomar de esto la enseñanza moral, que el padre, nuestro Padre en el Cielo, es todo. Y lo principal es que en relación al Pueblo de Israel, y por su lado también los pueblos del mundo, Hashem es el Rey, el Rey de toda la Tierra, pero lo principal del punto del judío es que el Todopoderoso es nuestro padre, como Iaakov nuestro patriarca. Y hay que saber que todos nosotros dañamos el honor del Padre. Pero cuanto más lo sintamos en nuestro corazón, y mientras lloremos un poco cuando lleguemos a este verso de Iosef, “yo soy Iosef, mi padre vive aun”, entonces parece que haremos cierta rectificación.
Es sabido que “yo Iosef” es como “Anoji Havaiá Elokeja”, “Yo soy Havaiá tu Dios”. Y la confesión de Iosef a sus hermanos es como la revelación de la Entrega de la Torá, que “Yo Soy El que Soy”. Y es también, precisamente nuestro Padre en el Cielo. Él dice “Yo soy Havaiá tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos.”
Esta es la parábola del padre, que con todo su honor, él mismo desciende para sacar a su hijo del barro, de la suciedad, de los excrementos, lo lava, para llevarlo adentro, cuarto tras cuarto. Esta es la relación del padre a su hijo, y después se verá lo que el hijo le da en retribución a su padre.
Entonces, de todas maneras, hay que finalizar con algo alegre. Parece que cuando venga Mashíaj ben Iosef y después Mashíaj ben David, se va a rectificar este tema de “acaso mi padre vive aun”, y será como dijimos, “sólo “mi Padre vive”. El Creador recibirá gran satisfacción de nosotros. Este es el sentimiento jasídico, darle satisfacción al Rebe, darle satisfacción al Padre. Y entonces ya no habrá ningún pesar para el Padre, sólo satisfacción y bien.
ENFERMA DE AMOR
“YO DUERMO Y MI CORAZÓN ESTA DESPIERTO”
7 de TEVET 5773 – Kfar Jabad – ISRAEL – 20 DE DICIEMBRE 2012
https://www.youtube.com/watch?v=vTBxhy0VOL0
Partzuf de “Y se le presentó Iehudá” – Desde Keter hasta Biná
Ahora tenemos que completar el Partzuf. Cómo explicamos el secreto de Iosef y Iehudá.
Dijimos que en toda sefirá se encuentran los aspectos de Iehudá y Iosef. Está el rey inferior y el rey superior.
Keter: Iosef – Taanug – el Placer; Iehudá – Cabalat Ol – Aceptar el Yugo Divino (Ratzón – Voluntad)
Ya hablamos de Keter. Es sabido que el interior de Keter es el Placer y el exterior es la Voluntad. Los dos partzufim-perfiles son Atik Iomín y Arij Anpín. Iosef es el interior de la Corona, el placer Divino en el Servicio a Dios. Está escrito que el elemento básico del placer de Keter es el Ain, “la Nada” llamada “reisha de Ain”, la cabeza de la Nada”. El hombre es nada, pero así como es nada tiene la revelación del iesh, el “ser” verdadero, y esto también lo siente su cuerpo.
Se cuenta de uno de los grandes tzadikim, Rabi Najum de Tchernobil autor de la obra Meor Einaim, que su cuerpo realmente engordaba por el placer Divino que sentía al contestar el kadish “Amen, iheé Shmé raba”, “Amen, sea Su gran Nombre”. No tenía nada qué comer y era muy pobre, pero era obeso. ¿Cómo podía engordar sin comer? Engordaba también corporalmente, por el “Amen, sea Su gran Nombre”. Es decir, el placer Divino por un lado es la nada, pero por otro lado el placer del cuerpo supremo, el Ser Supremo, se refleja también en el cuerpo de abajo en el mes de Tevet.
Todo esto se refiere al aspecto de Iosef en Keter. ¿Quién es Iehudá en Keter? Keter es el servicio realizado por encima de todo motivo y comprensión. Allí está Iosef, el placer Divino por encima del raciocinio. Y también Iehudá, como explicamos antes Iehudá es recibir el yugo Divino por encima de todo motivo y comprensión. ¿Qué es superior, aceptar el yugo o el placer Divino? Esto es por cierto un tema muy profundo en Jasidut, en Jabad, porque cada uno tiene su virtud.
Voluntad-Ratzón, como “Correr hacia Dios” y Voluntad como recibir el Yugo en esencia
Respecto a la voluntad, en esta palabra “ratzón”, רצון , hay una connotación de tremendo ratzó, “correr” hacia Dios, yo quiero a Dios, también un movimiento de abajo hacia arriba, como explicamos que Iehudá implica un movimiento ascendente. Y por otro lado está esa otra voluntad que es todo cabalat ol, aceptación del yugo del reino del Cielo. Un ratzó que no significa una emoción tremenda, sino el deseo del siervo simple de hacer siempre la voluntad de su amo sin pensar en otra cosa. Es decir, no se trata de la voluntad de pasión emocional de anularse e incluirse en Dios, sino simplemente el deseo del siervo verdadero que no tiene nada en la vida más que su amo, sólo cumplir la voluntad de su amo.
Esto es por supuesto algo que está por encima del entendimiento, algo típicamente judío. Así lo expresa el dicho jasídico: “el judío es en esencia un aceptador del yugo”. La esencia es el Keter, la corona, lo que está por encima de todo motivo y comprensión, y la esencia del judío es recibir el yugo del Cielo, no la voluntad de correr hacia, sino simplemente el deseo de ser uno con Dios haciendo Su voluntad. Su propia voluntad es la Voluntad de Dios, y se anula a la voluntad de Dios en todo, de todo y todo.
Una parada en la estación de “recibir el yugo” antes de llegar al “placer Divino”
Nuevamente, uno se puede preguntar ¿qué es superior, quien por esencia es “recibir el yugo del reino del Cielo” más allá de la lógica, que es Iehudá, o el “placer Divino”, (Iosef)? Por supuesto tiene que haber luz, y la luz es taanug, placer. Recibir el yugo del Cielo es el cli, “el recipiente”, y está escrito que su raíz está por encima de la luz, en la Fe Simple, Radl”a, “la cabeza incognoscible”, el placer del mundo por venir como ya explicamos, “todavía David se engrandecerá”, y “la mujer virtuosa es la corona de su marido”. Entonces, en Keter la regla general es que Iehudá implica recibir el yugo del reino del Cielo.
“Y se le presentó Iehudá”, recibir el yugo del reino del Cielo se acerca a suplicar, “Por favor mi señor, dirá tu siervo palabras a los oídos de mi señor”, al placer Divino. El placer Divino hace el bien en la práctica, aquí es rey, todo sale de su boca.
La Raíz del Esclavo en Arij, “El esclavo del rey, es rey”
¿Cómo vemos aquí que Iehudá es recibir el yugo del reino del cielo? Está escrito en todos los libros que Iehudá resalta constantemente que es un esclavo, a lo largo de todo este diálogo. También en el primer verso “Por favor mi señor, hablará tu siervo palabras a los oídos de mi señor, y no te enojes con tu siervo, porque eres como el Faraón.” Varias otras veces se presenta luego como “abadeja”, “tu siervo”, y en verdad le pide ser esclavo en vez de Biniamín. Soy un mejor siervo para todo servicio, para todo uso, soy mejor que Biniamín. Así le dice a Iosef. El espíritu aquí es que Iehudá es el esclavo, el siervo fiel, el siervo simple. La raíz del esclavo está en Keter, a tal punto que “el esclavo del rey es rey”, Arij (la voluntad, el exterior de Keter), significando el rey. Allí está el rey, y allí también está el siervo que es en sí mismo un rey. Pero, nuevamente, el que manda, el que reparte, suministra y tiene la influencia y la luz es Iosef.
Iosef: “amor con placeres”; Iehudá: “enferma de amor”
Tomando esta idea y la extendemos, está escrito que el placer de Iosef es como está dicho en El Cantar de los Cantares “que bello y que agradable el amor con placeres”. Y respecto a Iehudá, dijimos que es alguien en permanente peligro, y a veces se pone a sí mismo en peligro, y en el momento del peligro tiene problemas, sufre.
En cambio Iosef, incluso estando en la cárcel, se divierte en medio de las limitaciones de Egipto, siente placer. Encerrado en la cárcel, en el pozo, con las serpientes y los escorpiones, dentro de la prisión, Hashem lo hace triunfar en todo lugar. “Y le mostro bondad”, en donde se encuentre Dios muestra bondad, le hace bien. Por más que se halle en problemas vemos que, por naturaleza, se deleita y es mimado. Quien es consentido, si no lo quiebran, si resiste la prueba tal como Iosef, sigue divirtiéndose y sintiéndose mimado.
En cambio Iehudá no es un niño consentido, para nada. Es alguien que atraviesa todo tipo de conflictos en la vida, dificultades y situaciones de crisis, que le causan sufrimiento. ¿Acaso Iehudá no quiere el placer Divino? No lo tiene pero lo desea. ¿Cómo se lo llama a Iehudá en el Cantar de los Cantares? Es un tema por sí mismo en Jasidut, de acuerdo al Admur Haemtzaí de Jabad en su obra “Derej Jaim”, también un verso del Cantar de los Cantares, se lo denomina “soy una enferma de amor”. A Iosef se lo llama “que bella y qué agradable, el amor con placeres”, pero Iehuda es llamado “porque soy una enferma de amor”.
El Admut Haemtzaí, el segundo Rebe de Jabad, Rabi Dovber, explica que estos dos niveles provienen del mismo lugar, del Keter por encima de la comprensión. Iehudá pertenece al amor con placeres, salvo que no lo posee. ¿Cómo se expresa esto? Está enfermo, “enferma de amor”. El enfermo es uno de los cuatro que tienen que agradecer al curarse, pero permanece “enferma de amor”.
Iosef: un judío en la redención. Iehudá: un judío en el exilio
¿Cómo explica además el Admur Haemtzaí “qué bello y qué agradable el amor con placeres” frente a “porque soy una enferma de amor”? Es el judío en el tiempo de la redención frente al judío en el tiempo del exilio. Iosef delinea al judío en la época del Templo, en la época de la redención, y por eso siente placer “amor en los placeres”. Iehudá, por el contrario, es el pueblo de Israel en el exilio.
¿Dónde hay más mesirut nefesh, entrega de la vida, más esencia? Esto es también una de las grandes novedades del Jasidut, hay más esencialidad en el tiempo del exilio. Y así interpreta el Baal Shem Tov el verso [ver Salmo 63] “así (anhelo) verte en el santuario”. Ojalá que cuando vuelva al santuario tenga los mismos anhelos que tuve en el tiempo del exilio, cuando estuve en “una tierra sedienta y cansada sin agua”. Hay algo en “mi alma está sedienta de Ti, mi carne te anhela, en una tierra sedienta y cansada sin agua”, que cuanto más retornemos a Tzión con canto, cuanto más santuario tengamos, más decimos que ojalá en el Templo Sagrado te anhele como en el desierto.
Entonces, “y se le presentó Iehudá” es cuando el exilio se aproxima a la redención. Ambos tienen su raíz en el Keter. La raíz de la redención en Keter es el placer, el amor con placeres, y la raíz del exilio en Keter es “porque soy una enferma de amor”. De todas maneras, de acuerdo a esta explicación se puede entender que este verso nos está hablando verdaderamente a nosotros en estos días. Que el exilio se acerca para unirse a la redención. “Y se le presentó Iehudá” se produce en la época de los talones de los talones del Mashíaj, ahora mismo.
Iehuda duerme y Iosef está despierto
Ahora, de aquí surge algo más, muy profundo escrito en Jasidut, respecto a “Y se le presentó Iehudá”. ¿Quién es Iehudá y quién es Iosef? Todo esto es en Keter. Sobre el exilio está escrito: “Yo duermo y mi corazón está despierto.” Yo duermo en el exilio. Es decir que si Iehudá simboliza al judío en el exilio, al judío con su entrega de la vida, con su aceptación del yugo del reino celestial, y sin tener provecho de los preceptos, sólo la aceptación del yugo de los preceptos, si esto es Iehudá, está escrito que si Iehudá está en el exilio significa que duerme “Yo duermo en el exilio, y mi corazón está despierto”. De todas maneras, “mi corazón está despierto” es como aquel que duerme, pero tiene un sueño muy vívido, pero al fin de cuentas duerme.
Por el contrario, Iosef está despierto, como nuestro canto “Titorer, titorer”, “Despierta, despierta”. “Estábamos como soñando” en el exilio, de acuerdo a una interpretación. Así está escrito literalmente en Jasidut, que Iosef es el judío despierto en la redención y en cambio Iehudá es el judío que duerme en el exilio (con “mi corazón despierto” por dentro, pero en definitiva está dormido). ¿Por qué queremos justamente esta parábola, de acuerdo al verso “yo duermo y mi corazón está despierto” del Cantar de los Cantares? Iosef está despierto, quien es el placer verdadero está despierto, y quien hace las cosas por aceptación del yugo del reinado celestial, duerme.
Lo explican así: se dice que la persona despierta capta todos los detalles de la realidad, todo lo que experimenta a su alrededor, como algo unificado, como un bloque entero. Como cuando el cuerpo está en acción lo sentimos como un bloque, y no sentimos los miembros por separado. Es algo muy interesante, la definición de despierto es que todo el mundo alrededor es algo unificado.
Un mundo unificado o un mundo dividido
¿Qué es el sueño? La persona que duerme experimenta cada fenómeno del mundo como algo separado. No es algo sencillo de entender. Nuevamente, para la persona dormida los fenómenos que vivencia están separados entre sí. Es decir, vive en una realidad plural. En cambio, la persona despierta se la define como alguien que vive en una realidad de la unión, la unificación. ¿Qué quiere decir? Si la persona siente diferencia y separación en la realidad, en el mundo en que vive, es una señal de que estás dormido.
No siempre la persona sabe si está despierta o dormida. Aquí, de acuerdo a estas enseñanzas del Jasidut, hay una señal muy clara. Si para ti todo el mundo es uno, significa que está despierto. Si para ti hay toda clase de fenómenos diferentes, contrapuestos entre sí, vives en un mundo lleno de contradicciones, es una señal de que tú duermes. Esta es el estado del sueño. Iehuda vive en un estado de sueño y Iosef vive en estado de vigilia. El sueño es el estado de exilio y la vigilia es la situación de redención. Iehuda vive en un estado de exilio, dentro del sueño hay fenómenos extraños y contradictorios.
Está escrito que en el sueño coexisten cosas opuestas, contradictorias, todo el tiempo. Y allí Iehudá tiene una aceptación llana del yugo del reino celestial, y allí los preceptos que realiza “no le dan placer”. Pero Iosef es alguien completamente diferente, él ve las mismas cosas, en esencia ven el mismo mundo, lleno de niveles diferentes, sólo que Iosef está en Keter, en verdadera “equivalencia”, (שוה , shavé, letras finales de ויגש אליו יהודה , vaigash elav Iehudá, “y se le presentó Iehudá”), porque “puse [shiviti] siempre a Hashem frente a mí” de verdad, y por eso todo lo que ve, todo lo que sucede, es una sóla foto que refleja a Dios, el Amo del Mundo, con simpleza. Por eso sucede que “La Divinidad es la existencia y los Mundos son la novedad”, como lo expresa Jasidut.
Para Iehudá es exactamente lo contrario, vive en un sueño donde “los Mundos son los que existen”, los mundos son cosas diferentes, personas diferentes, opiniones diferentes, cada uno es diferente al otro. Eso es lo lógico para Iehudá, para él esto es lo normal. Si alguna vez surge un relámpago, un rayo de Divinidad, a eso se lo llama “Lo Divino es la novedad”, pero los “mundos es lo normal”. La raíz de ambos, tanto del despierto como del dormido está en Keter.
Dormir es algo Antiguo
Dormido, יָשֵן , ioshén, también con el significado de יָשָן , iashán, “antiguo”. ¿Cómo se traduce iashán al arameo? עתיקא , atika, allí está su raíz. La raíz de las dos situaciones es Keter, tanto del ajdut, “la unión”, como del ribui, “la pluralidad”. Tiene que haber pluralidad, porque la pluralidad es la integridad, la plenitud de Dios, Dios es שלמותא דכולא , shlemuta decula, la “integridad de todo”. Hay una pluralidad infinita, “מה רבו מעשיך הוי'” , “má rabú maaseja Havaiá”, “cuán múltiples son Tus actos, Dios”. Y junto con la pluralidad, justamente después de haberse revelado esa multiplicidad en la realidad, Hashem permanece “Uno, Único y Exclusivo”, אחד יחיד ומיוחד , Ejad, Iajid uMeiujad.
La revelación de la integridad de Dios es la revelación de la pluralidad. ¿Pero cuál es la diferencia entre Iosef y Iehudá? La complesión de Dios está en Atik, el interior de Keter, y allí está la raíz de la pluralidad de la realidad, salvo que Iehudá por el momento capta esto como que cada parte se opone a la otra, cada uno está en contra del otro y separado del otro. Y Iosef ve la integridad tal como es, que existe toda esta multiplicidad, y Hashem es Uno, Unico y Exclusivo, a uno lo llaman despierto y al otro lo llaman dormido. Ahora que cada uno decida si está despierto o dormido…
El sufrimiento del iehudí es el estado de sueño
De todas maneras, hasta aquí “Y se le presentó Iehudá” en Keter. De acuerdo a esta meditación, para Iehudá hay sufrimiento y aflicción porque justamente la plenitud de Dios lo confunde, porque la plenitud de Dios es la pluralidad, pero percibe las cosas como separadas de Dios, ese es el sufrimiento que tiene en su vida, el sufrimiento es dormir.
¿Cúal es el mensaje? Si el judío sufre, está durmiendo. El judío no necesita sufrimiento para nada, y no hay sufrimiento cuando estás despierto. Cuando estás despierto está todo bien, salvo cuando duermes hay sufrimiento. Por eso “y se le presentó Iehudá”, el sufrimiento de la multiplicidad, que en esencia es la revelación de la integridad de Dios, que te produce sufrimiento cuando estás dormido. Quiere dejar de sufrir (porque “mi corazón está despierto, se acerca a Iosef el tzadik, al despierto, porque también se quiere despertar. “Titorer, Titorer”.
Hasta aquí Keter de Iehudá y Iosef.
SALUD, SUSTENTO Y SATISFACCIÓN DE LOS HIJOS
En la Torá hay dos porciones que está juntas, sin espacio entre ellas en el Rollo de la Torá, Vaigash y Vaiejí, “Y se acercó” y “Y vivió”, a tal punto que hay comentaristas de la Torá que sostienen que son en realidad una sola parashá.
¿Cuánto suman vaigash más vaiejí, ויגש ויחי? Suman Goshen, גשן, 353. La concentración de la palabra goshen está en la parashá Vaigash, relacionado con goshen.
Cuando Dios nos sacó de la Tierra de Goshen en Egipto, nosotros fuimos como dice el verso [Salmos 80:9] “una vid [guefen, גפן] que sacaste de Egipto”, presentando dos palabras similares en el mismo contexto, guefen y goshen.
¿Cómo se interpreta al estilo de dichos jasídicos, en idish, la bendición “…boré pri hagafen”, “…creó el fruto de la vid [guefen]”? Se explica que guefen, גפן, es las iniciales de “געזונט, פרנסה, נחת”, “guezunt, parnose, najas”, salud, sustento y satisfacción, satisfacción de los hijos.
¿Qué puede ser goshen de acuerdo con esto? Salud y satisfacción queda igual y en vez de la pei sustento, parnose, la shin de shalom, שלום. Que tengas salud, paz y satisfacción.
¿Qué aprendimos de aquí? Aprendimos que la paz en lugar del sustento. Es decir que lasegulá verdadera para el buen sustento, tanto material como espiritual es la paz. ¿Dónde comienza? En la casa, la paz en el hogar.
También es el principio de la parashat Shemot, “El hombre y su hogar vinieron”. La esencia del pueblo de Israel está construida sobre la base de que haya paz y armonía en el hogar. Entonces hay sustento y el sustento une también la salud y la satisfacción de los hijos que nacen dentro de la paz.
Que Hashem nos de buena salud, sustento y satisfacción, y también salud, paz y satisfacción y viene a Tzión el redentor.
VAIGASH – Y SE LE PRESENTÓ 5777
Iosef se oculta en Iehudá
La primera palabra de la parashá de la semana, Vaigash, significa que Iehudá fue al encuentro, a unirse con Iosef.
Si observamos las letras que completan el nombre de cada una de las cuatro letras de la palabra vaigash, ויגש, la vav se completa con otra vav, de valor 6; la iud con una vav y una dalet, que suman 10, iud también; la guimel se completa con iud, mem y lamed, que suman 80, como la letra pei; y finalmente la sin se completa con iud y nun que suman 60, samej.
Vemos entonces que en realidad el relleno de las letras, la parte oculta de la palabra vaigash, es vav iud pei samej, que es una permutación de Iosef, יוסף, que es el objetivo de la acción de “se presentó”, Vaigash.
Este es un fenómeno muy bello en sí, pero si tratamos de entender más, podemos entender que según la sabiduría de la permutación de las letras, la palabra Iosef es la décima permutación de esas letras, que corresponde al décimo mes del año, Tevet, el mes en que leemos en la Torá la parashá Vaigash.
VIDEOS GAL EINAI
Año 5783
Malos de Iaacov
Tema 1
El Arizal y los 130 Años Malos de Iaacov
¿Por qué [Jacob] llamó [los días de su vida] “pocos y malos”?
Tema 2
La historia de Iosef y sus hermanos alcanza su clímax en la porción de la Torá de Vaigash.
Tema 3
Intentaremos trazar líneas paralelas entre la actividad fisiológica del sistema nervioso autónomo, y los diferentes estados de despertar y estancamiento en el alma humana y en el servicio a Hashem.
Parálisis en Caliente, Huir o Luchar
El Sistema Nervioso Autónomo a Servicio de Hashem
de la clase de parashá Vaigash (tema 3)
En las siguientes líneas intentaremos trazar líneas paralelas entre la actividad fisiológica del sistema nervioso autónomo, y los diferentes estados de despertar y estancamiento en el alma humana y en la obra de Dios. Y especialmente sobre los engañosos estados intermedios de estasis llenos de actividad interna en el cuerpo y el alma y en la obra del Creador. Las cosas están escritas con el propósito de observar el tema y aún no han pasado por la Torá o la revisión científica.
En el aprendizaje de cómo hacer frente a una emergencia, un tema básico y el mecanismo de luchar o escapar. El mecanismo es el resultado de la activación del sistema simpático en el sistema nervioso autónomo, que en realidad es una especie de sistema de respuesta de emergencia que gestiona la toma de decisiones en momentos de angustia.
UNIVERSIDAD DE LA TORÁ
BIOLOGÍA, PSICOLOGÍA Y TORÁ
https://new.galeinai.org/universidad-de-la-tora/ciencia/paralisis-en-caliente-huir-o-luchar/
PARÁLISIS EN CALIENTE
EL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO Y EL SERVICIO A DIOS.
En las siguientes líneas intentaremos trazar líneas paralelas entre la actividad fisiológica del sistema nervioso autónomo, y los diferentes estados de despertar y estancamiento en el alma humana y en el servicio a Dios. Y especialmente sobre los engañosos estados intermedios de estasis llenos de actividad interior en el cuerpo y el alma y en el servicio al Creador. Estas cosas están escritas con el propósito de observar el tema y aún no han pasado por la Torá o la revisión científica.
En el estudio y aprendizaje de cómo hacer frente a una emergencia, un tema básico es el FFF (fight, flight, freeze, luchar, huir, congelar (el mecanismo de luchar o huir. El mecanismo es el resultado de la activación del sistema simpático en el sistema nervioso autónomo, que en realidad es una especie de sistema de respuesta de emergencia que gestiona la toma de decisiones en momentos de angustia o estrés.
Para comprender mejor el mecanismo FFF primero expliquemos el sistema nervioso autónomo: el sistema nervioso autónomo (SNA) es responsable de la regulación fisiológica de la actividad de los órganos internos incluido el sistema respiratorio, el sistema digestivo y el sistema cardiovascular (el sistema cardiovascular). Se compone de dos subsistemas que operan constantemente a través de la retroalimentación repetida de la influencia del entorno con el fin de mantener un equilibrio de los procesos físicos y mentales.
Uno es el sistema nervioso simpático (SNS) que tiene un papel estimulante y es responsable de movilizar los recursos del cuerpo en la respuesta de “lucha o huida” a situaciones estresantes. El segundo es el sistema nervioso parasimpático (SNP), que tiene un papel inhibidor y es responsable de la relajación y la disminución de la excitación.
Como ejemplo a la hora de comer el sistema dominante es el sistema nervioso parasimpático que dedica sus recursos a la actividad tranquila del sistema digestivo. Pero tan pronto como el cuerpo detecta una situación estresante el sistema simpático tomará el relevo deteniendo la actividad digestiva a favor de una actividad acelerada del corazón y otros sistemas. Esta es la respuesta fisiológica del sistema autónomo. La reacción externa del sistema simpático se mueve en el eje entre luchar ‘furiosamente’ contra la amenaza, o huir.
Hay una tercera situación que es la parálisis o el estancamiento que en realidad es una situación intermedia. Por ejemplo, un piloto de caza atacado tiene que tomar una decisión en una fracción de segundo entre abandonar el avión por el asiento eyectable (escape) o seguir luchando contra la amenaza (lucha), porque está en juego un avión que vale una gran suma de dinero y por supuesto su propia vida. La reacción natural es la parálisis o estancamiento que resulta de la incapacidad de decidir entre luchar o huir. Es por eso que un piloto pasa por muchos entrenamientos destinados a prepararlo para tomar decisiones fatídicas en cuestión de segundos y bajo presión.
LA LUCHA, ESCAPE Y CONGELAMIENTO EN EL SERVICIO DE DIOS
Incluso en la observancia de la Torá y las Mitzvot hay situaciones en que se pueden hacer por costumbre o sin tener un despertar interior, hay situaciones de estancamiento real y también hay situaciones de ‘lucha’. Solo que no se trata de una guerra ofensiva contra una amenaza sino de una atracción interna hacia algo superior que también se percibe muy bien en el sistema fisiológico del cuerpo. Aunque esta situación no es accesible con el ‘clic de un botón’ para la persona promedio, ciertamente existe. Un judío llega a sentir un momento único y especial durante un encuentro personal de ‘iejidut’ con el Rebe, otra persona sentirá un sentimiento único rezando con gran despertar durante la oración de neilá, el cierre de Iom Kipur ‘una vez al año’, y hay quienes sentirán esto cuando se circuncidan o cuando se coloquen los primeros tefilín: el caso es que hay momentos en que la persona se activa fisiológicamente por el sistema simpático, aunque no es en una emergencia sino en momentos de hitpaalut y avodá pnimi, trascendencia y trabajo interior.
De hecho, el mecanismo de lucha y huida existe en un animal de manera instintiva como en un ser humano, pero en un ser humano el equilibrio entre el cuerpo y la mente es más rico y requiere una expansión interna correspondiente. Si es así, ¿cuál es el mecanismo que puede describir lo que pasa por la mente durante la excitación del despertar en el servicio a Dios?
En el libro del Tania se explica acerca de las ‘alas’ del alma Divina, que son el amor por un lado y el temor por el otro. Sin ellas es imposible ‘volar’ hacia arriba y el servicio a Dios queda atrapado abajo. Es decir, así como el pasajero sentado al lado del conductor puede permanecer en paz y calma incluso cuando el conductor a su lado pierde la tranquilidad debido a un peligro repentino en el camino, así también en la oración y el servicio a Dios. Una persona puede orar correctamente en el sentido de decir las palabras, pero sin ninguna movilización emotiva, mientras que su amigo que está a su lado está extasiado en una travesía interior frente a su Dios, un viaje que cambia toda su experiencia de la existencia de punta a punta. La diferencia entre el servicio de la oración de estas dos personas es que la primera hace lo estrictamente necesario, pero aun así no llega a elevarse porque le faltan las ‘alas’ que son el temor y el amor interior en sus diversos grados. Es decir, así como la forma del sistema autónomo de equilibrar los recursos necesarios en cualquier momento es que los subsistemas (simpático y parasimpático) trabajen en diferentes proporciones, así el alma Divina encuentra su manera de aferrarse al Creador profundizando el temor y el amor en él.
Todos estos, el servicio con temor y amor frente a un estado de indiferencia, y la actividad de los sistemas simpáticos frente al parasimpático, son un componente super significativo de la experiencia de nuestro tiempo. Como ejemplo: media hora antes del encendido de las velas de Shabat es posible lograr lo que no sucedió en las horas anteriores. ¿Cómo sucede esto? Cuando una persona se da cuenta de que el tiempo es corto y hay mucho trabajo por hacer el sistema simpático entra en mayor actividad y cada fracción de segundo se vuelve significativa, y por otro lado, el hambre o diferentes tareas que ocupaban la atención ceden el paso y se ponen a un lado. Este es en realidad el secreto de los virtuosos que viven por encima de la naturaleza y como si no estuvieran hechos del mismo material que necesita dormir y comer como los humanos. Más que eso, la multitud de jasidim que acuden al Rebe también se elevan un poco sobre el terreno material y sienten el valor de cada minuto del ‘tiempo de calidad’ que pueden aprovechar en la presencia del Rebe.
¿Y qué pasa todos los días, en los momentos simplemente grises, el sistema simpático se queda esperando aburrido? Y con el amor y el temor a Dios, ¿está reservado solo para las festividades? Lo cierto es que nuestra agenda se corresponde mucho más de lo que pensamos con el deseo de una experiencia significativa, es decir, incluso una persona común y corriente que no sabe cómo darle significado a cada momento de su vida, y por el contrario pasa de un estímulo a otro, de una golosina a la pantalla parpadeante y de ahí a las distracciones ocasionales y vuelta a empezar. Una persona así está constantemente tratando de encontrar una manera fácil de tener un momento donde experimente algo de mayor calidad. Al igual que el paquete de papas fritas es un sustituto simulado del almuerzo, solo que sin una respuesta real a la necesidad nutricional y, por supuesto, tampoco proporciona una respuesta a largo plazo para el hambre, sino que proporciona un aplazamiento engañoso hasta la próxima comida o merienda, de la misma manera la pantalla del teléfono celular da una sensación de ‘wow’ a los receptores de la experiencia y brinda un alivio instantáneo del dolor por el anhelo del alma de una experiencia plena de temor o amor por Dios.
Entonces, ¿qué se puede hacer para responder a esa búsqueda interior? ¿Y acaso es posible?
En la Guemará se trae la historia de Rabi Elazar ben Dordaia, que recorría el mundo para satisfacer el deseo de sus instintos. No había vuelos en ese entonces… y aparentemente estaba dispuesto a hacer todo lo posible para conseguir lo que quería. “Una vez escuchó que había cierta prostituta en uno de los pueblos junto al mar que aceptaba una bolsa de monedas como salario. Tomó una bolsa de monedas y cruzó siete ríos por llegar a ella. Mientras estaba con ella, ella suspiró y dijo: ‘Así como este aliento no volverá de donde salió, así Eleazar ben Dordaia nunca será recibido en arrepentimiento.’”
“Entonces fue, se sentó entre dos colinas y montañas y exclamó: ‘¡Oh, colinas y montañas, rogad misericordia para mí!’ Ellos respondieron: ‘¿Cómo oraremos por ti? Nosotros mismos la necesitamos, porque está dicho: “¡Porque los montes se apartarán y los collados se moverán!” Así que exclamó: ‘¡Cielos y tierra, pedid misericordia para mí!’ Ellos también respondieron: ¿Cómo oraremos por ti? Nosotros mismos la necesitamos, porque está dicho: “Porque los cielos se desvanecerán como humo, y la tierra se envejecerá como un vestido”. Luego exclamó: ‘¡Sol y luna, suplicad misericordia para mí!’ Pero ellos también respondieron: ‘¿Cómo oraremos por ti? Nosotros mismos la necesitamos, porque está dicho: “Entonces la luna se avergonzará y el sol se avergonzará”. Exclamó: ¡Estrellas y constelaciones, suplicad misericordia para mí! Dijeron: ‘¿Cómo oraremos por ti? Nosotros mismos lo necesitamos, porque está dicho: “Y todo el ejército de los cielos se desmoronará”.
Entonces dijo: ¡El asunto entonces depende solo de mí! Puso su cabeza entre sus rodillas, lloró clamando en alta voz hasta que su alma partió de este mundo. Entonces se escuchó una bat-kol, una voz del Cielo proclamando: ‘Rabí Eleazar ben Dordaia está destinado a la vida del mundo venidero! Rabi [al escucharlo] lloró y dijo: ¡Uno puede adquirir la vida eterna después de muchos años, otro en una sola hora! Rabi dijo de él: ¡No solo se acepta a los penitentes, sino que incluso se les llama ‘Rabí’! [ Avoda Zara 17a ]
Es lo mismo con nosotros: aunque se desperdician innumerables momentos sin propósito, pero una vez que una persona está harta de la pérdida de tiempo y los sustitutos vacíos de contenido, la mera tentación de lo malo puede dar el ímpetu para aferrarse al contenido positivo. La buena noticia es que, a diferencia del paquete de papas fritas que acallan el apetito, pero no sacian el cuerpo, los deseos latentes del hombre de una cercanía significativa con Dios no se pierden. Cuanto más frustrante es el proceso de alejarse del mal, más significativo es el impulso de volver a Dios. Los sentimientos congelados se derriten y se convierten en un río correntoso por estar de pie ante Dios sin dar lugar a ninguna dilación y o distracción. La piedra que fue desechada por los constructores será precisamente la piedra basal…
Cuando se bendice a un malvado (extracto)
– El Zohar, el Arizal y las tribulaciones de Adam y Iaacov
El Secreto de la Reencarnación – El Regreso de Adam para Rectificar su Pecado – El Zohar y el Arizal
El judio y su unión con Dios a traves de los preceptos – Zohar, Arizal y Jasidut
Año 5781 y anteriores
CÓMO ENFRENTAR LAS INJUSTICIAS DE LA VIDA
Cabalá y Jasidut
AUDIO: https://t.me/galeinai_audios_es/344
Acercarse a los Tzadik
“Y se acercó a él Iehudá”
Iehudá es todos y cada uno de nosotros, y se acercó a Iosef el justo. Parashat Vaigash es un momento en cada uno y una puede acercarse al punto interior del Tzadik, sin ningún intermediario, y luego el Tzadik se nos revela.
Y la alusión: “a él”, אליו, en forma completa es
אלף למד יוד וו אני יוסף =, alef lamed iud vav = Aní Iosef, “Yo soy Iosef”,
gracias a “y se acercó a él”, llegamos a “Yo soy Iosef”.
[Rabino Itzjak Ginsburgh, de un shiur de 5773]
Entre el conjunto de problemas internos y externos que enfrentan el individuo y el público en general, se destaca el problema de la desunión, la controversia, la riña y sobre todo el odio gratuito, sin causa, una situación en la que uno no puede tolerar al otro. Aparentemente, con todos sus efectos negativos, este problema parece ser solo uno de muchos, ya que hay otros problemas, algunos de ellos más graves y duros que este. Este enfoque es incorrecto fundamentalmente desde su base. La falta de unidad, la controversia, la disputa y el odio gratuito, son la raíz de todos los problemas internos y externos del individuo y de la sociedad, y todos los demás problemas surgen y se alimentan de este. Y debido a que es un problema tan arraigado, lidiar con él es extremadamente difícil.
Es relativamente fácil superar los fenómenos externos que lo acompañan, y resolver el problema de los síntomas, pero tratar la raíz del problema requiere un esfuerzo y atención especiales. Cuando se resuelve la raíz de un problema, las consecuencias negativas que crea se corrigen por sí solas. Pero cuando se ignora la raíz, la solución de los síntomas que la acompañan no será estable y el problema principal permanece. El punto clave para la solución es cambiar la autoconciencia o ego del individuo por completo. La conciencia y la autoestima incorrectas provocan disputas y la negación del lugar de los demás, mientras que la conciencia y la autoestima correctas permiten conectarse con el otro y dar lugar a los demás.
¡Un poco improvisado, pero con todo el corazón!!!
Jaim
Lectura de la Torá para Rosh Jodesh Tevet y la Séptima vela de Jánuca:
Números 28:1-15 y 7:48-53
Halel: Salmos 113-118
De la parashá de la Semana Vaigash: y se enfrentó a él Iehudá.
A Iosef para poner las cosas en claro y que no toque a Biniamín.
Iosef representa el estudio de Torá, lo principal en la época del exilio. Mashíaj ben Iosef que sostiene al pueblo de Israel en el exilio.
Iehudá es acción, el cumplimiento de los preceptos con las cosas materiales de este mundo para refinarlo. De donde vienen los reyes de Israel, el Mashíaj ben David y La redención
Al llegar la redención se unen Iosef y Iehudá, estudio de Torá y Acción, reino de Israel y de Iehudá, las 12 tribus y los pueblos del Mundo frente a un Dios Único en la morada para Dios en este Mundo.
Jodesh Tov, Jánuca Sameaj, Mashíaj Ya!!!
VIVIR CON JASIDUT 5775
IOSEF Y SUS HERMANOS
Iosef se revela a sus hermanos, y a continuación les envía de regreso a casa para traer a nuestro padre Iaakov a Egipto, a vivir en proximidad a Iosef, toda la familia junta. Siguen siendo tiempos de hambruna en la tierra de Canaán, y con el fin de poder proveer para su familia, Iosef pide a su padre venir con todos los miembros de la familia, (que juntos suman 70 almas) a Egipto para vivir en un lugar muy especial y bello, de gran abundancia, llamado Eretz Goshen. Según la tradición, ésta fue la porción de tierra que el faraón de dos generaciones atrás había otorgado a Saráh, (nuestra primera judía, nuestra primer matriarca) cuando estaba en Egipto junto con Abraham Avinu . En realidad, esta porción de tierra, la tierra de Goshen, pertenece al pueblo judío de cierta manera; y ahí es donde vivieron, en proximidad a Iosef hatzadik . Antes que Iaakov estuviese listo para el descenso, hace una última parada en la tierra de Israel (“antes de ser enviado a Egipto” significa “entrar en estado de exilio”) y sabe que debe ir a Egipto a entrar a un estado de exilio junto a su familia, creyendo firmemente en la promesa de Dios de sacarle a él y al pueblo judío de allí. Y debido al sufrimiento del exilio en Egipto, es que tenemos el honor de merecer la entrega de la Torá, y la bendición divina más grande que nos da el poder de cumplir con el propósito de Dios en la creación. No obstante, antes de descender a la tierra de Egipto, el exilio, nuestro padre Iaakov es presa del miedo. Su última parada en Israel es en la ciudad de Beer Sheva, y la Torá nos dice en Vaigash , la Parashá de la semana, que ofrendó sacrificios al Dios de su padre Itzjak. Este es un fenómeno muy interesante en nuestras observaciones, pues muy a menudo, especialmente de acuerdo a la Cabalá, hay una gran semblanza entre Iaakov, el tercer patriarca, y el primer patriarca, Abraham, (y en toda la Torá se le refiere junto con sus dos padres). Era más cercano a su abuelo, su padre espiritual, que a su padre. Sin embargo, en este caso particular, acaba de realizar sacrificios al Dios de su padre Itzjak, ¿A qué se debe esto?
PARASHÁ VAIGASH 5780
LA CURA PARA LAS ADICCIONES
Iosef se revela a sus hermanos, y a continuación les envía de regreso a casa para traer a nuestro padre Iaakov a Egipto, a vivir en proximidad a Iosef, toda la familia junta. Siguen siendo tiempos de hambruna en la tierra de Canaán, y con el fin de poder proveer para su familia, Iosef pide a su padre venir con todos los miembros de la familia, (que juntos suman 70 almas) a Egipto para vivir en un lugar muy especial y bello, de gran abundancia, llamado Eretz Goshen. Según la tradición, ésta fue la porción de tierra que el faraón de dos generaciones atrás había otorgado a Saráh, (nuestra primera judía, nuestra primera matriarca) cuando estaba en Egipto junto con Abraham Avinu. En realidad, esta porción de tierra, la tierra de Goshen, pertenece al pueblo judío de cierta manera; y ahí es donde vivieron, en proximidad a Iosef hatzadik .
LA REVOLUCIÓN YA ESTÁ AQUÍ
VAIGASH 5778
AYUNO DEL 10 DE TEVET
Shabat Y Se Presentó Iehudá – Ayuno del 10 de Tevet
A lo largo de los largos años de exilio, el décimo día de Tevet es un día de ayuno, el día en que comenzó el asedio de Ierushalaim. Pero finalmente nos acercamos a la redención y este día está a punto de cambiar por completo, como está dicho “¡el ayuno del décimo se convertirá en regocijo y alegría!”
¿Cómo se convierte el ayuno mismo en regocijo y alegría? ¿Es posible tomar la foto de la destrucción y convertirla en algo alegre?
Un Asedio Positivo
Bueno, los gentiles vienen a Jerusalén y la sitian. Saben muy bien que este es un lugar muy importante, y quieren los tesoros que están enterrados allí. Pero si solo cambiamos la atmósfera (como una banda sonora), podemos convertir esta imagen en algo maravilloso: eso es exactamente lo que dicen los profetas. [Ishaiahu cap 2]
וְהָיָה בְּאַחֲרִית הַיָּמִים נָכוֹן יִהְיֶה הַר בֵּית ה’ בְּרֹאשׁ הֶהָרִים… וְנָהֲרוּ אֵלָיו כָּל הַגּוֹיִם. וְהָלְכוּ עַמִּים רַבִּים וְאָמְרוּ לְכוּ וְנַעֲלֶה אֶל הַר ה’… וְיֹרֵנוּ מִדְּרָכָיו וְנֵלְכָה בְּאֹרְחֹתָיו כִּי מִצִּיּוֹן תֵּצֵא תוֹרָה וּדְבַר ה’ מִירוּשָׁלִָם”.
“Y al final de los días, por cierto, la montaña de la casa del Señor estará a la cabeza de las montañas… y fluirán hacia ella todas las naciones. Y dirán vamos y subamos al Monte del Señor… y respetaremos sus caminos y nos conduciremos en sus principios, porque de Tzión saldrá la Torá y la Palabra del Señor de Ierushalaim”.
Hay tesoros maravillosos en Ierushalaim: aquí está el Templo, lugar donde todo el mundo viene a servir a Dios. Aquí se sienta el rey Mashíaj, de quien todos vienen a escuchar su sabiduría y seguir sus caminos. Este es un asedio positivo en el que todos nos “atacan” y esperan escuchar la palabra de Dios.
Pero ten en cuenta que el famoso verso “de Tzión saldrá la Torá” no habla de la Torá que se entregó al pueblo de Israel, ésta ya se reveló y conocida. La novedad es que la Torá saldrá de Tzión para todas las naciones, a todo aquel que quiera seguir el camino de Dios.
Veamos cómo es esto.
ZOHAR PARASHAT VAIGASH
TORAT HANEFESH 5779
VAIGASH
https://www.youtube.com/watch?v=VNWtazhhdPU
- Génesis 45:3 ↑
- Génesis 45:15 ↑
- Gënesis 41:43, ver Rashi allí. ↑
- Génesis 21:16 ↑
- Ver por ejemplo Tania cap 26 ↑
- Génesis 23:2 ↑
- Shabat 105b ↑
- Génesis 27:28 ↑
- Génesis 29:11 ↑
- Génesis 33:4 ↑
- Bereshit Rabá 78:9 ↑
- Génesis 37:35 ↑
- Génesis 42:24 y 43:30 ↑
- Génesis 43:30 ↑
- Génesis 29:17 ↑
- Idem Rashi allí ↑
- Irmiahu 31:14 ↑
- Salmos 100:2 ↑
- Tania, cap. 26 ↑
- Zohar Vaikrá 75a ↑
- Tania cap. 34 ↑
- Zohar Bereshit 209b ↑
- Rashi, Génesis 45:14 ↑
- Idem ↑
- Zohar Bereshit 209b ↑
- Ibid 98b ↑
- Irmiahu 31:7-8 ↑
- Bereshit Rabá 93:12 ↑
- Irmiahu 31;8 ↑
- Seder Olam c. 3 ↑
- Génesis 42:2 ↑
- Hagadá de Pesaj ↑
- Éxodo 12:41 ↑
- Esta palabra, “al final” (מִקֵּץ) es también el nombre de la parashá en la que encontramos la alusión a 210 años, Miketz ↑
- Para más información ver nuestro artículo en la parashá Miketz. ↑
- Como es bien sabido, en el versículo que describe cómo se redujo la esperanza de vida de la humanidad a 120 años, se alude a Moisés: “Havaia dijo: ‘Mi aliento no morará en la humanidad para siempre, puesto que [ello] también es carne; que los días que se les permitan sean ciento veinte años'” (Génesis 6:3). El valor de la palabra traducida como “puesto que [ello] también” (בְּשַׁגַּם) es 345, el mismo que “Moshé” (מֹשֶׁה). ↑
- Hiljot Isurei Bi’ah 6:6. ↑
- Es decir, 29 días después del inicio del ciclo anterior. Shulján Aruj Ioré Deá 199:1. ↑