EL BAAL SHEM TOV: LA MANIFESTACIÓN DE LA SHEJINÁ EN LA SIMPLICIDAD

El santo Rebe Raiatz, Rabi Iosef Itzjak Shneerson dijo: Les contaré una historia sobre el santo Ba’al Shem Tov, de una de las tres veces que mostró a sus discípulos, y que vieron con sus propios ojos, lo que estaba sucediendo en un lugar lejano, similar a lo que encontramos con respecto a Elisha el Profeta.

Una vez el Baal Shem Tov estaba sentado con sus discípulos en la mesa de la noche del Seder y se echó a reír. Los discípulos le preguntaron por qué se reía. Les mostró a un simple aldeano que ocasionalmente viajaba al Baal Shem Tov para escuchar sus enseñanzas. El aldeano oía las palabras de Torá del Baal Shem Tov y aunque no las entendía del todo, las repetía hasta saberlas de memoria.

Este hombre y su esposa no tuvieron hijos. Él y su esposa se sentaron para el Seder de Pesaj después de todo el arduo trabajo que habían realizado para prepararse para la festividad. Después de que la esposa hizo las Cuatro Preguntas y después de varias copas de vino, el aldeano pensó en el Baal Shem Tov y la Torá que había escuchado de él: Cuando un hombre y su esposa están juntos, la Shejiná, (la Presencia Inmanente de Dios) mora entre ellos. En hebreo ‘hombre’ (ish) se escribe איש, que es אש (fuego) y la letra iud. ‘Mujer’ (ishá) se escribe אשה, que es אש (fuego) y la letra hei. Si lo ameritan las letras iud de ish y hei de isha cuando se unen forman la palabra del Nombre de Dios, Iud-Hei. Cuando el aldeano recordó que él y su esposa estaban trayendo una revelación de la Divinidad a la tierra, comenzó a bailar con ella.

El Baal Shem Tov les mostró esto a sus discípulos para que ellos también vieran cómo bailaba el aldeano con su esposa. Dijo que este baile creó una gran alegría Arriba y por eso, él también se rio.

La enseñanza anterior del Baal Shem Tov seguramente expresa profundidades dentro de profundidades, pero el aldeano entendió solo el significado simple de sus palabras, sin profundizar en los mensajes ocultos. Según las enseñanzas del Baal Shem Tov, “Un judío simple está conectado con la simplicidad de la esencia” (de Dios). A través de esta simplicidad es posible captar la esencia de Dios y no solo Sus ‘Nombres’, que se refieren al efecto y las manifestaciones de Dios en el mundo. 

Un judío que está conectado únicamente con la sabiduría de Dios, comprenderá los secretos cabalísticos del hombre y la mujer, el fuego y el Iud-Hei , pero no necesariamente se pondrá a bailar con su esposa. Uno puede irse a dormir con elevadas intenciones y secretos, pero el significado simple es una realidad viva, alegre y que induce a la danza.

Otro punto interesante de esta historia es que la enseñanza presentada aquí en nombre del Baal Shem Tov es en realidad una cita de Rabí Akiva (Avot DeRabi Natan, 28). No se agregó nada a esta enseñanza, pero la forma en que el Baal Shem Tov lo dijo y la intensidad de sus palabras crean la sensación de que esta no es una enseñanza antigua de 2000 años, sino una revelación verdaderamente nueva.

Se cuenta de un joven sabio a quien al regresar de un período de estudio en lo del Baal Shem Tov se le preguntó: ¿Qué aprendiste allí todos estos años que no sabías antes? “Shehacol nihiá bidvaró”, respondió el joven. (Estas son las palabras de la bendición final recitada antes de comer diversos alimentos, recitadas muy a menudo durante el día. Las palabras significan “por cuya palabra todo ha llegado a ser”). Tal como en nuestra historia, esta expresión es un dicho explícito de los sabios. El joven aprendió del Baal Shem Tov que su significado simple es su esencia.

El poder del significado simple expresado en estas historias puede explicar la diferencia entre la “Esencia” de Dios y Su “Nombre”. Cuando estudiamos Torá o nos enfocamos en secretos o palabras elevados, el aprendizaje puede permanecer dentro de los límites de un “Nombre”, sin sentir lo qué hay detrás. A diferencia de la Cabalá, el Jasidut se satisface con eso y se esfuerza por captar la esencia. Justamente el significado simple es el que está intrínsecamente conectado con la esencia. Cuando un judío simple dice: “¡Baruj Hashem!” (“Bendito sea Dios”) se refiere a la esencia de Dios, que está por encima de toda captación intelectual. El cabalista más grande, por otro lado, solo aprehende Nombres específicos de Dios.

Se cuenta otra historia bien conocida sobre el Baal Shem Tov: Una vez que el Baal Shem Tov se acercó al grupo de sus santos discípulos y dijo las palabras de la mishná en Pirkei Avot 3:10, “Aquel que es agradable a su prójimo, es agradable a Dios. Pero el que no agrada a su prójimo no agrada a Dios.” El Baal Shem Tov no agregó nada y luego se fue. “Presten atención a lo que están leyendo”, el Baal Shem Tov les estaba queriendo decir sin palabras. “Si la gente te ama, esta es una señal de que Dios te ama. Si la gente no te quiere, es señal de que no…”

En Shaar Haijud Vehaemuná, el Alter Rebe cita la enseñanza de Baal Shem Tov sobre el midrash en Salmos 119:89 “Por siempre Dios, Tu palabra permanece firme en los Cielos” (con respecto a las letras de las declaraciones de Dios con las que trae el firmamento a la existencia). Esto no es un error. Sin el Baal Shem Tov y sus enseñanzas, podríamos haber pensado que se trataba de un midrash alegórico. Con el énfasis del Baal Shem Tov, entendemos que el firmamento está literalmente en pie por la declaración permanente de Dios en Génesis, “Que haya un firmamento”.

Con su apego a la esencia de Dios, un verdadero Rebe puede inspirar vida en todos los ‘Nombres’ de la Torá. Algo que de otro modo podría haber sido considerado una bonita alegoría se revela de repente como completamente real. Por esta razón, el Baal Shem Tov consideró el Nombre de Dios ככה, que también puede significar “simplemente así”, como el Nombre más sagrado de Dios, por encima y más allá de las palabras כתר כל הכתרים (keter col haketarim, la corona de todas las coronas) de las cuales este nombre es un acrónimo.

Los ejemplos presentados anteriormente con respecto a un significado simple que fue reforzado y hecho realidad por el Baal Shem Tov, nos enseñan tres pensamientos importantes en tres dimensiones de la realidad:

Primero, en la dimensión de los mundos, es “por Cuya palabra todo ha llegado a ser” y “Tu palabra está firme en los Cielos”. El mundo se renueva literalmente a cada momento por la palabra de Dios. El segundo, en la dimensión de las almas, es el amor del hombre como barómetro del amor de Dios por la persona. La tercera, en la dimensión de la Divinidad, es la morada de la Shejiná entre marido y mujer.

¿Por qué bailó el aldeano? Porque entendió que si el Baal Shem Tov dijo que la Shejiná habita entre él y su esposa, entonces esta es una manifestación real de la Divinidad. No es el resultado de algo que ellos hacen o porque son especialmente amados por Dios. La conexión intrínseca entre ellos es la manifestación de la Divinidad aquí en la tierra. Esto es más alto que la creación del mundo en “por cuya palabra todo ha llegado a ser” e incluso que la voluntad del hombre de ser amado por Dios, como en la segunda historia. El aldeano simplemente quiere hacer feliz a Dios bailando con su esposa. Aunque a primera vista esto pueda parecer una tontería, vemos que los tzadikim más grandes invirtieron esfuerzos en traer alegría a los novios y bailaron ante ellos, de manera similar al esposo y la esposa de esta historia. Los tzadikim bailaban y hacían todo tipo de proezas para alegrar a los novios, tanto que otros sabios los ridiculizaban. la esposa del rey David, Mijal, también lo ridiculizó por bailar ante el Arca Sagrada.

En la primera noche de Pesaj, la noche del éxodo de Egipto, la Nación de Israel no tenía preparación previa ni comprensión de la manifestación Divina que experimentaron. Como entonces, en esta noche encumbrada en que “el Rey de Reyes se manifiesta” a los judíos simples, el aldeano crea una morada para Dios en los mundos inferiores.

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