Se llevará a cabo el día de celebración de la hilulá de Rabi Menajem Mendel de Vitebsk.
Rabi Menajem Mendel fue discípulo y sucesor del Maguid de Mezrich, discípulo del Baal Shem Tov, y amigo muy apegado al Admur Hazakén, el primer Rebe de Jabad (este fue preso en Rusia acusado de enviar dinero al imperio Otomano, por enviar dinero para el sustento de Rabi Menajem Mendel y las 200 familias que subieron con él a la Tierra de Israel). Rabi Menajem Mendel fue enterrado en la sección del cementerio de los discípulos de Baal Shem Tov en la ciudad de Tiberia. Con motivo de su hilula, contaremos sobre la conexión entre la historia de su nacimiento y el santo Baal Shem Tov.
El Baal Shem Tov y sus discípulos se reunieron para la oración de minjá. Al final de la oración, el Baal Shem Tov se rió a carcajadas. Preguntaron sus alumnos el motivo de su risa. El santo Baal Shem Tov les contó la siguiente historia:
La madre de Rabi Menajem Mendel de Vitebsk era comerciante, y la noche en que su alma santa tenía que descender al mundo, un sacerdote vino a su tienda y pidió comprar muchos productos. El sacerdote se demoró en su tienda durante mucho tiempo, y esto retrasaba a la mujer. Al ver esto, el Baal Shem Tov actuó en su oración para que ella no se sintiera tentada a vender los productos al sacerdote y tuviera el privilegio de dar a luz un alma santa. De hecho, cerró su tienda, renunció a las ganancias que le hubieran correspondido y esa noche quedó embarazada. En su oración, el Baal Shem Tov actuó para traer al mundo un alma santa, el alma del rabino Menajem Mendel de Vitebsk. Esto le agradó y se rió.
Nueve meses después del acto anterior, el santo Baal Shem Tov terminó la oración de la noche y se rió a carcajadas. Nuevamente sus discípulos le preguntaron la causa de su risa. El Baal Shem Tov les recordó a sus discípulos:
– Hace nueve meses me reí después de la oración de minjá y les dije que actué para traer una gran alma a este mundo. Y ahora, al final de los nueve meses de embarazo, es hora de que el santo niño salga al mundo, su madre tenía grandes dificultades para dar a luz. Y actué en mi oración para que el bebé saliera sano y salvo. Por eso, cuando salió al mundo sano y salvo, eso me llenó de alegría y, por eso me reí.
Cuando Rabi Menajem Mendel de Vitebsk cumplió 9 años, visitó al Santo Baal Shem Tov acompañado de su padre, el rabino Moshé, un discípulo del Baal Shem Tov. El Baal Shem Tov lo recibió con gran amor y afecto, y le dijo:
– “Muchos kugels invertí en ti…”
Rabi Menajem Mendel le pidió que explicara sus palabras.
Y le explicó que había dado una orden a todos los predicadores en la ciudad de Mezhibuzh, que vinieran a pasar aquí el Shabat Kodesh, y comieran en mi mesa, y la intención era para tí y en tu honor.