Rabi [Iehuda HaNasi] dijo: ¿Cuál es la senda correcta que el hombre debe elegir para sí mismo? La que es hermosa para aquel que lo emprende y hermosa para la humanidad.
Se tan cuidadoso con una mitzvá menor como con una mayor, porque no conoces las recompensas de las mitzvot. Considerad el costo de una mitzvá frente a su recompensa, y la recompensa de una transgresión frente a su costo.
Observa tres cosas y no caerás en manos de la transgresión: conoce lo que está arriba de ti: un ojo que ve, un oído que escucha, y todas tus obras estén escritas en un libro.
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Nuestra mishná tiene cuatro partes que crean una escalera para la rectificación del alma en orden ascendente desde el atributo de tiferet (belleza) hasta el atributo de jojmá (sabiduría).
La primera parte: ¿Cuál es el camino correcto que el hombre debe elegir para sí mismo? El que es tiferet (traducido: hermoso) para el que lo emprende y tiferet para la humanidad. Nuestra mishná menciona explícitamente el atributo de tiferet. Debemos adquirir un sentido de la belleza y medir nuestras acciones para que siempre encuentren gracia ante nuestros ojos y ante los ojos de quienes nos rodean.
La segunda parte: Sé tan cuidadoso con una mitzvá menor como con una mayor porque no conoces las recompensas de las mitzvot. En un nivel simple ser ‘cuidadoso’ significa cumplir con las mitzvot con precisión y cuidado. Pero la palabra hebrea para ‘cuidadoso’, zahir, también significa ‘brillante y luminoso. Ser cuidadoso con el cumplimiento de las mitzvot según ambos significados de la palabra zahir es alcanzar un estado que describe el dicho filosófico: “el propósito final de saber es no saber”. Este es el estado alcanzado cuando consideramos que “no conoces cuáles es la recompensa por las mitzvot”, y justamente porque las mitzvot son verdaderamente imposibles de apreciar en su totalidad tenemos que ser tan cuidadosos con ellas. Las guardamos con cuidado y también nos regocijamos en ellas hasta que se vuelven brillantes y luminosas. Estas dos explicaciones son paralelas a los aspectos de bondad y juicio que se encuentran en la sefirá de daat (conocimiento). Brillante y luminoso es el aspecto de bondad como en el rostro radiante de una persona cuando se vuelve hacia alguien a quien ama. El esmero y la precisión corresponden a los aspectos del juicio y temor. La persona cuidadosa es aquella que teme causar una mancha en cualquier aspecto de los preceptos.
La tercera parte de la declaración de Rabi es: Considere el costo de una mitzvá contra su recompensa, y la recompensa de una transgresión contra su costo. Esto es paralelo a la sefirá de biná (entendimiento). Los cálculos de beneficio y pérdida son parte de esta sefirá, que esclarece y analiza la realidad. Según el sagrado Zohar biná es el secreto del Mundo Venidero donde recibimos las recompensas por las mitzvot que hemos realizado y los deméritos por nuestras transgresiones.
La cuarta parte: Observa tres cosas y no caerás en manos de la transgresión corresponde a la sefirá de jojmá (sabiduría). La relación entre jojmá y biná es como la relación entre la vista y el oído. Oír representa el entendimiento interior y el esclarecimiento que residen en la sefirá de biná. La vista aprehende la esencia de la cuestión de una sola vez. Por lo tanto “Observa tres cosas” se relaciona con el sentido de la vista en la sefirá de Jojmá.
Todo el proceso interior de observación y esclarecimiento en la sefirá de biná tiene como fin último alcanzar el “observar” y la visión de la sefirá de jojmá .
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