El Arizal explica que a medida que se aproxima la era mesiánica se vuelve crucial que sea enseñado el estudio de la cabalá. En sus palabras: “es una mitzvá [un mandamiento] revelar esta sabiduría” ( mitzvá legalot zot hajojmá ). Esto está basado en la declaración del Zohar que “con este libro [es decir el Zohar ], saldremos de nuestro exilio con misericordia” ( Zohar III:124b).
En otras palabras, el estudio de la dimensión interior de la Torá, como se revela en el Zohar , tiene el poder de prevenir los dificultosos eventos traumáticos que de otra manera serían necesarios atravesar para hacer la transición desde nuestro estado presente de conciencia hacia la conciencia de la era Mesiánica.
Aunque el Arizal fue el primero en decir que había llegado el momento de que la cabalá sea enseñada abiertamente, de todas maneras aún plantea ciertas condiciones impuestas a aquellos que decidan estudiar la dimensión esotérica de la Torá. Por parte de los maestros hay por cierto una mitzvá de revelar las enseñanzas ocultas, pero sólo a aquellos que ya son dignos de integrarlas a sus vidas. La descripción de lo que se requiere de un estudiante apropiado incluso está delineada en la introducción al Etz Jaim , El Árbol de la Vida, el texto más básico de la cabalá del Arizal .
La Quinta Etapa de la Cabalá: El Jasidut
Más de un siglo y medio después de la declaración del Arizal de que el tiempo había llegado para que se revele la cabalá, el Baal Shem Tov (1698-1760) fundó el movimiento jasídico. Como fue explicado en extenso por uno de los más grandes sabios jasídicos, rabí Isaac de Homil (que fue un discípulo de rabí Shneur Zalmen de Liadi, el fundador de la rama Jabad del jasidut, de su hijo rabí Dov Ber y su nieto el Tzemaj Tzedek), las enseñanzas del Baal Shem Tov en particular y el jasidut en general son la etapa final de la cabalá.
Son una revelación única de la sabiduría Divina de la Cabalá en el sentido que forman un nuevo cuerpo de enseñanzas que proveen como un todo una visión más profunda y un esquema conceptual más avanzado que los que fueron revelados antes, con el cual comprender e internalizar las enseñanzas del Zohar y del Arizal . Jasidut es entonces la quinta etapa de la revelación de la cabalá.
Pero la cabalá del Baal Shem Tov no sólo es diferente por sus amplísimas explicaciones, sino también por su largo alcance. Mientras que el Arizal sigue imponiendo limitaciones sobre quién es digno de estudiar la cabalá, el Baal Shem Tov propugnó una aproximación radicalmente nueva. Experimentó cierta vez una elevación de su alma hasta la morada del Mashíaj en el cielo, donde éste le reveló que la redención habría de ocurrir cuando los manantiales de sus enseñanzas [del Baal Shem Tov] se diseminen hasta los extremos más remotos ( iafutzu maaianoteja jutza ).
Subsecuentemente, el Baal Shem Tov explicó que los “extremos más remotos” se refiere específicamente a aquellos judíos que hasta ese momento no se podrían haber considerado suficientemente santificados para estudiar cabalá. Obviamente, diseminar los manantiales de la cabalá hasta esos extremos se refiere específicamente dirigirse a todo judío, sin importar su nivel de observancia o compromiso con la Torá.
No sólo eso, sino más aún, a los no judíos que también requieren la sabiduría de la cabalá para participar en la redención de una manera compasiva y misericordiosa, se les debe hablar y enseñarles aquellas partes de la sabiduría que les sea pertinente. Esto implica que realmente ya no hay más condiciones impuestas para el estudio de la cabalá. Como todas las almas requieren esta sabiduría para rectificarse, tampoco hay ya diferencia respecto al género. Hasta la llegada del Mashíaj nuestra tarea es todo lo que esté en nuestro poder para diseminar los manantiales del jasidut, el quinto nivel de la cabalá.
Revelación de lo Oculto
Es importante mencionar que siempre que hablamos de “nuevas enseñanzas”, por supuesto no estamos dando a entender que alguna “nueva” Torá ha sido entregada por Di-s a través de alguien, sino que algunos individuos justos han tenido el mérito de revelar partes ocultas de la Torá que siempre estuvieron presentes en ella, pero permanecieron ocultas hasta ese momento del tiempo (por razones que sólo Di-s conoce, en su providencia para llevar a la creación y a la historia a ese estado utópico para el cual el mundo fue creado). Esas almas especiales enviadas desde el cielo en ciertos momentos críticos de la historia para revelar nuevas dimensiones de la Torá, nunca van a contradecir, por supuesto, o nulificar ninguna de las leyes o enseñanzas de la Torá que han sido reveladas hasta ese momento.
Rabí Shneur Zalman, el fundador de Jabad, afirmó que “no habrá una segunda entrega de la Tora”, queriendo significar que todas las nuevas enseñanzas siempre deben estar fundadas verdaderamente en la Torá, tal como fue transmitida y desarrollada de generación en generación. La Torá que fue entregada por Di-s en el monte Sinaí ya contiene todas las nuevas enseñanzas y nociones de todas las generaciones que le siguieron, incluyendo también las profundas revelaciones que serán enseñadas por el Mashíaj.
De hecho, los profetas afirmaron claramente que justo antes de las revelaciones finales de la Torá por medio del Mashíaj, la profecía retornará al pueblo judío. Una vez más, el propósito de esta profecía no es revelar una “nueva” Torá, sino más bien preparar el alma para que pueda incorporar la profundidad de la revelación de las enseñanzas ocultas de la Torá tal como serán reveladas por el Mashíaj.