Meditación del rabino Itzjak Ginsburgh
Estudiamos en Cabalá que hay dos clases de relación entre el hombre y la mujer, una es llamada “frente a frente”, “panim lepanim”, פנים לפנים, y la otra es “espalda con espalda”, “ajor beajor”, אחור באחור.
Espalda con espalda es la situación no deseable. Espalda con espalda es cuando cada uno mira en dirección opuesta.
Frente a frente es cuando uno mira al otro, a su pareja con amor.
De los cuatro niveles del Cantar de los Cantares, “mi hermana, mi compañera, mi paloma, mi perfecta”, este es el nivel de “mi paloma, “tus ojos son palomas”, la mirada cara a cara.
Para llegar a este nivel la persona tiene que salir de su ego, de su estado de confort, porque mientras permanezca encerrado en su ego se encuentra en un estado de “espalda”. Tiene que dar vuelta su rostro 180 grados y mirar a la cara, salir de sí mismo e ingresar a la conciencia del prójimo, de su pareja.
Está escrito que Adam y Javá fueron creados como un ser con dos rostros, eran mellizos pero adheridos por detrás, espalda con espalda, y cada uno miraba en la dirección opuesta. ¿Qué hizo Hashem? Hizo un corte, (nesirá, נסירה, literalmente aserrar, dice el Midrash), y al hacerlo permitió que se vuelvan frente a frente.
¿Cómo se realiza este aserrar? Está escrito en Cabalá que se realiza por medio de una acción bondadosa al prójimo, brindarse a su pareja. Cuanto más y más se da, se brinda con bondad, la persona sale de sí mismo y puede abrirse una relación cara a cara, a mirar verdaderamente con una mirada de amor a su pareja, uniéndose así con santidad y confianza, y procrear “una generación de rectos que será bendecida”.