Meditación diaria de Rab Itzjak Ginsburgh
Shemot: Los Nombres – Éxodo – Lunes
וַתֵּרֶא אֹתוֹ כִּי טוֹב הוּא”
“Vateré oró ki tov hu”
“Y vio que era bueno”
Lo primero que sabemos sobre Moshe Rabeinu es que era “bueno”, tov. ¿Cuál era el nombre que le dieron su padre y su madre? ¿Lo llamaban por su nombre? En la Torá esto es un misterio. Los sabios de bendita memoria también tienen opiniones diferentes sobre su nombre, y algunos dicen que es simplemente “bueno”.
Moshé es una novedad maravillosa en el mundo, un “alma nueva”, neshamá jadashá, que aparece de la nada, por eso al principio no tiene un nombre definido. Solo después de haber sido sacado del agua, como si viniera de otro mundo, entonces recibió su nombre, que significa literalmente “extraído [de las aguas]”, כי מן המים משיתיהו, ki min hamaim meshitihu. En otras palabras, el nombre de la persona da fe de su esencia, de su misión en particular. Pero hay algo más primario, antes del nombre: la raíz primordial del alma. Este es el “bien” de Moshé, su raíz esencial que precede a su nombre personal.
La historia del nacimiento de Moshé es la clave para la redención del Pueblo de Israel. Para ser redimido es necesario renovarse, recibir fuerza de la raíz oculta que precede al nombre. Este es el nivel de “tov” de Moshé, desde donde comienza la redención. Sobre este ‘bien’ está escrito: “Hay tres coronas: la corona de la Torá, la corona del sacerdocio y la corona del reino. Y la corona del buen nombre está por encima de ellos”. Este es el nivel elevado de Moshé, que precede a la Corona de la Torá que él mereció.
En la Biblia hay alguien más llamado “Tov“. En el Rollo de Ruth, está escrito: אִם יִגְאָלֵךְ טוֹב יִגְאָל, “im igaleja tov igual”, “Si te redimirá, Tov te redimirá”. De aquí podemos aprender que “Tov” es el nombre del redentor. Moshé redime a Israel de Egipto y el alma de Moshé regresa en el alma del Mashíaj para completar la revelación de la bondad, como está dicho: “El primer redentor es el último redentor”.
Cada judío tiene una chispa del alma de Moshé, por esta razón todos pueden y deben adoptar la característica del “Tov“: ser una buena persona y tener un buen corazón, ser “bueno para los cielos y bueno para ls criaturas”. Ser un “buen judío” significa revelar a Moshé dentro de cada uno de nosotros.
“Buen judío”/יהודי טוב/Iehudí tov, equivale numéricamente a hijo / בן/ ben. Las letras hebreas para bueno/טוב/tov tienen seis combinaciones posibles (como toda palabra de tres letras). 6 veces Tov es igual a banim (בנים, hijos), los hijos de Israel que están emergiendo hacia la redención. Y más aún, banim/hijos = emuná/אמונה/fe.
Todo es en mérito de la Emuná.