“Y Él dijo: No podrás ver Mi Rostro, porque ningún hombre puede verme y vivir… y verás Mi espalda y no verás Mi rostro.”
Podemos explicar este verso con tres conceptos básicos de Jasidut: Hishtalshelut (Evolución), Hitlabshut (Investimento) y Hashraá (Omnipresencia).
Ver “la espalda de Dios” significa percibir el orden de la Evolución que se deriva de ella. Una cosa nace de la siguiente, como los eslabones de una cadena en la que la cabeza del eslabón más bajo se encaja en la parte inferior del siguiente eslabón arriba. Esto también refleja la espalda en relación con el rostro.
Pero también es posible que el nivel superior se invista en el nivel inferior, como un alma en un cuerpo, haciendo posible ver el lado del rostro el lado trasero. Moshé no ameritó esto. En cambio, su percepción fue “a través de la negación”.
Hay una conversación maravillosa en el Zohar: Moshé siente pena por no merecer ver el rostro de Di-s, pero Rabí Shimon Bar Ioajai le dice: “Aunque no puedes mirar con tus ojos al pueblo del Mundo Venidero, y tampoco a los ángeles -y cuánto menos al Santo, Bendito Sea y Su Shejiná– sin embargo, en el ojo del intelecto en vuestro corazón podéis ver todo; el pueblo del Mundo Venidero, y los ángeles y el Santo, Bendito sea Él y Su Shejiná que os rodea.”
En otras palabras, Moshé realmente mereció tener la visión más elevada dentro de su corazón. Esto es Omnipresencia: el nivel más elevado mora sobre la realidad más baja. Moshé no se dio cuenta de esto hasta que Rabí Shimón se lo reveló.En el futuro, este es el nivel que se revelará realmente en nuestra conciencia: “Porque cada ojo y ojo verá.”