P: Esta pregunta es de un físico que conozco, con el que hablé acerca de “137”, el valor númerico de la constante de la estructura fina, y su guematria relacionada. Su comentario es: ¿cómo se puede bosquejar alguna conclusión, de momento que esta constante no es un número entero sino 137,xxx etc…, es decir una fracción?
R: El número 137 es una muy cercana aproximación. Por largo tiempo los físicos no estuvieron seguros si es un número exacto, o si hay un decimal que se le debe agregar. Como regla, la Torá Escrita y la Oral siempre redondearon los números, especialmente cuando están muy cerca de un entero, un número natural. No hay problema alguno en relacionar un número con el significado de un número, incluso si esta ligeramente redondeado, como vemos al considerar el caso extremo de pi, que es considerado a veces como 3, lo que es una versión muy redondeada de pi.
La justificación de redondear un número es que, teóricamente, en su origen, es el simple número natural. A medida que desciende, o entra en la realidad, hay una cierta “curvatura del espacio” que le agrega una fracción adicional al número natural puro. En el caso de pi, por ejemplo, la serie infinita de números, cuyo límite infinito es lo que conocemos como número pi, comienza con el número 3. Lo mismo es en el caso del número e, el límite infinito de una serie que comienza con el número 3. No es este el lugar para discutir esto en profundidad, pero es un concepto muy importante en la Torá.
Todos los números puros de la física y la ciencia en general, empiezan en algún número natural. Así, en las series infinitas el límite puede ser un número irracional y hasta uno trascendental. Sin embargo, como se manifestó, todas las series comienzan en un número natural. En este caso, es muy claro que el número natural de la estructura fina es 137.