El Shabat en relación al resto de los días de la semana es como la vista al oído. Durante toda la semana las vibraciones Divinas llenan mi corazón, en Shabat, veo la Divinidad.
En el Zohar aprendemos que la palabra “Shabat” (שבת), representa el secreto de los ojos. Los tres brazos de la primera letra, shin (ש), aluden a los tres patriarcas y a los tres colores asociados con sus atributos espirituales (bondad, poder y belleza) que aparece en los ojos –la parte blanca del ojo (לבן), las venas rojas que se pueden ver en “mar” blanco del ojo (אדום), y el color de ojos de la persona (al que se llama genéricamente “amarillo verdoso” ירוק). Las letras bet y tav de Shabat deletrean la palabra “bat”, que literalmente significa “hija” (que corresponde en la Cabalá a la sefirá del reinado, personificado por el Rey David, la cuarta “rueda” de la Carroza Divina, simbolizada aquí por los cuatro colores de los ojos), se refiere a la pupila negra (שחור, shajor) del ojo (בת עין, bat ain).
Los valores numéricos de los cuatro colores presentes en el ojo (a los que se alude en la palabra Shabat), la Carroza Divina de los ojos (revelado en el día de Shabat) –blanco (לבן, 82, laván), rojo (אדום,51, adom), amarillo verdoso (ירוק, 316, iarok), negro (שחור, 514, shajor) – añadir a 963, la guematria de la frase en la que “la vista” aparece por primera vez en la Torá: “Y Dios vio que la luz era buena” ( וירא אלהים את האור כי טוב, Vaiar Elokim et haor ki tov).
Después del pecado original, Adam y Java escucharon “la voz de Dios,” caminando por el jardín. Escucharon a Dios que les hablaba y Le contestaron. Esta es la conciencia de “oir”, la altura de nuestra conciencia de la Divinidad (Dios y Su Divina Providencia) es nuestra vida posterior al pecado original, la conciencia de los días de la semana, los días de trabajo (“Con el sudor de tu frente…”).
Pero en Shabat regresamos al estado prístino de la conciencia de Dios como lo era antes del pecado original (y que será universal en el futuro). En la terminología de la Cabalá, entre semana nuestra conciencia está en el nivel de comprensión (“escuchar” en hebreo también significa “entendimiento”), mientras que en Shabat nuestra conciencia se eleva al nivel de la sabiduría (visión directa de los misterios de la creación ocultos en de la realidad, y en el “misterio de misterios,” el Creador de la realidad, la Realidad verdadera y absoluta).
Entre semana todo lo que nos pasa, todo lo que vemos y oímos, nos “habla” de Dios y Su Providencia. En Shabat no se nos tiene que hablar de Dios, Lo experimentamos directamente.
Existen dos excepciones de esta distinción entre Shabat y los días de semana, cuando elevamos dos veces la conciencia de Shabat durante el tiempo mundano de la semana. El Arizal enseña que nuestra conciencia durante el rezo, todos los días de la semana tres veces al día, está al nivel de Shabat. Los momentos de rezo, cuando nos volvemos hacia Dios y nos dirigimos de Él directamente, son Shabat puesto que su luz brilla y permea la semana.
También, en el Zohar se llama Shabat al verdadero erudito en la Torá. Constantemente en comunión con Dios mediante Su Torá (que es una con Él) experimenta la conciencia del Shabat toda la semana.