-Introducción-
La dirección de nuestra formación – ” El Consejero maravilloso”
Por Providencia Divina hoy es el 27avo de Tamuz. Hay una tradición de que hoy es el cumpleaños de Iosef. En nuestro libro, Transformando la oscuridad en luz, escribimos que Iosef es el arquetipo de un psicólogo, o consejero, que ayuda a las personas interpretando sus sueños; ayuda a las personas a descubrir quiénes son y les ayuda a resolver sus problemas psicológicos.
Tuvimos algunas deliberaciones sobre cómo debería llamarse el curso de estudio en nuestra escuela. ¿Cómo debería nombrarse a un graduado del programa? ¿Debería ser un terapeuta, un consejero, un asistente? Para usar la nomenclatura de la Torá, el mejor término es un consejero. Incluso el mismo Mashíaj es llamado “un consejero maravilloso”, pelé ioetz, (פֶּלֶא יוֹעֵץ ), cuyo valor es igual a la palabra “médico” (רוֹפֵא ), lo que sugiere que todo médico debería ser un consejero maravilloso. La parte maravillosa implica que el consejo proviene de una fuente sobrenatural.
La raíz de consejo y consejero en hebreo es “árbol”, etz, (עֵץ). En el Jardín del Edén – el origen de la humanidad – había dos árboles, el Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. El pecado primordial de la humanidad fue comer del Árbol del Conocimiento antes de comer del Árbol de la Vida. La Torá afirma que una vez que se invierte el orden, no es bueno comer del Árbol de la Vida. Pero, si el primer hombre hubiera encontrado su verdadera esencia, su verdadero yo, por medio de la integración (comer) del Árbol de la Vida, también tendría la capacidad de refinar el Árbol del Conocimiento – al no saborear el mal mezclado en él (así es como explica el Mei Hashilo’aj).
Dado que hay dos árboles, se deduce que hay dos tipos de consejos, dos tipos de tratamiento psicológico. Un tipo se origina en la vida todo abarcadora – a esto conectamos el concepto de “vida eterna”. El segundo tipo proviene de un lugar de conocimiento o conciencia, pero contiene una mezcla de bien y mal. Su éxito se basa en la capacidad de distinguir adecuadamente entre el bien y el mal, guiando así al aconsejado por un buen camino. Pero normalmente, incluso el consejero no puede distinguir adecuadamente entre ellos, por lo tanto, la mayoría de los consejos ofrecidos por los terapeutas son mixtos. En nuestro programa destacamos la necesidad de rezar para que los consejos se originen en la vida y no en la mezcla del bien y el mal.
En cada consejo que damos a alguien puede haber una mezcla de bien y mal. Al igual que cuando se creó la luz, al principio, la luz y las tinieblas se mezclaron. Debido a esta mezcla, mi consejo no hace avanzar ni a mi asesor ni a la humanidad en general, hacia la verdadera meta del Mashiaj. El hecho de que las personas tengan problemas es aparentemente positivo porque las obliga a buscar el Árbol de la Vida.
Cuando pensamos en el Árbol de la Vida como fuente de maravillosos consejos, nos viene a la mente otro acrónimo. Las dos letras de “árbol”, ayin y tzadik, significan literalmente “ojo” y “tzadik“, refiriéndose a un individuo sagrado y justo.
Pero, mientras uno no esté recibiendo consejo psicológico de un maravilloso tzadik, cuyo consejo se origina en el Árbol de la Vida, uno debe asumir que el consejo que se da es desde el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Aquí también podemos diferenciar entre tres niveles de asesores y sus consejos. Veamos cómo se aplica esto al caso de un asesor o consejero matrimonial.
Hay un consejero, u orientador, que actúa en oposición a la Torá. Su principio rector es la liberación de las partes más bajas y destructivas de la psique, por lo que se deduce que todos sus consejos provienen del Árbol del Conocimiento del… Mal. Dicha persona buscará consejos prácticos que busquen una solución rápida y no exijan ningún cambio o refinamiento por parte del individuo. Al final, tales soluciones solo dañan el tejido interior de la vida marital. Eventualmente conducirán a la destrucción y muerte del poder de vida y nacimiento inherente al matrimonio. ¡Quien es lo suficientemente sensible siente que en un consejero de este tipo late la fuerza que busca destrozar el matrimonio e impedir el nacimiento de la descendencia!
Los consejos de este tipo provienen del “árbol de la muerte”, todo lo contrario del árbol de la vida. En correspondencia con el modelo de los Cuatro Mundos, este asesor expresa la esencia del mundo del Mundo de la Acción, cuya mayoría es mala y sólo una pequeña fracción es buena. Las soluciones prácticas de este asesor son negativas y despiertan enojo y división y es sobre ellas que el versículo dice: “Incluso lo he logrado [enojo]”, aludiendo al Mundo de Acción.
Un segundo tipo de consejero busca desarrollar las partes más delicadas de la psique con miras a preservar el matrimonio. Tal asesor se dirige al ego de la persona, enseñándole cómo mantener una relación matrimonial agradable y buena, todo con el propósito de beneficiarse a sí mismo. El consejo de dicho asesor se centra en los sentimientos del cliente y en cómo se relaciona con los demás. Pero, debido al sentido del yo mezclado con los consejos, son una mezcla de bien y mal.
Este consejo tiene su origen en el Mundo de la Formación, el mundo de las emociones, donde lo bueno y lo delicado se mezclan con los sentimientos de auto-complacencia y prejuicios personales.
Un tercer tipo de asesor es positivo y meritorio. Este consejero se esfuerza por enseñar a la pareja cómo mejorar su relación a través del amor mutuo y la voluntad de entregarse el uno al otro para beneficiarse. El tercer consejero enseña a la pareja a ejercitar el principio de “la mente sobre el corazón” antes de actuar; la mente permite a una persona escapar de su egocentrismo y actuar con menos interés propio y luchar por la verdadera bondad y justicia. El consejo de este consejero proviene del Árbol del Conocimiento del Bien y expresa la conciencia del Mundo de la Creación, el mundo del intelecto, que se describe como “en su mayoría bueno”, y del cual solo una minoría es mala.
Sin embargo, incluso el consejo que proviene del Árbol del Conocimiento del Bien es esencialmente humano y no refleja la maravilla inherente al consejo del individuo justo, porque aunque eleva la mente sobre el corazón, no puede llegar a las partes inconscientes de la psique. El consejo del tzadik se origina en el Árbol de la Vida, paralelo al Mundo de la Emanación, la realidad unificada (conocida como el dominio del Uno, en Cabalá). En esta realidad, todo se ve constantemente desde una perspectiva Divina. Aquí no hay ningún mal en absoluto y el tzadik puede llegar a las raíces del inconsciente y purificarlo de todo mal. ¿Cómo hace esto el tzadik?
El tzadik es único en el sentido de que puede describirse como el “consejero maravilloso”, que puede dar un par de consejos que Isaías describe como, “Consejos desde la distancia, la fe fuerte”. Los consejos que ofrece fortalecen la fe. En el contexto del matrimonio, fortalecen la fe que el esposo y la esposa tienen el uno al otro. El tzadik penetra en los recovecos inconscientes de la psique donde falta la fe y los identifica como la fuente de los problemas que tiene la pareja. Su consejo por tanto fortalece estos focos de desconfianza. Tal consejo requiere que uno sea un “consejero maravilloso” porque la fe en la psique se considera la parte más alta e incognoscible del inconsciente, la cual es conocida como “la cabeza inconsciente e incognoscible” – lo que significa que no se conoce a sí misma y no puede ser conocida por los demás.
En general, conectar y tener una relación con el tzadik de la generación que ama a todo Israel, cree en ellos y siente su unidad subyacente, nos inculca la fe en la mejor y Divina parte de cada judío. A medida que se fortalece la confianza absoluta entre marido y mujer, se liberan de esos puntos persistentes e inconscientes de desconexión y separación entre ellos y ameritan una relación sana y fluida, libre de obstáculos inesperados.
El consejo que se origina en el Árbol del Conocimiento se puede atribuir a la fuerza intelectual de conocimiento (daat) en el alma, que está anatómicamente asociada con el cerebro posterior (incluida la médula, la protuberancia anular y el cerebelo). Es responsable de la conexión matrimonial descrita como, “Y Adam conoció a Eva, su esposa,” una conexión en la que la pareja se siente como dos entidades separadas cuya relación es secundaria a sus esencias individuales. Como resultado, el asesor inspirado por el Árbol del Conocimiento (del Bien y del Mal) guiará a la pareja considerando su nivel de idoneidad del uno para el otro, acercándose a ello desde el punto de vista de dos que están separados en su esencia y ahora deben unirse. Por supuesto, cuando dos personas se consideran esencialmente separadas, siempre existe (consciente o inconscientemente) la posibilidad de una separación o divorcio, Dios no lo quiera.
En contraste, el consejo inspirado por el Árbol de la Vida está asociado con la conciencia y una mirada frontal descrita como “Mira la vida con la mujer que amas.” Visto desde esta perspectiva, se considera que el vínculo matrimonial surge de una unidad esencial, profundamente arraigada en el ser combinado de ambos cónyuges. Son esencialmente uno. El asesor inspirado en el Árbol de la Vida abre los ojos de la pareja (los han cerrado hasta ahora) y les revela que su vínculo es su esencia misma y no necesita ser revisado o cuestionado periódicamente. Partiendo desde la percepción de esta obviedad absoluta, el consejero anima a la pareja a sentir que todos los problemas o crisis pueden resolverse.
Basándonos en nuestra exposición, podemos generalizar que los asesores que provienen del plano de los tres mundos inferiores – acción, formación y creación – se dirigen a las partes inferiores de la psique (conocidas como: psique, espíritu y alma). El asesor orientado a la acción aborda la parte más baja de la psicología de la pareja, enfocándose así en su compatibilidad física y apego.
En contraste, el consejero maravilloso cuya conciencia se encuentra en el Mundo de Emanación es capaz de penetrar el inconsciente de la psique – en particular, los dos aspectos de la super-conciencia conocidos como las facultades circundantes del viviente ( jaiá ) y el singular ( Iejidá). Los sabios describen la facultad del viviente con las palabras: “Aunque él [la conciencia] no puede ver, [el viviente] ve”. El viviente también se conoce como el mazal de una persona. El consejero justo puede revelar el mazal común que rodea a la pareja como uno solo. Incluso puede revelar la facultad de fe común que los rodea, despertando su fe el uno en el otro. Estas dos facultades circundantes se revelan al unísono: la verdadera fe de uno en el otro sustenta el sentimiento de que son uno y viceversa; esto es similar a la fe que un individuo tiene en sí mismo. Al reconocer su unidad esencial, la pareja puede superar cualquier crisis temporal, llegando incluso a revelar sus profundas raíces permitiéndoles rectificarla en su origen.
El camino del árbol de la vida: el camino de la tierra[comportamiento] precede a la Torá
La Torá relata que después de que el hombre fuera exiliado del Jardín del Edén, Dios colocó querubines y una cuchilla giratoria en llamas para proteger su entrada y dificultar seguir la senda del Árbol de la Vida. Algunos querubines son agradables, por ejemplo, los querubines en el Templo, que eran un símbolo del amor entre Dios y el pueblo judío, pero estos indican terror. Aparentemente se usa la misma palabra porque los querubines guardianes pueden transformarse en los querubines del Templo.
¿Cómo hacerse digno de aproximarse al Árbol de la Vida? Los sabios explican que “el camino [del Árbol de la Vida]” se refiere a lo que se conoce como “el camino de la tierra” (דרך ארץ), derej eretz, mientras que el árbol de la vida en sí se refiere a la Torá. De esta descripción aprenden que “el camino de la tierra precede a la Torá”. Cuando una persona ha alcanzado este estado, se le permite acercarse e incluso comer del Árbol de la Vida.
De las acciones de Eva, vemos que quien come del Árbol del Conocimiento inmediatamente quiere compartirlo con los demás. Lo mismo ocurre con el Árbol de la Vida. Quien ha encontrado la vida, inmediatamente quiere compartirla para que otros también puedan alcanzar la vida, la vida eterna. Entonces, ¿cuál es el camino de la tierra que precede a la Torá? En realidad, también es parte de la Torá, pero se refiere específicamente a rectificar el carácter propio, el tikun de la psique. Cualquier problema que podamos sufrir psicológicamente, son problemas en nuestro camino de la tierra, la forma de vivir como judío. Existe un concepto conocido como “naturaleza judía”. El camino de la tierra es la naturaleza judía que debemos adoptar para poder vivir una buena vida en este mundo. Esto ciertamente también incluye el cumplimiento de mitzvot, lo que significa que la Torá a la que todo esto precede no es solo la Torá literal, sino los secretos de la Torá que revelan divinidad. Todo esto sucede después de que el individuo se ha rectificado. Esta rectificación debe basarse en la Torá y en las mitzvot.
Se puede estudiar psicología en la universidad. Hay muchos sistemas que aprender y muchos consejos derivados del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Pero, seguir estos simplemente repite lo que se relata en Génesis. No solo no conducirá al Árbol de la Vida, sino que hará que los querubines y la cuchilla giratoria sean erigidos para proteger el camino del Árbol de la Vida. Los consejos que mezclan el bien y el mal evitan el avance hacia la meta real. Lo que buscamos es dar consejos verdaderos basados en la Torá.
Traducción de la clase de 27 de Tamuz 5768 del rabino Itzjak Ginsburhg impartida en la primera ceremonia anual de apertura para graduados de Torat Hanefesh.
No revisado por el rabino Ginsburgh.
NOTA: Hay una referencia en el último párrafo al Arbol de la Vida y que es la parte previa a esta enseñanza del Rav. ¿está localizable?
En amarillo dejo marcadas palabras que dudo o improvisé