Los hermanos le dicen a Iosef: ” “Tu siervo nuestro padre está en paz. Todavía vive”. Nuestros sabios critican severamente a Iosef, quien escuchó a sus hermanos decir “Tu siervo nuestro Padre” y guardó silencio, tenía que protestar.
Pero Iosef tenía una muy buena razón para no protestar. Estaba claro que tenía un plan preciso sabía cómo hacer que las cosas funcionen. Enreda a los hermanos, probándolos una y otra vez en todo tipo de situaciones. Para ello, ‘urde’ una trama completa y compleja, una obra de teatro en varios capítulos. No debe revelarse prematuramente, porque está caminando por una cuerda muy delgada. ¡un paso en falso puede arruinar todo el plan!
Aun así, le dicen a Iosef: “Con todo el respeto por tus planes, tenías que haber “roto los recipientes”, estar dispuesto a estropear todo para no dañar ni por un momento el honor de tu padre. ¿Y tus planes? Déjalos en manos de Dios.
Al final de cuentas, el verdadero director de la historia es el Todopoderoso, y usó el silencio de Iosef para seguir desarrollando la trama y Sus planes sigan adelante.
Pero con todo, tenemos que aprender algo importante con respecto al honor del padre y la madre.