15 Entonces Rivká tomó las mejores ropas de Esav, su hijo mayor, que tenía ella bajo su cuidado, y las puso sobre Iaakov, su hijo menor.
16[También] puso las pieles de los cabritos sobre sus brazos y sobre las partes de su cuello que no tenían vello.
17Rivká le dio a su hijo Iaakov la exquisitez y el pan que había cocido.
18Él vino a su padre y dijo… “Padre”, le dijo. “Sí. ¿Quién eres, hijo mío?”.
19“Soy yo, Esav, tu primogénito –dijo Iaakov–. He hecho como pediste. Siéntate, y come la presa que he cazado, de modo que tu alma me bendiga”.
20“¿Cómo la encontraste tan rápido, hijo mío?”, preguntó Itzjak. “Dios tu Señor estaba conmigo”.
21“Acércate a mí –Itzjak le dijo a Iaakov–. Permíteme tocarte, hijo mío. ¿Eres realmente Esav o no?”.
22Iaakov se acercó a Itzjak su padre, e [Itzjak] lo tocó. Dijo: “La voz es la voz de Iaakov pero las manos son las manos de Esav”.
23No se dio cuenta de quién era porque había vello sobre los brazos [de Iaakov], tal como los de su hermano Esav. [Itzjak] estaba a punto de bendecirlo.
24“Pero ¿eres realmente mi hijo Esav?”. “Lo soy”.
25“Entonces sírveme [la comida]. Comeré la presa que cazó mi hijo, de modo que mi alma pueda bendecirte”. [Iaakov] la sirvió, e [Itzjak] comió. Entonces [le] trajo [a Itzjak] algo de vino y él lo bebió.
26 Su padre Itzjak le dijo: “Acércate y bésame, hijo mío”.
27 [Iaakov] se aproximó y lo besó. [Itzjak] olfateó la fragancia de sus vestiduras y lo bendijo. Dijo: “Mira, la fragancia de mi hijo es como el perfume de un campo bendecido por Dios.
28 Que Dios te conceda el rocío del cielo y la fertilidad de la tierra, mucho grano y vino.