Una mujer desesperada le escribió al Rebe que todo estaba mal en su vida, el Rebe respondió:
En nuestro mundo todo es una mezcla de bien y mal, y uno tiene que elegir qué enfatizar, en qué pensar y en qué interesarse, porque en la vida de cada uno hay dos caminos: ver el bien a su alrededor o lo contrario. Y si se dice eso de todos, más aún en los hijos e hijas de Israel, que tienen una fe absoluta en la eternidad del alma, es decir, la eternidad de lo espiritual, es decir, el triunfo del bien, el triunfo absoluto, porque es imposible que algo que cambia y se va [como los pensamientos no buenos] no sea derrotado absolutamente por lo existente y eterno”.
(Cartas Sagradas, Vol. 2, p. 41) (recibido de Jaia Mushka)