Rabí Meir dijo: Quien estudia la Torá sólo solo en aras de la Torá, merece muchas cosas… y ella [la Torá] lo prepara para ser justo, piadoso, recto y fiel…
Pirkei Avot Capítulo 6, Mishná 1
Nuestra mishná representa una dinámica ascendente desde “justo” a “fiel”. Cada ascenso a un nuevo nivel se basa en el nivel inferior y se suma a él. Veamos cómo:
El tzadik, persona justa, es un individuo que cumple todos los mandamientos según la letra de la ley. Todas sus acciones están en línea con el Código de la Ley Judía. Es justo en pensamiento, palabra y acción (las tres vestimentas del alma, que son cómo el alma se expresa en la práctica). Toda persona que se dedica al estudio en aras de la Torá es ciertamente un tzadik, porque el estudio “por ella misma” es un estudio con el propósito de poner el estudio en acción.
El tzadik hace lo que tiene que hacer, de acuerdo con la letra de la ley. Esta es una gran cualidad, pero es el primer peldaño de la escalera. A partir de ahí, tiene que seguir subiendo. Después de rectificar sus acciones externas, asciende al nivel de un jasid, un individuo piadoso, que va más allá de la letra de la ley. Para lograr esto, el jasid tiene que agregar una capa de emociones a la capa de acción que ya domina. Cuando una persona se identifica emocionalmente con el cumplimiento de la mitzvá, desea cumplir más que el requisito mínimo. El tzadik es bueno, pero uno siempre puede ser mejor.
Por encima de estos dos niveles iniciales, el siguiente nivel se describe como “el recto”. Aquel que es descrito como “recto” es el que posee un estado mental rectificado. Para adecuar el pensamiento propio, uno tiene que aprender suficiente Torá para que su pensamiento se alinee y se asimile con la forma de ver las cosas de la Torá.
El cuarto nivel se describe como “fiel”. La fidelidad es un atributo de Moisés, de quien está escrito: “En toda mi casa él es fiel”. La verdadera fidelidad es la vinculación a un pacto desde un lugar de conexión esencial por encima y más allá de la razón. Viene del nivel más alto del alma, la corona supraconsciente, o keter, en hebreo. La palabra hebrea para “corona” (keter) comparte una raíz con karat, ‘cortar’, el verbo hebreo usado para ‘cortar un pacto’). Un pacto entre dos amantes fieles (y esto es, por supuesto, lo que debe existir en el pacto del matrimonio) es el “amor que no depende de nada”. Este amor perdura incluso cuando uno de los lados mancha el nivel consciente de la relación.
La persona recta alinea sus obras con su gran sabiduría de la Torá, pero una persona que tiene el mérito de ser ‘fiel’ está completamente alineada con el Cielo, trayendo luz desde Arriba hacia abajo.