De acuerdo a la fe judía Di-s es absolutamente único. No existe ni dualidad ni pluralidad intrínseca en El en ninguna forma. La Cabalá (la mística judía) enseña que el comienzo del proceso creativo es la contracción de la luz infinita de Di-s (es decir, la revelación Divina de que Di-s es todo). Luego comienza una serie de etapas, la primera de las cuales es la proyección de un rayo de luz Divina (la Presencia revelada de Di-s) en el vacío aparente (es decir, un estado aparente de espacio “fuera” de Di-s), que resultó a partir de la contracción. Entonces, los mundos son creados en torno del rayo de luz. Esto es para el cosmos, lo que el alma es para el cuerpo. Por esta razón, nuestros sabios dicen que Di-s es para el mundo lo que el alma es para el cuerpo.
Después de la contracción, Di-s se revela a través de muchas manifestaciones. que son relevantes sólo a partir de la contracción inicial de la luz Divina. Desde la perspectiva Divina, las contracciones no se pueden tomar en forma literal. Di-s es, fue y siempre será Uno y Unico. La Unicidad absoluta de Di-s no se debe entender en un sentido cuantitativo (como algo “contable”), Di-s es “Uno, pero no en sentido numérico”, El es el Absoluto que creó todos los “números” del uno hasta el infinito. El significado de la contracción es únicamente en relación con nuestra perspectiva.
Después de la contracción, cuando la creación recibe su propia perspectiva en la realidad, Di-s puede aparecer en el plano consciente de esa realidad a través de una manifestación dual, triple, cuádruple, etc. Una manifestación dual podría ser dos manifestaciones relacionadas, como la luz trascendente de Di-s frente a Su luz inmanente. El nombre más esencial de los nombres de Di-s es el Tetragramatón que tiene cuatro letras. Cada una de ellas representa una manifestación diferente de la presencia Divina en la realidad, Su poder en la creación y Su supervisión sobre la creación. De la misma manera, Di-s a veces se manifiesta como cinco, seis, siete y así sucesivamente. Con mucha frecuencia meditamos acerca de todas las apariencias y aspectos posibles desde los números uno hasta el trece. Incluso pueden haber más que estos. Cada una de las veintidos letras del alfabeto hebreo es una manifestación de Divinidad. Cuando se “rastrean” todas estas posibilidades hasta su misma fuente en la luz infinita de Di-s antes de la contracción, “retornan” a un estado de Unidad absoluta.
Como se explicará más adelante, la manifestación básica del tres en el judaísmo es Di-s, Torá e Israel. No existe nada esencialmente único que distinga el número tres de cualquier otro. Como se mencionó anteriormente, Di-s, el único absoluto, puede y de hecho aparece en cualquier número que El desee. Cada número representa un secreto diferente de la realidad que El crea, intentando en definitiva reflejar Su Unidad absoluta.