P: Shalom! Estuve leyendo acerca de “Los Cuatro Niveles de Presencia Divina en el Matrimonio¨ en el artículo del Matrimonio Judío: El Objeto del Deseo. Aunque me costó un poco entenderlo porque no manejo información acerca de guematria ni de los rellenos de los nombres, por lo que pude comprender acerca de esos cuatro niveles, el ideal, desde la perspectiva de la mujer sería el representado por el relleno “ban” ¿No es así? Sin embargo, he leído que esto no es posible en nuestros días hasta tanto no sea revelado lo oculto, es decir, que en nuestros tiempos, la mujer no puede ser “corona de su marido”
Le hago otra pregunta: Si en una pareja “gentil” o noájida, casada, uno de los dos decidiese pasar por el proceso de convertirse al judaísmo, en este caso la mujer, estando el esposo de acuerdo con ello (cosa que no sé hasta qué punto usted lo considera posible), ¿En qué afectaría esto al matrimonio?
Muchas gracias y disculpe la molestia…
R: Es de inapreciable valor tu esfuerzo por comprender las cosas de la Torá, y veo que has podido hacerlo en gran medida. En realidad, no es una contradicción. Como dijo el rey Shlomó: Una mujer de valor es la corona de su marido. Es algo que siempre fue así en la pareja, y a nivel cósmico se materializó con la entrega de la Torá, cuando el pueblo de Israel (la esposa) coronó o reconoció como rey a Dios (el marido). El trabajo de elevar las cosas materiales de este mundo representado por el relleno ban del nombre de Dios es algo que realizamos constantemente, y es el trabajo específico del pueblo judío, para que las chispas de Divinidad esparcidas en este mundo retornen a su origen en la Divinidad. Esto está representado en el matrimonio en la jupá, cuando el novio se da vuelta hacia la novia, descendiendo a buscarla para elevarla hacia la unión sagrada.
Dijo el Rebe que este trabajo de refinamiento del mundo ya está realizado, sólo tenemos que abrir los ojos y ver para que el Mashíaj se revele y llegue la Redención. Por lo que desde este punto de vista sí podemos decir que la esposa puede ser la corona de su marido. En Cabalá se llama Corona o Keter a la parte inconsciente de la persona porque está por encima de la cabeza, del cerebro y la mente. Tiene tres niveles siendo el superior la Fe, el intermedio el Placer y el inferior la Voluntad, que da origen a las sefirot reveladas, que conforman el pensamiento, los sentimientos y las acciones de la persona.
Entonces la mujer que corona a su marido actúa sobre esos niveles de forma sutil, intuitiva e inteligente. Dice la Torá: “No es bueno que el hombre esté sólo, hagámosle una ayuda frente a él”. La mujer siempre está lista para ser la corona de su marido, y si este es meritorio será una “ayuda” para su buena voluntad, si no es meritorio estará “frente a él” y se opondrá a sus deseos inadecuados. Si es “una mujer de valor”, su inteligencia le dirá cómo ayudarlo afirmando a su marido como la corona del rey, o cómo cambiar la voluntad de su marido para bien. Si la mujer no está refinada espiritualmente, puede actuar de manera que se enfrente a su buena voluntad o que lo ayude en sus malas acciones. Pero de todas maneras esto sigue dependiendo de si el marido es meritorio o no.
Respecto a la segunda parte de la pregunta, en el caso de una pareja de Bnei Noaj no se aconseja que uno de los dos haga la conversión por separado, porque inmediatamente se tendrían que separar, siendo que la ley judía prohíbe el casamiento entre un judío y un gentil. Además, surgen muchos problemas imposibles de resolver como se ve en el caso de los matrimonios mixtos, respecto al cumplimiento de los preceptos, la educación de los hijos, etc. Es preferible seguir viviendo ambos como justos gentiles, cumpliendo los 7 preceptos de Noaj y Hashem los va a ayudar para que ambos puedan definir el camino que deben seguir en el futuro.