ESTA MEDITACIÓN ES ESPECIAL PARA ESTE SHABAT TRIPLE,
TE LA RECOMIENDO.
Este año el Shabat Jazón, el Shabat de la visión, se combina con Tisha BeAv. La visión es doble: “La visión de Ishaiahu,” por supuesto, que se lee en la haftará, y también el día de la hilula de un gran tzadik, rabi Iaakov Itzjak, el ‘jozé’ (el vidente) de Lublin. El Jozé tenía oponentes muy fuertes y decían que cuando muriera brindarían ‘lejaim’. Él les respondió: cuando muera, ni siquiera agua beberán. De hecho, se fue en Tisha Be Av..! Pero este año todos brindaremos en Tishá Be Av, como se acostumbra el día de la hilulá de los justos. Hilulá es regocijo y celebración por el alma del tzadik que se expande sin la limitación del cuerpo. La unión triple del Shabat Jazón, Tisha B’Av, y el Jozé de Lublin es un verdadero día de celebración, tiene un profundo significado:
Son conocidas las palabras de Rabi Levi Itzjak de Berdichev que en el Shabat de la visión Dios le muestra a cada judío una visión del Tercer Templo. En Tishá BeAv solemos ver solo la destrucción, pero el Shabat anterior, que es la raíz de toda la semana que viene a continuación, “bendice a todos los días”, y así vemos la dimensión interna de la destrucción, que es el comienzo de la construcción del nuevo edificio que crecerá de destrucción.
Cuando viene Shabat la persona no debe preocuparse por nada, “toda tu labor está hecha”. Esto es cierto no solo para los asuntos seculares sino también para las carencias espirituales. La destrucción es una terrible carencia en el mundo, pero en Shabat no falta nada. Durante los seis días de acción de la semana estamos dentro de este mundo, y qué vamos a hacer, todavía no se reconstruyó a nuestros ojos el Templo Sagrado y seguimos estando en medio de la destrucción. Por lo tanto, es necesario conmemorar y cumplir las leyes de luto por la destrucción y de esta manera estamos ocupados en la construcción. También en Shabat recordamos la destrucción y oramos por su reconstrucción, como decimos en la tefilá:
“hacernos subir jubilosamente a nuestra tierra, y nos plantes dentro de nuestras fronteras, y allí Te ofrendaremos nuestros sacrificios obligatorios”.
“שתעלנו בשמחה לארצנו ותטענו בגבולנו ושם נעשה לפניך את קרבנות חובותינו“
“Shetealeinu besimjá leartzeinu, vetaanenu bigbuleinu, vesham naasé lefaneja et korvanot jovoteinu.”
Pero no nos enlutamos, sino que nos regodeamos por las cosas buenas que vendrán y que las veamos ahora mismo. Este año esta experiencia de Shabat se conecta con Tisha B’Av y desplaza al ayuno. Como si el Shabat nos dijera: Cuando estoy aquí no hay que ayunar en Tisha B’Av, todo está bien.
La persona que ilustra esta mirada interior es la imagen del tzadik, como el Vidente de Lublín. Su fe es tan fuerte y tangible que ve en la destrucción exterior la construcción o interior, ve el futuro bueno escondido en este difícil presente. “¿Quién es sabio? El que ve lo que va a nacer.” ¡El sabio ve el bien que nació en Tishá Be Av, el nacimiento del Mashíaj!
Así dijeron los Sabios: En las almas elevadas como la de Rabi Shimón bar Iojai, el Templo no fue destruido. Esto es porque miran a la realidad desde las alturas y ya ven el Tercer Templo. El Tzadik está en un nivel de Shabat (como está escrito en el Zohar), y como el Shabat no tiene relación con la destrucción, tampoco en el Tzadik hay destrucción.
Este Shabat diremos ¡lejaim, por la vida! Y nos conectaremos con los justos-videntes, reconociendo que “En Tu pueblo son todos justos”, y los justos expresan abiertamente lo que es el alma de todos y cada uno de nosotros. En estas “Tres semanas de sufrimiento” nos iluminamos con el santo Shabat, que es como el Mundo por Venir, y vemos que toda la devastación no es sino una preparación para la nueva construcción, y cuando leamos la “Visión de Ishaiahu”, recordemos estas palabras inician las profecías de Ishaiahu, y especialmente la salvación y el consuelo que llega al final.
El propósito es extender esta conciencia “shabática” a los días de semana y desplazar por completo a Tisha B’Av, traer a los días de la semana el resplandor del Shabat y la conciencia que tienen los justos, y así pronto en nuestros días se reconstruirá el Templo, y se cumplirá “y convertí su luto en alegría”.
[Publicado en el boletín: Karov Eleja, “Cerca de Ti”.]