Continuación de no existen las coincidencias
Traducido y extraído del libro del rabino Ginsburgh sobre el Baal Shem Tov, Or Israel vol.II, p.188.
El Rebe Raiatz relató:
El Baal Shem Tov enseñó a sus discípulos que el verdadero camino que debe seguir una persona es que todo lo que oye o ve, entiende que no es una coincidencia, sino una instrucción del Cielo. Hay que despertar la compasión del Cielo para merecer comprender lo que se ve.
También dijo que el verdadero servicio de Dios es ver la verdad. Cada judío es un emisario en una misión para revelar Divinidad. Los judíos simples, en su sinceridad, son verdaderos servidores de Dios. El Baal Shem Tov indicó a sus discípulos a contemplar en Reb Pesaj al aguatero cuando entra a la sinagoga a orar.
Los discípulos de Baal Shem Tov estudiaron a Reb Pesaj cuando entraba a la sinagoga para la oración de la tarde. Vieron cómo se lavaba las manos ritualmente y se las secaba antes de entrar, y cómo cuando abría la puerta de la sinagoga y entraba, su rostro cambiaba y reflejaba asombro. Y cuando miraba el Arca y decía el verso, “Pongo a Dios delante de mí siempre” (Salmos 16:8), su rostro se ponía colorado.
El Baal Shem Tov fue el guía magistral. Sabía qué mostrar a sus santos discípulos, y ellos tenían ojos de verdad para ver.
(Sefer Hasijot 5700 p. 133)
Se Simplemente Sincero
En la historia del Baal Shem Tov, no hay tal cosa como una coincidencia, se explicó que hay diferentes maneras en que una persona pueda contemplar las pistas y alusiones que le son enviadas del Cielo y entender lo que significan. Su motivación para comprender estos indicios es su voluntad de hacer el bien y cumplir la voluntad de Dios en cualquier momento y en cualquier situación.
El Baal Shem Tov nos enseña un fundamento importante del judaísmo:
Dijo que todo lo que una persona ve y oye es una enseñanza y un mandamiento del Cielo para su servicio a Dios, pero tenemos que entender lo que estamos viendo y escuchando y no errar en su significado, Dios no lo quiera. La comprensión correcta se puede lograr porque ‘el alma de la persona le enseñará’.
Esto tiene lugar cuando brilla su intelecto e ingresan a su mente diferentes percepciones con una idea de cómo lo que ha visto u oído se aplica a su servicio a Dios.
El Baal Shem Tov dijo que la forma más segura de lograr que ‘el alma de una persona le enseñará’ es recitar un capítulo de los Salmos con un corazón ardiente, realizar un acto de bondad con el cuerpo físico y no solo con su dinero y amar al prójimo judío con auto sacrificio. ‘El alma de una persona le enseñará’ se manifiesta en la persona sencilla que recita Salmos más que en los eruditos de la Torá que innovan nuevas e intrincadas enseñanzas de la Torá.
En nuestra historia, el Baal Shem Tov instruye a sus discípulos a concentrarse en los judíos simples, y así pueden restaurar el atributo de verdad que se requiere para comprender la palabra de Dios, que está llamando a la puerta de cada persona.
La sencillez de un simple judío revela la Divinidad. Si no distorsionamos y torcemos la sinceridad y la verdad del alma que Dios nos ha dado, revelará la voluntad de Dios de la manera más clara.
‘El alma de una persona le enseñará’ no es un talento del que un simple judío sea consciente. Presumiblemente no piensa que tiene que interpretar pistas e indicios y recibir instrucciones de los acontecimientos de su vida diaria, pero sin embargo le sucede todo el tiempo, con total naturalidad.
En realidad, los eruditos de la Torá, acostumbrados a desarrollar sus talentos y ascender a niveles más elevados por medio de ellos, pueden encontrar difícil este servicio interior de Dios. Se basa completamente en la simple sinceridad simple. El análisis agudo de la Torá con su mente no le agrega nada. Sin embargo, dentro de cada erudito de la Torá, también hay un simple judío. ¡Hay esperanza, entonces, para todos!