NO EXISTEN LAS COINCIDENCIAS

Traducido del libro del rabino Ginsburgh, “Or Israel”, Parte 2, página 129.

Una vez, el Ba’al Shem Tov estaba visitando la sagrada congregación de Nemerov, y caminó desde las casas grandes hacia las casas pequeñas hasta que, por error, llegó a un sótano. Y entró en el sótano y dio la orden de revisar las mezuzá. Alguien le preguntó: “Si una persona se pierde, ¿debe pensar inmediatamente que hay una razón para ello? ¡Quizás es solo una coincidencia!”

El Ba’al Shem Tov respondió: “¡Para mí no existen las coincidencias! Toda persona debe creer que todo viene por Providencia Divina y no debe atribuirlo a la coincidencia, Di-s no lo quiera.” (Shivjei HaBesht página 131)

Piensa en las cosas que te están permitidas

Un fundamento básico en Jasidut es que todo lo que una persona ve y escucha en el mundo no es una coincidencia, sino una directiva del Cielo. Los tzadikim de Polonia hablaban regularmente de “vivir con las circunstancias”, encontrar la razón en todas las circunstancias de la vida las pistas ocultas que nos muestran el camino para acercarnos a Di-s.[1]

Sin embargo, para aplicar correctamente este principio se necesita mucho estudio y práctica. Se pueden dar dos situaciones: mucha gente tiene una propensión seca y práctica -que el Ba’al Shem Tov desaprueba- a vivir la vida con una banalidad herética (en hebreo, la palabra para ‘herejía’, kofer, es afín a kfor/congelación) y a pensar que todo lo que nos sucede no es más que una coincidencia (en hebreo, la palabra para coincidencia, mikré, comparte la raíz de dos letras con kar/frío). Muchos otros, sin embargo, tienen una propensión a levantar vuelo con las alas de la imaginación y a interpretar cada suceso y situación de mil maneras. Estas personas terminarán confundidas -en el mejor de los casos- y mentalmente enfermas en otros.

El Baal Shem Tov desea desvincularnos de la perspectiva de que “la contracción es literal”, cuyas conclusiones emocionales son el aislamiento de este mundo y sus acontecimientos.[2] Este enfoque nos insta a no contemplar las circunstancias de nuestra vida y a no vivir en absoluto lo que sucede a nuestro alrededor. En cambio, prescribe que dirijamos nuestros oídos para escuchar la palabra de Di-s solo desde dentro de las letras de la Torá, negando cualquier revelación celestial por medio de la realidad.[3]

Para separarnos del enfoque anterior, el Ba’al Shem Tov nos lleva al extremo opuesto. Esta es la manera de curar el alma enferma como nos enseña Maimónides en sus capítulos sobre el alma.[4] Él ilumina con una luz que está más allá de nuestra capacidad de recibir, una luz que proviene del Sovev kol Almin, la Luz abarcadora de Di-s. Esta luz proviene del lugar que está por encima de toda circunstancia y razón (sibot, afín a Sovev).

Sin embargo, no todas las mentes pueden hacer frente a este concepto de la luz. Podemos buscar saber qué significa un evento particular en nuestras vidas, pero ¿tenemos la fuerza para soportar el peso de la respuesta? Cuando Iov hace preguntas acerca de cómo Di-s conduce su vida y la vida de los miembros de su familia, Di-s le responde: “¿Quién es ese que oscurece el consejo con palabras sin conocimiento? Ciñe ahora tus lomos como un hombre; porque os preguntaré, y me contestarás. ¿Dónde estabas cuando yo eché los cimientos de la tierra? Contesta, si tienes el entendimiento.”[5]

“¿Quién es este que oscurece el consejo?” Cuando meditamos e intentamos acceder a la luz que el ojo no puede captar, no vemos nada más que oscuridad. Quien no puede calcular el cómputo del mundo entero y todo lo que contiene, tampoco puede comprender el más mínimo detalle. Desde la más inmensa extensión hasta lo microscópicamente diminuto todo está conectado. Todo está unido y el gran volumen de mensajes que pertenecen a todos y cada uno de los temas se puede definir como luces caóticas, que necesariamente conducen a la ruptura de cualquier conciencia rectificada y equilibrada.

Para construir recipientes apropiados para la guía del Ba’al Shem Tov, debemos encontrar la manera de filtrar la enorme cantidad de mensajes y las interpretaciones ilimitadas en el origen de cada circunstancia.[6] Debemos admitir nuestras limitaciones y saber que se nos ordenó: “Contempla lo que se te permite, no tengas trato con lo oculto.”[7] Desde dentro del mar de la eternidad, busquemos extraer solo lo que Di-s ha destinado para nosotros. La pista específica, la señal especial que Él nos envió.

Este es el significado de la expresión “vivir con las circunstancias”. Todo tiene su razón, pero solo una razón te pertenece en un momento dado. Se te permite creer en tu poder para profundizar en las acciones de Di-s y revelar el significado interno de lo que se refiere a ti. Si no se aplica a ti, déjalo de lado, porque no te ayudará en absoluto.[8]

El Rebe Najman de Breslev explica este concepto de manera similar:[9]

“Y con todo lo que Di-s le presenta cada día, uno debe ahondar y ampliar su pensamiento sobre ello, para poder comprender las indicaciones de Di-s. Pero la expansión del intelecto sobre esto debe ser en la medida adecuada, para que no salga de los límites de la santidad. Debe hacerse sólo de acuerdo con su intelecto humano así expandirá su pensamiento sobre ello. Además, no debe mirar por encima de su nivel porque “En lo que es extraordinario para ti, no profundices”.

Instrucciones para el viaje

Después de haber analizado la dificultad de descifrar las pistas que Di-s nos envía, podemos volver a nuestra voluntad para aprender a servir mejor a Di-s a través de todo lo que nos sucede.

Cualquiera que tenga una computadora sabe lo importante que es filtrar todo el spam y los virus que pueden destruir la computadora si no se controlan. Nosotros también necesitamos filtros. Las siguientes son algunas sugerencias que, con un uso apropiado, pueden filtrar muchos de los pensamientos insensatos y las interpretaciones distorsionadas que circulan por nuestras mentes.[10]

  1.  Nunca convierta la alusión en el quid de la cuestión. El Rebe de Lubavitch explicó que ocuparse en la guematría es buena y beneficiosa cuando se trata de realzar el dulce sabor de lo que se aprendió a través de los métodos reconocidos. Uno nunca debe innovar una nueva línea de pensamiento de la Torá solo por medio de la guematria. Esto es válido para otros indicios del Cielo, que vienen a dirigirnos en el camino de la Torá y las mitzvot. Cualquier insinuación que parezca contradecir la Torá, Di-s no lo quiera, no es más que una insensatez. Di-s no nos lo envió. Más bien, vino de la parte no rectificada de nuestras almas.
  1. “Di-s es bueno con todos y Su compasión está sobre todas Sus obras.”[11] Di-s es bueno con todas Sus creaciones y siempre piensa solo en el bien de Israel en general y de cada persona en particular. Algunas personas con enfermedades mentales ven señales de muerte inminente en cada hoja que se mueve en el viento. Las personas con esta enfermedad, incluso si es leve y no es reconocible para los demás, pueden sentirse muy amenazadas por el ejercicio del descifrado de las alusiones. Encuentran indicios de que Di-s los está distanciando y alejándose de ellos en todo.[12]

C.  “Y mi alma será como polvo para todos”. Di-s no te mira con cara de enojo, pero tampoco te envía constantemente señales de que eres el Mashíaj. Esta es una interpretación extrema, que no atraerá a la mayoría de las personas. Sin embargo, una persona guiada por su orgullo tiene una tendencia a ver en todo el estímulo y potenciación de su supremacía y rectitud en todo.

Estas tres reglas tienen un único propósito: encauzar los esfuerzos interpretativos y fenómenos de la imaginación y el pensamiento al campo del servicio activo a Di-s. Esta es la forma rectificada en que las personas de nuestra estatura, que no disfrutan de familiaridad con los caminos ocultos de Di-s, pueden descifrar pistas o alusiones y recibir orientación. Uno siempre debe esforzarse en que “la acción es lo principal” y distanciarse de regocijarse en mundos imaginarios que, incluso si contienen una pizca de verdad, anularán todas sus ganancias con pérdidas.

En palabras del Rebe de Lubavitch:[13]

“Toma esto como un principio general y recuérdalo siempre: Cualquier asunto que sea efectivo o realmente conduzca al servicio activo a Di-s, y se enfrente a una oposición de cualquier tipo, incluso la más noble, esa oposición es la maquinación del alma animal.

Nada os impedirá realizar vuestro servicio a Di-s más que la necedad desenfrenada respecto a cosas que la mente no puede abarcar.

Imagen: www.retardstrength.net


[1] Como dijo el Rebe Najman de Breslev (Sijot HaR”aN 52): “Desde todas las cosas la gloria de Di-s está clamando, porque el mundo entero está lleno de Su gloria…Porque Su gloria está constantemente clamando y llamando e insinuando a una persona para que se acerque a Él, y Él lo acercará con compasión, con amor y con gran cariño”.

[2] Explica la Cabalá, que al crear Hashem produce una contracción para crear un espacio vacío donde crear o tzimtzum. El significado literal es que en ese espacio tampoco está su esencia, tzimtzum kipshutó, contracción literal, o sea Él no se encuentra, Dios no lo permita. Jasidut explica que no hay nada vacío de Él, y la contracción o alejamiento no es en Él literalmente, sino en Su Luz Infinita, tzimtzum lo kipshutó.

[3] Véase la parte 1 de este libro, página 212 y siguientes

[4] Shmoná Prakim – Introducción de Maimónides al Tratado de Avot, capítulo 4.

[5] Job 38:2-4

[6] Hoy en día se está desarrollando la teoría del caos. Esta teoría identifica reglas lógicas incluso en fenómenos caóticos. Ciertas estructuras se repiten en una inmensa gama de fenómenos, desde lo macro más general hasta lo micro más diminuto. A la luz de este descubrimiento se entiende que hay que localizar la estructura más básica y típica y analizar todos sus fenómenos a su luz. Este es el camino que tomamos en nuestro libro “Sod Hashem Leireiav”, donde ampliamos la contemplación de muchas áreas de acuerdo con las cuatro letras del Nombre de Di-s, Havaiá -con las que se crearon el cielo y la tierra y se continúan trayendo a la existencia, literalmente en cada momento.

[7] Jaguigá 13a

[8] Podemos decir que la preocupación exagerada por las razones y las circunstancias es similar al chismorreo. Los chismosos van de un lugar a otro, relatando lo que oyeron y vieron, aunque no es de su incumbencia ni de sus oyentes. Este rasgo es el rasgo de aquellos que destruyen el mundo, palabras sin sentido que no aportan nada a la realidad. Del mismo modo, en una persona preocupada por descifrar las pistas del cielo, el caos acabará por dominar las partes rectificadas de su personalidad. En lugar de ayudar a establecer el mundo, se aleja del mundo.

[9] Likutei Moharán Parte 1 Torá 54

[10] El Alter Rebe allanó un camino más interno y asentado para aplicar las instrucciones del Baal Shem Tov. Prescribió la contemplación en la porción de la Torá de la semana, que ilumina la vitalidad Divina única en cada coyuntura del tiempo, con herramientas que aportan comprensión y alcance. El Alter Rebe llamó a este método, “vivir con el tiempo.”

[11] Salmos 145:9

[12] Véase el tomo 1 de este libro Or Israel, página 181, donde se explica que aunque suene una voz del Cielo diciéndole a una persona que no hay camino abierto a él para que regrese y se acerque a Di-s, esto no es más que una prueba. Hay que ignorar esa voz, sabiendo que no puede ser que algún distanciamiento provenga de Di-s. Más bien, es la persona distanciándose de Di-s.

[13] Haiom Iom 23 de Siván

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