LA CASA DEL GRANJERO

En uno de sus viajes, el Baal Shem Tov llegó a una aldea y se alojó en la casa de un granjero que era seguidor suyo. El jasid hizo una gran fiesta en honor al rabino. Mientras hablaban, el rabino preguntó sobre su bienestar, si tenía un medio de vida y cuál era su situación. El granjero le contó detalladamente sobre su buena situación. El rabino le dijo:

– “¿Tienes buenos caballos? Vayamos a verlos”.

Fueron a los establos y había un caballo joven que le gustó al Baal Shem Tov, y le pidió al anfitrión que le diera el caballo como regalo.  El granjero respondió:

– “Señor, no me pida este caballo, porque es precioso para mí y muy querido. En cualquier lugar difícil donde tres caballos no logran tirar del carruaje, él se las arregla para tirarlo solo. Y esto ya me ha pasado varias veces, así que me enamoré de este caballo”.

Mientras hablan del buen sustento del anfitrión, la conversación giraba en torno a las deudas que mucha gente tenía con él. El Baal Shem Tov le dijo:

– “Le pido que me muestres sus pagarés.

“El jasid le mostró todos sus comprobantes, y cuando el Baal Shem Tov vio uno de los billetes, le pidió que se lo diera como regalo. El granjero respondió:

– “¿Por qué quieres este documento? Este deudor lleva varios años muerto y no ha dejado bienes para pagar su deuda”. 

El Baal Shem Tov dijo:

– “Aún así, lo quiero”. El granjero le dio el pagaré al Baal Shem Tov, y él lo tomó en sus manos, lo partió en dos y dijo:

– “Después de todo, la deuda está completamente perdonada”.

Entonces el rabino dijo:

– “Ve a ver cómo está el caballo”. El seguidor fue y vio al caballo muerto y se dio cuenta de que no fue una casualidad.

 El Baal Shem Tov le dijo:

– “El hombre que murió quedó en deuda contigo sin dejar una forma de saldar la deuda, por lo que estaba condenado a complacerte con trabajo duro y se encarnó en un caballo que te complacía mucho. Ahora que la deuda ha sido perdonada, el hombre pudo regresar a su lugar en el Mundo por Venir y dejar el cuerpo del caballo”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *