Jasidut de la Parashá Trumá: Donaciones para el Santuario
con el Rabino Jaim Frim
Sobre el Mishkán, Dios dice “Y me harán un Santuario y yo habité en ellos”, y en él se cumple el propósito de la creación del mundo – “El deseo del Santo, bendito sea, de tener una morada en los mundos interiores”. Aparentemente esto es incomprensible: después de todo nuestros sabios dicen del Santo, bendito sea, que “Él es el lugar del mundo y el mundo no es su lugar”, es decir, el mundo no es un lugar donde Dios se encuentra en su interior, sino que por el contrario el mundo es parte de Dios y no Dios parte del mundo. Si es así, ¿qué significa que Dios quiere tener un lugar donde morar?
Veamos juntos la respuesta