El concepto de fatiga, un síntoma muy común del Lupus, se puede ver también como un padecimiento de hod. Hod, bajo buenas condiciones, puede tener una connotación de perseverancia, como en la persona que está en un andar continuo (hacia un objetivo) sin cansarse. Este aspecto de dicha sefirá se refiere a la capacidad de la persona de transitar por la vida y seguir con sus emprendimientos hasta el final.
A nivel espiritual, la decisión de continuar y perseverar hasta el final, de no abandonar en el camino, es la esencia del proceso de retorno –teshuvá– a Di-s. Este servicio espiritual comienza a nivel de biná, “entendimiento”, y concluye con la curación de hod, como dice el profeta: “Y su corazón entenderá [biná] y retornará y será curado [hod]”.
La fatiga que viene con el Lupus aparece a nivel físico en el embarazo. Una mujer preñada (un símbolo de bina –futura mama- en cabala) con Lupus tiene un alto riesgo de aborto, que es la incapacidad de continuar el proceso de embarazo hasta el final. Una vez más vemos la relación de esta enfermedad y sus síntomas con la mujer.
Sensibilidad
Otro factor regulatorio en el sistema inmunológico es un equilibrio que asegure que no se produzcan demasiados anticuerpos, ya que en este caso, en vez de proteger de la enfermedad, comienzan a luchar en contra.
Psicológicamente, esto se puede asociar a una persona demasiado preocupada y atribulada acerca de las enfermedades; su hipersensibilidad lo hace muy propenso a sentirse –y a menudo volverse- enfermo.
El hod rectificado se caracteriza, en cabalá y jasidut, por “caminar simple con Di-s”. Esto implica enfocar naturalmente los esfuerzos y pensamientos en el logro de la misión que se tiene en la vida (como está prescripto en la Torá) con fe simple y confianza en que Di-s cuida del bienestar del cuerpo y el alma (para que pueda cumplir con su misión). Tal persona no se preocupa por las enfermedades, sino que está siempre conciente de que Di-s es el “curador de toda carne y el hacedor de maravillas”.