???? ¿QUÉ DEBEMOS APRENDER DE LOS HEREJES? 

“De cada cosa se puede aprender algo para el servicio a Hashem”

cuando se le preguntó qué se aprende de la herejía, dijo:

“Cuando un judío viene a pedir caridad…no digas “si Dios lo hizo, así debe ser”, “por algo será que es pobre”, ¡No! ¡Levántate y dale! Así también cuando queremos traer al Mashíaj y acercar la redención, aunque creemos que todo está bajo Su supervisión particular, hashgajá pratit, y así como Él lo hizo será bendecido…tenemos que ‘renegar’ un poco y sentir que de todas maneras también ‘depende de mí’.

Espera, ¡pero dijimos que en realidad todo depende de Él! ¿o no?

Piensa un minuto…

Está todo en Sus Manos pero… todos salimos a trabajar para mantener nuestro hogar, por lo tanto es un poco sospechoso que este reclamo “así lo quiso Dios”, solo surja cuando una persona pobre pide caridad o cuando tenemos que traer al Mashíaj. por eso si buscamos muy adentro, en lo más profundo y este es uno de los secretos de la redención: estamos tan conectados a Dios que todo lo que pensamos, sentimos o hacemos lo percibimos como si lo hiciera Él. Ya, desde a ahora, antes de la venida del Mesías, tenemos que trabajar y compenetrarnos con en esta ‘mentalidad’: En cada acto que realizamos para lograr la redención, Dios está y de hecho obra a través de nosotros y nosotros somos solo una especie de una ‘mano extendida’ de Él en realidad.

Está escrito que cuando los espías dijeron acerca de los pueblos en la tierra “porque ellos son más fuertes QUE NOSOTROS”. En hebreo “Que nosotros” es ממנו que se puede leer de dos maneras: mimenu: “que nosotros”, o mimeno: “que Él”. Al decir ‘minenu’ estaban hablando de sí mismos… pero en realidad querían decir que los pueblos de Cnaán eran realmente más fuertes que ‘Él’, que Hashem’. Para corregir el pecado de los espías que nos dejó deambulando 40 años en el desierto… hasta nuestros días, tenemos que pensar y comprender que: cuando no dejamos nada en manos de Dios y hacemos todo nosotros mismos, para ayudar al prójimo, para traer al Mashíaj en realidad queremos decir que todas nuestras acciones son las acciones de Dios, ¡de esta manera logramos corregir el pecado de los espías!

Así que no nos quedemos sin fe, al contrario, creamos que todo lo que hacemos son las acciones de Dios mismo, porque que somos el conducto a través del cual Dios quiere aparecer y habitar aquí en el mundo.

¡En nuestras manos está la cosa!

Adaptado de una enseñanza del Rabino Itzjak Ginsburgh

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *