(Estudio para Principiantes)
Las raíces de la tradición cabalística se remontan a la antigua experiencia profética de nuestros antepasados ancestrales: Abraham, Itzjak y Iaacov. La sabiduría y la comprensión nacidas de su intimidad con lo Divino formaron la base del legado espiritual transmitido a sus hijos, las doce tribus de Israel. La verificación definitiva de este legado llegó en el momento en que Israel se paró al pie del monte Sinaí, los cielos se abrieron y el espíritu de Dios descendió de lo alto en medio de truenos y relámpagos de fuego. Al revelarse a Sí mismo a toda la comunidad de Israel, en esencia, Dios puso al descubierto el núcleo oculto de la verdad cabalística que hasta ese momento había sido el privilegio de unos pocos elegidos. En ese mismo momento, el verso nos dice: Moshé ascendió a la montaña hacia una espesa oscuridad donde Dios le reveló en privado el complejo de la sabiduría y la ley Divinas, que iba a llenar el vacío que quedó después de Su retiro de regreso a la esfera Celestial.
La sabiduría que Moshé recibió en el Sinaí y luego transmitió a su pueblo estaba compuesta de elementos esotéricos y exotéricos. La tradición exotérica, o niglá (lo que es “revelado”), se convirtió en el foco evidente de la vida judía, tanto en el estudio como en la práctica durante las generaciones posteriores. Con esta tradición estamos familiarizados a través de las obras clásicas de la ley judía y el estudio, la principal de las cuales es el Talmud. Por otro lado, la tradición esotérica, conocida como nistar (lo que está “oculto”), fue transmitida a unos pocos elegidos de cada generación aptos para la iniciación en sus misteriosas profundidades.
Esta tradición, que es la base de la Cabalá, se abrió paso como un hilo oculto a lo largo de la historia judía. En puntos providenciales a lo largo de esa historia, este hilo emergería periódicamente para embellecer la conciencia espiritual en evolución de nuestro pueblo. Interpretada por hombres de una visión e inteligencia inusuales, esta tradición encontró lentamente su camino hacia la forma escrita a medida que aparecían obras que exponían tanto sus aspectos teóricos como prácticos.
La terminología tradicional empleada para referirse a estos dos aspectos distintos de la investigación cabalística es la de Cabalá iunit (“Cábala meditativa”) y Cabalá maasit (“Cábala práctica”). Aunque veremos que esta distinción a menudo puede ser bastante arbitraria, nos ayudará a aislar varias tendencias dentro del desarrollo de la tradición cabalística.
continuará…