SHABAT MEVARJIM TAMUZ
No trates de controlar algo que Hashem te puso para elevarte y mostrarte tu camino.
Por ejemplo, el lashón hará se debe a la envidia, una fuerza poderosa que si la diriges hacia el bien produce maravillas.
La envidia por denigrar al otro es mala, no trates de bajar al otro al pozo, sino elévate haciendo una montaña.
Las malas inclinaciones te muestran qué quiere tu alma, y de ese que hablas mal o envidias puedes aprender cómo llegar al objetivo que quiere tu alma.
Son fuerzas que te hacen levantar a la mañana y salir a la pelea. No te dejes deprimir.
En cambio, dirige tu pensamiento y tu palabra hacia cosas buenas: cómo ser un mejor marido, un mejor padre, un mejor hijo, un mejor comerciante, un mejor maestro, un mejor alumno, un mejor amigo.
Cómo ser un mejor servidor de Hashem, cómo difundir más Torá, cómo tener más dinero para hacer más buenas acciones.
No mates a tus instintos naturales que Hashem te dio, utiliza sus fuerzas para el bien.
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Piénsalo.
Shabat Shalom
Jaim Frim
