Quien sale en los días de Nisán y ve árboles frutales en flor debe recitar la bendición:
«Baruj Atá Ad-onai E-lo-heinu Melej Haolám Sheló Jisar Beolamó Klum Ubará Bo Briot Tovot Veilanot Tovot Lehanot Bahem Benei Adam»
(Shulján Aruj Oraj Jaím 225:1).
Es correcto que también las mujeres reciten esta bendición, y si bien está vinculada al mes de Nisán los juristas explicaron que no está marcada por el tiempo, ya que según varias opiniones se puede bendecir por los árboles en flor en otros meses. Aquellos juristas que opinan que la bendición se debe recitar en Nisán no piensan que esté vinculada necesariamente al mes en cuestión, sino que sencillamente es entonces que las flores aparecen. Por lo tanto, la bendición está marcada por la aparición de las flores y no por el correr del tiempo.