El primer versículo de la Parashá y el libro de Vaikrá dice: [Vaikra 1:1] “Y llamó HaShem a Moshe, y le habló desde la Tienda del Encuentro diciendo”. El Baal Shem Tov era médico, porque el Amo del Buen Nombre es un médico, y cura a las personas de todas las enfermedades espirituales y físicas, todas sus afecciones psicológicas. Él dijo que todas las curaciones están aludidas en este versículo. El primer versículo de la parashá Vaikrá, el primer pasuk que el niño pequeño aprende en la escuela primaria judía, el jeider.
En los libros de Jasidut posteriores nos dicen que en realidad aprendió esto de la alef pequeña, (zeira), la alef pequeña de la palabra Vaikrá. ¿Qué es esta alef zeirá? Hay multitud de materias a las que alude, lo más simple y principal es que Moshe Rabeinu se empequeñeció sí mismo. Anuló su ego, como está escrito literalmente en la Torá: [Bamidbar 12:3] “Y Moshe fue el hombre más humilde de todos los hombres sobre la tierra”.
Todas las enfermedades y todo lo no bueno que hay en el mundo es por la arrogancia del ego, la personalidad egoísta del ser humano, que le proporciona un punto de apoyo a toda “bacteria” dañina para aferrarse y crecer. Y, por tanto, la raíz de la curación es la habilidad para anular el “yo”.
Así también el sanador, incluso en sus ojos, en sus manos, cuando trata al paciente tiene una fuerza que proviene de su anulación interior, su pequeña alef, también para anular el yo de cada uno y así curarlo.