Rabino Itiel Giladi
Discípulo y secretario del rabino Itzjak Ginsburgh
¡Las naciones del mundo no pertenecen a la Torá y las Mitzvot, no se ajustan a ella, no la cumplen!
¿O tal vez sí?
Todos piensan que Los pueblos del mundo no tienen relación con la Torá y las mitzvot, no les pertenece, no están preparados para cumplirla, no son adecuados para eso.
El rav Ginsburgh nos enseñó algo diferente:
cuando hablamos de la cuarta revolución nos referimos a una cierta chispa, a una predisposición e intención interior, que hay dentro de una gran parte de los pueblos del mundo, millones.
Cuando enseñamos Torá a todas las naciones, a todo el mundo, le hablamos a ellos como a nosotros mismos. El judío habla consigo mismo sabiendo, siendo consciente de que las chispas pertenecen a su verdad, que pertenecen a su ser interior, a lo que él pertenece, también se encuentran en los pueblos del mundo.
Cuando haga resonar esta frecuencia, de la atracción hacia Hakadosh Baruj Hu mismo, por encima de las vestimentas superficiales, y le ponga las vestimentas de la Torá, encontrará los tesoros, encontrará las almas.