“UNA OFRENDA AL DIOS DE MI PADRE”

Iosef se revela a sus hermanos, y a continuación les envía de regreso a casa para traer a nuestro padre Iaakov a Egipto, a vivir en proximidad a Iosef, toda la familia junta. Siguen siendo tiempos de hambruna en la tierra de Canaán, y con el fin de poder proveer para su familia, Iosef pide a su padre venir con todos los miembros de la familia, (que juntos suman 70 almas) a Egipto para vivir en un lugar muy especial y bello, de gran abundancia, llamado Eretz Goshen. Según la tradición, ésta fue la porción de tierra que el faraón de dos generaciones atrás había otorgado a Saráh, (nuestra primera judía, nuestra primer matriarca) cuando estaba en Egipto junto con Abraham Avinu . En realidad, esta porción de tierra, la tierra de Goshen, pertenece al pueblo judío de cierta manera; y ahí es donde vivieron, en proximidad a Iosef hatzadik .

Antes que Iaakov estuviese listo para el descenso, hace una última parada en la tierra de Israel (“ antes de ser enviado a Egipto” significa “entrar en estado de exilio”) y sabe que debe ir a Egipto a entrar a un estado de exilio junto a su familia, creyendo firmemente en la promesa de Dios de sacarle a él y al pueblo judío de allí. Y debido al sufrimiento del exilio en Egipto, es que tenemos el honor de merecer la entrega de la Torá, y la bendición divina más grande que nos da el poder de cumplir con el propósito de Dios en la creación. No obstante, antes de descender a la tierra de Egipto, el exilio, nuestro padre Iaakov es presa del miedo.

Su última parada en Israel es en la ciudad de Beer Sheva, y la Torá nos dice en Vaigash , la Parashá de la semana, que ofrendó sacrificios al Dios de su padre Itzjak. Este es un fenómeno muy interesante en nuestras observaciones, pues muy a menudo, especialmente de acuerdo a la Cabalá, hay una gran resemblanza entre Iaakov, el tercer patriarca, y el primer patriarca, Abraham, (y en toda la Torá se le refiere junto con sus dos padres). Era más cercano a su abuelo, su padre espiritual, que a su padre. Sin embargo, en este caso particular, acaba de realizar sacrificios al Dios de su padre Itzjak, ¿A que se debe esto?

Se nos enseña (y esto es el centro de nuestra meditación) que Itzjak representa al temor, el temor de Dios, pero a la vez el epítome de transformar el miedo en risa, pues su nombre, Itzjak, significa reír. Y la razón por la cual sabemos que su servicio espiritual a Dios fue mediante el atributo del temor, es porque la Torá describe su servicio a Dios como “ pajat Itzjak ” (el temor de Itzjak), pero esa misma expresión “ pajat Itzjak ,” se lee además “el temor reirá”, puesto que eso es lo que el nombre Itzjak significa, “reirá.” Así, esa expresión “ pajat Itzjak ” en realidad significa que ese miedo se transformará en risa, en alegría.

Es así que ésta es la unión espiritual necesaria para que Iaakov se hiciera uno con el alma de su padre antes de descender al exilio. Se nos enseña en el Zohar, que al exilio se le compara siempre con la noche, a la redención se compara con la luz del día. Pero el exilio es el estado de la noche, es oscuridad. En la noche hay sueños, en la noche el poder de la imaginación del alma se apodera de nuestra consciencia, ya sea en estado de sueño o de vigilia. Más todo es como un sueño, puesto que es de noche. ¿Cuál es la continuación del versículo justo después de dónde dice: “cuando Iaakov vino a Beersheva él ofrendó sacrificios al Dios de su padre Itzjak”?

Allí el siguiente versículo nombra a Elokim (hay dos nombres primarios de Dios que utilizamos en la Torá); Havaiá es el Nombre esencial de Dios, siempre representa al principio del amor, la bondad y la misericordia, más Elokim es el nombre de Dios que representa al atributo del poder y el temor. Y ese es el nombre utilizado en “ vaiomer Elokim Israel ” Elokim habló a Israel, Israel es el nombre otorgado a Iaakov, y dice vaiomer Elokim Israel vemaarot halaila, “ en las visiones de la noche”, esto es antes de descender a Egipto, sin embargo, esta expresión sólo aparece aquí en la Biblia, “ las visiones de la noche” es una expresión muy singular e intensa, “ en las visiones de la noche Dios habló a Israel y dijo Iaakov, Iaakov.” Él lo llamó por su nombre dos veces, signo de afecto, de amor, “ vaiomer ”, a continuación Iaakov respondió con humildad y dijo “aquí estoy,” y entonces Dios le habla y le dice “ Anojí Kel Elokei Avija ” (Yo Soy el Dios de tu padre).

Así que una vez más, el sacrificio que Iaakov había ofrendado fue sólo para el Dios de su padre y esa es exactamente la forma en que Dios responde: “Yo Soy el Dios de tu padre” no es el Dios de “tus padres”, que incluiría tanto Abraham como a Itzjak, sino sólo “el Dios de tu padre”, el cual es Itzjak y luego dice: “No temas descender a Egipto, porque te haré allí en gran nación.” Y entonces el siguiente versículo dice: “Yo Mismo, Mi esencia,” “ Anojí .”

Esta es la primera palabra de los diez mandamientos, que es incluso más elevada que el nombre esencial de Havaiáh , puesto que representa al Ser mismo de Dios, que está por encima de cualquier nombre, y actúa tanto como ser, como el ser esencial. El nombre esencial es Havaiá, pero por encima del nombre está el propio ser, que sólo se puede representar con la palabra Anojí, “Yo”, “Yo soy el que soy.” Así que esta palabra “ Yo ” aparece varias veces en estos dos versos. Cuando fue entregada la Torá, esta es la primera palabra que se utiliza, la expresión de los sabios en la que hemos escuchado esta palabra, cuando escuchamos los diez mandamientos dichos de la boca del “poder,” que una vez más, es el atributo de Itzjak, por lo tanto, el atributo de Itzjak está hablando a través de esta palabra “ Anojí”.

La palabra Anojí se repite tres veces, y cada vez que vemos un fenómeno que se repite tres veces se le llama jazaká , que significa que está dejando una impresión interior, un sello en la realidad. Las tres veces que dice Anojí son dos veces Anojí y una a continuación veanoji (“y Yo”), y luego hay otra alusión hacia el final del relato cuando Dios está hablando a Iaakov, donde en forma de guematria la palabra Anojí se está aludiendo 2 veces más después de los tres explícitos Anojí, en “Yo soy el que soy” donde hay dos anoji implícitos.

Ahora lee una vez más los dos versículos en los que Dios habla a Iaakov antes de descender, al fin de aliviar su miedo al exilio, el miedo a la noche, dice: “Yo Soy el Dios de tu padre” el Dios de tu padre es el hecho de que Itzjak representa al temor, significa que él es la prueba de que puede controlar el temor, le nombran “el propietario, el poseedor del temor,” puesto que él sabe cuándo sentir temor y cuando no; y sabe cumplir lo que el padre del Baal Shem Tov le dijo a éste en su lecho de muerte, cuando el Baal Shem Tov era sólo un niño pequeño “No temas a absolutamente nada de este mundo, solamente a Dios;” ni al exilio, ni a la noche, ni a la muerte, ni a nada, sólo a Dios, eso significa que la persona está en posesión y control total del miedo.

Así que esto es lo que Dios, hablando de Iaakov, dijo: “Yo Soy el Dios de tu padre Itzjak; no temas ir a Egipto pues allí haré de ti una gran nación, “Yo” ( Anojí) iré contigo a Egipto,” (ve anoji) , y te levantaré y te sacaré; y te sacaré del exilio de Egipto. Y entonces la frase final es “Y Iosef colocará su mano sobre tus ojos”, es decir, cuando perezcas. Los sabios nos enseñan que Iaakov realmente no pereció como otro ser humano, sino en un cierto sentido interno, nuestro padre Iaakov, más que los otros dos padres, está siempre vivo, como está escrito: Iaakov lo met, Iaacov no murió”. Sin embargo se dice que en ese momento del aparente paso desde la fragmentada realidad de este mundo, “Iosef colocará su mano sobre tus ojos”, esa palabra “ y Iosef ” equivale a dos veces “ Anojí” en guematria. Así que estas son los dos apariciones implícitas de “ Anojí mishe Anojí” (Yo soy el que soy).

Como ya hemos mencionado, hay tres “ Anojí” explícitos y dos “ Anojí” implícitos en la palabra Iosef. Esto es todo lo que Dios dice cuando promete a Iaakov que estará con él y que irá con él y le sacará de Egipto; y estará allí incluso en el momento de su muerte, manifestado en la mano de Iosef al cubrir y cerrar sus ojos .Y todo comienza, como hemos dicho antes, con esta expresión -que Elokim se le aparece a Israel, (a Iaakov cuyo nombre también es Israel), “ vemarot halila” (en las visiones de la noche).

Para enriquecer y profundizar esta meditación, “ las visiones de la noche ” se refiere a las visiones que recibimos en el exilio. Y aun en el exilio, él también tuvo visiones, visiones correctas, visiones santas, aunque fuesen como un sueño, el poder del alma que prevalece en realidad es la imaginación, no la inteligencia clara como la inteligencia del día. Es de noche, y las visiones de la noche es lo que nos mantienen con vida en el exilio, mantienen viva la promesa en nuestra conciencia de que Dios estará con nosotros en el estado más bajo del exilio, para llevarnos desde el exilio hasta el nivel más alto.

Como sabemos, el principio de cada descenso es: “todo es en aras de un ascenso posterior”. Y el ascenso será mucho más alto que el estado original antes del descenso; y se nos enseña algo aún más profundo: si la persona es capaz de ver verdaderamente que este mundo es un mundo de vanidad, de falsedad, si es capaz de ver todo minuciosamente, entonces veremos que el descenso en sí es parte integral del ascenso por venir, que experimentamos como descenso. Es de noche, pero hay algo sobre la noche que es la luz de la luz, que es inclusive más luz que cuando es de día, en cierto sentido. Pero que al final se revelará con el día y el amanecer que viene al final del exilio.

Así que una vez más, la expresión más potente es “ maarot halaila ,” (las visiones de la noche) y que frase “ vemarot halaila ” (en las visiones de la noche), equivale a los dos nombres de Iaakov, la guematria es de 723, el nombre de Iaakov es 182, su otro nombre, que es un nivel aún más alto, Israel 541, los dos nombres combinados equivalen a 723, que es exactamente el valor de “ vemarot halaila, ” utilizado aquí. Hay algo tan profundo en estas visiones que sus dos aspectos de, Iaakov, su nombre normal, que representa (ya que los padres son los apelativos de cada alma judía) al estado normal de cada alma judía, cuando el judío vive su vida cotidiana, mundana, pero la vive como judío, con fe y cumple todas las mitzvot de la Torá, entonces se conoce como Iaakov. Más cuando un judío alcanza un nivel muy alto, que por lo general viene con el aprendizaje profundo de la Torá, que todo su mundo y su perspectiva de la realidad se vuelve a través de los ojos de la Torá, que ve el mundo tal y como el reflejo de la Torá, así como Dios miró en la Torá y creó al mundo, así es la forma en la que el judío ve al mundo y lo experimenta, que su nombre es Israel, estos son dos aspectos.

Podríamos pensar que durante el exilio no existe el nivel de “Israel” en absoluto, tal vez sólo bastaba con el nivel de “Iaakov.” Pero la verdad es que “en las visiones de la noche,” tiene en sí el potencial de unir los dos aspectos de cada alma judía, al ser Iaakov y también Israel al mismo tiempo.

Haremos una observación final: las tres primeras palabras que Dios le dice: “Yo Soy el Dios de tu padre,” ( Anojí Hakel Elokei avija) se nos enseña en Cabalá que las letras finales de estas tres primeras palabras: “Yo, ( Anojí Hakel(el Dios) Elokei” , en referencia a Itzjak, forman un Nombre Sagrado secreto de Dios; la Cabalá nos enseña que hay 72 Nombres Sagrados especiales de Dios. Cada uno de estos nombres tiene 3 letras, y el segundo de ellos es de un profundo poder, está continuamente activo en la creación y su mantenimiento, es llamado “ kium” porque sostiene la creación del mundo. Y cada uno de estos 72 Nombres tienen poderes muy especiales, , el segundo es ‘ ?? ? ‘ , iud lamed iud , que se deriva de las letras finales de las tres primeras palabras que Dios le dijo a Iaakov en la visión de la noche, justo antes de descender a la noche del exilio de Egipto.

El segundo nombre en Cabalá, corresponde al segundo de los patriarcas (los tres primeros de los 72 Nombres corresponden en ese orden a los tres patriarcas; Abraham es el primero de los 72 Nombres, a continuación, Itzjak es el segundo de los 72 Nombres, y Iaakov es el tercero) pero es este segundo nombre con el que ahora Dios le habla a Iaakov, que corresponde a Itzjak. Aquí se puede ver otro indicio de que todo el poder que se le otorga Iaakov al descender al exilio es el poder de su padre.

Itzjak nunca salió de la tierra de Israel, fue el único patriarca que pasó su toda vida allí. Nunca se le permitió abandonarla. Más Itzjak, su poder, iba junto a Iaakov para protegerlo, para fortalecerlo, para no temer a la noche, justo lo contrario, para entender que la mayor bendición vendrá “en las visiones de la noche.”

Una meditación final sobre este nombre, ¿Cuáles son las tres letras de Su nombre? “ Anojí Hakel Elokei” , ‘ ? ‘, la iudes la letra más pequeña, se suspende en el aire, es sólo un puntito y la lamed, la letra más grande de todas. Es exactamente la forma en que los sabios las describen, que la iud está en el aire, es la más pequeña de todas las letras, y la lamed es la “rav”, la más grande de todas las letras, “la torre”. La lamed es la torre y la iud es un pequeño punto. Así que este segundo nombre es el que corresponde al poder esencial de Itzjak, el de superar y transformar el miedo en risa, el de ser capaz de darse cuenta de la ventaja esencial del exilio, atravesar por el exilio, en la noche, tener visiones, tener verdaderas visiones sagradas en la noche. Su sagrado Nombre cabalístico es: el pequeño, el grande y el pequeño,  en ese orden.

¿Qué es lo que nos enseñan en el servicio espiritual de HaShem? Hay una expresión en el Zohar que dice: “Aquel que es pequeño, es muy grande, más aquel que se considera muy grande, es el más pequeño de todos.” ¿Qué significa esto? Hay una enseñanza muy simple pero muy profunda y fundamental en nuestro servicio a Dios; se nos enseña que tenemos que disminuir nuestro honor y nuestro propio sentido del ego siempre, con la intención de que, al disminuir nuestro propio ego, estamos “sellando” la manifestación de Dios en la tierra.

La expresión se refiere a que si disminuimos nuestra propia gloria y honor con el fin de dar más gloria y honor a Dios, y después hacer eso, en cada mitzvá que realizamos, y después de eso, una vez más, cuando sentimos que hemos sido exitosos de cierta manera, cada uno de nosotros a nuestra propia pequeña manera, (pero para cada uno de nosotros, esa pequeña manera es muy grande) todo lo que sea podremos lograr para Dios. Luego, al final de hacer alguna mitzvá por el bien del Santo Bendito Sea, existe la posibilidad, llamada “en el talón.” “En el talón” significa que al final de la buena acción, puedes ser mordido y envenenado por la serpiente, por eso, al final del gran ensalzamiento de la gloria de Dios en la tierra, a través de lo que hagas, después de haberte disminuido ti mismo primero, tienes que disminuirte otra vez más al final para mantenerlo puro.

Éstas son tres etapas de proceso de la auto-disminución y de la ampliación de la conciencia de la presencia de Dios en la tierra, por medio de nuestras buenas obras, y después, al final, disminuirse a sí mismo una vez más a un punto, a la nada. Ese es el poder espiritual de Itzjak que debe acompañar a Iaakov al exilio. Y luego, ser capaz de revelar, incluso en lo más oscuro de la noche del exilio, las visiones sagradas de Dios que traen consigo la promesa de la redención, y la gran promesa de que cuando la redención llegue, la veremos en retrospectiva, que el exilio en sí era, en cierto modo, el milagro más grande de Dios: que mediante el temor potencial a la oscuridad de la noche, toda esa energía y poder se convertirán en risa infinita en el mundo por venir.

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