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PARASHAT SHEMOT: ALIÁ POR ALIÁ
PRIMERA LECTURA: FORJANDO UNA IDENTIDAD EN EGIPTO
“Estos son los nombres de los hijos de Israel que vinieron a Egipto; cada uno y su casa vinieron con Iaacov”.
Cuatro méritos
Los sabios[1] nos dicen que nuestros antepasados fueron redimidos de Egipto por mérito de cuatro cosas:
- No cambiaron sus nombres (Reuvén y Shimón bajaron a Egipto y Reuvén y Shimón fueron redimidos).
- No cambiaron su idioma – continuaron hablando en hebreo.
- Se prohibieron a sí mismos hablar mal unos de otros (lashon hará).
- Se prohibieron a sí mismos tener conductas sexuales inapropiadas.
Existe el principio de que cada vez que se nos presenta una lista de razones, la razón final tiene el mayor peso. En nuestro caso, esto significa que su protección del pacto sexual[2] fue el instrumento más decisivo para conservar su identidad y hacer posible la redención.
Cuatro Méritos y Havaiá
Puesto que hay 4 méritos enumerados, es natural que veamos cómo corresponden a las cuatro letras de Havaiá, el Nombre esencial de Dios.
iud (י) | sabiduría | No cambiaron sus nombres |
hei (ה) | entendimiento | No cambiaron su idioma |
vav (ו) | belleza | se prohibieron hablar mal unos de otros |
hei (ה) | reinado | se prohibieron tener conductas sexuales inapropiadas |
Expliquemos esta correspondencia.
Iud y hei: Los dos primeros méritos siguen la misma fórmula “no cambiaron…”. Esto ilustra que, de hecho, las dos primeras letras de Havaiá – iud y hei – son una pareja independiente; forman un Nombre Sagrado de por si, pronunciado Ká (י־ה).[3]Estas dos letras corresponden a las facultades intelectuales, a sabiduría y a entendimiento.
La inmutabilidad – la posibilidad de permanecer estático e inmutable – es una cualidad de la conciencia y la determinación del propio poder intelectual. La capacidad del pueblo judío para permanecer inmutable emula el aspecto trascendente de Dios, sobre el cual el profeta dice: “Yo, Havaiá, no he cambiado y ustedes, los hijos de Iaacov, no han perecido”.[4]
Iud: Además, en hebreo, el nombre de un objeto (esdecir, un nombre propio) es su atributo más esencial, el más cercano a la cosa en sí misma (el etzem, en hebreo). Del mismo modo, la sefirá de sabiduría es la primera revelación de la Divinidad, el primer y más esencial atributo de Dios, que es inseparable de Sí mismo. Por esta razón, la letra iud tiene la forma de un punto, como el primer punto de tinta[5] que se forma cuando un bolígrafo toca el papel y se produce el comienzo de la revelación del pensamiento a través de la escritura.
Hei: El idioma hebreo es el idioma usado por Dios para crear el mundo. Dicho de otra manera, el poder inherente en ella crea la existencia. Del mismo modo, la primera hei en Havaiá representa el entendimiento y el Mundo de la Creación, el comienzo del ser. En la Cabalá, las cinco fuentes de las letras se sitúan en entendimiento.[6]
Vav y hei: En el hebreo original, los dos méritos finales también comienzan con la misma frase: “Se prohibieron a sí mismos de…”, sheló haiá bahen (שֶלֹא הָיָה בַּהֵן…). Una vez más, las dos últimas letras de Havaiá forman una pareja y representan las dimensiones reveladas de este Nombre.
Vav: Cuidar el habla y nunca hablar mal de otro es el sello distintivo de las seis sefirot representadas por la letra vav en Havaiá (el valor de vav es 6) – aunque son seis, están representadas por una sola sefirá (belleza) y una sola letra (vav). La belleza es un estado compuesto, en el que incluso los opuestos se unen para formar un todo más completo. El sentimiento de unidad entre los judíos en Egipto les impedía hablar mal unos de otros.
Hei: La hei final representa la sefirá del reino y la nukva, el principio femenino. La pureza sexual y la pureza familiar dependen, ante todo, de la mujer (y del aspecto femenino del marido). Los sabios aprenden que este rasgo estaba en el mérito de nuestra matriarca Sará, “Sará descendió a Egipto y vedó su sexualidad, y todas las mujeres judías siguieron su mérito y también estuvieran vedadas”.
Por lo tanto, los cuatro méritos que protegieron a nuestros antepasados de ser tragados por las abominaciones de Egipto corresponden a las cuatro letras de Havaiá.
Todo en el primer verso
Además, estos cuatro méritos son aludidos en el primer verso de nuestra parashá:
Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Iaacov, cada uno con su casa.
Las dos primeras palabras, “Estos son los nombres”, aluden al origen del cuarto y más importante mérito, que se prohibieron a sí mismos tener relaciones sexuales impropias. El valor de estas dos palabras en hebreo, veele shemot (וְאֵלֶה שְׁמוֹת) es exactamente igual al valor de la expresión hebrea para ¡paz y la armonía familiar, shalom bait (שְׁלוֹם בַּיִת)![7] Las letras en la palabra “paz”, Shalom (שְׁלוֹם), aparecen en estas dos palabras explícitamente, וְאֵלֶה שְׁמוֹת. Las letras restantes, אהות, forman la palabra “Y tú”, veatá (וְאָתָּה) o “[anhelo sexual]” (תַּאֲוָה).
Nombres
“Los nombres de los Hijos de Israel” alude, por supuesto, a cómo conservaron sus nombres. Los sabios describen esto (en arameo) como: “Reuvén y Shimón descendieron, Reuvén y Shimón ascendieron”. Las iniciales de las palabras arameas para “descenso”, najtún (נַחְתּוּן) y “ascenso”, salqun (סַלְקוּן) deletrean la palabra “milagro”, nes (נֵס), lo que indica que los nombres hebreos contienen el poder milagroso del mundo de la Emanación para sacar a una persona del exilio.[8]
Idioma
“Al entrar en Egipto” sugiere que no cambiaron su idioma. Los comentarios se preguntan por qué el verbo “venir” está en tiempo presente, habaim (הַבָּאִים) y no en tiempo pasado, más apropiado, asher baú (אֲשֶׁר בָּאוּ), ya que cuando comienza el Libro de Éxodo, los hijos de Israel ya habían estado en Egipto durante muchos años. Esta pregunta gramatical sobre esta palabra sugiere que, efectivamente, alude al idioma. Lo que aprendemos de esto es que mientras una persona conserva su lengua materna (mama loshen, en Idish[9]) sigue sintiendo que acaba de llegar de su tierra natal y, por lo tanto, no cae bajo la influencia de la cultura local.
En un nivel aún más profundo, la sefirá de entendimiento está relacionada con el espacio (sabiduría corresponde al tiempo – el orden temporal precedente – que existe incluso antes del espacio). Por lo tanto, conservar su idioma, que como vimos está relacionado con la sefirá de entendimiento, también les ayudó a conservar su sentimiento de espacio sagrado – la Tierra de Israel. Por la misma razón, el pueblo judío siguió siendo conocido como los hebreos a lo largo de su exilio en Egipto, un nombre que solo tiene significado en la Tierra de Israel (significa literalmente, alguien que ha cruzado el río, específicamente el río Jordán).
Habla
“Con Iaacov” alude al mérito de prohibirse a sí mismos hablar mal los unos de los otros. Iaacov es el alma arquetípica de belleza, que antes vimos que corresponde a este mérito. La Torá describe a Iaacov (antes de su estadía con su tío, Labán) como “Un hombre serio que mora en las tiendas [de Torá]”. Antes de su encuentro con Labán, Iaacov no sabía cómo actuar fraudulentamente.[10] En el Tikunei Zohar, la sefirá de belleza se describe como “el cuerpo”. El pueblo judío es comparado con los órganos de un solo cuerpo. Mientras su sentimiento de identidad sea fuerte, que todos están “con Iaacov”, no se lastimarán unos a otros, así como la mano izquierda no cortará la mano derecha, siempre y cuando la mente funcione, y ambas manos se identifiquen como partes del mismo organismo.
Familia
Finalmente, “cada uno vino con su casa”, corresponde explícitamente al mérito de la pureza familiar y de prohibirse a sí mismos una conducta sexual inapropiada. A la mujer se le llama la casa de su marido, beitó (בֵּיתוֹ). Incluso una pareja que vive en Egipto, que en hebreo significa literalmente “opresión”, simbolizando la naturaleza difícil y restrictiva de su entorno, siempre y cuando permanezcan incondicional e infinitamente dedicados el uno al otro, emergerá con riqueza y posesiones como lo hizo el pueblo judío de Egipto. Este fue el juramento que Dios le hizo a Abraham cuando le reveló la naturaleza del exilio en Egipto.
De hecho, la guematria de las 3 palabras “cada uno vino con su casa” (אִישׁ וּבֵיתוֹ בָּאוּ) es exactamente 3 veces “Abraham” (אַבְרָהָם). Abraham de por si es el alma arquetípica de la bondad y el amor, lo que indica que el amor entre marido y mujer puede vencer todas las formas de Egipto espiritual y físico. El amor infinito entre un esposo y una esposa es un reflejo de su amor infinito por Dios.
(Tomado de Sha’ashu’im Iom Iom, vol. 1, págs. 196 y ss.)
[1] Psikta DeRav Kahana 11:6 en el verso del Cantar de los Cantares 4:12.
[2] El término hebreo usado por los sabios para describir la guarda de la conducta sexual es גְדוּר עֶרְוָה, gdur ervá, cuyo valor es el producto de “Eva-Javá” (חוה) y Havaiá (י־הוה), o 19 veces 26. El valor de “Eva”,19, es también el valor de la letras utilizadas para llenar Havaiá en su relleno de alef (יוד הא ואו הא). El valor total del llenado de alef es, por tanto, 19 ┴ 26 = 45, también el valor de Adán (אָדָם), que representa la realidad inicial (y final) rectificada de la humanidad.
[3] Veáse “Qué necesita saber acerca de la Cabalá”, págs. 148-9 (versión en inglés)
[4] Malaji 3:6
[5] En hebreo, la palabra para “tinta”, dvó (דְיוֹ) es una permutación del nombre de esta letra, iud (יוֹד).
[6] Pardes Rimonim 23:1. Likutei Torá del Arizal, Tehilim 53.
[7] Conocido hoy coloquialmente como “Shalom en el Hogar”.
[8] Esto es tan cierto hoy como lo era entonces. Si una persona está experimentando dificultades especiales, es apropiado que insista en que la llamen por su nombre hebreo, especialmente si hasta ahora ha sido conocida por un equivalente no hebreo.
[9] Hoy en día, para muchos judíos fuera de la Tierra de Israel, mama loshen puede de hecho ser el hebreo, mientras que, en un extraño caso de inversión histórica, conservar una identidad autónoma en la Tierra de Israel, libre de la influencia negativa del establishment antirreligioso, puede ser que esto sea idish.
[10] Debido a su naturaleza seria, su madre Rivká tuvo que motivarlo a sustraer las bendiciones de Esav y le instruyó en todos los detalles para tener éxito.
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SEGUNDA LECTURA: LAS ENCARNACIONES DE MOSHÉ
“Cuando el niño creció, ella lo llevó a la hija del faraón, y él era como un hijo para ella. Le puso por nombre Moshé, porque dijo: ‘Lo extraje de las aguas”.
Moshé como imagen de Dios en Adam
Ahora pasemos a la historia de las muchas reencarnaciones de Moshé. Dijimos que, por un lado, el alma de Moshé es eterna, lo que significa que es supra-temporal. Por otro lado, el alma de Moshé se manifiesta o aparece en cada generación, y especialmente cada cincuenta años.
Puesto que la característica más fuerte de Moshé se denota en su manifestación: “Y nosotros no somos nada”, su rasgo esencial de carácter es la nada (relacionada con su humildad). La nada en este contexto va de la mano con el hecho de que Moshé es el “hombre de Elokim“, ish Elokim (אִישׁ הָאֶלֹקִים), lo que vimos anteriormente, indicando que su alma está enraizada en Elokim. Adam fue creado a imagen de Dios, específicamente, a “imagen de Elokim“, tzelem Elokim (צֶלֶם אֱלֹקִים). Esto quiere decir que, por así decirlo, Adam, el primer hombre, fue creado a imagen de Moshé, como lo son todos los hombres que continúan aferrándose a la imagen de Dios en ellos mismos. De hecho, el Arizal comenta que Adam alcanzó el nivel de la sabiduría del mundo de Emanación y ese es el mismo nivel que alcanzó Moshé. Así que la primera manifestación del alma de Moshé fue en imagen de Adam de Dios.
Moshé como Hevel
Adam tuvo dos hijos al principio, Hevel y Caín. En términos de su carácter, Hevel pertenecía al eje derecho de las sefirot, ya que era un hombre de bondad, mientras que Caín pertenecía al eje izquierdo de las sefirot, ya que era un hombre de poder y juicio severo. El alma de Moshé se manifestó en Hevel. Ahora bien, aunque Caín mató a Hevel, no significa que sea completamente malvado. Caín también tenía bondad en él. Esta bondad aparece de vez en cuando en aquellas almas justas que también pertenecían al linaje espiritual de Caín (como Itro, el suegro de Moshé). La bondad de Caín tendrá un efecto marcado justo antes de la venida del Mashíaj (que el Rebe de Lubavitch explicó que es la tarea de nuestra generación) en el profeta Eliahu,[1] cuya tarea es anunciar la redención venidera.
Moshé como Set y sus descendientes
Después de que Caín asesinó a Hevel, Adam y Eva tuvieron un tercer hijo, Set, a quien la Torá se refiere como “en lugar de Hevel”, aludiendo así a que es una reencarnación de Hevel. Así, el alma de Moshé, que inicialmente había estado en Hevel, regresó en Set. De hecho, el Arizal señala que el nombre de Moshé (en hebreo, מֹשֶׁה) es un acrónimo de Moshé-Set-Hevel (מֹשֶׁה שֵׁת הֶבֶל).
De Set, el alma de Moshé se reencarnó en Noé y luego en Shem, el hijo de Noé. Puesto que el mundo comenzó de nuevo después del diluvio, Noé es en cierto sentido como un segundo Adam. Su hijo Shem es como Set. Y así, la reencarnación en Noé y Shem se hace eco de la manifestación inicial del alma de Moshé en Adam y Set. Después de Shem, el alma de Moshé se manifestó como el propio Moshé.
Las reencarnaciones bíblicas posteriores de Moshé
Después de la muerte de Moshé, su alma continúa reencarnándose en otros profetas. Entre los primeros profetas, se encarna como Ajiá el Shiloni que profetizó sobre la división de la nación en dos reinos gobernados por el hijo del rey Salomón, Rejavam, y el primer rey del nuevo Reino del Norte, Ierovam. En el Libro de Reyes, aprendemos que Ajiá no solo profetizó la división de la nación, sino que también fue quien le dio a Ierovam la legitimidad para perseguir esta división y convertirse en el líder del Reino del Norte. Firmó la constitución del reino del norte, de Ierovam. A pesar de lo grande que fue, porque le dio legitimidad a Ierovam y a su reino, los sabios consideran que fue un pecado inconsciente que tuvo que rectificar. Lo hizo volviendo más tarde a enseñar a Rabí Shimón bar Iojai y al Baal Shem Tov, los dos grandes maestros de la dimensión interior de la Torá. A pesar de que el nombre de Ajiá significa coser, él desgarró los reinos. Por lo tanto, su rectificación fue enseñar la dimensión interna de la Torá que unifica, al reunir las diversas y aparentemente contradictorias opiniones de los sabios.
Después de Ajiá, el alma de Moshé se encarnó en el profeta Zejaria hijo de Iehoiada.[2] Este no es el conocido autor del libro de Zejaria (que vivió en la época del comienzo del segundo Templo). Aquel a quien nos referimos era un Sumo Sacerdote, un profeta, y también era un juez. Estuvo en tiempos de Yoás, rey de Iehudá. Cuando era un bebé, Yoash fue salvado por el padre (Iehoiada) y la madre (Iehosheva) de Zejaria, y escondido en una cámara secreta justo encima del Lugar Santísimo en el Templo. Su madrastra, Ataliá, la mujer que era la reina en ese momento, quería matar a todo el linaje masculino de Judá. Al final, Iehoiada lideró una revolución contra Ataliá y Yoash se convirtió en rey a la edad de 7 años. Mientras el padre de Zejaria, el Sumo Sacerdote Iehoiada, estaba vivo, Yoás siguió la Torá. Pero, una vez que Iehoiada falleció, los ministros vinieron y se inclinaron ante él, alegando que era un dios por poder sobrevivir en el Lugar Santísimo. Esta idolatría llevó a más idolatría en toda la nación. El hijo de Iehoiada fue Zejaria. Zejaria reprendió al pueblo por abandonar el camino de Dios y adorar ídolos. El rey estaba tan enojado con él que hizo que el pueblo lo matara en el Templo.
Sus últimas palabras fueron: “Dios debería ver esto y exigir [venganza]”.[3] Y esto sucedió enseguida, pues en la siguiente guerra mataron a Yoás. Pero esto no fue todo. Los sabios relatan[4] que la sangre de Zejaria continuó hirviendo durante más de 200 años hasta que el Templo fue destruido por Nevuzadran. Este último preguntó qué era esa sangre hirviendo. Al principio, los judíos en el Templo no se lo dijeron, por lo que comenzó a matar varias criaturas para ver si dejaba de hervir. Al no hacerlo, continuó masacrando a los sabios de la generación, y luego a los sacerdotes, y finalmente a los niños pequeños. Pero la sangre no dejaba de hervir. Nevuzadran le preguntó a Dios: ¿Quieres que mate a todo el pueblo judío por esta sangre? Dios le dijo a la sangre que dejara de hervir. Eventualmente, debido a lo que vio, Nevuzaradan se convirtió. El Arizal identifica a Zejaria con Moshé.
Esto, por supuesto, plantea muchas preguntas, comenzando con ¿cómo pudo Dios permitir que Zejaria fuera asesinado y que toda esta terrible cadena de eventos se pusiera en marcha? La respuesta es que cuando castigó al pueblo, Zejaria, que era la encarnación de Moshé, en realidad abandonó su sentido de humildad absoluta revelado por el hecho de que se situaba “por encima del pueblo” y lo reprendió.
El partzuf de las encarnaciones de Moshé
Después de esta encarnación como Zejaria, Moshé regresó muchas generaciones después como Rabí Shimón bar Iojai. Finalmente, regresará como el alma del Mashíaj.
Así que en total vimos que Moshé tiene siete encarnaciones hasta que realmente aparece como Moshé. Luego fue Ajiá y luego Zejaria; luego Rabí Shimon bar Iojai y finalmente el Mashíaj. Así que en total hay once manifestaciones diferentes de Moshé, que ahora podemos corresponder con las sefirot.
Corona imagen de Elokim | |
entendimiento Hevel | sabiduría Adam |
conocimiento Set | |
Poder Shem | bondad Noé |
Belleza Moises | |
Agradecimiento Zejariá | Victoria Ajiá |
Fundamento Rabi Shimon bar Iojai | |
Reinado Mashiaj |
Moshé e Isaías
Un último punto que nos gustaría tratar sobre Moshé se relaciona con el capítulo 53 de Isaías, mencionado anteriormente. Este es un capítulo muy conocido que describe el sufrimiento del siervo de Dios. Algunos de los comentarios afirman que aquí el siervo de Dios se refiere al pueblo judío en su conjunto. Sin embargo, el Arizal dice que este capítulo trata sobre Moshé y sus encarnaciones a lo largo de la historia. Siempre que dice “mi siervo”, avdí (עַבְדִּי), se refiere al siervo de Dios, Moshé.
En el versículo 9, Isaías describe que este siervo sufriente de Dios sitúa su tumba junto a los malvados. El Arizal explica que esto se refiere en primer lugar al hecho de que Moshé se enterró a sí mismo. Pero la noción de que se entierra con los malvados proporciona una base para el hecho de que Moshé, por así decirlo, se entierra en cada generación al regresar en un sabio particular de la generación para guiar a los malvados. Aunque es como enterrarse de nuevo cada vez, lo hace debido a su absoluta devoción al pueblo judío y a la redención de cada judío.
(de una clase impartida el 7 de Adar de 5777)
[1] Pirkei DeRabi Eliezer 47; Zohar 2:190a
[2] Véase II Crónicas cáp. 24.
[3] Ibid, verso 22
[4] Eijá Rabá 2:4.
TERCERA LECTURA: ¿POR QUÉ HUYÓ MOSHÉ?
“… Moshé huyó de la presencia de Faraón…”
Aprendiendo de Moshé acerca de la Anulación con Confianza
Podríamos preguntar: Moshé es un líder, es el rey de Israel, y un rey no puede ser un cobarde, ni siquiera un santo cobarde. Un rey debe realizar todas las tareas, superar todos los desafíos, y vemos que al final de sus días – a la edad de 120 años – Moshé se levantó y luchó como un hombre joven, hasta su último día, contra Sijón, rey de los Amoritas, y Og, rey de Bashán. En la guerra contra Midián, envió soldados a luchar, para ajustar la venganza de Dios contra Midián (aunque sabía que después de completar esta misión, su vida terminaría). Vemos que Moshé es muy fuerte, no alguien que no es nada. Y, sin embargo, tendemos a pensar que una persona que está completamente anulada ante Dios tiende a no tener ningún yo y, por lo tanto, no puede exhibir aplomo y cumplir el papel de un rey. Entonces, ¿cómo logra Moshé hacer ambas cosas?
La misma pregunta se aplica a todos nosotros, cada uno a su manera. Por un lado, una persona necesita ejercer la autoanulación ante Dios, pero en aquellas áreas en las que tiene roles de liderazgo, debe actuar con aplomo. Esta podría ser tu familia, si eres padre; podría ser un salón de clases, si eres profesor, etc. En estos contextos, no se puede anular. Esta no es la manera de traer el Mashíaj. Cuando se trata de la redención, y todos somos parte del esfuerzo para traerla, el Rebe de Lubavitch dijo: “¡Haz todo lo que esté a tu alcance!” Esto requiere confianza.
“Moshé”: residir dentro de la anulación
La respuesta a nuestra pregunta es que la auto-confianza representa el sentimiento de ser, mientras que la auto-anulación representa el no-ser, el ayin. Paradójicamente, estos dos tienen que existir juntos. Vemos esto en el nombre de Moshé, מֹשֶׁה. El “marco” son las letras mem y hei, que juntas deletrean la palabra “nada”, má (מָה), como en el verso, “Y no somos nada, ¿por qué habrías de quejarte de nosotros?”, venajnu má ki talnu aleinu (וְנַחְנוּ מָה כִּי תּלּינוּ עָלֵינוּ). Dentro del marco está la letra shin (ש), que representa la confianza de Moshé en Dios en que puede cumplir su misión.
¿Qué representa la letra shin? En el Sefer Ietzirá (el Libro de la Formación), shin significa fuego, esh (אֵשׁ), pero también significa “ser”, iesh (יֵשׁ). Por un lado, Moshé es la nada, má (מָה), está completamente anulado. Pero por dentro, es fuego, es sustancia (יֵשׁ); su esencia refleja la existencia sagrada, la verdadera esencia de Dios en el hombre. Es este fuego que arde dentro suyo lo que le da el poder para guiar al pueblo de Israel. Hay un dicho que dice que todo jasid necesita ser internamente, en el corazón, un fuego llameante (aunque externamente actúe con auto-anulación). Estas son las dos dimensiones de Moshé. Extremadamente grande (ante los egipcios) y extremadamente humilde (ante sus hermanos)
Las dos dimensiones de Moshé son enfatizadas por el hecho de que los sabios dicen que Moshé es comúnmente referido como “el hombre” en la Torá. Hay dos versículos que se destacan. Un versículo aparece antes del Éxodo de Egipto, cuando Moshé ya está guiando al pueblo e infligiendo las Diez Plagas a Egipto. Estas acciones se originan claramente en la esencia sagrada que reside en Moshé, no en su auto-anulación. Este versículo dice: “Y el hombre Moshé era extremadamente grande en la tierra de Egipto, a los ojos de los siervos de Faraón, y a los ojos del pueblo”.[1] Mucho más adelante encontramos el versículo más conocido: “y el hombre Moshé era extremadamente humilde, más que cualquier hombre sobre la faz de la tierra”.[2]
Realmente podemos ver cómo se deben comparar estos dos versículos. Contra sus enemigos, en la tierra de Egipto, se le describe como extremadamente grande. Pero cuando se trata de su relación con su hermana y su hermano, es extremadamente humilde. Podemos aprender una lección moral muy importante: dentro de la familia – con los más cercanos – no hay que ofenderse por nadie, con los hermanos, hay que ser muy humilde. Pero contra el faraón, uno necesita ser “extremadamente grande” y mostrar seguridad.
Auto-anulación: El comienzo de la senda de Moshé
Cuando hay tales polos opuestos en la psique, es difícil que se expresen simultáneamente. Internamente, existen juntos, pero no pueden verse juntos en el comportamiento de una persona. Cuando Moshé huye, como veremos, no es contundente. Cuando es contundente contra todas las dificultades, no lo vemos huir.
Con respecto a la vida de Moshé, normalmente se exhibe primero la autoanulación. Parece haber una excepción en la historia que hemos tratado en un artículo titulado “Los primeros pasos del Redentor de Israel”,[3] cuando, debido a su solidaridad con sus hermanos esclavizados, primero exhibe su seguridad y mata a un egipcio que estaba torturando a uno de los hebreos y solo entonces huye del faraón. A menudo sucede que una persona hace algo audaz y luego se da cuenta de lo que ha hecho. Se da cuenta de que ha hecho algo loco, desciende a la realidad, y si todavía permanece cuerdo se pregunta: ‘¡¿Qué he hecho?!’ No es que Moshé se arrepintiera de su acción, pero huye.
La zarza ardiente y la confianza de Moshé
Después de que Moshé huye del faraón, encuentra favor a los ojos de Dios. El Todopoderoso quiere designarlo redentor del pueblo judío – él es el primer redentor; él es el redentor final, y Él lo llama al desierto. Moshé argumenta con Dios durante siete días: Dios quiere enviarlo, y Moshé se niega. ¿Qué lado de Moshé se niega? Es su autoanulación, su insignificancia. Finalmente, Moshé dice: “Por favor, envía a quien Tú quieras enviar”. Esta cita no es relevante para mí, envía a Aarón, trae al Rey del Mashíaj, a alguien mejor, no me corresponde. Y Dios necesita obligarlo a aceptar la misión.
Dios hace un milagro por él. Toma la vara y tírala al suelo y se convertirá en una serpiente. ¿Qué hace Moshé cuando su vara se convierte en serpiente? ¡Se escapa! ¿Qué necesita decirle Dios? Agarra la serpiente. No es sencillo. Sujeta su cola. Es muy peligroso agarrar a una serpiente por la cola, si sostienes la cabeza, puedes controlarla, pero con una serpiente, es más peligroso sostener su cola. ¿Qué clase de ejercicio está haciendo Dios con Moshé? Dios es un educador. Aquí Moshé es como un niño en un salón de clases, y el Santo, Bendito, Es el maestro. El maestro quiere infundirle confianza.
Dios quiere revelar la energía de la letra shin en el nombre de Moshé, la shin que dijimos que representa su sustancia sagrada, iesh (יֵשׁ) en su título “el hombre”, Haish (הָאִישׁ). Desde el momento en que va a Egipto y comienza a hacer milagros contra el faraón, necesita enfrentar un gran temor. Todos los ancianos que lo acompañan, eventualmente evitan entrar en el palacio del faraón. También Moshé quiere huir, por miedo. Pero Dios le dice: “Ven”, bó (בָּא), “Ven conmigo, Yo estoy contigo, esfuérzate, ten confianza”. Dios sigue dando a Moshé cada vez más confianza, confiando en sus manos el éxito de la redención.
Desde el momento en que Moshé tiene éxito en sacar a los israelitas de Egipto, en entregar la Torá en el Monte Sinaí, en guiar al pueblo a través del desierto, ya no exhibe su proclividad a huir. Es sólo en la historia en la que sus hermanos mayores de repente se vuelven contra él lo que revela lo extremadamente humilde que es, más que cualquier hombre que haya existido sobre la faz de la tierra. No es un rasgo superficial; es completamente auténtico.
Liberando los traumas de la primera infancia: de la paranoia a la confianza activa
¿Cómo sé que Moshé siempre tendía a huir? Lo primero que le pasó en su vida fue que su madre lo escondió. Esto seguramente quedó grabado en su subconsciente: “Primero tuve que estar escondido durante tres meses y luego colocado dentro de una canasta”. Es esencialmente un fugitivo. La huida, que es tanto anulación como miedo, está inherentemente dentro de él. ¿Por qué lo escondieron y lo metieron en el río? Por miedo. Esto le causó una impresión profundamente arraigada en su subconsciente. Lo que sucede con un bebé queda grabado de por vida. Sin embargo, está escrito que “Dios busca al que es perseguido”.[4] Porque Moshé es perseguido, es un fugitivo desde la infancia, Dios lo busca y quiere nombrarlo redentor; Deja de huir a ser un rey.
Moshé pudo haber desarrollado paranoia después de tres meses de esconderse y luego ser arrojado al río. Pero se convierte en el arquetipo de un individuo que exhibe autocontrol y se le confía la tarea de liberar a todo el pueblo judío de la paranoia causada por los egipcios, que alcanza su clímax en la división del Mar Rojo. La división del Mar Rojo es un símbolo de la curación psicológica del complejo de persecución. Dios designa a Moshé para guiar al pueblo porque quiere que sea un ejemplo de la transformación requerida en la vida.
Las personas cargan con eventos difíciles desde que estaban en el vientre de su madre, desde que nacieron, cuando amamantaron y, a veces, incluso desde encarnaciones anteriores. Uno podría pensar que no hay forma de liberarse de su influencia. Pero la Torá está destinada a dar fuerza para liberarse completamente de ellos, para cambiar todo. Y Moshé es el ejemplo más importante.
(de un shiur dado el 28 de Av de 5778)
[1] Éxodo 11:3
[2] Números 12:3
[3] Véase Maljut Israel vol. 3
[4] Eclesiastés 3:15
CUARTA LECTURA: LA PRIMERA REVELACIÓN DE MOSHÉ EN LA ZARZA ARDIENTE
“Un ángel de Dios se le apareció en el corazón de un fuego ardiente en medio de un arbusto…”
La primera revelación de Dios a Moshé fue hecha en la Zarza Ardiente. Las palabras “zarza”, sné (סְנֶה) y “Sinaí” (סִינַי) – el lugar donde el Todopoderoso se reveló a través de Moshé a todo Israel en la entrega de la Torá, están conectadas lingüísticamente. Además, los sabios exponen que, lingüísticamente, tanto la zarza como el Sinaí, se relacionan con la humildad.[1]
En la descripción de la revelación en la Zarza Ardiente, encontramos la “zarza” (סְנֶה) mencionada 5 veces. El midrash proporciona la siguiente explicación para este fenómeno:
Rabí Najman, hijo de Rabí Shmuel bar Najman, dice que todos los árboles tienen una, dos o tres hojas. El mirto produce tres y se le llama “un árbol espeso”. Pero el sné tiene cinco hojas. El Santo Bendito Es le dijo a Moshé: “Israel es redimido solo por el mérito de Abraham, Itzjak y Iaacov, y por el mérito tuyo y el de Aarón”.
Es decir, la revelación en el Sné tenía la intención de convencer a Moshé de que debía participar en la redención de Israel, ya que, sin él, faltaría una parte de los cinco. Dios se le reveló en la zarza porque en este árbol de donde emergen sus hojas, surgen de cinco en cinco, insinuando a Moshé la necesidad de los méritos de las cinco personalidades mencionadas.
Expliquemos más: es sabido que Moshé se mostró reacio a aceptar el papel que le impuso la Providencia Divina y trató de rechazarlo con varios argumentos. Después de siete días de rechazos, Moshé presentó su argumento final: “Por favor, envía al que normalmente envías”.[2] Los sabios explican que Moshé se estaba refiriendo al Mashiaj, pero el sentido claro de su referencia – que se refería a su hermano Aarón – se puede inferir de la respuesta de Dios.[3]
Por lo tanto, Moshé pensó que un emisario más adecuado que él era Aarón, quien estaba en Egipto en ese momento y probablemente, como Amram su padre, estaba entre los líderes de la generación. El hecho de que la zarza fuera pentafoliada enfatizaba que, sin el liderazgo de Moshé, el liderazgo de Aarón no estaría completo. Solo a través del mérito de los cinco, los tres Patriarcas, Aarón y Moshé, tendría éxito la misión de liberar a los hijos de Israel de Egipto. De hecho, la Torá lleva el nombre únicamente de Moshé – “Recuerda la Torá de Mi siervo Moshé”,[4] sin embargo, Moshé y Aarón (y Miriam) juntos redimieron al pueblo de Egipto.[5]
El midrash citado anteriormente continúa describiendo cinco razones por las que Dios se reveló a Moshé en el sné y las asocia con las cinco apariciones de la palabra sné. Identifiquemos ahora cada una de estas razones con una de las cinco personalidades cuyo mérito condujo a la liberación de Egipto. Además, dado que las cinco personalidades corresponden a las sefirot desde bondad (Jesed) hasta reconocimiento (hod), también traeremos la correspondencia con estas sefirot.
No hay ningún lugar desprovisto de la presencia divina
“Desde dentro de la zarza”[6], mitoj hasné (מִתּוֹךְ הַסְּנֶה): Un no judío le preguntó a Rabí Iehoshua ben Korja: ¿Por qué el Santo Bendito Es eligió hablar con Moshé desde dentro de la zarza? Él respondió: Si Él hubiera hablado desde un algarrobo o un sicómoro, ¿no me habrías hecho esta pregunta [ya que estos son árboles “importantes”]? Aun así, no puedo ignorar tu pregunta. ¿Por qué de un arbusto? Para enseñarles que no hay ningún lugar desprovisto de la Presencia Divina, ni siquiera un arbusto.
Revelar que no hay ningún lugar desprovisto de la Presencia Divina fue la misión de Abraham. Abraham comenzó a iluminar con el atributo de Dios de bondad,[7] que al igual que la Presencia Divina y Abraham, llega a todas partes.
El Midrash continúa:
Rabí Eliezer dice: Así como la zarza es el más humilde de todos los árboles del mundo, así también Israel era humilde y oprimido en Egipto.
Para enseñarles que incluso el más humilde de todos los individuos humildes fue parte del plan de Abraham para revelar que “no hay ningún lugar vacío de Él”[8], leit atar panui mine (לֵית אֲתַר פָּנוּי מִנֵּהּ).
Porque Yo he conocido su sufrimiento
Rabí Iosi dice: Así como el sné es más resistente que todos los demás árboles y cualquier ave que entre en el sné no puede salir ilesa, así la esclavitud egipcia era más dura ante Dios que todas las demás en el mundo, como está dicho: “Havaiá dijo: Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo”. Así, el dolor y la servidumbre de Israel fueron conocidos abiertamente por Aquel que habló, y el mundo fue creado, como está dicho: “Porque Yo he conocido su dolor”.
El atributo de Itzjak nuestro padre, poder (guevurá), se caracteriza por su poder de contracción. Los sabios expusieron sobre el Todopoderoso, que, aunque inicialmente podríamos pensar que Dios no está conectado con el mundo, más aún, que no siente ni comparte el dolor de Sus criaturas, Rabí Iojanan dijo: “Dondequiera que encuentres Su grandeza, encontrarás Su humildad”. La grandeza de Dios está en Su capacidad de contraerse, de disminuirse a Sí Mismo, por así decirlo, sumergirse y experimentar, junto con la criatura, su dolor.
Espinas y rosas
Así como el sné crece tanto en un jardín [regado] como junto a un río, así Israel está tanto en este mundo como en el mundo venidero. Alternativamente: Así como el sné produce espinas y rosas, así Israel produce tanto justos como malvados.
La belleza (tiferet), el atributo de Iaacov, se sitúa en el centro de estos cinco atributos y su cualidad especial es la capacidad de sostener elementos contrapuestos. El atractivo de la belleza es la unión de diferentes matices en un solo todo. Del mismo modo, la sné puede sostener opuestos. Produce tanto espinas como rosas (flores), crece tanto donde no hay agua – en un jardín – como donde el agua es abundante – junto a un río.[9] La nación de Israel también sostiene paradojas dentro de ella formando una congregación única compleja y hermosa que contiene tanto a justos como a malvados.
Ahora podemos tomar este modelo de las cinco características de la sné y relacionarlas con las cinco medidas de poder (guevurot) que se originan en la sefirá de conocimiento (da’at) y se extienden desde bondad hasta reconocimiento.[10]
Cada uno de los cinco rasgos de la Divinidad revelados a través de la sné tenía que ser “puesto a disposición” de Moshé para que aceptara su misión. El Midrash también menciona que Moshé dio cinco pasos para acercarse al sné y estos también corresponden a estos cinco rasgos de Divinidad que lo fortalecieron.
(de Einaij Berejot BeJeshbón, Shemot)
[1] Shemot Rabá 3:2
[2] Éxodo 4:13
[3] Véase Ibid. v. 14.
[4] Malaji 3:22
[5] Mijá 6:4, “Yo os saqué de la tierra de Egipto, os redimí de casa de servidumbre, y envié delante de vosotros a Moisés, a Aarón y Miriam.”
[6] Éxodo 3:4
[7] Sefer HaBahir afirma: “El atributo de bondad dijo: Durante toda la vida de Abraham, no necesité servir a mi Creador [Abraham trajo la bondad al mundo]”.
[8] Tikunei Zohar 57 (91b)
[9] El Midrash menciona más ejemplos de sné que sostienen opuestos.
[10] Véase también Janá Ariel de Rebe Itzjak de Homil, parashat Bo.
QUINTA LECTURA
Al final de la sexta lectura, encontramos que “Moshé y Aarón fueron y reunieron a todos los ancianos de los israelitas. Aarón pronunció todas las palabras que Hashem había dicho a Moshé y ejecutó las señales ante sus ojos. Y el pueblo creyó”. ¡Maravillas de maravillas! No sólo viene Moshé, el Mashíaj que los va a redimir, sino que dice que es el Mashíaj, y todos le creen. El verso final, “Y el pueblo creyó; y cuando oyeron que Dios se había acordado de los israelitas y que Él había visto su sufrimiento; entonces se postraron profundamente en reverencia”. Hay tres casos en los que se describe a los israelitas como creyentes. El primero está aquí en nuestro versículo: “Y el pueblo creyó”. La segunda vez es después de la división del mar: “Creyeron en Dios y en Moshé su siervo”.[1] La tercera vez ocurre durante la entrega de la Torá en el monte Sinaí. Dios le promete a Moshé que “ellos también creerán en ti para siempre.”[2] Estos tres casos corresponden al famoso proceso de tres etapas de sumisión, separación y endulzamiento del Ba’al Shem Tov. En nuestro verso encontramos una creencia que muestra sumisión. En la división del Mar Rojo, cuando vieron a los egipcios muertos, etc., creyeron de una manera que refleja la etapa de separación – habiendo ahora entendido plenamente que Dios había discriminado entre ellos y los egipcios. Finalmente, en el monte Sinaí, alcanzaron un estado de endulzamiento en su fe, que ahora se extendía no sólo a Moshé sino a la reaparición de Moshé en cada generación. | נקפוץ לסוף: “וילך משה ואהרן ויאספו את כל זקני בני ישראל”, כמו שה’ אמר לו, “וידבר אהרן את כל הדברים אשר דבר הוי’ אל משה ויעש האֹתֹת לעיני העם. ויאמן העם”. פלאי פלאות, לא רק שמשיח בא, אלא אומר שהוא משיח ומאמינים לו. ששי מסתיים “ויאמן העם וישמעו כי פקד הוי’ את בני ישראל וכי ראה את ענים ויקדו וישתחו”. אנחנו יודעים שיש שלש אמונות – “ויאמן העם”, “ויאמינו בהוי’ ובמשה עבדו”, “וגם בך יאמינו לעולם” הווארט ששלש האמונות הן הכנעה-הבדלה-המתקה. כאן האמונה של ההכנעה, בקריעת ים סוף כשראו את המצרים מתים וכו’ יש אמונה של הבדלה, להבדיל מכל דבר אחר, ובסוף “וגם בך יאמינו לעולם”, כולל אתפשטותא דמשה בכל דרא ודרא, היינו ההמתקה לעולם ועד. בכל אופן, לנו נוגע שכאן מגיעים לאמונה של הכנעה, שפועלת “ויקדו וישתחו”, התבלטות מתוך אמונה והודאה והכנעה. יש בטול-ענוה-הכנעה-שפלות, הכנעה היא בהוד והבטוי שלה הוא “ויקדו וישתחו”. מחר קוראים שהגואל בא, מאמינים לו, ואז מתחילות כל הצרות ב”שביעי”, התחדשות גזרות וכו’, עד שמשה רבינו בכלל מתחרט – ההמשך איום ונורא, אבל זה “ששי”. |
Pero antes de que Moshé llegue a Egipto, sucede algo muy extraño. Un ángel en forma de serpiente gigante viene y se lo traga, queriendo matarlo. Puesto que hemos identificado a Moshé como el Mashíaj de su generación, ya que está en peligro de muerte, lo asociamos con el Mashíaj hijo de Iosef, quien siempre está en peligro de muerte. La Torá nos dice que se detuvieron en una posada en el camino y Dios se encontró con él y trató de matarlo. Aquí la Torá se refiere a Dios como Havaiá – el Nombre de compasión – y Él quiere matar a Moshé. ¿Hay algo similar a esto en otro lugar en el que el Nombre Havaia quiera matar a alguien? Dios lo envió, y de repente, en medio del camino, Dios lo encuentra y quiere matarlo. ¿Qué sucede? Gracias a Dios hay una mujer muy sabia, ‘una mujer de entendimiento’, ‘desde Dios una mujer de entendimiento’, que inmediatamente entiende. Vio que la serpiente se lo tragaba primero desde la cabeza hasta el pacto y luego desde los pies hasta el pacto. Ella entendió que estaba relacionado con el pacto, y captó que el hijo que acababa de nacer y se llamaría Eliezer – no está escrito que en este pacto lo llamaran Eliezer, pero aparentemente aquí lo llamaron ‘un nombre Eliezer’. – no fue circuncidado.” | ראינו את ההתחלה והסוף, שהוא הולך ושמאמינים לו, אבל באמצע יש סיפור מוזר מאד משהו שאין לו דוגמה. למדנו הרגע שכל הסיפורים מפי הגבורה. יש כאן סיפור שאין דוגמתו בכל התנ”ך, סיפור הזוי לחלוטין. משיח כעת בא, צריך להיות שמח מאד – משיח אותיות ישמח, ה’ שמח עם המשיח ומשיח שמח – ופתאום באמצע הדרך בא איזה מלאך בדמות נחש ענקי ובולע אותו, רוצה להרוג את המשיח. משיח כאן בסכנת מות, זהו משיח בן יוסף, שאולי יהרגו אותו בכלל. “ויהי בדרך במלון [הוא הגיע לאיזו נקודת חניה בדרך שלו, תוך כדי שהוא בא] ויפגשהו הוי’ [לא כתוב אפילו מלאך אלא ה’.] ויבקש המתו [ה’, הוי’ שם הרחמים, רוצה להרוג אותו. מה זה?! יש משהו שאפילו דומה לזה?! ה’ שלח אותו, ופתאום באמצע הדרך ה’ פוגש אותו ורוצה להרוג אותו. מה קורה? ברוך ה’ יש אשה חכמה מאד, “אשה משכלת”, “מהוי’ אשה משכלת”, שמיד מבינה. היא ראתה שהנחש בולע אותו קודם מהראש לברית ואחר כך מהרגלים לברית. היא הבינה שקשור לברית, ותפסה שהבן שרק עכשיו נולד ועתיד להקרא אליעזר – לא כתוב שבברית הזו קראו לו אליעזר, אבל כנראה כאן קראו לו “שם האחד אליעזר” – לא נימול. |
“Dios ordenó emprender el viaje, y Moshé pensó que sería peligroso para él. Es el tercer día después de la circuncisión, lo que requiere nuestra atención, Israel. Moshé decidió a su juicio que no era necesario circuncidarle. Llegaron a la posada, y todavía era peligroso de acuerdo con la lógica – la posada no era para quedarse allí por tres días – pero necesitaba circuncidar. Generalmente, esto no entra en la historia de ‘Y al octavo día será circuncidado’. Si ya pasó el octavo día, si el rabino dijo que el niño tenía ictericia, entonces no es terrible si hay un retraso. Aquí implica que ya pasaron los ocho días, pero llegó a la posada y ahora puede circuncidar, y Dios. está enojado con él y quiere matarlo. Toda esta historia necesita un Jazal, necesita a Rashi. ¿Qué hace la mujer sabia? ‘Y Zipora tomó un pedernal [dos letras de su nombre, una fuerza poderosa de su nombre – el pedernal también es muy fuerte, poder personal, como fuego en un pedernal] y circuncidó a su hijo [de aquí aprendemos que una mujer puede circuncidar]’. Y ella lo arrojó a sus pies, y dijo [a su hijo, según Rashi] ‘Seguramente eres un marido sangriento para mí [Querías matar a mi marido]. Sabemos que hay testimonios de que hasta la vejez y la senilidad la mujer llama a su marido “mi novio. “Una costumbre agradable y recomendable. Según Rashi ‘sangre’ significa derramamiento de sangre, habrías matado a mi marido, pero según Onkelos la interpretación es completamente diferente, ‘debido a la sangre de la circuncisión, este marido estaba atado conmigo’. como dice en la circuncisión ‘Por tu sangre vive, por tu sangre vive’, por el mérito de la sangre me fue dado al esposo, Moshé nuestro maestro. Según esto ella ni siquiera mira tanto al hijo. Según Rashi, ella mira al hijo y le dice que querías matar a mi marido, y según Onkelos, ella simplemente concluye que por el mérito de la sangre de la circuncisión recuperé a mi marido. Ella dijo esto antes de que Dios lo dejara. Y ¿Qué pasó?] ‘Entonces Él lo dejó ir [Esta es la relajación de la que hablamos antes. Aparentemente, hay una señal aquí de la profecía de Moshé a partir de este momento.] Entonces ella dijo, un marido ensangrentado debido a la circuncisión [Rashi: ‘Mi marido iba a ser asesinado a causa de la circuncisión, la circuncisión es una cuestión de causa, y ‘a causa de’ sirve como preposición, y Onkelos tradujo sangre por sangre de la circuncisión’].’ Entonces, la expresión ‘un marido de sangre’ se repite dos veces, primero ‘un marido de sangre eres para mí’ y al final, después de ‘Entonces lo dejó ir’, ‘un marido de sangre a causa de la circuncisión'”. | ה’ צוה לצאת לדרך ומשה עשה חושבים שיהיה מסוכן לו. היום שלישי למילה, דרוש לזושא-ישראל שלנו. משה החליט בשיקול דעתו שלא צריך למול אותו. הגיעו למלון, ועדיין לפי הסברא מסוכן – המלון לא כדי להשאר שם שלשה ימים – אבל היה צריך למול. בכלל לא נכנס כאן לסיפור “וביום השמיני ימול”. אם כבר עבר היום השמיני, אם הרב אמר שלילד היתה צהבת, אז לא נורא אם מתעכבים. כאן משמע שעברו שמונת הימים אך הגיע למלון וכעת יכול למול, וה’ כועס עליו ורוצה להרוג אותו. כל הסיפור צריך חז”ל, צריך רש”י. מה האשה החכמה עושה?]. ותקח צפרה צר [שתי אותיות מהשם שלה, פה-צר, כח מאד חזק מהשם שלה – צר הוא גם מאד חזק, כח עצמי, כמו אש בצור החלמיש] ותמל את בנה [מכאן שאשה יכולה להיות מוהל.] ותגע לרגליו ותאמר [לבן שלה, לפי רש”י] כי חתן דמים אתה לי [רצית להרוג את החתן שלי. למדנו שיש עדות שעד זקנה ושיבה האשה קוראת לאיש החתן שלי. מנהג יפה ומומלץ. לפי רש”י “דמים” היינו שפיכות דמים, היית הורג את החתן שלי, אבל לפי אונקלוס הפירוש אחר לגמרי, ‘ארי בדמא דמהולתא הדין יתהייב חתנא לי’, כמו שאומרים בברית מילה “בדמיך חיי בדמיך חיי”, בזכות הדמים החתן שלי, משה רבינו, ניתן לי. לפי זה היא אפילו לא כל כך מסתכלת על הבן. לפי רש”י מסתכלת על הבן ואומרת שרצית להרוג את החתן שלי ולפי אונקלוס רק מסיקה את התובנה שבזכות דם המילה קבלתי בחזרה את החתן שלי. היא אמרה זאת לפני שה’ עזב אותו. ומה קרה?] וירף ממנו [זו הרפיה שדברנו עליה קודם. כנראה יש כאן סימן לנבואה של משה מכאן ואילך.] אז אמרה חתן דמים למולות [רש”י: ‘חתני היה נרצח על דבר המילה, למולות שם דבר הוא והל’ משמש לשון על, ואונקלוס תרגם דמים על דם המלה’.]”. אם כן, הביטוי “חתן דמים” חוזר פעמיים, קודם “חתן דמים אתה לי” ובסוף, אחרי “וירף ממנו”, “חתן דמים למולות”. |
[1] Éxodo 14:31
[2] Ibid. 19:9
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