TANIA: La Luz Infinita y la Contracción Divina

DIVINIDAD EN INTENSA CONTRACCIÓN

LOS MUNDOS Y SEFIROT | TANIA: PARTE 4 EPÍSTOLA SAGRADA 20 CLASE 3


El capítulo comienza discutiendo la luz infinita de Hashem, conocida como “Or Ein Sof”. Esta luz es ilimitada y todoabarcadora, pero, para que el mundo físico pueda existir, es necesario que esta luz se contraiga (tzimtzum). El concepto de tzimtzum implica que Hashem “oculta” una parte de Su luz para permitir la creación de un mundo que percibimos como separado e independiente de Él.

La Presencia de Hashem en el Mundo

A pesar de esta contracción, la esencia de Hashem permanece presente en todas partes. La metáfora utilizada para explicar esto es la de la llama y la chispa: aunque una chispa pueda parecer separada de la llama, en realidad, ambas están completamente conectadas. De la misma manera, aunque el mundo físico parece independiente, está constantemente sostenido por la presencia divina.
La Revelación Divina a Través de la Torá y las Mitzvot
El Alter Rebe explica que la luz infinita de Hashem se revela en el mundo a través de la Torá y las mitzvot. Cuando una persona estudia Torá o cumple una mitzvá, está trayendo la luz divina al mundo físico. Este acto no solo ilumina al individuo, sino que también tiene un impacto cósmico, elevando y refinando la realidad material.

La Unificación de los Mundos Superiores e Inferiores

Una de las ideas centrales del Igueret HaKodesh 21 es la unificación de los mundos superiores e inferiores. La finalidad de las mitzvot es unificar estos mundos, permitiendo que la luz divina fluya libremente desde los reinos espirituales hacia el mundo físico. Este flujo de luz transforma y eleva la realidad física, cumpliendo con el propósito divino de la creación.

La Importancia de la Intención y el Pensamiento

El Alter Rebe también destaca la importancia de la intención (kavaná) y el pensamiento al realizar mitzvot. No basta con realizar los actos físicos; es crucial que estos actos estén acompañados de una intención pura y consciente de conectarse con Hashem. Esta kavaná aumenta el poder de las mitzvot para atraer la luz divina y para afectar tanto al individuo como al mundo.

Conclusión

El Igueret HaKodesh 21 del Tania enseña que, a pesar de la aparente independencia del mundo físico, la presencia de Hashem lo llena constantemente. La creación, a través del proceso de tzimtzum, permite que el mundo exista, pero la verdadera naturaleza de la realidad es su unidad con la divinidad. Los judíos, al estudiar Torá y cumplir mitzvot con la intención adecuada, pueden revelar esta unidad, trayendo la luz infinita de Hashem a la creación y unificando los mundos superiores e inferiores.

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